Cuando estábamos buscando fechas europeas para poder ver a Little Nemo, a los que tristemente nos perdimos el año pasado, vimos que venían a Valencia (y a Barcelona) junto a The Invincible Spirit y Sindicato Vertical para el llamado European Dark Fest que se celebraba en la sala WahWah. Era sin duda la oportunidad perfecta de ver a uno de los grupos que más ganas teníamos de ver en directo y además junto a dos bandas que nos gustan mucho. Así que el día anterior nos fuimos a Alzira, donde vive mi madre, y alquilamos un coche para poder ir y volver de Valencia. Llegado el 28 de febrero, conseguimos aparcar cerca de la sala y nos dispusimos a disfrutar de los conciertos, cuaderno en mano.
Con sus trajes de ir a la oficina se presentaron Sindicato Vertical, grupo alicantino de post-punk a los que habíamos visto tocar hace unas semanas en Madrid. Después de una corta introducción nos tocaron casi al completo su primer disco, homónimo, editado el 30 de enero. Arrancaron con “Sweet Riot”, derrocharon energía en “Post-Truth” y flipamos con la increíble forma de tocar la guitarra tanto de Manuel Moreno como de Paco Poveda. Siguiendo el orden del disco, le llegó el turno a “Arrimadas State” con los gritos marciales de Gerardo, “Cloned Games”, “Decay Fun” (primer single del grupo), “Surf Lines” con su tremendo bajo, “Rage Against Love” y “Lose Your Soul”. Aunque nos gusta bastante su disco, que nos compramos durante el concierto en Madrid, la verdad es que la banda suena muchísimo mejor en directo, es difícil plasmar en un vinilo la fuerza de ciertas bandas y lo único que os podemos decir es que no dudéis en verlos en directo. Terminaron con un par de versiones: la primera de nuestros queridos The Fuzztones, de los que tocaron el “Ward 81” y otra del clásico “Nowhere Girl” de B-Movie. El único pero: que nos quedamos sin su fantástica versión de Morrissey.
Le llegó el turno a The Invincible Spirit, leyenda alemana de la EBM, que tuvo que enfrentarse a un público entregadísimo. El grupo, formado en la actualidad por Thomas Lüdke y su esposa Anja Vorel se encontró ante una audiencia que se sabía todos los temas y que además había crecido con ellos. Comenzaron con la potente “A Nation”, presentada como una canción de amor. Enseguida empezaron a caer los clásicos, como “Contact” del 88; el primer tema que publicó, entonces en Invisible Limits: “Love is a Kind of Mystery” y el clásico “Devil Dance” de 1989, que la gente no paró de bailar. Un gran momento fue la versión de “Atmosphere” de Joy Division durante la que alguien del público se subió al escenario sin que Thomas se preocupase por ello. Hubo un recuerdo a su proyecto de principios de los noventa, The Mao Tse Tung Experience del que tocó “Irregular Times”, primer tema del Revolver, mientras se peleaba con los cables que colgaban del techo. Continuó con uno de los adelantos de su próximo disco “Coming Home” antes de volver a los clásicos con “Showdown” del 94 que fue cantada por todo el personal. La recta final consistió en “Provoke you”, del clásico Current News, “I Hate You”, y cómo no el mítico “Push!” que puso la sala patas arriba. Era el primer concierto que venía en Valencia y me sorprendió encontrarme a un público tan entregado. Thomas bajó un poco la intensidad para la despedida, que fue “Anyway”. Se veía feliz a Thomas que tras recoger el equipo se hizo numerosas fotos con sus fans.
Eran las doce y media de la noche cuando salieron Little Nemo, uno de los grandes nombres de la coldwave francesa. Nos esperábamos un concierto corto en el que tocasen sus temas favoritos y para casa. Así que nos sorprendieron enormemente cuando nos obsequiaron con un concierto de nada más y nada menos que hora y media, con un set completo de veinte temas que nos compensó habérnoslos perdido el año pasado. Comenzaron con “Counter-Clock World” y poco a poco banda y público fuimos entrando en calor. Me gustó mucho el trabajo del batería, gran creador de atmósferas. Las voces estuvieron repartidas entre Nicolas Dufaure, al que tuvimos la oportunidad de saludar durante los anteriores conciertos y que empezó siendo el bajista del grupo para pasarse después a la guitarra y Vincent Legallo que recorrió el camino inverso. Tras “New Flood” del 89, retrocedieron aún más en el tiempo para tocar la ensoñadora “Empty House”, y la bonita melodía de teclados de “You Again” nos introdujo el primer tema del Turquoise Fields, disco cuyo treinta aniversario estaban celebrando durante esta gira. Hubo otras paradas en el Past and Future, como la mítica “Seconds” que sonó a continuación, “La Ballade Des Pendus”, cantada en francés por el bajista, y “Alan’s Waiting”. Entre estos dos temas, “Julia” sirvió como tributo a su recientemente fallecido compañero Thierry de Asylum Party.
Del Sounds in The Attic, recuperaron “Sandcastle” y por fin volvimos al disco que cumplía años con la bella “L’Heure d’Hiver”, cantada por el bajista. Siguieron un par de temas del que es el disco más vendido de la banda, el fabuloso Turquoise Fields del que sonaron “Cadavres Exquis” y “Running to the Sun” que es uno de nuestros temas favoritos del álbum y que no lo habían tocado mucho en el pasado. Le volvió a tocar el turno de cantar al bajista, que abordó “À une Passante” del 89, siempre acompañada de esos ensoñadores teclados. Siguieron cayendo clásicos como “Les Vallées du Songe” que apareció en la primera casete del grupo y que paradójicamente fue seguida del tema más reciente de setlist: “Last Sunset” (del Out of the Blue).
Fueron terminando con dos temas que aparecieron en la versión extendida del Turquoise Fields: “City Lights” con su energía casi punk y “Love is a Lie”, cuyo estribillo me recuerda muchísimo al posterior “Love is To Die” de las Warpaint. Y si hay un tema perfecto para despedirse, ese es/fue “Be Seeing You”. Esperamos verlos de nuevo y desde aquí les recordamos que en el 2022 será el treinta aniversario de The World is Flat, disco del que no tocaron ningún tema. Pero bueno, una noche magnífica había llegado a su fin y ahora tocaba conducir a casa (por suerte no a mí).