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Entrevista a Playa Espectral

por François Zappa

Playa Espectral es, sin duda, una de las propuestas más originales e inclasificables que tenemos en Madrid ahora mismo. El trío, formado por tres experimentados músicos que han participado en multitud de formaciones, ha publicado un par de casetes (recopilados recientemente) y están trabajando en un LP. El jueves tocarán en el interesantísimo festival francés Setmana Santa, el viernes en Burdeos y esperamos verlos próximamente en algún festival nacional.

—Ángel y Marco, os conocisteis en el 2012 siendo parte de Las Infantas. ¿Nos podéis contar un poco más de esto?

—Ángel: Las Infantas era un grupo de punk rock con ciertos dejes powerpop, surf y garage, aunque la propuesta se fue endureciendo y oscureciendo con el tiempo, con el que grabamos un EP y un disco largo. Tocamos a menudo tanto en Madrid como en el resto del estado durante el tiempo que duró (creo recordar que el último concierto fue en 2017). Conocí a Andrés, el otro guitarrista, en los locales de ensayo Tablada 25 cuando yo ensayaba allí con Nutria y me propuso unirme a esta nueva banda que todavía no tenía nombre. Me pasaron unas demos caseras de canciones, me gustaron y… ¡Hasta hoy!

—A partir de ahí, estuvisteis en distintas formaciones que nacieron de la banda madre, como Carnero y Les Cundas, incluso una de versiones de Dead Moon si no he escuchado mal. ¿Cómo surgieron estos proyectos? A veces tocabais en dos o tres de ellos a la vez, ¿verdad?

—Ángel: Pues esas bandas surgieron básicamente por las ganas de hacer cosas nuevas y distintas y divertirnos con algo menos elaborado. Yo me pasé a la batería y tanto Cundas como Carnero eran propuestas más agresivas y ruidosas que Infantas. Carnero, que duró muy poco, surgió a raíz de la colaboración con nuestro amigo, el artista plástico Aitor Saraiba, y quisimos acercarnos a terrenos crust y black metal hablando de dramas ibéricos, mientras que, con Cundas, nuestras vistas estaban puestas en Mötörhead, Zeke o Discharge, con letras mínimas y canciones lo más cortas posibles, ¡de cada ensayo salían 3 temas! Lo de Dead Moon surgió por nuestro amor a la banda y por iniciativa de Phil, bajista de Las Infantas y oriundo de Toledo, Ohio, que canta con un timbre muy parecido al del maestro Fred Cole. Dimos 2 o 3 conciertos y, evidentemente, tampoco nos exigía mucho. Y sí, todo esto sucedió entre 2012 y 2017, los años en que Las Infantas estuvieron en activo.

—Aparte de esto, Ángel, has estado en Puerto Banús, Golden Creatures y Bultacos, tu proyecto más longevo, entre otros. ¿Hay alguno que te haya marcado especialmente en tu carrera posterior?

—Ángel: Creo que todos los proyectos en los que he participado me han marcado, incluso algunos de corta duración que solo dieron un concierto, o ni siquiera. Bultacos fue la banda con la que de verdad empecé a entender el juego y atesoro grandes recuerdos de ello. También guardo con especial cariño mi paso por Nutria. Tras muchos años cantando en Bultacos, que hacíamos punk rock con un pie en el hardcore, inspirado en bandas como New Bomb Turks o Adolescents, cantado mayoritariamente en inglés, durante la última etapa de la banda me compré un sintetizador, comencé a escribir en castellano y me metí en esta historia que para mí supuso un soplo de aire fresco respecto al aspecto un poco más rígido del punk rock clásico, con composiciones más libres y atmosféricas que surgían de la improvisación y no tanto de una canción más o menos preconcebida. En Puerto Banús comencé a tocar la batería y también quisiera hablar de Call Me Idiot, un combo bastante delirante donde hacía ruidos, atmósferas y percusiones y la vuelta al hardcore, la cabra tira al monte, con Nitropollo, banda que monté con antiguos compañeros de Bultacos y Las Infantas y gente de bandas como Zinc o E-330 y que sigue en activo con otro cantante.

—Y tú Marco, también has estado, entre otras bandas en La Catrina, Árida, Knights of the Long Grass y No hay Dolor, en esta última con Esteban, también formando parte de la banda. ¿Lo conocisteis ahí? ¿Qué nos puedes contar de vuestro tercer miembro?

—Marco: No Hay Dolor comenzamos como dúo, Nata y yo, pero tras unos años decidimos darle un giro al sonido incorporando a Esteban en el proyecto. Él estaba tocando con Nata en otro grupo llamado Compulsif. Creo que desde el primer momento nos compenetramos muy bien y sinceramente, ¡siempre he sido fan de su estilo y forma de tocar el bajo! me encantan sus riffs. Cuando empezamos a dar forma a los directos de Playa Espectral y asentar el sonido, creímos que era la persona adecuada.

—Esteban: Yo aquí he de añadir que desde que me propusieron unirme a No Hay Dolor creo que Marco y yo hemos tenido una conexión muy guay y muy intuitiva a la hora de tocar juntos. Creo que funcionamos muy bien desde el principio teniendo en cuenta que yo no había tocado el bajo en mi vida y que a día de hoy sigo sin saberme una puta nota. Pero en realidad yo he acabado aquí metido porque estos dos tenían el bolo debut de Playa y se vieron de repente sin bajista y tuvieron que recurrir a mí. Lo que no nos explicamos es porqué a día de hoy aquí sigo. Y tan contento oye. Igual sí es verdad que a Marco le gusta como toco, puede ser…  Lo de Ángel ya no sé, lo habrán hablado entre ellos y traga porque soy colega de Marco. Pero al final lo pasamos fenomenal y hay mucho “rollo” entre nosotros aquí metido, creo yo. Y para mí eso es fundamental, ser más una panda que una banda. Y ya cuando aprenda a tocar el bajo es que van a flipar fijo, neno.

—Marco, comentaste que empezaste a interesarte en la electrónica, ya que tus anteriores grupos eran más rock e incluso metal y que empezaste a aprender a usar Ableton. ¿Cómo surge este interés? ¿Ganas de hacer las cosas solo?

—Marco: Siempre me ha gustado la música electrónica, pero era algo que veía como que no iba conmigo a la hora de crear música. Lo veía algo fuera de mi alcance de algún modo. Durante la pandemia estuve aprendiendo algo de producción musical en Ableton y comencé con unas primeras producciones. En primer lugar, monté un proyecto llamado Artik Falls, lanzando 8 singles y con la colaboración de Cristina del Val y Phil Stark. Después de esta etapa quería sacar algo diferente, sacar un proyecto en solitario con más influencia post-punk y coldwave … de esta inquietud nació Dunkelwald. Simultáneamente comencé con Ángel nuestro proyecto juntos, con la idea de tirar a un sonido diferente, más melódico y algo más ecléctico.

—Cuando la banda se forma Ángel estaba en Canadá y el primer EP fue grabado a distancia. ¿Ya tenías pensado volver o no tenías miedo a tener un proyecto a distancia?

—Ángel: La verdad es que al principio no sabía si iba a volver o no y ambos estábamos de acuerdo en que iba a ser una cosa a distancia.

—A partir de aquí contactas con Marco y formáis un pequeño grupo, antesala de Playa Espectral, ¿nos podéis contar algo más de esto?

—Ángel: Como comentaba antes Marco, en realidad, empezamos a trabajar cuando él todavía tenía Artik Falls, de donde, en cierta manera, también surge Dunkelwald, que montó cuando empezó a producir bases electrónicas y para el que me pidió una colaboración. Me mandó las bases de “Ciudad” como canción principal con unas voces suyas de prueba, más 4 o 5 bocetos más por si se me ocurría algo, y escribí rápidamente unas letras y melodías para “Ciudad” y lo que acabaría siendo “Flor”. Grabé las voces en mi casa junto con algunas ediciones y arreglos y le envié las pistas para que las mezclara. Entonces Marco me propuso hacer una historia con su propia entidad, a lo que no pude negarme porque nos entendemos muy bien musicalmente y en todo lo que conlleva tener un grupo. También decir que antes de marcharme, ya habíamos hablado de hacer algo electrónico. Hablamos de algo un poco oscuro pero petardo, de EBM y de Italodisco, simplemente para divertirnos. Algo de eso hay en la canción “KSF”.

—Habéis comentado como influencias a Psychic TV, los primeros Ministry, Throbbing Gristle, Suicide, la EBM y Christian Death. ¿Cuándo os empezáis a interesar en la música más dark?

—Ángel: Bueno, desde luego son influencias más claras en esta banda en concreto, pero siempre han estado ahí. Creo que todos en la banda escuchamos esas bandas u otras similares desde que teníamos pelusilla en vez de bigote. Pero sí, cuando empezamos esto, eran algunos de los referentes que se barajaban.

—El nombre de la primera casete, K.S.F. (Kanadisch Spanische Freundschaft) ¿es una referencia a DAF?

—(Todos): ¡Por supuesto! Respeto y admiración.

—Habéis comentado que Playa Espectral también tiene un lado pop que se ve en las melodías. ¿De dónde proviene ese interés por la música pop que no era tan evidente en vuestros proyectos anteriores?

—Ángel: ¡Las Infantas o No Hay Dolor tenían buenas canciones pop! Nos encanta la ruidera y la desolación, pero también unas buenas melodías y armonías vocales. Claro que sí. Ya casi nadie canta.

—¿Es importante el humor para vosotros?

—Ángel: ¡Joder, sí! En esta broma asesina, uno se ríe, se hace el seppuku o sale con la katana a la calle directamente. Nos tomamos relativamente en serio. O no. No mucho. Que conteste otro.

—En el EP hay dos versiones, una de Christian Death y un extracto del “Bandido” de Azúcar Moreno que tocáis en directo. ¿Por qué dos temas tan distintos?

—Ángel: Bueno, como hemos comentado antes, nos gustan las grandes producciones de música de baile de finales de los 70 y los 80 tanto como The Birthday Party, Screamers, Lost Sounds, el D-Beat o el Motorik, porque uno de los leitmotiv de esta banda es que los prejuicios son una cosa muy inútil, un poco en sintonía con la pregunta anterior sobre el humor, y eso se filtra en nuestras composiciones, ese ambiente bailable pero malrollero. Aunque ya adelantamos que los temas que estamos grabando serán más secos y ásperos que lo que se puede escuchar en KSF, porque, al fin y al cabo, la cosa ha cambiado mucho al llevarla al local después de dos años y componer los tres juntos.

—Después habéis grabado un par de temas en piscinas con el colectivo Chico Trópico. ¿Nos podéis contar algo más de esto? He escuchado que fue una cosa un tanto inusual.

—Ángel: Chico Trópico es un ente multiforme de agitación cultural y uno de sus proyectos es un estudio móvil llamado La C.O.S.A., ubicado en el interior de una caravana en el que se dedican a dar voz a la expresión popular de los barrios. Las grabaciones que hicimos en el verano de 2022 fueron parte de un proyecto llamado Splash! en el que, como es habitual, grababan a cualquiera que se quisiera subir a hacer música, pero además registraron una canción del verano comunitaria en diferentes estilos en cuatro piscinas de Madrid. Teníamos ganas de sacar algo nuevo y fresco y allá que nos fuimos a grabar unos temas, aparte de colaborar en la canción rock del verano “Primero de Agosto”, que está incluida junto con alguna sorpresa más en una cassette editada por Polypiel Records y Diskos KSF ya disponible y que recopila ambos Eps: estos temas de Piscina Espectral y KSF.

—De los dos temas grabados en las piscinas, uno es una versión de The Spits. ¿Por qué habéis elegido este tema? La verdad es que no conocía a este grupo para nada.

—Ángel: Pues es una gran banda de punk. Nos alucinan su infrasonido, sus sintes y sus voces ramonianas a baja revolución.

—Marco, tu otro proyecto se llama Dunkelwald, con que justamente te vi tocar ayer, ¿cómo surgió la idea de crearlo?

—Marco: Como comenté antes, llegó un momento en el que quise sacar un trabajo en solitario, más oscuro y personal. No tenía muy claro hasta dónde llegaría, ni siquiera si habría directos. Realmente está funcionando bien, junto con Luna (guitarra/voz) estamos muy ilusionados y con ganas de seguir trabajando juntos.

—¿Crees que música con Dunkelwald ha influido en Playa Espectral?

—Marco: Quizás inicialmente, pero Ángel da mucha personalidad a las composiciones y los temas de Playa Espectral rápidamente han adquirido un sonido muy particular y personal. Prácticamente los dos primeros EPs de los dos proyectos se crearon en la misma época, pero el resultado de ambos es diferente.

—¿Qué nos depara el futuro de Playa Espectral?

—Ángel: Pues se puede esperar un disco largo que está en proceso y que nos convirtamos en unicornios.

—¿Qué podrán esperar de vuestro concierto los asistentes a Setmana Santa?

—Ángel: Pues a 3 personas que creen en lo que hacen y quieren y desean que eso se traduzca sobre las tablas. Y no queremos irnos sin agradecer al Garaje de Frank esta maravillosa entrevista y el apoyo ¡Hasta pronto!

 

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