A menudo, al hablar de grandes guitarristas, solemos olvidar muchos grandes nombres dentro del funk, favoreciendo otros géneros más exhibicionistas. Eddy Senay, junto a tantos otros, es uno de esos héroes del ritmo que nos han hecho bailar con su incendiaria guitarra. Publicó dos discos en los setenta y ahora está planeando venir a Europa a tocar sus temas. Ambos discos fueron reeditados en el 2006 por Vampisoul.
—Cuéntanos un poco sobre tus inicios:
—Nací en Lanett, Alabama, y a la edad de cinco años, agarré las cacerolas y sartenes de la cocina de mi abuela (que fue la persona que me educó) y me fui a la parte posterior de la casa a tocar con dos cucharas grandes Chili hechas de metal, y empecé a golpear las cacerolas y sartenes como si fueran una batería. Después de un par de horas paré y me di cuenta de que había hecho agujeros en las cacerolas de mi abuela. Cuando ella volvió a casa me preguntó que dónde estaban sus utensilios de cocinar. Le dije que debajo de la casa y ella me preguntó qué hacían allí. Dije que los estaba utilizando para tocar como si fueran una batería. Me dijo que los trajese y al hacerlo, mi abuela vio que estaban llenos de agujeros, me miró y me preguntó ¿Cómo sonaron? Pensé que me iba a castigar pero en cambio fue a una tienda y me compró una batería y me puso a tomar lecciones de música y voz una vez a la semana, dadas por la directora de música de la iglesia, la Sra. Wilson. Tomé lecciones de piano y de voz.
—¿Qué te hizo cambiar a la guitarra?
—Con seis años, me hice mi propia guitarra, con una caja de cigarros, cuerda de pescar, pequeños clavos y una pieza de madera 2X2. Mi abuela me compró una guitarra de juguete con cuerdas de plástico. Esto me llevó a la prueba para entrar en la banda del colegio y la pasé. Con diez años era el primer batería de la banda de música. La batería era casi más grande que yo, así que la ponía en una carreta roja pequeña, toqué así hasta que fui lo suficiente grande y alto para llevarla yo.
Con doce años me fui a Macon, Georgia a continuar mis estudios, estuve en una banda donde tocaba batería, timbales y aprendí trompeta, trombón y piano. También tocaba en la banda y en la orquesta del colegio. Mi tema clásico favorito era “Obertura 1812”. Me encantaba tocar y leer música.
—Por esa época tenías unos curiosos vecinos ¿verdad?
—Sí, la calle en la que vivía en Mancon, GA, Middle Street Place estaba solo a un par de bloques de donde Little Richard vivía. En su casa tenía un piano vertical y el guitarrista con el que tocaba, llamado Jazzbo Brown me enseñó un poco más sobre cómo tocar la guitarra.
Un sábado por la mañana estaba en el patio y en la casa de al lado escuché a un cantante de góspel que tenía la voz más única que jamás haya escuchado. Me acerqué y escuché y no podía irme porque era nada menos que Sam Cooke. No sabía que Mr. Sam Cooke se convertiría en la estrella en la que se convirtió pero sabía que era una de las más grandes voces que había escuchado. Fue toda una sorpresa para mí.
Los sábados, en cambio, bajaba a Macon a ver a James Brown al teatro Old Douglas. James Brown tenía una big band en ese momento y era precisa y funky. Tocaba de 11 am a 1 pm, y luego había película, así que veías a James Brown en directo y una peli por el mismo precio. Creo que la gente pagaba de 75 cents a un dólar.
Poco después al cumplir 14 me mudé a Detroit, ya había empezado a tocar la guitarra en un trío. Cambié porque la guitarra tiene un dulce y cálido sonido pero también puedes rockear fuerte con ella y luego volver a ser meloso. Mi gusto musical es muy diverso.
—¿Cómo era el Detroit de la época?
—Detroit era una experiencia distinta, era como un cielo musical, con muchos sitios donde ver diferentes músicos con mucho talento. El sitio donde tocaba se llamaba “The Village” y muchos de los artistas de Motown tocaron conmigo antes de empezar con Motown Records. Los dueños del local me propusieron dirigirlo y producir los conciertos (dos shows por noche) y vendíamos todas las entradas los viernes, sábados y domingos. Una noche un hombre vino a mí y me preguntó si podía probar para un puesto en el show, le pregunté si sabía cantar, él dijo sí, yo le dije dame una nota o dos. Entonces cantó una estrofa de “Who’s loving you” y tras treinta segundos le dije: ven el viernes, te pondré en el show. Ese hombre es el gran Mitch Ryder conocido entonces como Billy Lee. El resto es historia.
—¿Quiénes tocaban contigo por esos días?
—Tocaban el difunto James Jamenson al bajo, Benny Benjamin a la batería, Tommy a las congas, yo a la guitarra. Tocábamos para una sala llena todas las noches.
—Y en 1972 grabas tu primer disco, Hot Thang.
—Grabar mi primer disco fue muy excitante. Como un niño en una fábrica de juguetes. Fue grabado en el PAC3 Studio, con el difunto Richard Becker de ingeniero y hombre, que gusto daba trabajar con él. Fue producido por el también difunto Bill Williams de Zorn Productions.
—Poco después aparece tu segundo disco, Step by Step donde colabora Eddie “Bongo” Brown, ¿qué recuerdas de él?
—Trabajé con él en los dos discos, era una gran alegría trabajar con alguien tan especial.
—Después de este disco, ¿dejaste de hacer música?
—Nunca he parado de hacer música, estaba siempre en el estudio. Pienso que como artista puedo salir a tocar para mis fans y luego volver a casa y disfrutar la vida con mi familia y mis amigos. Creo que los artistas pueden sobreexponerse y cansar a su público. Y eso no quiero hacerlo. Espero que cuando mis fans tengan la oportunidad de verme estén tan emocionados como yo de verlos a ellos. Tengo fans en todo el mundo que me han escrito preguntándome por más música y ahora voy a intentar hacer honor a su petición. Estoy deseando hacerlo.
—¿Qué guitarra usas?
—Toco una Fender Strat, una Ibanez y una Les Paul Jr.
—Dos grandes guitarristas con los que se te ha comparado a menudo son Dennis Coffey y Grant Green, ¿qué piensas de ellos?
—Dennis es uno de los grandes talentos que todavía están por aquí. Siempre ha destacado por su estilo y por la manera respetuosa con la que trata a la gente. Le tengo mucho respeto como artista y como persona.
Grant Green es otro gran guitarrista que transmite mucho en directo. Amo su trabajo.
—¿Qué piensas de los artistas que te han sampleado?
—He escuchado a algunos artistas que me han sampleado y me siento honrado porque han encontrado mi trabajo suficientemente bueno como para usarlo en sus trabajos. Es un honor.
—¿Cuáles son tus planes para el futuro?
—Estoy trabajando en varios temas ahora mismo. Habrá una nueva reedición por parte de Sundaze Records que saldrá este año, 2017 y un nuevo álbum. Además planeo traer The Eddy Sensy Reflection Tour a Europa en los próximos meses. Estad atentos.
—Pareces una persona muy concienciada políticamente ¿Cuál piensas que debe ser el rol de un músico en estos días?
—El rol de un músico en los tiempos modernos o en cualquier otro es el de traer siempre lo mejor en nuestra música y contar una historia de verdad, bien y motivación. Podemos alcanzar a muchos dentro de nuestro círculo solo tenemos que tener la voluntad de hacerlo bien.