Conocimos al proyecto de darkwave (por decir algo) Vlimmer con XIIIIIIII, el último de su serie de 18 EPs. Aunque nos parecía que llegábamos tarde, ha resultado que todavía estábamos al comienzo de una larga y fructífera carrera por los márgenes de la música convencional. Hemos tenido una charla con Alexander Leonard Donat, músico inquieto, ecléctico y prolífico, padre de numerosos proyectos que os invitamos con esta entrevista a descubrir. Acaba de publicar Menschenleere, el segundo capítulo de esta apasionante aventura llamada Vlimmer.
—Tu padre y tu abuelo son músicos de formación clásica y tu fuiste educado también de esta forma. ¿Crees que la clásica ha influido tu trabajo? ¿Quizás en la forma que tienes de crear atmósferas o tratar texturas?
—Me he estado haciendo la misma pregunta por lo menos durante la última década. ¿De dónde proviene mi amor por las atmosféricas murallas de sonido? En casa de mis padres, en las radios que estaban esparcidas por toda la casa solo se escuchaba música clásica o las noticias. Y cuando no era la radio, era mi padre quien tocaba el piano de forma bastante emotiva, llena de nervio y siempre con un matiz de melancolía. Cuando ponía algunos Cds o vinilos con emotivas y dramáticas piezas orquestales, se me ponía la carne de gallina y me sentía como si una orquesta me estuviera rodeando y estuviera atrapado dentro de una tormenta musical. Es un poco como el género shoegaze, en el que las guitarras imitan enormes orquestas de ondas sonoras. Mezcladas con distorsión, las texturas crean algo que para mí es una sensación maravillosa.
—Empezaste a escuchar música pop con la banda sonora de las Tortugas Ninja 2 (lo siento, pero tenía que hacer esta pregunta). Esa es una pieza bastante original de música con la cual introducirse en la cultura popular. ¿Crees que te ha influenciado en tu forma de ver la música pop?
—“Pero SABES que este casete contiene música, no es un audiolibro, ¿verdad?”, todavía recuerdo las palabras exactas de mis padres mientras sostenía la banda sonora de las Tortugas Ninja bajo sus narices. Realmente no puedo describir porqué tuvo tal impacto en mí, quizás fuese la correcta mezcla de fanatismo hacia héroes de mi infancia, una portada chula y melodías pegadizas. La cinta contiene un par de temas en los que el coro es repetido muchísimas veces mientras el patrón de batería dentro de cada tema raramente cambia. No sé cómo de grande fue el impacto que tuvo en mi visión de la música pop. Me empapo de influencias de todo tipo de géneros musicales, nunca he sido una persona de un solo género fijo. Mientras me lleguen a la cabeza y al corazón, no me importa si es un tema de black metal de trece minutos o una canción pop de tres minutos y medio.
—Tu primera banda fue Jet Pilot, y con ellos grabaste un álbum. La banda era, originalmente una banda de rock pero gracias a ti se fue haciendo más hardcore. ¿Era el hardcore un estilo importante para ti en tus comienzos? ¿Crees que es una influencia que se puede encontrar todavía en tu música?
—Esa es una pregunta interesante. Cuando me uní a la banda después de que echaran a su cantante, añadí algo de gritos y chillidos ocasionales como los de Chino Moreno de Deftones. Cuando descubrí a Converge, empecé a gritar en nuestro local de ensayo cada vez más con cada mes que pasaba hasta que llegamos a tener temas en los que no cantaba nada, era más como escupir palabras, historias sarcásticas y diatribas sobre la sociedad. Estaba muy influido por el humor de la banda escocesa de noise rock mclusky, más que por el hardcore como género. Eran más los géneros emo y emo-core y bandas como Jimmy Eat World y Thursday de los que me enamoré a mitad de los noventa. Hoy en día, probablemente es difícil trazar las influencias del hardcore emocional en cualquiera de mis proyectos. El último de ellos, ASSASSUN, probablemente es el que más se acerca en término de voces. En Vlimmer a veces todavía uso la misma técnica de grito, cuando creo paisajes sónicos apocalípticos, aunque está más en el fondo, y solo lo puedes escuchar si lo oyes atentamente. Admitámoslo, para mí, siempre sonó más como desgarrador black metal más que como hardcore moderno, lo que es algo con lo que no estaba muy contento en esos momentos, pero, ¡hey!, son las cosas de estar en una banda.
—A continuación, vino tu proyecto en solitario Leonard Las Vegas. Tengo curiosidad por el origen del nombre, ¿de dónde viene? Aquí fue donde añadiste tus influencias shoegaze a tu música, ¿verdad?
—Leonard Las Vegas fue mi primer proyecto en solitario, lo comencé sin ningún conocimiento de cómo tocar la guitarra, aunque sabía que la tendría que tocar para crear el sonido shoegaze que quería conseguir. Para el primer par de temas, tuve al guitarrista de otra banda de rock indie en la que yo también tocaba, para que hiciera las partes de guitarra. Sonó fabulosamente y me motivó para aprender al menos unas técnicas básicas de cómo tocar el instrumento para que no tuviera que depender de nadie más cuando me apeteciera grabar música. Grabar en casa era y es, para mí, la forma más conveniente. Puedo grabar temas en tantas secciones como necesito, lo que es útil en lo concerniente a partes difíciles que nunca podría tocar en directo enfrente de una audiencia. Al final y con todo el tiempo que ha pasado, probablemente ya no describiría a Leonard Las Vegas como shoegaze. Es un proyecto de rock con guitarras tipo dreampop. El nombre es el resultado de añadirle algo a mi segundo nombre, Leonard, que sonase como un superhéroe y no como la música que realmente creé.
—Esos discos de Leonard Las Vegas fueron grabados en un estudio llamado Flying Icarus Attack. ¿Era el nombre un juego de palabras basado en la banda inglesa Flying Saucer Attack? Eres fan de los creadores de Further. ¿Qué te gusta de ellos? ¿Sus texturas?
—Bueno, me has pillado, jaja, nadie me había preguntado sobre esto antes. No había un estudio de verdad, solo mi habitación, un portátil y un interfaz de audio en el que enchufaba mis instrumentos. El nombre es una mezcla de dos de mis bandas favoritas, Flying Saucer Attack y The Icarus Line. Further, el segundo disco de FSA, fue el primer disco que conseguí de ellos, si recuerdo correctamente. Maldición, todavía me encanta la atmósfera de crudo lo-fi, el inflexible fuzz, la pesada distorsión y las texturas de guitarra difuminada. Su primer disco homónimo es uno de mis LPs favoritos de todos los tiempos.
—¿Qué salió mal con el disco Jagmoor Cynewulf, el disco de Leonard Las Vegas publicado en el 2014? ¿Por qué crees que no alcanzó a más gente? Lo publicaste con un libro de regalo que sirvió de fuente para las letras de Vlimmer, ¿verdad? ¿Nos podrías contar algo más del contenido? Es la historia de un joven que se pierde entra la realidad y las fantasías de su cada vez más ilusoria mente ¿no?
—Supongo que simplemente puse demasiadas expectaciones en la composición del disco Jagmoor Cynewulf. Además, fue creado durante un periodo de tiempo en el que tenía el sueño de poder vivir de la música que hacía. Es muy pegadizo, gracias a mi forma de combinar los sonidos que me gustan con canciones orientadas a la radio sin sentirme como si me estuviera vendiendo. Al menos un puñado de la docena de temas que el disco contiene hubieran encajado bastante bien en programas radiofónicos de música pop. ¿Por qué no alcanzó su audiencia? No tengo ni idea. Contraté una agencia de promoción, formé mi propia banda para girar, di conciertos por toda Alemania, incluso fui uno de los ganadores de un renombrado premio de un concurso para nuevos talentos. Quizás no era el momento adecuado o no conocía a la gente adecuada. Incluso hoy en día, estoy orgulloso de lo que creé, pero he pasado página y no quiero malgastar mi precioso tiempo en este planeta pensando sobre creaciones pasadas.
El libro que venía con el álbum fue la base de las letras de la serie de 18 EPs de Vlimmer. Cuando me decidí a cantar en alemán, supe que la narrativa encajaría bien, ya que parecía un álbum de dark ambient puesto en palabras. En algunas partes, describe como me sentí como una persona que estaba atrapado entre dos mundos: grupos sociales, géneros musicales, metas en la vida. ¿Me convertiría en un profesor o en un músico profesional? Joder, fueron tiempos problemáticos, pero siempre creí que, de alguna forma, todo acabaría saliendo bien. En el libro, de todas formas, Jagmoor permanece atrapado entre la realidad y la ilusión. Incluso después de lo que parece su muerte, encontrarás implicaciones de un círculo interminable del que no puede salir. No soy religioso, pero se asemeja a ciertas ideas del purgatorio con las que me encontré durante mi tiempo en la universidad.
—Querías que Vlimmer fuese una versión lúgubre del shoegaze, como alguna vez dijiste. ¿Qué es lo que te llama la atención de este género?
—El shoegaze en su sentido y definición más original contiene distorsión y espesas capas de sonido que entierran al oyente, lo que nos lleva de nuevo a la primera pregunta de esta entrevista. Cuando reconocí que el shoegaze, tristemente, es también un género que no ofrece muchas variaciones, necesité algo más duro, más lúgubre, más perturbador, pero no pude encontrarlo. Bandcamp todavía no existía, así que tuve que crearlo por mí mismo. Es casi absurdo, el disco que estuvo más cerca de mi idea de versión lúgubre del shoegaze fue un terriblemente intenso disco de black metal atmosférico de Xasthur titulado Subliminal Genocide, obra maestra, oscura como el carbón, con guitarras super atmosféricas y distorsionadas. Todavía puedo sentir la influencia cuando escucho temas de Vlimmer como “Schimmer”, “Verankerung” y “Verschiebung” de mis dos primeros EPs, I y II.
—Has dicho que Vlimmer nació de la frustración. ¿Crees que esa es la razón por la que la música es más oscura que en proyectos previos?
—Oh, ese es definitivamente el caso. En general soy una persona positiva y optimista, aunque siempre necesito algo de oscuridad en mi cuerpo y cabeza que puedan tomar el control cuando estoy escuchando música. Es una extraña felicidad que la música triste, melancólica y depresiva me hagan sentir completo. Sumergirse en la música puede, en mi opinión, incluso ser un propósito válido en la vida, y soy afortunado si incluye momentos catárticos que purifican el alma.
—Una de las influencias en los EPs es el krautrock. ¿Estás interesado en los artistas originales o es solo una influencia que te ha llegado de bandas modernas?
—Las bandas modernas y los nuevos discos siempre han tenido en mí un mayor impacto que la música de los ochenta de cuando era un chaval que aprendía a andar o incluso anterior a eso. Escuchar a algunos de los artistas originales como Neu!, Can y Amon Düül está bien, pero nunca me ha satisfecho tanto como formaciones más nuevas como Belong, War On Drugs, Lorelle Meets The Obsolete, 10000 Russos o AUA.
—¿Cómo describirías el viaje musical de esos 18 EPs? ¿Cuáles son tus favoritos?
—Bien, siempre he esperado que, algún día tuviera que contestar esta pregunta. Es realmente difícil porque veo un desarrollo fluido en la identidad de Vlimmer durante el curso de los 18 EPs. Al comienzo realmente había esta atmósfera de dark krautrock con los estrictos patrones de batería “motoric”. No usé ningún platillo a propósito, ya que quería crear algo que simplemente flotara sin ninguna distracción proveniente de un charles u otra cosa. Todo era sobre el torbellino hipnótico que tenía como objetivo atrapar al oyente en la música. Con X me apetecía un cambio, en parte me rendí a las reseñas favorables que estaban escuchando una influencia de The Cure que era realmente solo el resultado de que experimentara con mi voz. De pronto, había establecido una extraña conexión con lo que leía sobre Vlimmer en web musicales y blogs. Había tantas bandas de las que nunca había oído hablar, bandas a las que ni siquiera les había echado un vistazo. Pero aquí está la parte divertida: empecé a escribir temas que eran una especie de banda sonora de las reseñas de los EPs ya publicados de Vlimmer. Quería que sonase como lo que los escritores estaban describiendo cuando cubrían la música de Vlimmer. De repente, compuse música gótica/darkwave sin saber realmente a qué sonaban estos géneros. Y para dejarlo absolutamente claro: nunca tuve la intención de sonar como una banda de los años ochenta, pero eso probablemente pasa automáticamente cuando trabajas con teclados Technics de los 80/90s y su banco de sonidos.
Por otra parte, si tuviera que elegir solo tres EPs, escogería X (parte 10), XIII (13) y XIIIIIIII (18) ya que me encanta cómo incluyen pegadizo post-punk apocalíptico a la vez que pesados monstruos de darkgaze, algunos de los cuales incluyen, metidos profundamente en la mezcla, gritos de black metal.
—¿Fue fácil darle una personalidad distinta a cada EP o llegaste a pensar en algún momento que te estabas repitiendo?
—Mentiría si dijera que nunca he intentado repetirme cuando ciertos temas fueron más populares que otros. Pero diría que, es casi divertido, incluso si hubiera querido, nunca he logrado crear la misma atmósfera en otros momentos, y al final siempre he creado una canción totalmente única sin ningún hermano o hermana mayor. Escribir los temas fue fácil, ya que naturalmente se abrieron nuevos caminos sin ningún problema. La parte más difícil fue el proceso de mezcla final que estuvo llevo de estrés y fue molesto de forma periódica.
—¿Por qué nombras tus EPs con números romanos escritos erróneamente?
—Para molestar a los oyentes. Desde el comienzo me puse esta meta de publicar 18 EPs, y ya me estaba riendo de antemano pensando en la gente intentado descifrar qué número podría ser “IIIIIIIIIIIIIIIIII”. Déjame ahorrarte algo de tiempo, es la parte final. Pero cuando alcancé más y más oyentes de los que podía soñar, decidí que a la décima parte la llamaría X para ayudarles un poco. Un raro caso de números romanos correctos en la serie, sí. Oye, ¿sabías que “IIII” es realmente una alternativa aceptada para “IV”? Yo no.
—¿Cuál crees que es la diferencia entre estos EPs y tu primer disco Nebenkörper? Entre otras cosas dijiste que tenía más percusiones tribales y al mismo tiempo sonaba menos años 80.
—Antes de empezar las grabaciones del primer disco, tuve esta clara visión de bases de percusiones tribales para los temas. Para mí tienen este perturbador toque ritualista, y combinados con los sonidos de sintetizadores más apocalípticos que pude encontrar, no podía sonar más oscuro. Al mismo tiempo, me deshice de esa atmósfera 80s que encontré en casi todas las reseñas sobre la última tercera parte de la serie de EPs. Básicamente, quería sorprender y desafiar a mis oyentes y a mí mismo con un disco diferente, casi brutal. Nota al margen: Aunque preparado para la grabación, en enero del 2021, todavía estaba esperando la llegada de un nuevo Arturia Polybrute que se postponía constantemente. No podía comenzar completamente las sesiones del disco sin él, así que grabé percusiones para temas que apenas tenían ningún riff o melodía, fue un poco divertido. ¡Qué alivio cuando el cartero me trajo el Polybrute!
—Con la publicación de los primeros temas de Vlimmer, se te incluyó dentro de la escena gótica. Has comentado que no conocías la darkwave ni tampoco a bandas como Clan of Xymox. ¿Te has interesado últimamente más por el género?
—Todavía me es difícil escuchar música de antes de que me interesase por las escenas musicales alternativas. El 90% de la música que compro está publicada en el mismo año en la que la consigo. Claro que la música es atemporal en muchas formas y Clan of Xymox todavía publican material, pero cuando le eché un vistazo a uno o dos de sus temas, no me sentí como “hey, necesito más de eso”. Tristemente, tengo la extraña sensación de que todas las bandas que son etiquetadas como “darkwave” usan los mismos sonidos de sintetizadores y cajas de ritmos que resulta en la enésima versión de “simplemente otra banda darkwave”. Lo que me gustaría, sin embargo, es una influencia grande de la darkwave mezclada con otros géneros. ¡Dame algo de darkwave black metal!
—En alguna entrevista has comentado que el cine ha sido una influencia. ¿Recuerdas alguna película que haya inspirado algún tema de Vlimmer?
—No que recuerde. Sin que sorprenda a nadie, soy una persona que prefiere las series a la televisión. La intro de “Stranger Things” tuvo una gran influencia en Vlimmer durante la creación del EP IIIII, y algunos temas tribales aterradores que sonaban durante los créditos finales de, creo, ¿“The Fall”? una serie policiaca, hicieron que fuese corriendo a mi estudio del sótano a grabar inmediatamente “Sonnenschwarz”, el que todavía es uno de mis temas favoritos como Vlimmer. Creo que esa puede haber sido la primera vez en la que reconocí cuánto me gustaba el sonido de los tambores.
—Has intentado tocar los temas de Vlimmer solo con piano y voces ayudado de tu padre. ¿Qué pasó con este proyecto?
—El primer tema de Vlimmer solo con mi voz y un piano fue una reinterpretación de uno de mis temas del segundo EP II. Elegí “Pianist” (jaja, bueno con ESE título, ¿cómo podría haber elegido otro tema?), y sonó bien. El EP Vlimmer with the hands of Oceaneer fue grabado poco después, sin percusión, solo un chirriante piano solitario y mi voz ahogada en reverb. En aquellos tiempos estaba más metido en el ambient de lo que estoy ahora mismo, lo que puede cambiar, claro; así que me pareció una cosa natural que hacer. Uno o dos años después empecé a grabar diez reinterpretaciones de clásicos de Vlimmer con mi padre. Es un pianista profesional, y fue alucinante ver cómo escuchaba mis composiciones electrónicas y las convertía en piezas de piano en nada de tiempo. Los temas están todos prácticamente terminados en mi ordenador, simplemente no he sentido que fuese el momento adecuado para ello. Aunque ocurrirá, de eso estoy seguro.
—Sigamos ahora con tus otros proyectos paralelos: al mismo tiempo que creaste Vlimmer, grabaste el primer disco de Fir Cone Children, un trabajo más punk/shoegaze. En él te centras en las experiencias de tus hijas. ¿Básicamente cuál dirías que es tu objetivo con este proyecto?
—Tengo facilidad para los temas shoegaze rápidos, pero la mayoría de ellos acaban siendo más bien medios tiempos, así que me parecía lógico comenzar una banda punk con guitarras shoegaze. El toque lo-fi, la forma infantil e inocente de tocar la ruidosa guitarra, parecía música para niños a los que no le gusta la música para niños. Fir Cone Children es un diario musical para mis dos hijas. Una vez al año miro hacia atrás a las cosas que experimentan y creo un álbum. Las canciones están escritas desde mi perspectiva o las suyas. Fue divertido pretender escribir letras desde el punto de vista de una niña de un año. Ahora mi primogénita está experimentando sus primeras señales de pubertad, las cosas se están haciendo un poco más complejas en cuanto a las letras…
—Ese mismo año publicaste un disco como Feverdreamt, grabado para tu suegro con un estilo más oriental. En cambio, ¿cuál fue la motivación para el segundo que grabaste?
—Aquí mi objetivo era combinar progresiones de acordes de estilo orientales/árabe/yídish con krautrock. Y mostrarle a mi suegro que podría grabar un disco como ese en una semana. La música que compuse fue parcialmente realizada en forma de jam, y grabé la guitarra y mi voz al mismo tiempo, algo que no había hecho antes. Y como no encajaba en otros proyectos, tuve que empezar otro, Feverdreamt. Estoy inmensamente orgulloso de mi segundo disco, Melantant, que es bastante más electrónico, pero parece que ahogué a los oyentes con la cantidad de ideas y sonidos, apenas tuvieron la oportunidad de escuchar este viaje utópico de una hora y asimilarlo completamente, ¡ja!
—Distance Dealer es un proyecto de synth/goth con Thiago Desant. ¿Cómo nació este proyecto? ¿Es difícil trabajar con alguien que está viviendo en otro continente?
—En mi sello, he publicado tres discos del alter ego de Thiago, Phantoms vs Fire, que es un alucinante proyecto de synthwave/experimental/ambient. Realmente nunca canta en sus temas, pero algunos instrumentales parecía que necesitasen voces. Así que me dirigí a él: “-¿Quieres hacer música dark pop conmigo?” Solo necesitó dos días o así y ya tenía los primeros instrumentales en mi buzón de correo. Y no, no es difícil hacer música con alguien que vive lejos, bastante lejos, cuando tienes una visión clara que lo que quieres crear. En general, durante el proceso de composición no arriesgamos nada, y no había ningún experimento crudo, aunque a los dos nos gusta intentar nuevas cosas. De todas formas, en este caso, para ser honestos, creo que simplemente hicimos aquello en lo que somos buenos y lo combinamos. Las piezas encajan.
—Con tu propio nombre, Leonard Donat, publicaste un disco titulado Deer Traps en una onda más dark ambient. ¿Te resultar más fácil componer temas más experimentales o prefieres el formato canción?
—Realmente depende de mi estado de ánimo. Ninguno es más difícil que el otro, pero quizás los temas más cercanos al formato canción me hacen pensar de una forma más analítica mientras los compongo, mientras que me encanta sumergirme simplemente en los más experimentales, dándoles todo el tiempo que necesitan hasta que poseen todo mi cuerpo. Deer Traps era sobre repeticiones tipo mantra, y crear un vórtice de crepúsculo.
—¿Y qué nos cuentas de WHOLE? Esta es la banda con la que sueles tocar en directo, ¿verdad?
—De hecho, es la única banda con la que toco en directo. Mi compañero en la banda, Thomas, está encargado de la mezcla, y le está dando a los temas el sonido que necesitan, están más limpios, organizados. En el 2023, vamos a publicar nuestro segundo disco.
—El último de tus proyectos se llama ASSASSUN. ¿Pensabas que la música de este proyecto no encajaba en ningún otro proyecto?
—Esa es una pregunta interesante. Encuentro ciertos parecidos con Vlimmer en términos de sonido, pero las voces son algo que nunca había hecho antes. La forma en la que canto, grito y aúllo no suenan a Vlimmer, y los arreglos están más dispersos aquí, realmente es solamente una caja de ritmos, un sintetizador y mis voces. Todo tiene una atmósfera más fría y desesperada, mientras que Vlimmer tiene un lado melancólico.
—¿Cómo van las cosas con tu sello Blackjack Illuminist? ¿Nos puedes avanzar qué discos van a ver la luz en un futuro próximo?
—Hemos tenido nuevo disco de Fir Cone Children (30 septiembre) y Vlimmer (4 noviembre) y quizás tendremos algo de Leonard Donat a finales del 2022 o principios 2023. Por otra parte, el próximo año es el turno de Feu Follet y WHOLE, y realmente espero que mis compañeros de Nueva Zelanda, Social Union terminarán un disco.
—Realizas el material gráfico de tus discos y también el de las ediciones especiales. ¿Cómo de importante es la cultura DIY para ti? ¿Crees que sería bueno para los artistas si siguieran tu ejemplo o crees que requiere demasiado tiempo?
—La cultura DIY culture ha tenido y siempre tendrán un impacto enorme en cómo funciona mi sello, y probablemente es toda LA idea detrás de él. Hacer todo por ti mismo, del proceso compositivo al proceso de grabación y mezcla, preparar el material gráfico, grabar los CDs y las casetes, pedir los vinilos y hacer la promoción del producto final, es un montón de trabajo que es normalmente compartido por al menos cuatro o cinco personas pero es, además, realmente gratificante para ti. He aprendido mucho sobre todas las cosas que he mencionado antes, y me ha mostrado que todos nosotros, no importa si eres un profesional o no, tenemos que luchar con los mismos problemas y dudas, es simple aunque sorprendente. Todo el mundo se pone los pantalones de la misma forma.
Durante los pasados quince años, he conocido a mucha gente fantástica (la mayoría de ellos online de todas partes del mundo), y no querría perder el contacto, y siempre hay nuevas personas y nuevas oportunidades. Sí, definitivamente recomiendo a otros artistas que hagan las cosas por sí mismo, pero supongo que depende de la clase de artista que seas. No he conocido a muchos artistas que también hagan su propio material gráfico, y puedo entender por qué, ya que es un componente que no tiene nada que ver con la música en sí misma aparte de crear imágenes adecuadas. Aunque a veces pienso mucho en lo bonito que sería sacarme las cosas de encima, aprecio la espontaneidad innata al estilo DIY. En vez de planearlo todo varios meses antes, puedo seguir mi instinto y publicar algo en menos de una semana.
—Como te sigo en Facebook, puedo ver que escuchas un gran número de artistas de diferentes estilos. ¿Hay alguno de ellos que te haya volado la cabeza últimamente?
—King Gizzard and the Lizard Wizard fue la última banda que realmente me voló la cabeza. Todo el universo psicodélico es muy vasto: simplemente graban y graban, publican y publican, nunca parecen parar e intentan nuevas cosas todo el tiempo, y las expectaciones no les importan un carajo. Ok, lo último solo lo supongo. De todas formas, no creo que hay comprado más discos de ninguna banda en tan poco tiempo antes de que descubriera a King Gizz hace dos años.
—¿Qué nos puedes contar del segundo disco de Vlimmer, publicado recientemente? ¿Te parece muy diferente del primero? Has dicho que es más pegadizo, menos agresivo y amenazantes.
—Sí, esos adjetivos todavía se pueden usar con mi nuevo disco. Menschenleere incluye once temas, y están más orientados a un formato canción. En conjunto es más diverso, mientras que la claustrofobia del álbum Nebenkörper fue completamente a posta, para el nuevo quería combinar diferente estilos y estados de ánimos y además darle al oyente una oportunidad de respirar. Por una parte, va a ser una mezcla de industrial, post-punk, wave e indie rock, lo que no sorprenderá a nadie a los que Vlimmer le sea familiar, pero esta vez incorporé algo de espíritu de la última cuarta parte de la serie de EP, y mis partes vocales no están enterradas en los atmosféricos diseños de sonido, casi son distinguibles. Parece un poco arriesgado el publicarlo después de Nebenkörper, para ser honesto, ¿pero que sería un álbum para un artista si solo fuera una copia de lo que había antes? Mis dudas tienen que seguir siendo un reto para mí.