El pasado 19 de noviembre estuve en Le Guess Who. Celebrado en Utrecht, es sin duda uno de los festivales con un cartel más original y arriesgado de los que se he podido disfrutar últimamente. Con unos cabezas no muy mainstream como Deerhunter, Ariel Pink o el hype jazzero Kamasi Washington, y una selección que unía pasado y presente, vanguardia y tradición, lograron montar un festival bastante alejado de lo que solemos ver por estas tierras. Esta última edición contó con un escenario seleccionado por los reyes del metal drone, Sunn O))), otro por Jacco Gardner, uno por el festival Levitation (anteriormente conocido como Austin Psych Fest) e incluso uno del sello Constellation Records.
Sin duda el concierto de la edición fue el de Annette Peacock, que al piano y con peluca dio un recital sobrecogedor. La emoción fue máxima y las lágrimas bañaban el bonito auditorio donde tuvimos la suerte de presentar esta experiencia inolvidable.
Otro artista inclasificable, Keiji Haino dio un concierto extraño. Conocido por su peculiar forma de tocar la guitarra dio algo que llamaría una perfomance con campanitas. Más de uno esperábamos otra cosa.
Tristemente por los solapes me perdí a The Space Lady, artista inclasificable que había conocido pocos meses antes por la inclusión en el festival.
Deerhunter y su art pop cerraron la jornada del domingo, después de un extraño concierto de su líder como Atlas Sound. Junto a ellos, un gran número de bandas de rock actuales, como los A Place to bury strangers que esta vez no me convencieron con una mitad del concierto algo desconcertante. Viet Cong, para mí, una de las decepciones de la edición, sonaron sin garra. En cambio me sorprendieron gratamente unos potentísimos Lightning Bolt, unos cada vez más sólidos Titus Andronicus, los nuevos Fall que son Ought, los japoneses Bo Ningen y Metz. Protomartyr, otra de esas bandas que te recuerdan a The Fall, dieron un buenísimo concierto presentando su nuevo disco.
Para cerrar algunas jornadas tuvimos una buena selección de electrónica: los difíciles Demdike Stare pusieron punto final a un jueves que había empezado en la oficina. Blank Mass, Prefuse 73, el omnipresente Lee Gamble y por partida triple, Adrian Sherwood, al que por culpa de los retrasos, solo pude ver el comienzo de su sesión de clásicos.
La parte metálica del festival estuvo representada por unos atronadores Sunn O))) que empezaron tarde porque el grupo ruso Phurpa no pudieron llegar por problemas de visa y en su lugar tocó el guitarrista de Earth. No vi el concierto entero, pero la media hora de drone que escuché me dio ganas de volver a verles en una sala pequeña. El jueves había visto a OM que habían tocado con Lichens, al que vi hace poco en solitario.
El jazz también tuvo su lugar no solo con Kamasi que presentó su aclamado The epic, también estuvo Bennie Maupin que participó con su saxo y clarinete bajo en dos discos tan importantes como Headhunters de Herbie Hancock y Bitches Brew de Miles Davis. A su lado, no tan conocido, Okay Temiz and la Fanfare Du Belgistan, dieron un concierto donde el percusionista turco tocó junto a jóvenes músicos, una mezcla de música turca y jazz.
La música turca también fue protagonista del domingo de la mano de Gaye Su Akyol, que mezcló música tradicional turca con rock, seguida de Mustafa Özkent que tocó una joya perdida del funk y jazz. Es siempre de agradecer estos festivales donde se salen un poco de la tónica de programar solo música en inglés y así también pudimos ver a la Orchestre Poly Rythmo de Cotonou, que tocaron hace unos años en el Primavera Sound, el Afro beat de Baba Commandant and the Mandingo band, a la revelación Islam Chipsy que tocaron hace poco en Madrid en el Villamanuela y que consiguió hacer votar a todo el público.
Incluso hubo tres conciertos con música tradicional de Líbano, del que vimos a Dirar Kalash sustituyendo a Remi que tuvo también problemas de visa.
La música contemporánea estuvo representada por uno de los grandes nombres del minimalismo, Charlemange Palestine, que dio un concierto un raro extraño al pasar unos buenos quince minutos brindando y alucinando con el sonido de su vaso. Pero en cuanto se puso al piano consiguió hacernos olvidar esos minutos perdidos. Lubomyr Melnyk, considerado el pianista más rápido vivo, puso junto a The Necks y Hildur Guðnadóttir completaron la cuota clásica del festival.
El rock (en el sentido más libre del término) estuvo representado por Faust, leyendas del Krautrock (el apelativo peyorativo dio nombre al último tema de su cuarto disco) que sin hacer concesiones al pasado sonaron arriesgados. A su lado The crazy world of Arthur Brown, el abuelo directo de Kiss y King Diamond cuyo tema más famoso, “Fire” fue sampleado por Prodigy. De Francia y Brasil nos llegan dos bandas imprescindibles: la leyenda del rock/jazz Magma, que tocaron magistralmente temas de los setenta y Os Mutantes, banda insignia del tropicalismo que tocaron temas de toda su discografia. Fue bonito escuchar “Bat Macumba” y sobre todo “Panis Et Circenses”. Rita Lee ha dejado de tocar con ellos pero fue suplida correctamente. Sin olvidar al por tanto tiempo olvidado Nick Garrie, que tocó sus últimos temas de su reeditado The Nightmare of J.B. Stanislas. El Punk/funk revitalizado de The Pop Group cerró la cuota de leyendas.
Por si lo anterior no te ha sorprendido, tocaron también Destroyer, The Notwist, Jacco Gardner, Josh T. Pearson o Mikal Cronin.