Una cebra, y especialmente una cebra de verdad, simboliza muchas cosas: la unión de los opuestos, la existencia paradójica y la tensión en el universo. Seguramente que Kevin Strauwen tenía algunas de estas cosas en su cabeza cuando decidió bautizar a su proyecto con el nombre de True Zebra. Tristemente no estará en el Liège New Wave Festival por culpa de la hospitalización de última hora que comenta en la entrevista. Esperamos que su recuperación sea rápida y que podamos verlo de nuevo en directo.
—El año pasado publicaste un par de recopilatorios, llamados Moving Sound and Music for Film y Moving Wave and Music for Film con material grabado entre 1998 y 2001 y entre 2008 y 2015 respectivamente. ¿Nos puedes contar algo más de esto? ¿Querías al comienzo basar tu carrera en las bandas sonoras?
—He hecho unos cuantos cortos en el pasado y como resultado siempre he desarrollado el mundo del sonido. Hacer sonidos siempre ha sido importante para mí y mis elecciones en la vida siempre han sido tomadas con la idea de poder hacer música. Así que, por ejemplo, elegí cine experimental durante mis estudios. Esto me dio siempre una excusa para crear sonidos. Algunas canciones son de mis propios proyectos, viejos temas, de otros directores y películas inventadas. Siempre estoy abierto a trabajar en música para películas, es una cosa que fluye de forma bastante natural, pero siendo el mundo de las bandas sonoras una industria difícil y llena de nepotismo, no creo que pase muy pronto. Es realmente difícil para mí el organizar y hacer todo con True Zebra. La administración, vender, organizar, leer críticas… a veces es demasiado para mi alma sin tener ninguna defensa. Estoy volviendo a hacer música para mí mismo y para mis seres queridos. Un tercer disco de bandas sonoras aparecerá algún día. Existen algunas secciones no usadas de una performance de danza y otros temas.
—Describes el sonido/espíritu del proyecto como “concebido como rock pero con técnicas electrónicas.” ¿Qué bandas que han transitado ese camino te han influenciado? ¿Depeche Mode con su Songs of love and devotion? ¿NIN? Comentaste que Downward Spiral era tu disco favorito, ¿verdad?
—Recuerdo comprar el disco de Batman de Prince y mirar las fotos de promoción en las que salía él solo con su equipo y la frase: Todas las voces e instrumentos por Prince. “Electric Chair”, para mí, todavía es la mejor canción de Prince con una gran mezcla de Chris Lord-Alge. Cuando descubrí el Pretty Hate Machine de NIN, vi que NIN es Trent Reznor. Me mostró de nuevo que puedes hacerlo por ti mismo. Claro que, con esa edad, no me daba cuenta del gran equipo creativo y de organización detrás de las personas. La razón por la que NIN es importante es porque es la primera banda que descubrí por mí mismo, sin la influencia de amigos o familia. NIN eran míos y abrieron mi visión sobre otros géneros como el industrial.
Depeche Mode nunca fueron una influencia, el primer disco que tuve fue Ultra y solo he comprado su discografía completa hace unos años, me interesaba más Recoil. Siempre he estado más interesado en guitarras (The Beatles, PJ Harvey, AC/DC, Tool…) y eso evolucionó en guitarras con electrónica. Psalm 69 y Broken fueron muy importantes para mí. Downward Spiral fue un orgasmo. En esa era todo encajó, la cultura underground y la música y todo tenía sentido. Cuando comencé mis primeros temas, estaban más inspirados en freak shows, horror con riffs de guitarra como Marilyn Manson y Ministry. Más tarde, LCD Soundsystem, Fischerspooner, NIN, Einstürzende Neubauten y Front 242 se sumaron.
—El primer nombre del proyecto fue Uncertain boxed saviour, ¿verdad? ¿Por qué lo cambiaste a True Zebra?
—Uncertain boxed saviour es el título de un trabajo multimedia que hice en 1999. El tema con ese nombre está en mi primer disco de bandas sonoras. La diferencia es que la banda sonora de UBS era cuadrafónica. En los años que usé UBS me di cuenta de que el nombre era demasiado difícil de recordar. UBS -acortado- era fácil, pero perdía el “alma” detrás del nombre completo, al no poder ser recordado.
—¿Cómo era el sonido de True Zebra (o UBS) cuando tuviste la idea de crear el proyecto en el 2004?
—La idea de UBS comenzó en el 2001, siendo un proyecto paralelo a .off., que era el más guitarrero (un par de temas aparecieron en el primer disco de bandas sonoras).
True Zebra es realmente una unión entre los dos. Intento hacer canciones que me gustaría escuchar y eso puede ser algo diverso. Solía tener diferentes nombres para diferentes proyectos, pero un día decidí que no valía la pena tanto lío. Sé simple, sé orgánico, sé básico y cuenta capítulos. Todo es posible en esos capítulos.
—Has citado a Fischerspooner como una influencia. ¿Cómo de importantes han sido los autores de “Emerge” en tu música? ¿Crees que fueron una influencia especialmente en tu primer trabajo o hay algo de Fischerspooner en cada uno de tus discos?
—Cuando estuve en Los Ángeles durante un año, todo en lo que trabajé era rock y la música industrial estaba revoloteando por ahí. Volví en el verano del 2001 y vi el videoclip de “Emerge” de Fischerspooner en un canal musical alemán. Eso simplemente me voló la cabeza. Adiós al euro dance. Eso era minimalista, tenía una fantástica imagen, era un gran tema y era alternativo. No era un éxito de una fábrica sueca. Una de mis primeras canciones escritas en respuesta a la escena electro fue “EX (SEX)”. Quería que fuese minimalista. El primer EP estuvo también muy influenciado por el disco de Alec Empire Intelligence and Sacrifice.
—¿Cómo ves tu primer disco hoy en día, once años después de publicarlo?
—Creo que terminé de grabarlo a comienzos del 2009. Lo publiqué primero como el disco de debut de UBS. ‘Publicarlo’ era simplemente mandar copias para conseguir conciertos y algo de difusión en prensa. Todavía entiendo el disco, dónde estaba en ese tiempo. “Conversion” es probablemente la canción menos favorita pero todavía sé lo que intenté hacer. Tenía algunas influencias de Wendy Carlos ahí.
—¿Cómo ha ayudado a crear el sonido de True Zebra tu experiencia como ingeniero de sonido?
—Hoy soy un mezclador diferente del que era ayer. No creo que tenga un sonido muy estándar/popular/moderno pero consigo hacer algo que realmente me gusta y es diferente de lo que hay ahí fuera. Es siempre un proceso de aprendizaje y muy filosófico para mí. Reduce y construye.
—Creo que hay un gran paso adelante con Adoremotion donde más o menos parece que encuentras tu propio estilo. En su momento dijiste que era un disco sobre emociones y que era más guitarrero y más electrónico a la vez. ¿Te es más fácil expresar tus sentimientos con música electrónica o rock?
—La pereza, a veces, resulta en más música electrónica. Estaba menos confundido emocionalmente entonces. Las emociones me pueden bloquear.
Me gustan las buenas baterías, un bajo sintetizado, guitarras pesadas y buenas partes vocales. No pido mucho 😉
—¿Cómo tuviste la idea para War of the words, disco en el que sampleaste ruidos de Los Ángeles y los añadiste a tus temas.
—Mi segundo hogar favorito es Los Ángeles. Lo sampleé durante una estancia de seis semanas en la que una relación justamente acabó. Intenté centrarme de nuevo y me propuse a mí mismo de al menos escribir una idea al día. De esos fragmentos salieron dos o tres temas. Todavía tenía que publicar Adoremotion unos días después. El material gráfico de Adoremotion es de LA, un árbol quemado de un incendio forestal. Un montón cambió en el 2014 y los años siguientes. Sin trabajo, sin lugar en el que estar, la relación terminada, otra finalizó de pronto… todo eso lo puedo escucharlo en el disco War of the words. El ruido, estar perdido, el comienzo de la destrucción de la iconificación y mi trabajo de mezcla menos favorito. No tiene dirección porque me estaba perdiendo, ya no sabía cómo hacer las cosas.
—Una pregunta tomada de tu Bandcamp. Si tuvieras que elegir, ¿escogería True Zebra la consumación de su deseo sexual sobre la lógica?
—La batalla es el foco principal pero siempre deberías ir a la más profunda conexión que es lo inexplicable. El disco es sobre eso. Conexiones que no puedes describir. ¿Solo fue buen sexo? ¿Fue amor? ¿Estuvo impulsado por el trauma? No es nada de lo anterior. Es la utopía de una batalla.
—Idiorhythmic es, por ahora tu último trabajo. ¿Trabajaste en él de alguna forma distinta a los discos anteriores?
—La batalla emocional fue la más difícil. Publicarlo fue también una carga. Es diferente para mí porque es un cambio a una nueva era.
—Comentas que Idiorhythmic está lleno de temas sobre el colapso de la personalidad y la consiguiente desconexión con el amor. ¿Cómo de autobiográficos son tus discos, especialmente este último?
—El núcleo y el alma de este disco es el más autobiográfico. Un concepto y algunas reglas se me ocurrieron al comienzo, pero muchas veces no tengo una comprensión completa de lo que trata hasta después, incluso después de ser publicado. Las letras salieron durante una búsqueda de melodías vocales improvisada. Senderismo por el subconsciente. Idiorhythmic tenía un tema y un concepto desde el comienzo, ese es el título. Es una historia y un progreso, un todo más completo que en los otros discos. Cada tema de cada disco tiene algunas palabras y significados para mí, pero todavía me estoy investigando a mí mismo y a otros como lo haría un voyeur. Es difícil decir que esta frase es sobre mí porque la primera parte puede serlo, pero la segunda no lo es.
—Weird Sex fue el disco de remezclas de Idiorhythmic con Implant, Intens y otros músicos. ¿Cómo elegiste a los artistas que querías que trabajasen en tus temas?
—Realmente quería hacer un disco de remezclas con artistas femeninas. Onrust era la primera en mi lista y, para mi alegría, dijo que sí, pero fue difícil encontrar otras colaboraciones. Algunas no tenían tiempo, una no quería estar en un disco solo de mujeres y la mayoría de ellas simplemente no respondieron. Como el disco original fue realmente difícil de publicar, pasé a mi otra idea, y completé el disco con otros artistas. Me encantan Crash Course in Science y me emocionó que dijeran que sí. Implant, Intens y Hantrax son increíbles y sabía que llevarían los temas a un nuevo lugar.
—¿Cómo elegiste los temas para 123, el recopilatorio de True Zebra?
—En esos momentos eran los temas que solía tocar en directo o eran populares en las reseñas.
—También eres parte de The Juggernauts, una banda que deberíamos entrevistar en el futuro ya que van a tocar tanto en el Darkmad como el Sinner’s Day. ¿Nos puedes comentar como empezaste a trabajar con ellos?
—Hice una sustitución en un concierto o quizás en tres, tocando los teclados. Y de ahí pasé a tocar la batería cuando Glenn se fue. Es un club relajado y divertido.
—¿Cómo ha afectado la pandemia tu carrera?
—¿Qué carrera? 😉 Pase lo que pase, siempre haré música.
—¿Cuáles son tus planes para el futuro?
—No he decidido nada todavía ya que los planes/conceptos cambian. No hay nada definitivo en cuanto a True Zebra excepto que será música para mí mismo y mis seres queridos.
Una recuperación de la vida, de una pandemia y de una operación programada en el último minuto. Tenemos que seguir adelante.