Un niño sordo en el momento que oye por primera vez, aparece en la portada del disco Engine In Void del grupo The Arch. Seguramente el grupo belga habrá producido la misma expresión en mucha gente gracias a temas como su tremendo “Ribdancer”. Hablamos con The Arch que estará tocando en Madrid durante el festival DarkMad.
—¿Cómo fueron los comienzos de la banda? Algunos ya erais amigos en 1985 ¿verdad?
—CUVG, Ivan DC y Ian Lambert nos conocimos a finales de los setenta cuando aún éramos muy jóvenes. Tocábamos en diferentes bandas, todas ellas poco famosas, de las que surgió The Arch en 1985. Mr Pierre se unió a la banda hace alrededor de 13 años.
—La primera publicación de la banda fue el EP As Quiet As en 1987. Era un poco más rock que el resto del material de la banda. ¿Os gustaba más el rock por aquellos días? ¿Cómo decidisteis moveros hacia un sonido más electrónico?
—La evolución de nuestra música no ha sido (y no es) un proceso consciente con decisiones racionales. Simplemente ocurre. Somos esclavos de nuestra fantasía. O para ponerlo de otra manera: ser creativo consiste en hacer realidad la música que escuchamos en nuestras mentes. Como un pintor, intentando poner sus visiones en un lienzo.
—”Babsi ist tod”, el último tema del EP, está basado en un personaje del libro Christiane F. (que es la biografía de la persona del mismo nombre). Es una de las amigas del personaje principal, Christiane y muere a los 14 años. ¿Cómo elegisteis escribir sobre esto? ¿ Os han ocurrido casos similares entres vuestros conocidos?
—Al leer el libro, nos impresionó el hecho de que una joven y encantadora chica estuviera cayendo tan bajo a la edad de 14. Así que hicimos una canción sobre ello. Y como cuentan en el libro, incluso en una pequeña ciudad como la nuestra de Breendonk, en Bélgica, las mismas cosas pasaron con amigos de nuestra edad, que descansan ahora en el cementerio. No queremos ser curas de la moralidad, pero es un hecho: si consumes “cosas que producen placer”, pagarás por ello, física o psicológicamente. Y tus familiares más cercanos se te unirán en la miseria. Puedes hacerlo de adulto, pero, desde nuestro humilde punto de vista, realmente no lo puedes hacer cuando eres una chica de catorce años. Los setenta y, de una manera menor, los ochenta, fueron tiempos de una extraña libertad, casi todo estaba permitido, excepto el asesinato. Conducir un coche tan rápidamente como querías, prácticas sexuales, pelearse en las fiestas, profesores fumando enfrente de la clase, salir durante 48 horas, tocar música a 140 dB: todo era normal. Disfrutamos la libertad, pero hubo muchas víctimas.
—El primer disco de la banda es A Strange Point of You de 1988. ¿Cómo fue la creación y grabación del disco?
—En aquellos viejos tiempo, empezamos a trabajar con Ludo Camberlin, que se convirtió en nuestro muy querido productor. Él tenía un estudio en Bruselas, donde grabamos el disco en una grabadora análoga de 16 pistas. Después de la grabación, Ludo mezcló e hizo el master en una mesa analógica de dos pistas. En una mesa de mezclar analógica, sin memoria, con una máquina de reverb. Muy artesanal, completamente diferente de la abundancia digital de hoy en día. De todas formas, nos sorprendió la calidad sonora que Ludo pudo conseguir en lo que podríamos llamar condiciones primitivas. Recordamos que todo fue como la seda durante la grabación hasta que descubrimos que nos faltaba un tema para llenar un LP. Así que tuvimos que hacer una nueva canción en el estudio, junto con Ludo, así nació “Under Attack”.
—¿Cuáles eran las influencias de la banda?
—Una larga lista de bandas de new wave, del llamado rock progresivo, bandas punks y así. Cosas como Joy Division, The Sisters of Mercy, The Cult, Bauhaus, Wire, Nine Inch Nails, Pink Floyd…
—El tema homónimo del EP de 1989 Stay Lay suena un poco más new beat/EBM. ¿Estaba la banda interesada en estos estilos?
—De nuevo, fue una evolución que sucedió de forma natural, nacida de nuestra fantasía. Simplemente pasó y dejamos que pasase. Por otra parte, obtuvimos nuevos instrumentos musicales con nuevas posibilidades técnicas y pudimos explorar en la dirección de la EBM. De esa forma, descubrimos nuevas formas de trasladar nuestra fantasía a la música.
—En el disco The Messier Album de 1990, hay un tema llamado “After Orgasm” y también tenéis un recopilatorio llamado Sex. ¿Dirías que vuestra música es buena para el sexo?
—Por supuesto. Nuestro consejo es: intentadlo. La letra de “After Orgasm” es sobre dos cuerpos, estando juntos en la distancia más pequeña, llegando a un orgasmo explosivo. Tristemente, ese viaje en la felicidad más grande no será eterno. Después de volar alto, tienes que aterrizar en la realidad. Será incluso más difícil cuando tengas que decirle adiós al otro, como ocurre en el atracador del ferry en la canción.
—¿Qué pasó con In sofa de 1997, que dijisteis que fue un desastre? Leí que hubo muchos problemas con el mastering. ¿Algún proyecto de volver a remasterizarlo de nuevo?
—Fue nuestro primer disco sin Ludo Camberlin. Así que tuvimos que ocuparnos de la grabación y de la mezcla nosotros mismos. Además, fichamos con una nueva compañía discográfica Novatekk, aquí en Alemania. Prometieron hacer el mastering de los temas, pero después de recibir el CD, descubrimos para nuestro horror… que no habían hecho nada. Nada de mastering ni nada. Muchos años después intentamos remasterizar los temas del CD, pero lo dejamos inmediatamente. No tenían solución.
—¿Cómo surgió la idea de hacer una versión de “I can’t live in a living room” con Peter Slabbynck? Red Zebra fue la primera banda que entrevistamos para el W-Fest.
—Nos conocimos hace mucho tiempo. Hicimos (y todavía hacemos) algunos conciertos con ellos. Hicimos la versión e invitamos a Peter a grabar las voces. Así que una noche vino a cantar con nosotros… fue una noche íntima que nunca olvidaremos.
—La portada de Engine In Void del 2011 es genial: el retrato de un chico sordo que logra oír por primera vez. ¿Es esta la forma en la que queréis que la gente reaccione la primera vez que escucha a The Arch?
—Esperamos que sea así. La foto fue tomada en algún lugar más o menos por el año 1900. Ivan DC la eligió
—En vuestro disco Fates de 2016, hay una canción sobre el cantante de Spear of Destiny, ¿cómo surgió la idea para tal tema?
—El nueve de febrero del 2013… primero tuvimos que ir al funeral del padre de nuestro anterior mánager, Lou De Buyser. ¡Bastante deprimente! Después de la ceremonia, fuimos al local del concierto, Das Bett en Frankfurt. Tocábamos como teloneros de Spear of Destiny. En el backstage, Kirk Brandon nos contó los problemas de salud que tenía. Su cuerpo fue como una cárcel para él durante años. Pero sobre el escenario, estaba lleno de poder y energía. Era un contraste impresionante. Cuando estábamos en casa de vuelta, decidimos hacer un tema sobre esta fascinante contradicción. A Kirk le gustó mucho.
—Los discos de The Arch han aparecido bastante distanciados en el tiempo, ¿por qué?
—Quizás porque somos algo vagos. Nos tomamos nuestro tiempo y nos gusta hacerlo íntimo y mantenerlo relajado. Fechas de entregas y The Arch... es como pájaros, cantando bajo el agua en un acuario.
—In Fates, KGB de Simi Nah hizo la mezcla y el mastering. También hacía la mezcla en directo de la banda. ¿Todavía estáis trabajando con él?
—Kenny era una mente maestra en lo técnico, hizo un montón de buenos trabajos para nosotros. Pero un día, Simi y Kenny decidieron trasladarse al sur de Francia. Así que tuvimos que buscar un nuevo técnico de sonido en directo para nuestras giras, y encontramos a Hendrik. Pero todavía trabajamos con Kenny. Él también mezcló VIII y XII.
—Queremos preguntaros por otra de las colaboraciones de este periodo. ¿Está Chiffons Tale todavía colaborando con la banda?
—Trabajamos con ella durante muchos años. No solamente hizo las voces para algunos temas, sino que también colaboró componiendo y escribiendo las letras. Pero dejó el grupo por unos problemas personales, un divorcio y tal. Hoy en día, hemos perdido el contacto. Lamentablemente…
—Repetidamente, he leído que la banda no es tan famosa en Bélgica como debería. ¿Crees que es por culpa de la prensa? En España, la banda fue muy famosa a comienzos de los noventa. Si lees los comentarios del vídeo de “Ribdancer” en Youtube, la mayoría son en castellano.
—Cuando haces una canción y la publicas, pierdes el control sobre ella. Comienza su propia vida, no sabes a donde llegará y donde terminará. Es anarquía. También el nacimiento de un tema puede ser extraño. “Ribdancer” fue inicialmente una línea de sintetizador. A nadie le gustó. Pero una tarde, decidimos tomarla de nuevo y transferirla a un riff de guitarra. Fue la chispa que prendió la llama. Cuando Ludo Camberlin escuchó la demo de “Ribdancer”, decidió grabarla inmediatamente. Resultó ser una canción difícil de grabar en el estudio. Pero después de todo, se hizo popular en España, completamente inesperadamente. Las canciones, siguiendo su camino, no pueden ser paradas por las barreras nacionales. Claro que la prensa es muy importante, pero después de todo, no hay control sobre lo que un tema hará. En Bélgica, probablemente somos uno de los mejores secretos guardados…
—Has dicho que tu autor favorito es Jack Vance, un escritor americano de ciencia ficción, y algunas de las letras de tus canciones pertenecen a este género (por ejemplo “Robot Sapiens”) pero otras están basadas en la realidad. ¿Qué es más fácil para ti, escribir algo basado en el mundo real o dejar correr la imaginación?
—Ambas cosas. No hay límites sobre eso. Hay tantos temas sobre los que escribir y tantas palabras. Simplemente, hay que intentarlo.
—Vuestro último disco XII, fue creado de una forma bastante original. Cada tema fue terminado antes de empezar el siguiente e iba a ser publicado como single cada mes del año. Aunque al final solo publicasteis nueve singles, ¿verdad? ¿Estaba la banda demasiado ocupada girando para terminar lo planeado?
—Normalmente una banda compone una serie de temas. Después van al estudio y las graban. Nosotros decidimos hacerlo de otra forma… hacer un tema, las letras, grabarlo, mezclarlo, hacer el mastering y el vídeo, todo tema a tema. Una canción con el ritmo de un mes. Hubiera funcionado si cada mes tuviera 66 días. Terminar un tema cada mes era demasiado trabajo para nosotros. También, mientras tanto, teníamos que hacer nuestros conciertos en directo. Así que decidimos dejar los plazos límites mensuales. Y nos llevó más tiempo de lo esperado…
—Todos los singles tuvieron un vídeo, todos hechos por la banda, ¿verdad? ¿Cómo fue el proceso de creación?
—Fue bastante intensivo y nos costó mucho tiempo y energía. Pero somos afortunados, CUVG es un director de vídeos profesional. El dirigió la grabación y editó los vídeos.
—En este disco canta y toca Blaine L. Reininger en el tema “Cadaver Synod”. ¿Cómo nació esta colaboración? ¿Han sido Tuxedomoon una influencia para la banda?
—Fue Mr Pierre quien vino con la idea. Presentó la canción a Blaine, quien aceptó hacer las voces y sus acrobáticas con el violín. De hecho, Tuxedomoon, es una influencia de hace mucho tiempo. Incluso Ludo Camberlin los conocía.
—Tres de vosotros habéis estado juntos durante un tiempo bastante largo y has dicho que la banda ha durado tanto tiempo gracias a que sois amigos, pero ¿es difícil ser amigos por tanto tiempo?
—Claro que hay tensiones y discusiones sobre música. ¿Qué os parece este ritmo? ¿Qué acordes usamos? ¿Cuál es el mejor sonido? ¿Simple o complejo? ¿Tenemos que añadir más temas o no? Cada uno tiene su opinión. Pero intentamos ver esas diferencias como fuente de inspiración. Cada uno intenta obtener los mejores resultados partiendo de su propio punto de vista. Ser amigos es esencial.
—¿Cómo vivisteis la pandemia? Sabemos que tuvisteis que posponer la gira de vuestro nuevo disco y supongo que no pudisteis ensayar juntos durante bastante tiempo.
—En Bélgica, tuvimos confinamiento durante tres meses. Eso significó que no pudimos ensayar o hacer música juntos de forma normal durante ese periodo. Pero compusimos nuevos temas en casa y los compartimos entre nosotros gracias a internet. Casa semana teníamos una llamada usando zoom, en la que, veíamos lo que podíamos hacer mientras nos bebíamos una cerveza. Hicimos una nueva versión de “Cocks Populi” solamente en versión digital…
Todos nuestros conciertos fueron cancelados o pospuestos todo un año. Tras tres meses nos pudimos volver a juntos, y empezamos a hacer música nueva y a ensayar de nuevo. ¡Lo que estuvo muy bien, después de tanto tiempo!
—Durante la pandemia, disteis un concierto online en el Le Foyer Culturel de Montigny-le-Tilleul, ¿cómo fue la experiencia de tocar en una sala vacía? También hicisteis un concierto “normal”, ¿verdad?
—Es verdad que hemos dado dos conciertos. El primero fue al aire libre y se agotaron las entradas. Es un poco raro tener una audiencia que tiene que estar sentada y a la que le han pedido que lleve mascarillas todo el tiempo. No podías ver ninguna emoción en sus caras. Para nada podíamos sentir su energía, pero nos gustó porque estábamos contentos de tocar en directo después de tanto tiempo. Y aparentemente también le gustó a la audiencia, pero todo fue bastante raro.
El segundo concierto fue en streaming, sin público en la sala, solo con un cámara y los técnicos. Este fue también peculiar, pero nos imaginamos que la cámara era la puerta para llegar a nuestra audiencia que estaba en sus casas. Tuvimos más energía sobre el escenario en este segundo concierto ya que sabíamos que había casi 3 000 personas viéndolo. En esos tiempos era importante hacer esta clase de bolos. Era la única forma de dar a nuestros fans algo de música en directo.
—¿Qué podemos esperar de vuestro futuro concierto en el DarkMad?
—Tenemos muchísimas ganas de tocar en el DarkMad en Madrid. Hace más de ocho años que no tocamos en la ciudad. Tocaremos temas del nuevo disco, pero, por supuesto también algunos clásicos más antiguos. Transmitiremos todo la energía que tenemos sobre el escenario y esperamos poder alcanzar a mucha gente con nuestra música. También habrá visuales nuevos durante el concierto. ¡Esperamos veros a todos allí!