Después del increíble número de bolos del primer día, en comparación, no vi tantos el viernes, y además pasé buena parte de la noche en la zona Bits.
El segundo día del festival lo empezamos también en el Auditori, esta vez con Midori Takada. Empezó metiéndonos en trance con la percusión del gong para seguir con un espectáculo único e hipnótico. De los temas que creímos reconocer sonaron “Hanya Shinyo” en el que Midori golpeaba címbalos con una cadena. Pasó a la marimba para tocar “Another Story” y “Mkwaju” donde parecía improvisar. Las partes con la marimba fueron las más animadas de la noche. A mitad del concierto recitó un poema sobre un cocotero que fue seguido de varias piezas a la marimba y una con tom toms que creemos que era “Chang-dra”, de su colaboración con Masahiko Satoh. Acabó con un tema con movimientos lentos que parecía de teatro mientras sonaba campanitas. Única.
El siguiente concierto fue de la joven María José Llergo que salió acompañada de un guitarrista, David Soler a la pedal Steel y otro músico a las programaciones. Nos sorprendió con su maravillosa voz y su humildad. El segundo tema fue su single “Niña de las Dunas”, acompañada solo con el guitarrista. Presentó “Nana del Mediterráneo” diciendo que la escribió hace cuatro años y tuvimos la primicia de un tema que salía la semana pasada (aunque no hemos oído nada del tema, la verdad), hecho con un productor de urban. Otro gran momento fue cuando tocó “Me miras pero no me ves”. Terminó el concierto y vi gente con los ojos rojos de llorar. De lo mejor del festival
Seguimos con Pond en el Adidas, con mucha gente y mucho viento. Comenzaron con “Daisy”, “Sweep Me Off My feet” y “Tasmania”. El cantante tiene una gran presencia escénica y era imposible apartar la mirada de él. Rescataron “Don’t Look at the Sun or You’ll Go Blind” de su primer disco de hace ya once años y también tocaron una un poco insulsa versión del “Ray of Light” de Madonna, pero lo arreglaron un poco con el “Jive Talking” de los Bee Gees, para terminar entre guitarrazos con “Giant Tortoise”. Mejor de lo esperado.
Porque me cuadraba en los horarios vi a Just Mustard, quinteto de shoegaze con chica al frente. No había mucha gente viendo a este grupo de jovencitos que resultaron muy potentes instrumentalmente. Tienen solo un disco llamado Wednesday y un EP. Habrá que verlos de nuevo en unos años.
Por ver a un amigo y porque no había nada que nos volviese locos a esa hora, repetimos con Fucked Up, que tocaron un set bastante parecido al del miércoles, pero incluyendo “Living in a Celebration”. Fue otro gran concierto, solo que palidecía al ser comparado con el de la Apolo.
Nos fuimos a ver a una de las bandas que más queríamos ver: Jawbreaker pioneros del emocore y toda una leyenda. Empezaron con un sonido un poco bajo con “The Boat Dreams from the hill” y a partir de ahí encadenaron una importante cantidad de sus mejores temas para una audiencia que, aunque no era demasiado numerosa, los recibió con ganas. Sonaron “West bay invitational”, “Chemistry”, :Condition Oakland”, “Jet Black”, “Ache”, “Save your generation”, “Chesterfield King”, “Boxcar”, “Accident Prone”, “Fireman”… Entre temas el cantante hizo bromas sobre quién quería trabajar en su fábrica textil. Muy grandes.
Aproveché un ratito entre conciertos para visitar la zona de merch, esta vez bastante alejada de la entrada y cenar. Volví al escenario Pitchfork para ver a la gran Aldous Harding. Su propuesta era perfecta para el Auditori, donde sus juegos con el silencio hubieran tenido más sentido sin tener a Suede de fondo. De todas formas nos cautivó con la inicial “Designer”, “Zoo Eyes”, la fantástica “Treasure”, “Damn” o la más movidita “Old Peel”. Espero volver a verla en mejores condiciones aunque aquí demostró ser una artista única.
A cuatro pasos estaba el Rayban Studios donde tocaba Object Blue. Fue un live un poco menos marciano de lo que esperaba (por la boiler room que había visto), con ella vestida muy elegantemente y un set casi bailable en su mayor parte.
Fuimos a la playa y vimos un cacho de Overmono, bastante cañero y con batucada. Y por fin dos de las actuaciones que mas ganas teníamos de ver. Primero el live de Cybotron que salió en formato trío para soltar algunos de los grandes clásicos del electro/techno. Empezaron con “Industrial Lies” de 1983 que fue seguida de “R9”, dos años más joven. Siguieron clásicos como “Alleys of Your Mind”, “Cosmic Raindance”, “Techno City” y un final con nada menos que “Cosmic Cars” y “Clear”. En ese momento me hubiera podido tragar la arena y no me hubiera importado.
Bueno sí, porque el live de Objekt también fue superlativo. Yo tenía un poco de miedo porque creo que era uno de sus primeros lives pero fue alucinante. Empezó más experimental pero pronto empezó con el jungle. Sonó “Lost and Found”, “Theme from Q” y algunos otros y lo gocé bien.
Terminamos la noche con una carta segura: Helena Hauff a la que habíamos visto y saludado en el live de Cybotron. Nos hizo bailar hasta el amanecer de nuevo.