Por décimo año consecutivo volvimos a Primavera Sound, un festival que para nosotros es ya parte importante de nuestras vidas. Llegamos el miércoles, por primera vez en tren y desde Valencia, lo que nos libró de los nervios de tener que coger un puto vuelo. Con tranquilidad dejamos nuestro equipaje en el hotel y con unas copas en nuestro cuerpo nos dirigimos al parque del Fórum.
No tardamos demasiado en conseguir nuestras pulseras, aunque por primera vez (para ser un miércoles) había una pequeña cola. Con ella, y el ticket para el Auditori para ver a Spiritualized que nos había conseguido un amigo forero, nos fuimos a ver uno de nuestros conciertos más esperados: el de Maria Arnal i Marcel Barges. Salió el dúo cuando el Auditori ya estaba a medio llenar, con muchos foreros, tanto del Azkena como del Primavera copando las primeras filas, con muchas ganas de ver el concierto. Los temas de 45 cerebros y 1 corazón se fueron sucediendo, destacándose el homónimo, “Canción total” y el muy aplaudido “Tú que vienes a rondarme” y una parte central centrada en canciones del nuevo ep. Comenzaron sentados como si fueran un cantaor y su guitarrista y luego se les unió otro guitarrista para la parte más experimental. Maria Arnal presentó los temas en catalán y nos quedamos sin entender la mitad de lo que decía. Es imposible no hablar de emoción al escribir sobre un concierto del dúo. A mitad del concierto tocaron su versión de Niño de Elche, “Miénteme”, y tras una hora que se nos hizo corta, se despidieron del público en medio de una gran ovación. Había sido una forma inmejorable de empezar el festival.
Salimos del Auditori para ver a Javiera Mena, y que nos alegrase un poco la tarde. Ya había una pequeña cola de gente que quería coger los primeros sitios para ver a Spiritualized. Fuera vimos a muchos jóvenes que esperaban para ver a Yung Beef, imagen que chocaba con la típica de padres con hijos que era más frecuente en ediciones anteriores. Se ha renovado el Primavera. Por nuestra parte, habíamos mandado nuestros prejuicios a tomar por culo y queríamos disfrutar del concierto de la artista chilena. Abrió con “Los olores de tu alma” y muchos de los jóvenes que esperaban al artista trapero se acercaron a ver que tal. Otros miraban el reloj, intentando encontrar la hora perfecta para tirar para el Auditori. Aunque su propuesta me suena muy comercial, algunos de los temas que sonaron como “Otra era”, “Sol de invierno” o “Luz de piedra de luna” me gustaron, aunque quizás con un envoltorio distinto los disfrutaría más. Cerró con su versión de “El ritmo de la noche” y corrimos para el Auditori.
Como habíamos querido ver el concierto entero, nos tuvimos que ir a la parte superior del Auditori, pero bueno, no se puede tener todo en esta vida festivalera. Puntuales salieron Jason Pierce y compañía. Por extrañas circunstancias, no había visto a Spiritualized desde la gira del Ladies and Gentlemen… y claro, tenía muchas ganas. Como se esperaba, los temas de este disco, uno de los mejores de los noventas, fueron los más celebrados. Y cómo no emocionarse con “I Think I’m in Love” o “Stay With Me”. Ya habíamos escuchado el disco grabando en el Royal Albert Hall con orquesta, pero el choque entre electricidad y cuerdas en algunos temas nos sorprendió. Pelos de punta de nuevo. ¿Momentazos? Jason Pierce con la mirada perdida durante “Lady and Gentlemen…” y toda “Soul on Fire”. Sin duda una experiencia inolvidable para todos los asiduos del festival que muestra con que mimo nos trata la organización. Durante un tema, una corista se equivocó en un coro, pero esto no estropeó para nada el que fue uno de los mejores conciertos del festival.
Salimos y Wolf Parade todavía estaban tocando. Vimos un par de temas, sintiendo no tener el don de la oblicuidad y nos largamos a cenar. Teníamos bastante hambre después del viaje.
En taxi nos acercamos al Apolo, y después de cenar y beber algo nos acercamos a la todavía pequeña cola, mientras tanto Belle and Sebestian tocaban en el Fórum. Ya los habíamos visto varias veces, así que preferimos entrar con tiempo a la 2. Después de dos conciertos sentados (y el de Javiera) teníamos ganas de bailar.
Nos sentamos un rato antes del comienzo del dj set de Shanti Celeste. Habíamos sentido algunas sesiones suyas y esperábamos algo de boogie, disco y house y fue lo que tuvimos. Una sesión muy divertida, para empezar la noche que también contó con un pequeño fallo al cuadrar un tema.
Seguimos con las djs Umfang B2B Volvox, otras habituales del festival Dekmantel que este año tiene un espacio importante en la programación del sábado y que esperamos gozar si el tiempo se comporta. Ellas estaban muy animadas y también el público (la 2 estaba completamente llena) y bailamos como locos, olvidando que todavía era miércoles. Fue una sesión mucho más dura que la anterior, muy oscura y que nos gustó mucho. Se despidieron entre ovaciones. Era el turno para Lena Willikens y Vladimir Ivkovic, djs con suficiente reputación en solitario y un buen número de sesiones a sus espaldas que juntos nos transportaron al Salon des Amateurs, el ahora mítico club de Düsseldorf. Las dos horas de sesión se pasaron volando, aunque muchos empezamos a notar el cansancio. Durante la última hora, la mitad del público, que consistía en ingleses borrachos, se fue y se quedó en la entrada fumando.
Una gran jornada de apertura, bastante distinta de las de otros años (nunca habíamos bailado tanto) y que prometía un gran festival.