El cuarteto catalán Wind Atlas empezó haciendo una música etérea como el viento, pero cada disco le has ido llevando por distintos y pocos explorados caminos. En esta entrevista intentamos marcar el mapa (eólico, claro) de esos caminos. Podréis verlos en directo el próximo 25 de octubre en la Sala Vol de Barcelona, junto a Reserva Espiritual de Occidente.
—Comenzasteis haciendo neo folk en un primer disco llamado The Not Found publicado en el 2013. ¿Cómo fueron esos comienzos?
—Sergi: Era un momento especial en Barcelona. En nuestro circulo más o menos cercano de amigos empezaron a salir varias bandas que, aunque muy distintas entre ellas, creemos que abrieron algo nuevo en nuestra propia escena. Hablamos de bandas como Y, Sect, Belgrado, Ciudad Lineal, Antiguo Régimen, Coàgul, Tres Cruces… Muchas de ellas tocamos en el primer festival Cønjuntø Vacíø, que fue un poco la coagulación de todo ello en ese momento. Para nosotros The Not Found fue la oportunidad de empezar a tocar juntos como banda y empezar a girar por varios sitios tras el primer EP que grabamos como dúo.
—¿Os hubiera gustado publicar Lingua ignota, vuestro segundo disco, publicado en el 2015, en el famoso sello 4AD?
—Sergi: Estamos muy contentos de que saliese en BFE Records, nos encanta el sello y la gente que lo lleva. Obviamente el sonido de muchas bandas de 4AD de esa época son un referente para nosotros, sí.
—Decís en alguna entrevista de que os gusta Phamakon, ¿conocéis a Lingua Ignota, la artista que comparte nombre con vuestro segundo disco?
—Sergi: La conocemos, sí.
—¿Cómo fue la gira que hicisteis por Canadá y los Estados Unidos en el 2018?
—Sergi: Fue la primera vez que girábamos por allí. Hubo de todo, días muy buenos y días muy malos, pero estamos muy contentos de haber podido hacerlo. Es una experiencia bastante distinta a girar por Europa, más dura en ciertos aspectos. Allí tienes la sensación de estar en una rueda que nunca deja de dar vueltas: un país enorme por recorrer con miles de bandas girando constantemente y miles de ciudades y espacios donde tocar. El concierto de Toronto junto a Boy Harsher y Special Interest fue uno de los más especiales que hemos hecho y creo que es una experiencia que nos hizo fuertes como banda. Nos encantaría volver algún día.
—De nuevo cambiasteis de estilo para An Edible Body (2018), haciendo un disco más electrónico, ¿qué os motivó a este cambio?
—Sergi: Creo que es una constante en nuestra banda que cuando sale nuestro nuevo disco nosotros ya hemos pasado página y estamos en otra cosa. Con An Edible Body cambiamos de formación y fue el momento ideal para probar cosas que hacía tiempo que teníamos en mente. Siempre decimos que Wind Atlas para nosotros es un camino y cada nuevo disco es una oportunidad de experimentar y aprender. Nos interesaba que la electrónica ganase peso en el disco, pero creo que seguimos sonando a una banda de rock. De ahí la idea de combinar cajas de ritmo con baterías acústicas y planchas de metal. La verdad es que no solemos decidir lo que haremos con premeditación, es más una búsqueda algo torpe que vamos afinando hasta dar con cosas que nos parecen emocionantes.
—Para ser relativamente jóvenes tenéis unas referencias literarias bastante clásicas, como San Juan de la Cruz y Santa Teresa ¿Cómo llegasteis a ellas y qué encontráis interesante?
—Andrea: Bueno, son clásicas, pero su lenguaje es profundamente actual, desde mi punto de vista. Cuando descubrí a los místicos barrocos, especialmente a San Juan y a Santa Teresa, pero también a Miguel de Molinos o a otros anteriores como Hildegarda de Bingen o el Maestro Eckart, descubrí una manera de decir (o de desdecir) las cosas que, de alguna manera, había latido en mí desde pequeña. Yo sentía que, al decir una cosa, al coagular un sentido, toda la potencialidad y toda la capacidad significativa del mundo, desaparecía. Me creaba mucha confusión la idea, básicamente, de decir. Yo quería decir cosas y, cuando las decía, todo escapa al sentido. Cuando descubrí la mística barroca, para mí fue brutal, porque toda esa gente expresaba la contradicción de decir el silencio y lo inefable de una manera increíble. Y me volví loca con ellos. Empecé a investigar y a entender que todos ellos habían sido figuras heterodoxas y revolucionarias en su época, porque la iglesia católica nunca vio con buenos ojos la experiencia mística, que era íntima e individual, y escapaba a los dogmas del poder eclesiástico. De hecho, muchas de estas personas murieron en cárceles y fueron acusadas de herejes. Para mí estas figuras fueron el inicio del conocimiento de toda una serie de filosofías más modernas, que conocería más tarde, y que me han permitido explorar la idea de disolución y grieta del sentido. Y creo que todo lo que hago parte de esa idea de antidogmatismo o nihilismo extremo en las que ellos me introdujeron.
—El disco fue grabado con Sean Ragon, que colaboró con Psychic TV, una de nuestras bandas favoritas, ¿Cómo fue trabajar con él?
—Sergi: A Sean lo conocimos hace años en NY en su tienda de discos Heaven Street. Luego, cuando vino a tocar a Barcelona con su banda Cult of Youth, abrimos para ellos en la sala 2 de Apolo y conectamos mucho. Lo que teníamos claro para An Edible Body era que queríamos grabar con alguien que entendiese lo que hacíamos, y, en aquel momento, aquí no conocíamos a nadie que pudiese hacerlo. Sean ha grabado a bandas que nos gustan y le escribimos para saber qué le parecía la idea. Nos dijo que le gustaba la idea y todo fue muy fácil a partir de ahí. La grabación fue dura porque hacía mucho frío en NY en esos días de febrero de la gran nevada, pero el ambiente del estudio era ideal para grabar el disco. Creo que es una de las cosas más bonitas que hemos hecho con el grupo: grabar con Sean ese disco en aquel lugar.
—Viendo los buenos resultados de “En la Cruz”, ¿habéis pensado hacer más temas en castellano?
—Andrea: Los distintos lenguajes en los que canto son un instrumento que me ayuda precisamente a explorar distintas maneras de decir. A veces hay temas que necesito hacer en castellano, otras veces siento que solo puedo hacerlo a través de una glosolalia y otras veces el inglés me permite decir cosas que no sé decir en castellano. Todo el tema del lenguaje es para mí una gran confusión y un gran aprendizaje, al mismo tiempo. Dicho esto, me encanta cantar en castellano, es solo que a veces no sé decir ciertas cosas como quisiera.
—¿Qué músicos os han llamado la atención recientemente?
—Sergi: Andrea está obsesionada con el nuevo disco de Caterina Barbieri. Yo este año apenas he escuchado música nueva porque en los meses en que me encierro a componer me cuesta escuchar cosas que no sean las propias demos que estoy grabando, pero básicamente mucho hip-hop de los noventa. Y Coil siempre.
—El próximo año tenéis pensado editar disco nuevo, ¿qué dirección va a llevar, si se puede saber?
—Sergi: Ya está terminado. Ha sido un disco que hemos hecho de una manera muy distinta a como habíamos trabajado hasta ahora. Hemos gastado mucho más tiempo en casa produciendo los temas y menos en el local de ensayo. La mayor parte lo hemos grabado nosotros mismos. Vuelve a ser bastante distinto a todo lo anterior, más electrónico y más contemplativo, menos físico quizás, pero intenso.
—Además de Wind Atlas, tenéis una buena cantidad de proyectos paralelos: SDH, Titan Arch, Paralelo, Todesfuge ¿en qué estado se encuentran?
—Sergi: Con SDH estamos muy activos. Los otros están trabajando en ello, pero con más calma.
—Aparte habéis organizado un festival, luego convertido en sello discográfico, llamado Cønjuntø Vacíø, que ha editado principalmente casetes, ¿qué nos podéis contar de él?
—Sergi: Todo empezó, como hemos dicho al principio, con la voluntad de establecer vínculos con personas y bandas que nos parecían interesantes, y en el fondo sigue siendo eso. No tenemos mayor pretensión que sacar música que nos gusta, montar conciertos de proyectos interesantes y establecer relaciones personales y artísticas con muchas personas en todo el mundo que lo viven de un modo parecido a nosotros.
—¿Habéis intentado tocar en alguno de los grandes festivales góticos europeos como el Wave-Gotik-Treffen?
—Andrea: No lo hemos intentado, pero estaríamos encantados de hacerlo.
—Ya que os pregunto por un festival gótico, ¿os veis dentro de esta escena o de otra?
—Sergi: Creo que vamos un poco a nuestro rollo, nunca nos hemos identificado al 100 % con nada ni tenemos ningún problema en que nos identifiquen con una u otra escena. Somos una banda que intenta huir de las grandes categorías y buscar algo personal más allá de que, obviamente, tenemos gustos musicales que luego se traducen en ciertos sonidos. Pero la escena gótica es maravillosa, todas nuestras incursiones en ella han sido fantásticas.
—¿Cómo va a ser vuestro próximo concierto en Barcelona? ¿Tocaréis temas nuevos?
—Sergi: Vamos a tocar algo nuevo pero el nuevo set aún no está listo y tendrá que esperar a principios de año cuando saquemos el disco nuevo. De momento seguiremos tocando todos nuestros grandes éxitos, jeje.