Aunque su nombre siempre estará asociado a Come, una de las bandas esenciales del indie rock americano, Thalia Zedek cuenta con una larga e interesante discografía ya sea en solitario o al frente de otras bandas como puede ser E, uno de sus nuevos proyectos. Pocas, muy pocas carreras se me ocurren donde la coherencia y la honestidad vayan de la mano tanto como en la de nuestra invitada. Música afilada, sentimientos intensos, verdad.
—Tu primera banda se llamaba White Women, ¿no crees que un nombre así sería políticamente incorrecto hoy? ¿Cómo era el sonido de tu primer grupo?
—Realmente era un nombre impactante entonces también, pero no realmente políticamente incorrecto porque todas ÉRAMOS mujeres blancas. El nombre fue elegido por mi compañera en la banda, Dolores Paradise y era el nombre de un libro de fotos pornográficas de los años setenta que ella pensaba que molaba. Hacíamos harmonías vocales, pop garajero años 60, versiones psicodélicas como “Optic Jungle” de Lou Christie y temas originales. Comencé de batería en esta banda, pero acabé siendo la guitarrista/cantante. Diría que el sonido era un áspero garage punk/pop con algo de psicodelia.
—Unos años después formaste Dangerous Birds, ¿estabas interesada en la No Wave en esos momentos? ¿Quizás en Lydia Lunch?
—Me interesé por la No Wave a finales de los setenta, al encontrar una copia del recopilatorio No New York cuando aún estaba en el instituto en Silver Spring, MD. No creo haber visto ni a Lydia Lunch ni a Sonic Youth tocar antes del 81 pero ya en 1982 y 1983 los veía a menudo en Boston, a donde me había trasladado después del instituto en 1979.
—Para mi generación, y especialmente para mí, los 80s fueron una época muy especial, con bandas como Sonic Youth, The Gun Club, Hüsker Dü… ¿Cómo viviste esos años?
—Definitivamente para mí también. Recuerdo un día ir a la tienda de discos con suficiente dinero en mi bolsillo para comprar dos discos. Me gasté el dinero en dos bandas de las que nunca había sentido hablar, basándome en las portadas y títulos. Era el Fire of Love de The Gun Club y el Prayers on Fire de The Birthday Party. Creo que no salí de mi habitación durante dos días. Estaba ya en mi segunda banda, Dangerous Birds y en esos momentos tocábamos en Boston y Nueva York bastante a menudo. Empecé a meterme más y más en The Birthday Party y Circle X y menos en garage sesentero y dejé Dangerous Birds tras poco tiempo para formar Uzi que era mucho más experimental.
—Después de telonear a The Birthday Party decidiste hacer una música más “violenta”. ¿Qué quería decir con violenta? ¿Era más fácil expresar la rabia del momento con esa clase de música?
—Ya era una gran fan de The Birthday Party en esa época, es difícil describir lo que quería decir con violento. Creo que lo decía en términos de un asalto auditivo, no harmónico o fácil en el sonido ni en las letras. Pero definitivamente, no lo decía en el sentido de herir a alguien.
—Después tocaste con Uzi durante tres años, publicando un EP. Se os consideraba como parte de la escena de Boston. ¿Escuchabas a otras bandas como Throwing Muses o Mission of Burma? ¿Cómo fue tu experiencia en esta banda?
—Era una gran fan de Mission of Burma y Dangerous Birds tocaron con ellos mucho porque Lori Green salía con Martin Swope, que manipulaba cintas. Roger Miller fue una gran influencia en mi forma de tocar la guitarra y el trabajo de Martin con las cintas fue una gran inspiración para Uzi. Ellos fueron la primera banda que vi tocar en directo con loops y manipulaciones de cintas. Toqué con Throwing Muses mucho cuando estaba en Uzi. Estuve en uno de sus primeros conciertos en Boston y me volaron la cabeza inmediatamente. Fueron una de las primeras bandas en Boston que fueron fichadas por un sello grande no local, 4AD, y no me sorprendió para nada.
—Tras estos años, te uniste a Live Skull, y grabaste tres discos con ellos. ¿Fue difícil unirse a un grupo ya establecido? Positraction está considerada la obra maestra de la formación. ¿Cómo contribuyeron tus problemas personales a crear tal obra?
—Fue definitivamente un reto el unirme a Live Skull, pero yo era una gran fan de su trabajo desde el comienzo. Ellos, crearon un puesto de cantante solista para mí y fue la primera vez que estaba en un grupo donde yo no tocaba ningún instrumento, lo que era también otro reto. Cuando llegamos a Positraction tanto los miembros como el sonido de la banda había cambiado respecto al momento en el que me uní a la banda con la nueva sección rítmica de Rich Hutchins y Sonda Anderson. No estoy segura de cuánto contribuyeron mis problemas personales a que la banda se separase al año siguiente.
—Cuando estaba informándome para revista, he leído dos descripciones similares de tu forma de tocar la guitarra con Chris Brokaw y la forma que Mark C. y Tom Paine solían tener en Live Skull. ¿Fueron una influencia en tu posterior sonido?
—Definitivamente, me impresionaba como las guitarras de Mark C. y Tom Paines entrelazaban juntas de forma tan complicada, pero a la vez complementaria y fue definitivamente algo que me esforcé en conseguir cuando tocaba con Chris en Come. La música era muy diferente pero la interacción de las guitarras estaba posiblemente inspirada en los años que pasé tocando con Mark y Tom.
—El primer disco de Come, Eleven:Eleven fue publicado en 1992, y como muchos debuts está considerado vuestro mejor disco. ¿Crees que los primeros discos ponen algo de límite a las carreras posteriores de las bandas?
—Eleven:Eleven fue definitivamente el más popular, pero como uno de los miembros del grupo, no sé si diría que fue necesariamente el mejor. Pero las canciones en él, verdaderamente conectaron con gente de forma muy fuerte y muy rápida. De nuevo, estábamos muy cerca de las canciones como miembros del grupo para entender el porqué. No creo que pusiese un límite a la banda y nunca intentamos copiar Eleven en nuestro siguiente disco. Siento que cada disco cambió significadamente en relación al anterior, especialmente después de que Arthur and Sean dejaran el grupo.
—¿Cómo recuerdas tus días con Come? ¿Era difícil tocar una música tan intensa?
—Recuerdo que fue muy excitante y disfrutable. Tenía mucha confianza en la banda como músicos y disfrutaba mucho tocando canciones en directo, incluso cuando algunas de ellas tenían unas letras bastante intensas.
—Para vuestro tercer disco, Near Life Experience, tuvisteis que buscar una nueva sección rítmica ¿es difícil adaptarse a nuevos músicos cuando habíais estado tocando justos durante tanto tiempo?
—Grabamos el disco con dos secciones rítmicas diferentes, Tara Jane O’Nell y Kevin Coultas de Rodan en una mitad y Bundy Brown de Tortoise y Mac McNeilly de Jesus Lizard en la otra mitad. Todos ellos eran sorprendentes músicos, eso lo hizo mucho más fácil. Probablemente el mayor cambio fue que yo y Chris escribimos e hicimos los arreglos para todas las canciones solos con la guitarra, en vez de como banda.
—Gently, Down the Stream, vuestro disco de 1998 fue el primer disco de Come que escuché y me sorprendió como sonaba. ¿Puedes contarnos algo sobre la creación del álbum?
—Habíamos encontrado un nuevo batería fijo, Daniel Coughlin y había empezado a escribir música con él y un amigo que tocaba el bajo, Sascha Steinfurth que había venido de Alemania por unos meses. Escribimos algunas canciones que verdaderamente nos gustaron e hicimos un concierto y cuando Sascha volvió a casa terminamos de escribir el disco con Winston Braman de Fuzzy al bajo. Fue grabado en Fort Apache con Paul Kolderie. A propósito, yo y Daniel continuamos tocando justos durante 10 años en la TZ Band y Winstons ha sido un miembro de la TZ Band desde 2008.
—En cuanto a la conexión con el blues, ¿estabas interesada en el estilo o solo te llegó la influencia por los Rolling Stones?
—Me interesé por el blues bastante pronto, cuando tomaba lecciones de guitarra de un amigo de mi hermano mayor que era apasionado de Eric Clapton y de los músicos de blues ingleses de los sesenta. Me enseñó las escalas del blues y como hacer jam y era divertido. Escuché mucho a John Mayall, Johnny Winters y Janis Joplin también. Así que era blues, pero interpretado por músicos blancos de rock, lo que no estoy segura de que cuente como estar interesada en el blues.
—Been Here and Gone fue tu primer disco en solitario propiamente dicho, publicado en el 2001. Es un poco menos rock comparado con todo lo que hiciste antes. ¿Pensabas que necesitabas un cambio?
—Mis oídos estaban realmente fritos después de 10 años tocando con Come y quería tocar en una banda donde me pudiese oír cantando y no tener que llevar tapones para los oídos. Empecé hacienda conciertos yo sola con mi amiga Beth Heinberd al piano. Después Dave Curry se nos unió a la viola. Por último, Daniel Coughlin se nos unió a la batería así que cuando grabé Been here and Gone, era una banda completa de nuevo, pero bastante diferente de Come.
—Has publicado un EP con Acuarela Records (posiblemente solo lo licenciaron en España), You’re a Big Girl Now. ¿Puedes contarnos algo de cómo surgió la relación con ellos? También cantaste en un tema de Emak Bakia, ¿cómo sucedió?
—Mi amiga Tara Jane O’Neil me presentó a Jesús Llorente. Estaba de gira y buscando un concierto en España y me sugirió que contactase con Jesús para tocar en su festival Tanned Tin. Terminé contribuyendo con una canción al primer recopilatorio de Acuarela y nuestra relación se construyó a partir de ahí. Después de que Matador publicase Been Here and Gone en 2001, fueron comprados por Beggars Banquet y me quedé sin sello. Saqué un EP en 2003 en un sello local Kimchee Records y pregunté a Jesús si Acuarela quería publicarlo en Europa y dijo que sí. Ellos también sacaron mi primer disco con Thrill Jockey, publicado en España en el 2004, Trust Not Those in Whom Without some Touch of Madness. Después me uní a Thrill Jockey y no pude publicar más discos en Acuarela, pero continué mi relación con ellos a través de su agencia de booking que es cómo contacté con Emak Bakia. Habían oído algunas vocales que había hecho para Manta Ray anteriormente y me preguntaron si quería cantar en su disco mientras estaba en Madrid. Jesús ayudó a organizar la sesión.
—Hell is in Hello, tu disco del 2004 es un recopilatorio de canciones perdidas, ¿no?
—No lo describiría como canciones perdidas. Casi todas estas canciones eran u originales que habían sido publicadas en diferentes discos o versiones, pero eran todas nuevas grabaciones con nuevos arreglos. Fue un cd del tour hecho y publicado por un sello alemán llamado Return to Sender. Hicieron un número limitado de cds y solo estaban disponibles por pedido de correo o en los conciertos.
—Liars and Players es tu disco más político hasta la fecha. ¿Qué hizo que pasases de hacer temas más sentimentales a canciones políticas?
—Empecé a estar cada vez más perturbada por el rol de los Estados Unidos en varias guerras y en el mundo. Cuando fue publicado estábamos en la segunda guerra contra Iraq y Afganistán.
—Con la Thalia Zedek Band has sacado tres discos más, el último de ellos, Fighting Season va a ser editado este año. ¿Qué nos puedes contar de este disco?
—Es un disco más variado que los últimos. Traje algunos músicos de fuera de la banda para algunas canciones, como Chris Brokaw a la guitarra, J. Mascis también a la guitarra y Jonah Sacks al cello. Es también bastante político porque la situación en los Estados Unidos se ha deteriorado con la presidencia de Trump.
—Has hecho una maravillosa versión de “Dance me to the end of love” con Damon and Naomi, ¿cómo surgió la idea de tocar juntos?
—He sido fan de su música durante mucho tiempo y vivimos en Boston y nos encontramos mucho en los mismos conciertos y eventos. Naomi hace vídeos y se ofreció a hacer un video para mi último disco con la Thalia Zedek Band, Eve. Nos encontramos varias veces y tuve una gran conexión tanto con ella como con Damon. Al final nunca hicimos el vídeo, pero empezamos a hablar de hacer una gira y tuve la idea de hacer un tour en solitario con ellos. Ya había estado con mi banda en la gira de Eve, pero no habíamos hecho ningún concierto en España/Francia e Inglaterra y ellos aceptaron. Fue una combinación exitosa y un montón de diversión.
—Con E (o a band called E) has publicado dos discos, el último, Negative Work, este año. ¿Por qué el nombre de E? ¿Quieres hacer que sea más difícil que se os encuentre en internet? En vuestro concierto en Milán había mucha gente en la treintena. ¿Piensas que las nuevas generaciones no están interesadas en el rock? ¿Tendremos más discos de E en el futuro?
—Decidimos llamar a la banda E porque inicialmente todas nuestras canciones estaban afinadas en Mi (en inglés es E) y la forma de la letra misma tiene significado para nosotros. Es un tridente de lado y nosotros somos tres y también hace referencia a la antigua banda de Jason, Neptune. Creo que el público de Milán era un poco mayor porque, aunque yo, Gavin y Jason hayamos estado tocando durante mucho tiempo, E es todavía una nueva banda. Creo que probablemente mucha gente estaba allí por el interés en nuestras bandas anteriores (Karate para Gavin y Neptune para Jason) lo que quiere decir que tenían más de veinte años. Creo que hip hop y otras formas de música son probablemente más populares entre la gente joven ahora mismo, pero que hay y siempre habrá una audiencia para la música rock. Vais sentir más de E en el futuro, ¡estad atentos!
—Uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida fue el de Come un domingo en el Primavera Sound hace unos años. ¿Vais a volver a tocar juntos?
—Nos vamos a reunir para un festival en Georgia (Estados Unidos) a finales de noviembre, principios de diciembre de este año. Tocaremos en Athens y Atlanta con un puñado de otras bandas para celebrar el cumpleaños de Henry Owings, el creador y editor de la revista Chunklet.
—Recientemente he leído que vais a hacer un tour por salas de estar. ¿Piensas que los artistas tienen que buscar nuevas formas de tocar en directo? ¿De dónde pillaste la idea? Vi hace unos años a Chris Brokaw tocando en el salón de una casa en Milán, ¿alguna relación?
—Los conciertos en casas son algo comunes de un tiempo a esta parte, tanto para bandas punks como para la música más tranquila que puede no funcionar en un ruidoso club de rock. Será la primera vez para mí, pero Chris lo ha hecho varias veces y verdaderamente lo disfruta. Creo que está bien para tocar en solitario, y es un ambiente más tranquilo y funciona bien económicamente también. Vamos a tocar también en varios locales, tiendas de discos, y galerías dentro de la gira.
Fotos: Naomi Yang.