El efecto placebo consiste en una mejoría sobre un malestar pero que ha sido producida por una sustancia no activa. ¿Será el alucinante dark electro de la banda Placebo Effect el que nos quitará todos los males del cuerpo o será todo solo autosugestión? Para comprobarlo, solo hace falta ir el 9 de noviembre a la sala 0 del Palacio de la Prensa de Madrid, donde tocarán junto a Fïx8:Sëd8 y Pyrroline. Las entradas las puedes comprar aquí y a continuación puedes encontrar nuestra entrevista a los dos miembros de la banda. Sanados por la oscuridad.
—¿Cuáles fueron los comienzos de la banda? ¿Cómo os conocisteis?
—Axel: Christoph y yo nos conocimos alrededor de 1988/89 en un club. Él era DJ allí y en esa época, aún era habitual llevar tus propios vinilos. Así es como rápidamente empezamos a hablar ya que Christoph también escuchaba a The Klinik, Severed Heads, The Neon Judgement, Cabaret Voltaire y todas esas bandas que yo le llevaba. Luego nos dimos cuenta de que ambos teníamos un sintetizador, así que quedamos para una primera sesión musical. Esas grabaciones aún existen, y las hemos digitalizado para nosotros. También se notan cosas que se escucharían más adelante en la primera cinta que sacamos. Christoph le había comprado su sintetizador a Achim, y Achim tocaba en su ciudad natal en una banda de punk, así que sabía lo que se hacía. Así sucedió que le preguntamos si quería participar. Tenía un desván habitable en su casa, así que montamos todo en plan punk y empezamos a tocar y a grabar. Así nació Placebo Effect.
—Christoph: Yo entonces era DJ en una discoteca en la región del Südharz (Bad Lauterberg). Axel iba allí muchas veces de cliente. Una noche se estropeó el equipo de música, justo la noche que Axel había traído un montón de discos de electro. Empezamos a hablar y resulta que Axel estaba como loco por los sintetizadores Ensoniq. Yo le había comprado hace poco mi primer sintetizador Ensoniq a Achim. Él también estaba allí esa noche y así surgió la banda con los tres.
—¿Como era la escena de dark electro de la época en Berlín?
—Axel: Eso no te lo podría decir. En esa época no conocíamos la escena de Berlín. Pero creo que ya entonces Berlín tenía más que ofrecer que otros sitios. Achim por ejemplo pudo ver a Fad Gadget allí, alrededor del 1984. La escena del Dark Electro no estaba tan delimitada como ahora. Entonces escuchábamos Electro y Gótico por igual, ya fueran The Sisterhood, Skinny Puppy, The Cure o Human League… todo tenía la misma importancia.
—¿Cómo fueron los primeros conciertos de Placebo Effect?
—Axel: Los primeros conciertos… uff… recuerdo perfectamente nuestra primera actuación en Göttingen. Estábamos tan nerviosos, y con veintipocos sueñas con una masa descontrolada que no permita que la banda se vaya del escenario. Pero la realidad fue otra. En un local bastante grande había entre cinco y diez personas lejos del escenario en una mesa hablando entre ellos con pinta de estar aburriéndose. Por los nervios se me olvidó subir el volumen de la caja de ritmos durante “Devil’s Hand” (jamás se me olvidará).
También nos pasó varias veces que el público se iba de la sala y nos dejaba solos en el escenario. Esa etapa nos marcó mucho en lo que a directos se refiere. Por eso mismo, a día de hoy no salimos ahí pensando que somos un grupo superguay, sino que al revés, tenemos dudas y somos un poco inseguros a raíz de esas experiencias. Pero sí que hubo un momento que cambió las cosas: me fui con Achim a ver a Alice Cooper y ese concierto nos llevó a incluir elementos de performance en nuestros directos.
—Christoph: Si nos acordamos a día de hoy de los primeros conciertos, sólo puedo decir que las actuaciones me daban vergüenza. No teníamos ningún concepto. Axel siempre buscaba elementos de atrezzo… cruces, calaveras, gusanos, sangre artificial, hasta higadillos y pollo utilizamos en algún momento.
—¿Cuales han sido vuestras influencias?
—Axel: A Christoph le influenció en la época muchísimo Depeche Mode. Yo escuchaba más bien bandas sonoras, era más clásico. Uno de los detonantes en cuanto a música en mi infancia fue Jean-Michel Jarre.
—Christoph: Nuestros ejemplos a seguir eran Skinny Puppy, Klinik o Front 242. Esas eran las bandas que nos gustaban a los tres. Pero yo siempre había sido fan de Depeche Mode y me gustaba la música wave de los 80 como Simple Minds, Soft Cell, Blancmange y otros. Achim provenía más del punk y a él le gustaban más las bandas de guitarras, como Siouxsie and the Banshees, Alien Sex Fiend, Death in June…
Axel era más de la electrónica experimental. Le gustaban Cabaret Voltaire, Tangerine Dream o Portion Control.
—¿Cuándo se grabó vuestra primera cinta (que es muy difícil de encontrar y además muy cara en Discogs), en 1989 o 1990? ¿Cómo fue grabada?
—Axel: ¿La primera cinta? Creo que tuvo que ser en 1989. La grabamos con una sencilla grabadora Tascam de cuatro pistas. Al mismo tiempo ya se gestaban los temas de Gargoyles. Teníamos los sintetizadores Ensoniq ESQ1 y SQ80, además de la caja de ritmos Yamaha RX5, el aparato hall Alesis y el delay Monachor. Ese era el equipo.
—Christoph: Yo también pienso que fue en 1989. En el local de ensayo de la banda, con una grabadora de cuatro pistas y todo hecho por nosotros mismos.
—Luego llegó la primera publicación en Danse Macabre, la cinta Gargoyles, con vuestro primer hit, Move. ¿Quién produjo el álbum, gente del sello?
—Axel: Sí, Bruno Kramm de Das Ich (el jefe del sello Danse Macabre) produjo la cinta y más adelante Galleries of Pain.
—Christoph: Lo produjo Bruno Kramm. Aunque los cuatro temas se quedaron casi iguales que el original, Bruno ya tenía bastante influencia en las grabaciones.
—El primer álbum de la banda fue Galleries of Pain. ¿Cómo se grabó?
—Axel: El disco Galleries of Pain lo grabó Bruno Kramm en Bayreuth. Los temas estaban grabados con los secuenciadores internos de los sintetizadores Ensoniq. En el estudio los pasó a un Commodore C64 en 24 pistas. Ahí se conectaban el Sampler EMAX, los Yamaha Sy22, Juno 60, Juno 106 y el Sampler Mirage. Bruno tenía un equipo muy completo para la época.
—Christoph: El estudio de Danse Macabre fue expandiéndose en la época entre Gargoyles y Galleries of Pain y tuvo que mudarse de lugar. Estaba en una vivienda antigua en el centro de Bayreuth. Durante varios meses íbamos al estudio por una o dos semanas o a veces sólo un fin de semana y grabábamos.
—Bruno Kramm toca los teclados en ese disco. ¿Cómo fue la colaboración con él?
—Axel: Bruno hizo maravillas con el sampler E-mu Emax. Tiene esa enorme creatividad en cuanto a un sonido verdaderamente oscuro. Tocó la intro de Galleries of Pain, que no es un sample. No queríamos usar presets.
—Christoph: Bruno es un gran músico con formación clásica. Su influencia fue muy considerable. Siempre nos daba consejos y nos decía donde faltaba algo en los temas. Pero normalmente sólo decía que metiéramos por aquí o por allá una melodía más, sólo cuando no sabíamos hacer algo, lo hacía él mismo. De esa manera, nuestro disco era realmente nuestro disco y no un proyecto de Bruno.
—¿Cómo le conocisteis?
—Axel: Participamos en un concurso del Zillo (la principal revista gótica de la época en Alemania – nota del traductor). El premio era grabar una cinta con Danse Macabre, que además incluía su distribución. Con nuestra demo fuimos los ganadores.
—Christoph: Le conocimos durante los trabajos de grabación. Junto a la revista Zillo estaba buscando bandas nuevas, y participamos con nuestra demo. Acto seguido nos invitó un fin de semana a grabar la cinta de Gargoyles.
—¿Es verdad que Rammstein fueron vuestros teloneros en una gira del 1994?
—Axel: Sí, es verdad. Rammstein nos telonearon en Berlín en el Knaak Club. Después se hacían publicidad en su bio diciendo que habían teloneado a Placebo Effect. Un bonito recuerdo.
—Christoph: Sí, Rammstein fueron nuestros teloneros cuando tocamos en 1994 en el Knaak Club. Tocaron muchos temas que luego se editaron en Herzeleid. Pero no estuvieron de gira con nosotros.
—Axel dijo en una entrevista que la producción de Manipulated Mind Control vuestro último álbum, fue un desastre. ¿Qué pasó?
—Axel: Teníamos en mente un álbum oscuro y a la vez bailable. Pero el sello con el que firmamos en su momento, anteponía la cantidad a la calidad. Fue muy frustrante para nosotros. También había tensiones entre los miembros de la banda. Ese disco no nos gusta recordarlo. Fue una época rara. Lo comercial empezó a meterse de lleno en nuestro mundillo. Todo el mundo quería ganar dinero con esa música, y lo hicieron.
—Christoph: Para empezar estábamos hartos de esa imagen de Skinny Puppy alemanes que teníamos y nos queríamos alejar de ello. A todos nos gustaba Nine Inch Nails y queríamos ir hacia un sonido oscuro pero más agresivo. Queríamos hacer temas bailables para los directos , y así surgieron los temas de MMC. Pero queríamos un sonido más al estilo “Broken Mirrors” o “Slashed Open”. Pero Ulrich Hornberg de Ausfahrt Rec. no era capaz de eso en su estudio superdigital. Nos metió su sonido barato de sota, caballo y rey. A pesar de todo nos fuimos de gira con el álbum e hicimos nuestro show rollo NIN. A día de hoy, sigo estando insatisfecho con el disco. Cuando se sumaron los problemas contractuales, fue la única conclusión: dejar de hacer cosas. Oficialmente nunca nos separamos.
—Entonces, ¿dejasteis de hacer música porque ya no teníais sello?
—Axel: No. Es que ya no teníamos nada más que decirnos. No había de donde rascar, ni en lo musical ni en lo que a la relación entre nosotros se refería. Pero nunca dejamos de existir como banda oficialmente. Simplemente no había comunicación, durante muchos años.
—Christoph: Nos “separamos”, porque no queríamos tener sello.
—¿Cuándo fue eso, más o menos?
—Axel: Después del Past… Present.
—Christoph: Debió ser alrededor del 1995. Después de la grabación de Past… Present.
—¿Porqué los temas del recopilatorio MCMLXXXIX-MCMXCV (1989–1995) Past … Present se le atribuyen a UH? Estaban pensado para un nuevo álbum, ¿no?
—Axel: Sí, así es. Que lo de Placebo Effect ya no seguía nos dimos cuenta más adelante. Al principio pensábamos que después de Past… Present la cosa iba a seguir.
—Christoph: “Alien” y “Chlorid” eran títulos provisionales, condicionados por el antiguo formato DOS de ocho caracteres para nombres de archivo, lo cuales eran utilizados por los Ensonq también. Queríamos nuestro cuarto álbum Shatter. Había temas de sobra, y yo tenía la costumbre de guardar los temas en orden alfabético, como en A de “Alien” , B de “Brain” (que se suponía que debía ser un intermezzo), C de “Chlorid”… el sello cogió los títulos sin más, y produjo el CD antes de que pudiéramos corregir esas cosas.
Después de grabar los dos primeros temas nos dimos cuenta de que no tenía sentido grabar otro disco más con el sello Ausfahrt. Teníamos miedo de que otra vez fuera una cosa precipitada como el MMC. Cortamos las grabaciones y los nuevos temas al final al menos se publicaron en el recopilatorio, ya que el sello se empeñó en que teníamos que sacar un segundo álbum.
—Axel, tenías un proyecto en paralelo con Ecki Stieg, Accessoires, que editaron en 1995 un larga duración, más synth pop, titulado Vendetta. ¿Qué puedes contarme de este proyecto?
—Axel: Accessoires estaba pensado para ser un proyecto ambient con spoken word. La música pegaba con eso, pero Ecki intentaba cantar, y eso no le vino tan bien al álbum.
—Axel, también tuviste en 1999 otro proyecto llamado Breathe que editó entre 1999 y 2001 el álbum The Laughing Dolls y algunos EPs, ¿qué me puedes contar acerca de este otro?
—Axel: Quería combinar la música electrónica como la que hacíamos con Placebo Effect con música sinfónica como de banda sonora. Así surgió Breathe. En un principio no teníamos pensado hacer un álbum completo. En realidad, no tenía pensado grabar un disco. Había escrito el tema “The Laughing Dolls” que le gustó tanto a los entonces redactores del Gothic Magazine que me preguntaron si lo podían coger para un recopilatorio. Así que tuve que salir con un nombre para el proyecto rápidamente, y Breathe me pareció adecuado. A continuación, el sello SPV se fijó en mí y firmé un contrato con ellos. SPV era un sello genial. El álbum tuvo buena acogida, pero en la época de la bajada de ventas, se sacó del catálogo. Aunque Tenebre llegó a estar en los Indie Dance Charts (listas de éxitos de música independiente de baile), no había pasta para eso. Nos separamos amistosamente, la verdad es que un sello estupendo. Yo obtuve los derechos del álbum. Para mí eso fue todo muy positivo, porque me estaba planteando sustituir el álbum físico por descargas digitales. Hasta hoy en día, no me gusta tener que pensar en formato álbum. De esta manera se editó el EP Metal Cage, a lo largo de los años, salía un tema y al cabo de un tiempo otro, sin tener que estar operando con el formato EP. Fue a posteriori cuando se convirtió en un EP, por petición de los fans.
—Axel, has vuelto a utilizar el nombre en 2006 para un EP, ¿no?
—Axel: No, había cambiado el nombre del proyecto Breathe a The Laughing Dolls. El nombre me cuadraba más. Además, en Internet lo de Breathe era un lío para las búsquedas, Laughing Dolls es único.
—El primer reencuentro de la banda fue en el Wave Gotik Treffen, ¿qué tal fue?
—Axel: En el WGT del 2004 nos dimos cuenta de que ya no había tensiones y el reencuentro fue muy amistoso. En el 2014 nos volvimos a reunir como verdaderos amigos. Hasta quedamos para unas jam sessions y para probar algunas ideas.
—Christoph: El primer reencuentro después de siete años fue en el WGT del 2004. Yo lo estaba pasando muy mal en esos momentos, padecía mucha ansiedad. Hice todo en piloto automático y di gracias cuando volví a mi casa.
Después de eso no nos volvimos a ver otra vez en diez años. En 2014 fue el segundo show en el WGT y ahí fue estupendo… nos volvimos a ver después de tanto tiempo y fue como si nunca hubiéramos dejado de vernos. En esa época no teníamos ni contacto, cada uno hacía su vida.
Quedamos donde Achim, juntamos las canciones y ensayamos. Axel hasta contribuyó con temas nuevos, de los cuales tocamos dos en directo.
—¿La banda se volvió a juntar después de la muerte de Achim Windel?
—Axel: Que íbamos a volver a grabar juntos, ya lo teníamos claro después del WGT de 2014. Pero la muerte de Achim seguramente fuera el detonante para Christoph y para mí de volver a hacer algo en serio.
—Christoph: Después del WGT 2014 nuestros caminos se volvieron a separar. Me encontraba con Achim por la calle de vez en cuando, pero casi no hablábamos. Nos saludábamos y poco más.
Dos años después del WGT me llamó la pareja de Achim y me contó que Achim había fallecido. Fue un shock increíble. Intenté contactar con Axel, y fue cuando me di cuenta que no tenía ni su número de teléfono, ni su dirección. Finalmente pude contactar con él por e-mail y así volvimos a tener contacto. Y sí, al final nos hemos vuelto a juntar para finalizar Shatter ya de una vez.
—¿Cuándo tendremos Shattered Souls, el álbum prometido?
—Axel: Seguimos trabajando en Shattered Souls, intermitentemente. Hoy en día lo hacemos de manera diferente que hace 25 años. Lo que quiero decir es que hemos evolucionado y que tenemos que volver al sonido Placebo Effect. Escuchamos una música en parte muy diferente a la de antes. Christoph escucha mucho Ambient, yo estoy aprendiendo a tocar el piano. Es decir, que todo es muy diferente a hace 25 años, entonces vivíamos Placebo Effect de una manera totalmente diferente. Pero queremos trazar una línea entre Galleries of Pain y Slashed Open, pero para eso los temas necesitan incorporar ese espíritu. Placebo Effect además se ha convertido en una pequeña parte de nuestras vidas, donde comparte protagonismos con muchas otras cosas, y eso es una experiencia increíblemente positiva. Ahora vemos la banda desde un punto de vista más neutral.
Aprovechamos cuando tenemos algo de tiempo para segur trabajando en esto. Para ser exacto, tenemos entre 10 y 14 temas elegidos de entre 278 archivos que se cristalizan como candidatos aptos. De estos, algunos ya tienen estructuras más o menos definidas. El camino es la meta. También estamos pensando en publicar los temas en forma de videos . El típico formato 10 temas = 1 álbum lo percibimos como limitación para nuestra libertad artística. Lo visual forma parte de la música para nosotros. Ahora mismo estamos viviendo las cosas de forma independiente, según como siempre hemos entendido ese término. Somos independientes, podemos hacer lo que queramos. Es una sensación estupenda y muy positiva.
—Ya habéis tocado anteriormente con Fïx8:Sëd8 y Pyrroline. ¿Qué me podéis contar de estas bandas?
—Axel: Martin de Fïx8:Sëd8 se puso en contacto con nosotros y preguntó si nos gustaría que hiciéramos algo juntos. Así fue como surgió el concierto (del año pasado) de Frankfurt y también el de Madrid. Son bandas geniales, y Martin y Arnte (Pyrroline) son gente estupenda con la que da gusto colaborar. Pero como Placebo Effect no tocaremos más de una o dos veces en los próximos dos años.
—¿Qué nos podéis contar acerca de vuestro concierto en Madrid?
—Christoph: Estamos muy contentos y algo nerviosos. Tocar por primera vez en España es algo muy especial para nosotros. Nunca he estado en Madrid y tengo ganas de conocer la ciudad.
Como vamos en avión, toda esta historia es también un reto logístico. Por primera vez estaré sólo con sintetizadores de software sobre el escenario. ¡Espero que todo vaya bien!
—Axel: Nos alegramos mucho de ir a España y estamos a la expectativa de cómo va a ser el público. Como nunca antes habíamos tocado en Madrid, y por lo tanto no conocemos a los fans españoles, nos dejaremos sorprender.
Un concierto para nosotros siempre es un gran reto. Siempre estamos muy nerviosos (aunque la gente no se lo crea). Nunca hemos sido el tipo de gente que se sube al escenario y está relajada ante el público.
Pero si el público tiene tantas ganas de este evento como nosotros, seguro que va a estar genial y así nos tranquilizamos un poco.
Finalmente tenemos que mencionar a Blanca, que es una gran promotora y nos está ayudando en todo… así que ¿qué puede salir mal? Le damos las gracias por todo.