Si hay una banda que no necesita presentación, esa es The Mission, una de las formaciones más conocidas del rock gótico. Autores de clásicos como ” Deliverance”,”Severina” o “Wasteland”, son una de las razones por la que muchos nos empezamos a vestir completamente de negro. Hemos hablado con un amabilísimo Wayne Hussey que contestó a esta larga entrevista que publicaremos en dos partes. Serán los cabezas de cartel del sábado del Sinner’s Day que se celebrará entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre en la ciudad belga de Heusden-Zolder. Goth Own Medicine.
—Llevas viviendo en Sao Paolo bastante tiempo, ¿verdad? ¿Cómo es vivir en Brasil para una estrella de la música gótica?
—Me gusta Brasil, ya es como mi hogar. He estado aquí unos quince o dieciséis años. Aunque tenemos un apartamento en la ciudad, también tenemos una casa en el campo, que es donde estoy en estos momentos. Es tranquila y solitaria. Aquí tenemos un estudio en el que trabajamos. Obviamente, con la situación de la pandemia, pasamos un montón de tiempo en casa, algo que no hacíamos normalmente, ni yo ni mi esposa. Solíamos mantenemos ocupados haciendo otras cosas. Pero no ha estado mal, tenemos perros, tenemos familia aquí, así que realmente no lo hemos pasado mal. Echo de menos el viajar, tengo que decirlo, me gusta visitar ciudades y otros lugares. Pero comparado con lo que la gente tiene que soportar, no ha sido nada. No ha sido mucho sacrificio.
—¿No echas de menos tu país?
—Echo de menos a mi familia y amigos. También echo de menos el salir de compras. Suelo volver de viajes con una maleta llena de cosas, pero aparte de eso, no echo de menos el tiempo. Realmente no extraño la cultura de Inglaterra. Con Internet y con el acceso a los canales de noticias, es bastante fácil estar al día que lo que está pasando y mantenerte en contacto con la gente.
—Aunque publicaste tu biografía hace dos años, nos gustaría hacerte unas preguntas sobre tu pasado. Empecemos con tus días en Dead or Alive. Con ellos, ¿publicaste solo el EP It’s Been Hours Now o trabajaste en alguno más de sus singles?
—Creo que grabamos un EP, y luego un par de singles. Estábamos grabando el primer álbum cuando lo dejé. Se hizo obvio que no había mucho sitio para una guitarra en la dirección que estaban tomando. Yo era un guitarrista, un chico joven con mucho ego que quería tocar en discos. Me fui porque no apreciaba el hecho de que me estuvieran reemplazando con máquinas.
—¿Cómo fue trabajar con ellos? Por aquellos tiempos, ¿eran unos músicos profesionales o simplemente un grupo de colegas que quería hacer algo de música?
—Estuvo bien, realmente disfruté los primeros tiempos (dieciocho meses), que pasé en la banda. Éramos esencialmente una banda de rock que probablemente podrías llamar gótica (el término gótico no se había inventado todavía). Había baterías tribales, guitarras, un bajo, teclados… Sonaba como The Doors… Y Pete tenía una gran voz. Era como estar en una pandilla, aunque no tocamos muchos conciertos, creo que solo seis en los casi dos años en los que estuve con la banda. Cuando comparas eso con la gran cantidad de conciertos que di con The Sisters of Mercy, donde también estuve solo dos años, es bastante increíble. No estábamos preparados para subirnos a la parte trasera de una furgoneta y tocar en cada pequeño bar de mierda. Dead or Alive hicieron seis conciertos y cada uno fue bastante prestigioso. Tocamos en un festival, teloneamos a Killing Joke… Solo tocamos en unas salas selectas de Liverpool. Es una forma distinta de hacer las cosas, pero más o menos nos funcionó. Solíamos pasar más tiempo en el local de ensayo, escribiendo nuevos temas e intentando ser una buena banda.
—Después de eso estuviste con The Sisters of Mercy con los que grabaste su primer disco. ¿Qué pasó con las canciones que iban a formar parte del segundo disco?
—Bueno, durante el curso de los dos años en los que estuve en la banda, tenemos que haber tocado unos trescientos conciertos. Compara eso con los seis que toqué con Dead or Alive. Publicamos tres o cuatro singles durante ese periodo y un disco, First and Last and Always. Gary Marx dejó la banda y continuamos como trío, Craig, yo y Andrew. Estábamos pensando hacer un segundo disco, así que estaba escribiendo temas para ese álbum con la idea de que Andrew añadiría las letras y las voces. Pero cuando nos sentamos y le toqué el material a Andrew, no le gustó. Quería tirar por su camino, lo que es justo. Es decir, somos gente creativa y tienes que seguir tus instintos. Finalmente, se hizo obvio que Craig y yo tenía diferentes ideas, así que decidimos irnos y formar nuestra propia banda y obviamente ya tenía un montón de temas listos. Simplemente necesitaba escribir algunas letras para ellos y luego aprender a cantar. Al final funcionó para todos.
—¿Por qué continuaste tu carrera con el nombre de Sisterhood? ¿Querías crear alguna especie de vínculo con tu antigua banda?
—Cuando nos fuimos de The Sisters of Mercy, todavía pensábamos en nosotros como The Sisters. Dimos algunas casetes a gente y simplemente nos llamamos The Sisters, no porque fuéramos The Sisters of Mercy, simplemente porque la gente sabía que no teníamos ningún nombre y era más fácil poner en un casete The Sisters que poner Wayne Hussey y Craig Adams. Más o menos lo usamos porque era lo más conveniente, y acabamos extendiéndolo a The Sisterhood cuando nos ofrecieron la gira con The Cult. Necesitábamos que se nos ocurriera un nombre rápidamente y en ese momento todavía no lo habíamos pensado, así que usamos ese. No sabíamos que podíamos incurrir en la ira de Dios. También estuvo The Brotherhood, una idea de nombre que tuve para una banda. Era con Craig y Billy Corgan, pero nunca despegó. Pero eso es otra historia.
—¿Cómo ha influido la religión en tu carrera musical? Desde el nombre de la banda a las letras, a menudo hay referencias religiosas.
—Me educaron como mormón, así que el lenguaje de la Biblia me era familiar. Creo que esa clase de historias bíblicas quedan bien con la forma que tengo de usar las palabras y escribir las canciones. Ya no soy particularmente religioso, no lo he sido durante un largo tiempo, aunque ha habido momentos en mi vida en los que me he sentido espiritual, pero eso es algo completamente diferente. Simplemente creo que es un lenguaje con el que crecí, con el que estaba a gusto y que usé con licencia poética. Para mí, son palabras que suenan bien. Hay algunas canciones que significan ciertas cosas para mí, y otras para otras personas. Pero principalmente en mi forma de componer canciones durante mi carrera, he estado más preocupado por el sonido de las palabras más que en su significado.
—¿Cómo recuerdas la grabación de God’s Own Medicine, para mucha gente uno de los mejores discos de los ochenta?
—No tardamos mucho en grabarlo porque habíamos estado tocando los temas en directo y, como hablábamos antes, la mayoría de las canciones ya habían sido escritas para el segundo disco de The Sisters. Solo hay uno o dos temas en ese disco que no fueron creados cuando todavía estábamos con Andrew. Así que no fue un caso de currárselo en el estudio. Fuimos allí, conocíamos las canciones y las descargamos. Creo que el álbum completo fue terminado en tres semanas. ¡Tres semanas! En estos días, con los presupuestos para los discos como son, ya no es tan rato el hacer un disco en ese tiempo, pero a mediados de los ochenta cuando había tanto dinero para la grabación de un disco… Por ejemplo, tardamos tres o cuatro meses en el estudio para grabar Children, nuestro segundo disco, y eso es un montón de dinero. Mientras que en nuestro primer disco básicamente fuimos allí, tocamos los temas en directo y luego hicimos algunos overdubs, también con las voces y lo mezclamos. Creo que en conjunto fue grabado, mezclado y masterizado en cinco semanas, mientras que nuestro segundo trabajo lo fue en seis meses. Cuando piensas que un día en el estudio costaba alrededor de £500-£800, seis meses es un montón de dinero. Ya no tenemos esos presupuestos. No muchas bandas lo tienen. Afortunadamente, tengo un estudio casero aquí así que mis grabaciones estos días cuentan lo mínimo. Lo que es fantástico.
—¿Cómo recuerdas la escena gótica de los 80? ¿Tenías la impresión de estar comenzando un movimiento musical?
—No, no particularmente. Éramos todos parte de un grupo de personas que gravitaba en torno a la misma clase de iconos culturales, la misma clase de música, la misma literatura, poesía, los mismos films, el mismo arte. A principios de los ochenta, el movimiento gótico nació de los nuevos románticos. Cuando uno iba a discotecas ponían una música que no sonaba en los top 40. Era una especie de música alternativa o al menos así era considerada. Fue realmente en el 1982 o 83, cuando apareció la Batcave en Londres, que tomó la historia de los nuevos románticos y la hizo más oscura, con más pantomima y más Hammer House of Horror. Eso fue cuando la escena se convierte en lo que ahora llamamos gótico, pero ninguno de nosotros pensaba en esos momentos que estábamos creando algo. No puedes crear una escena, simplemente pasa naturalmente. Creo que la mayoría de los movimientos juveniles ocurren naturalmente y son una reacción a lo que había antes. Fue probablemente un periodista al que se le ocurrió y lo llamó Gótico. Antes era llamado de toda clase de formas: se le llamó positive punk, también new wave. Pero la gente que acabó siendo influenciada por la parte más oscura de las cosas, acabó siendo llamada gótica. Es como cuando estás en el ojo del huracán, no puedes sentir lo que pasa alrededor tuyo.
—¿Y cuáles eran tus influencias por aquellos tiempos? ¿Qué escuchabas?
—Escuchaba todo lo que molaba y estaba de moda. Cosas como The Bunnymen, Siouxsie and the Banshees, The Cure, Public Image, Soft Cell. Todas esas bandas tenían singles de éxito, así que no era completamente underground. También miraba al pasado y escuchaba a Iggy and the Stooges, The Velvet Underground, The Doors, y cosas así. Joy Division también, por supuesto. Realmente cualquier cosa que fuera buena y un poco diferente. En esa época la música no estaba definida por géneros de la misma forma que ahora. Era simplemente música pop, o alternativa. O Heavy Metal, claro.
—¿Cómo fue trabajar con John Paul Jones en vuestro segundo disco Children?
—Fue fantástico. Ahora miro hacia atrás y siento como si hubiera sido para nosotros como un tío sabio. Parecía que fuese mucho más viejo que nosotros, pero en realidad solo tenía doce o como mucho quince años más. Creo que tendría unos cuarenta y dos o cuarenta y tres en ese momento pero yo pensaba: -“este tío es realmente viejo”. Pero era sabio, obviamente él había vivido todo lo que estábamos viviendo, incluso más durante su tiempo con Led Zeppelin. Era una persona encantadora, todavía lo es y muy fácil de tratar. Creo que quería meterse en el mundo de la producción. Hasta entonces, había hecho algunas pequeñas cosas, como nosotros. Sabía cómo hacer discos. Antes de estar en Led Zeppelin, era muy solicitado, era un músico de sesión muy popular y tocó en un montón de grabaciones de artistas de los sesenta, con grandes éxitos y todo. Así que sabía cómo trabajar en el estudio y también cómo hacernos sentir cómodos. Sabía cómo hacerlo, lo que en aquellos tiempos nos pareció maravilloso.
—¿Por qué elegiste a John Paul John? Me refiero a que la banda siempre tuvo que sufrir las comparaciones con Led Zeppelin.
—Sé desde el comienzo, e incluso desde los días de The Sisters que he hablado a menudo de mi afecto por Led Zeppelin y recuerdo unas cuantas cosas que aparecieron en la prensa. Escuchábamos a Led Zeppelin en nuestra furgoneta durante nuestras giras cuando Led Zeppelin eran marginados sociales. Estaban visto como muy poco modernos, pero al final era solo música que nos gustaba. Y entonces, tuvimos la oportunidad de trabajar con John Paul Jones y dijimos que sí sin dudarlo. Hicimos el primer disco con Tim Palmer, que trabajó previamente con Dead or Alive y supongo que el curso natural de los eventos hubiera sido hacer el segundo trabajo también con Tim, pero tuvimos la oportunidad de trabajar con uno de nuestros héroes y no nos lo pensamos. En retrospectiva, cuando ahora escucho Children creo que podría haber sido mucho mejor. Y si no hubiéramos usado tanto reverb en la voz pienso que podríamos haber hecho un disco mejor, pero es el disco que queríamos hacer en esa época. Nos divertimos haciéndolo y nos llevó nuestro tiempo. Y otra cosa que John Paul Jones hizo muy bien, fue mantener al sello discográfico a cierta distancia de nosotros, incluso acabó prohibiéndoles la entrada en el estudio, lo que fue fantástico.
—¿Pensaste Masque como un disco en solitario? He leído diferentes opiniones sobre esto.
—No, nunca lo planeé como un disco mío en solitario. Estaba en una cabaña alquilada en la frontera de Inglaterra con Gales escribiendo las canciones y creo que en ese momento simplemente quería romper con el formato banda. Habíamos seguido sacando trabajos como Carven in Sand y Grains of Sand. Hicimos esos discos con la tradicional banda de rock de cuatro músicos y simplemente quería intentar algo más. No pensaba en ello como un disco en solitario. Sentía que era un trabajo que hacía con Craig y Mick, aunque en retrospectiva, puede que continuaran con él solo para satisfacerme. Perdimos el rumbo en algún momento. Simplemente creo que era un disco que necesitaba, quería hacer algo completamente diferente de lo que había hecho antes. Fácilmente podría haber sido publicado como un disco de Wayne Hussey, creo. Si hubiera sido así, quizás hubiera sido aceptado de una forma muy distinta. Sé que cuando fue publicado no le gustó a una gran parte de nuestra audiencia, pero ¿sabes una cosa? Los mejores artistas son siempre aquellos que nos sorprenden y es muy raro que te gusten todos los discos de un artista, muy muy raro. Así que al final, tienes que hacer lo que quieres. Miro ese disco y creo que es un disco que necesitaba hacer, ya fuera con la banda os sin ella, pero necesitaba hacerlo en ese momento.
—Dijiste que por esa época estabas interesado en la música de baile. ¿Nos puedes contar por dónde andabas tus gustos?
—Sí, lo estaba. El éxtasis era la droga de moda en ese momento, así que obviamente sí estás en ese estado mental puedes empezar a escuchar esa clase de música. El Screamadelica de Primal Scream era uno de mis discos favoritos. Tuvo un efecto en mi mentalidad, pero si lo escuchas bien, para nada es un disco de música de baile. Quizás “Never again” pero escucha bien, son todas guitarras, no hay secuenciadores. Son todas guitarras metidas a través de diferentes efectos para que sonasen un poco bailables, pero para nada es un disco de música de baile. Escucha “Like a child again”. No es un tema bailable.
—¿Qué nos puedes contar de The Metal Gurus? ¿Cómo nació la idea de este proyecto paralelo? ¿Fue una especie de tributo a Marc Bolan?
—Sí, eso fue un poco antes, como unos dos años antes. Todos nos empezamos a interesar por la música a comienzos de los setenta, cuando la música popular del momento era el glam rock. T-Rex, Slade, Sweet, incluso Bowie, cosas como esas. Siempre hacíamos el tonto con esos temas en las pruebas de sonido y en los ensayos, solo por diversión. Y nos pidieron que fuéramos teloneros de The Wonder Stuff en unos conciertos especiales que estaban dando. En esos momentos ya éramos muy famosos, demasiado famosos para abrirle a esa banda. Pero lo hicimos. Pensamos: vamos a vestirnos con ropas de rockeros glam y nos llamaremos The Metal Gurus y simplemente tocaremos canciones glam por diversión. Y eso es lo que hicimos. Tocamos dos conciertos y acabamos haciendo un single. Era algo divertido de hacer.
—¿Qué nos puedes contar de ese single cuyas ganancias fueron destinadas a la caridad?
—Grabamos “Merry Xmas Everybody”. Hicimos tres temas de Slade y “Metal Guru”. Realmente los hicimos con Noddy Holder y Jimmy Lea de Slade. Produjeron el single, lo que fue muy emocionante para nosotros ya que yo estaba en el club de fans de Slade cuando era un chaval. Eso es una cosa que la gente nunca entendió de The Mission. Creo que The Mission siempre han sido divertidos. Siempre ha existido ese elemento. Si quieres, hablemos de las leyes de los góticos. Hay ciertas leyes de los góticos y una es que no puedes divertirte mucho. Creo que hay algunas personas y principalmente en la prensa que simplemente no entendieron que queríamos divertirnos. La música se supone que debe ser tomada en serio, sí, por supuesto, pero al mismo tiempo puedes pasártelo bien. Me desilusionó que “Merry Xmas Everybody” no fuese un gran éxito, jajaja. Creo que The Metal Gurus hubieran tenido un brillante futuro si hubiera sido un éxito, pero tristemente publicamos un single y fue un fracaso, así que nos separamos. Creo que la siguiente encarnación, si lo hacemos alguna vez de nuevo, será Punk Floyd.
—¿Qué salió mal en Blue? Llegaste a decir que odiabas el disco.
—Nos echaron de Phonogram y tanto Simon como Craig dejaron el grupo. Solo nos quedamos Mick y yo y decidimos continuar alistando a nuevos miembros. Fue una época transitoria y no teníamos mucho dinero para grabar ese disco. Estábamos acostumbrados a usar grandes presupuestos para las grabaciones y ese disco se hizo con casi nada de dinero. Ese, para mí, fue un gran factor en términos de sonido. Terminé produciendo el disco yo mismo porque no nos podíamos permitir a un productor y lo grabamos en un pequeño estudio barato. Y así es como me suena. Aunque reconozco que tiene algo de crudeza. Y además estaba pasando por una ruptura matrimonial, incluso si no me daba cuenta en ese momento. En retrospectiva, si escuchas las canciones puedes sentir lo que estaba pasando. El matrimonio duró quizás un año o dos tras el disco. Pero estaba pasando por problemas y eso se refleja en álbum. Simplemente lo realizamos en una etapa de mi vida y me la solía recordar. Ahora puedo escucharlo, ya no significa tanto para mí. Y hay dos o tres temas de ese disco que me gusta tocar en directo cuando giro en solitario. Incluso creo que The Mission ha tocado dos o tres de esos temas en los últimos años. Como con la mayoría de las cosas de la vida, el tiempo lo cura todo. Y no odio el disco, es simplemente una parte de mi herencia como músico. Y refleja esa parte de mi vida.