Formado por Terri y Ed Cripps, Batavia es la prolongación espiritual y creativa de esta atípica paraje, casada en un salón recreativo de Jacksonville, delante de un pinball de la familia Addams. Ambos músicos de larga duración y unidos por los sagrados lazos de la música industrial gótica, han formado el dúo Batavia tomando su inspiración en los sonidos de la escena punk e industrial de los años noventa. Su discografía comenzó con el EP Graveyard, aparecido en julio del 2020. Quite Mean Spirited, que ha sido publicado en agosto del 2020, va a ser el objeto de nuestra reseña y está disponible en formato digital.
El tema de este EP dista mucho de ser ligero. Se trata de un viaje, una exploración de los recovecos más sombríos y malvados del alma humana. Para el tema que da título al disco además hay un vídeo que fue estrenado en ReGen Magazine, el 27 de agosto de 2020. En él podemos ver imágenes de archivo de guerreros envueltos en terribles velos rojos.
Los fans de bandas tan diversas como 16 Volt, The Smiths, Skinny Puppy o de la música industrial gótica en general encontrarán aquí material que satisfará sus oídos. Ritmos vibrantes son acompañados de pesadas guitarras eléctricas y de sintetizadores mezclados con voces deshumanizadas filtradas por efectos. Quite Mean Spirited deleita al oyente con sus bellas melodías, sus ambientes profundos y sus composiciones con estructuras sofisticadas. Muy bien planeado, no se encierra en ningún género y escapa de sus corsés, limitados por sus dos primeros temas gracias a “Ab Initio” y “Finis”. Estos dos temas son parte de una misma historia basada en hechos reales, en la vida trágica de un deportado al corazón de la Rusia soviética de los años 30. “Ab initio” es más ligera en su tono melancólico, gracias principalmente a los sonidos de guitarra sin saturación y a un acompañamiento muy sobrio que nos deja apreciar plenamente los diferentes juegos de voces. La utilización del diseño de sonido confiere un aspecto onírico que se convierte en pesadilla en “Finis”, tema que nos muestra una atmósfera terrorífica y muy cinematográfica. Escuchamos una batería bastante simple, casi desnuda que lleva un ritmo que parece un corazón que late. La presencia de un piano y de un órgano interpretando una pequeña melodía de Malasia nos permite acompañar al personaje de esta historia hasta su final.
Quite Mean Spirited augura excelentes cosas para el futuro y hace de Batavia un grupo a seguir y a apoyar sobre todo en estos momentos en los que los medios de expresión de los artistas han sido cruelmente reducidos.