Argentinos pero residentes es Berlín, Mueran Humanos son una de esas extrañas anomalías que por suerte todavía existen en el mundo de la música. Han publicado tres inclasificables discos, el último del 2019, Hospital Lullabies lo estuvieron presentando en España y en el Le Guess Who? Aunque por problemas ajenos al festival, finalmente no tocarán en el W-Fest, de todas formas, hemos aprovechado para tener esta interesante charla con Tomás Nochteff.
—Carmen primero tocó en Mujercitas Terror y tú, Tomás estuviste en Dios y en Travesti. ¿Nos puedes contar algo más de estas bandas de culto argentinas?
—Dios fue una banda en la que estábamos un batería y yo, junto a Pedro, que es un gran escritor de letras de canciones, a la voz. Hacíamos canciones cortas, secas, rítmicas y agresivas con partes vocales habladas y con letras realmente buenas con un ángulo callejero. En cierta forma parecido a Sleaford Mods (pero antes). Mujercitas Terror también es una banda con letras fantásticas y canciones complejas y oscuras tocadas de forma fiera. Travesti es una banda en la que toqué como colaborador durante dos años. Una banda psicodélica/synth/punk, donde toqué el bajo y las partes electrónicas durante un par de años, pero nunca fui un miembro a tiempo completo, más como un colaborador.
—Siempre pienso en el clásico videojuego Destroy All Humans cuando veo el nombre de la banda. Pero, de hecho, Mueran Humanos proviene del fanzine que hacías a base de cut-ups, ¿verdad?
—Sí, solía hacer cut-ups con los titulares de periódicos. Tras un tiempo me di cuenta de que todo lo que puedes escribir con esas palabras es terrorífico. Cuando empecé a compilarlos en un fanzine, pensé que “Mueran Humanos” era un nombre apropiado porque ese parecía ser el “mensaje verdadero” de los periódicos.
—Esta técnica de cut-ups la has usado también para escribir tus letras, ¿verdad?
—A veces tomaba esos cut-ups y hacía canciones con ellos, sí.
—¿Ha sido difícil hacerse “famosos” cantando en español? Especialmente en un país donde el castellano no es la lengua principal.
—Claro. Mucha gente siente que, si cantas en una lengua que no hablan, lo que haces no es para ellos. Ese no es el caso, lo que nosotros hacemos es para todos, no tienes que entender las letras… Pero ser famosos no ha sido nunca nuestro objetivo. Hacer lo que queríamos sí que lo ha sido siempre y en ese sentido sentimos que hemos tenido éxito.
—La banda comenzó cuando Carmen se vino a vivir a Barcelona desde Buenos Aires. Ella dijo que había sentido cierta hostilidad en la ciudad, no sentida para nada en Berlín.
—No en la ciudad o en la gente en general, todos eran fantásticos con nosotros, pero en la escena musical había cierta hostilidad hacía la música que hacíamos. Creo que no nos entendían en Barcelona en aquellos momentos. No había ninguna banda haciendo algo similar a lo que estábamos haciendo o al menos, nosotros no pudimos encontrar ninguna.
—En los primeros dos singles de Mueran Humanos, publicados en el 2007 y el 2008, vemos la versión más abstracta de la banda. Estos singles fueron grabados en Barcelona. ¿Qué nos puedes contar de ellos?
—Durante un tiempo, quizás un año, todo lo que hicimos fue muy abstracto, largas improvisaciones sin voces. En cierto momento, empezamos a cantar sobre lo que hacíamos. Para nosotros, lo que hacemos ahora es lo mismo, una progresión natural que ocurrió cuando incorporamos letras y melodías vocales a nuestro ruido.
—Quizás más al comienzo, la influencia del krautrock puede sentirse en vuestra música y Tomás, dijiste que te gustaban Can, Faust y Neu! ¿Cómo empezaste a interesarte por estos sonidos y que crees que han aportado a Mueran Humanos?
—Comencé a interesarme por el krautrock a través de bandas como Joy Division, Wire, Cabaret Voltaire, PIL. Neubauten, Bauhaus, Chrome, Coil, que fue la primera música que me gustó. Tenía curiosidad por saber de dónde venía esta música y así fue como descubrí el krautrok, la Velvet Underground, la música concreta, el dub, The Stooges, Silver Apples, etc. No tengo ni idea de cómo estas influencias se manifiestan en nuestra música porque solo queremos sonar como nosotros, no estamos en el negocio de recordarle a la gente sobre su (o nuestra) música favorita. Recuerdo escuchar a Kraftwerk y que al momento me gustó. En mi primer viaje a Berlín, cuando tenía 20 años, mi amiga Kaya tenía Monster Movie de Can en el coche. Aluciné al escucharlo, pero ella tenía la típica actitud alemana hacia el kraut, como “oh, son solo viejos hippies que han tomado ácido, haciendo jams”. Yo le dije, “no, no, ¡esto es jodidamente increíble! Desde entonces, empecé a escuchar a Faust, Neu!, Cluster, etc. Creo que lo que identifico con esas bandas es como logran sintetizar la alta y baja cultura en una sola cosa, la melodía y lo abstracto. También el hecho de que querían hacer música universal, incorporando ideas musicales que no eran de occidente, como la repetición, los ritmos circulares y el trance.
—¿Es difícil estar en una banda con tu pareja? ¿Puede ser la banda otra razón para discutir?
—No lo es para nosotros, simplemente nos amamos y solo hacemos lo que queremos hacer, así que en realidad es más fácil. El tener pareja debería ayudar a que cada uno sea más libre. Mueran Humanos para nosotros es parte del proceso de hacerse más libre.
—Vuestro primer disco, también llamado, Mueran Humanos, ha sido publicado en dos formatos diferentes. La versión CD termina con La Langosta y la LP con Éxito de una Ex Santa. ¿Nos puedes decir por qué?
—Tuvimos dos ofertas para publicarlo, una en Europa de Old Europa Cafe en CD y otra en los Estados Unidos de Blind Prophet Records en vinilo. Así que, siendo dos formatos diferentes en dos continentes diferentes, estuvieron de acuerdo en hacer las dos versiones. Entonces Old Europa nos preguntó si teníamos alguna otra canción, porque con siete era un poco corto. Así que les dimos “La Langosta”, que dura 20 minutos. Así que para ser justos con Blind Prophet le dimos “Éxito de una Ex Santa”.
—El sello italiano Old Europa Cafe, también organiza un muy interesante festival llamado Congresso Post Industriale, en el que la banda tocó. ¿Cómo fue vuestra experiencia allí?
—Interesante, todas las demás bandas estaban en el campo del dark ambient/power electronics, una música muy oscura y extrema, que disfrutamos mucho. Tocamos en medio del cartel. Nos sentimos como los Beach Boys, comparados con los otros proyectos. Fue muy original por parte de Rudolf de OEC el invitarnos. Nos encantó la idea porque no creemos en géneros. Nos encanta la idea de ser disruptivos, nos hemos desarrollado en ella. Ser el elefante en la cristalería.
—La banda suele tocar con viejos sintetizadores. ¿Crees que eso le da parte de su peculiar sonido? Con equipo nuevo y caro sería distinto, pero quizás perdería algo de encanto.
—Oh, para nada, usamos viejo y nuevo, no solo viejo. De hecho, el único sintetizador viejo que tenemos es el Moog Prodigy y las grabaciones más antiguas fueron hechas solo con un laptop mierdoso (y mi bajo). Verdaderamente usamos aquello que nos podemos permitir, el equipo no es importante, nuestro sonido está en la forma en la que tocamos no en lo que usamos. De hecho, no hay un solo sintetizador analógico o caja de ritmos en nuestro primer disco, aparte de un Theremin hecho a mano. Ni siquiera teníamos un sampler, hicimos todos los ruidos raros con cintas de casete, un Walkman y un portaestudio destrozado de cuatro pistas. Aún así, muchas reseñas y gente dijeron que era un sonido electrónico analógico puro, pero no lo era, de la misma forma que la gente escucha guitarras en nuestra música que no están. Normalmente es el bajo o algún sintetizador, o algún sonido procesado por pedales de guitarra que suena como una guitarra. Es cómo tocamos, nuestro sonido somos nosotros. La única razón por la que paramos de usar ordenadores es porque no podíamos fiarnos de ellos en directo y por razones ergonómicas. Así que, en cambio, en algún momento conseguimos instrumentos, pero no nos podíamos, para nada, costear equipo caro. Claro que me gustaría tener un 808, un Space Echo o un Moog Modular, pero hay además un placer perverso en usar equipo que es considerado universalmente una mierda y lograr hacer buena música con él. El sonido “Bueno” y “Malo” realmente no existe, la creatividad es lo importante. Para nombrar dos aparatos mierdosos que hemos usado todo el tiempo: el único pedal de distorsión que uso es uno de los más denigrados de todos los tiempos, el infame Metal Zone de Boss. Y Carmen usó el Microkorg para casi cada sonido de nuestros tres discos, casi todo que no está hecho con el Prodigy fue hecho con el Microkorg. Ambos son universalmente despreciados por “geeks” del equipo musical. Pero no somos niños ricos que piensan que pueden comprar magia con una tarjeta de crédito, somos dos inmigrantes pero que saben retorcer todo lo que tenemos para hacerlo mágico.
—He leído que hablabas con la centralización de la cultura dentro de la contracultura, algo con lo que estoy completamente de acuerdo contigo. Según tú, ¿crees que este problema puede arreglarse?
—Es la manera en la que el mundo está organizado, no puede cambiar si el mundo no cambia. Sin embargo, creo que la gente no está, sorprendentemente, al tanto de ello, la mayoría de la gente no puede ver cómo funcionan estos mecanismos. Es por eso que hablamos de ello. Pensaba que era obvio, pero para la mayoría de la gente no lo es. Esa es la manera en la que el poder trabaja, haciéndose invisible. Marx habló de ello hace muchísimo, como los individuos poderosos camuflan sus decisiones como fenómenos naturales, como la lluvia. Porque nadie puede discutir con la lluvia, ¿verdad? Simplemente pasa. Se puede ver en el lenguaje en el que se refieren a los mayores fenómenos sociales. Dicen “hay una crisis de refugiados” o “el mercado ha tenido una caída financiera”, como si estas cosas simplemente pasaran. Pero la verdad es que algunas personas específicas han hecho algunas decisiones específicas para conseguir un beneficio específico que ha causado que estas cosas pasen. Supongo que estoy divagando, pero todo es parte de la misma cosa.
—Hablando de música industrial, he leído que los dos sois gran fans de bandas como Coil, Psychic TV o Test Dept. ¿Qué significa para ti la música industrial, qué consideras música industrial?
—Como dije antes, no estamos interesados en géneros. Pero sí, la música industrial fue una de las primeras que me apasionó. Me atrajo la total libertad y el aspecto confrontacional de ella. También la indiferencia entre la división entre cultura alta y baja, la forma en que las bandas originales hicieron que el avant garde, la filosofía y la cultura callejera colisionaran en una cosa. Gracias a su radicalismo y compromiso total. Me puso en mi camino, eso era lo que quería hacer. Me identificaba con eso. También había nacido en una metrópolis, rodeado de las ruinas de la sociedad industrial, también me sentía oprimido y controlado, disgustado por la mediocridad y la hipocresía del mundo moderno, quería algo más y lo encontré en esos viejos discos. TG, Test Dept, Neubauten, Coil, Esplendor Geométrico, Nocturnal Emissions, Cabaret Voltaire y muchos otros fueron muy importantes para mí. Pero nunca hemos intentado sonar “industrial”, estábamos inspirados por esas ideas, eso es todo. Es música vieja, nos gusta, pero no somos revivalistas. El problema con la escena industrial actual es que están muy limitados por los viejos sonidos, la estética y los temas a tratar. La chispa de revolución e individualidad está casi desaparecida. Las bandas originales tuvieron sus propias obsesiones: Genet, Bataille, Crowley, Mishima, la manipulación de cintas, BSDM, los asesinos en series, los campos de concentración y demás. Las nuevas bandas tienen exactamente las mismas obsesiones… ¿Debemos suponer que ha sucedido porque han seguido su propia estrella, su verdadera propia voluntad, sus propias exploraciones de la vida, el sexo, la filosofía y la cultura? ¿O es que no tienen imaginación propia? Nosotros sí, nosotros tenemos nuestras propias obsesiones, gracias.
—¿Qué paso con vuestro segundo disco Miseress? Dijiste que tuvo que ser regrabado porque no estabas satisfechos con las primeras grabaciones, ¿verdad?
—Sí, lo hicimos dos veces. Pero también hicimos dos veces el último. Nos preocupamos mucho por lo que editamos. Así que, si no nos convence lo que hemos hecho, lo descartamos y empezamos de nuevo. Tenemos una visión completamente diferente de casa uno de esos discos almacenada en algún lugar. El primero además pasó por tres fases diferentes. Hay un patrón ahí, desafortunadamente. Desearía poder romperlo, eso haría nuestras vidas mucho más fáciles.
—¿Crees que las grabaciones con ATP os abrieron puertas a una audiencia diferente? Quiero decir que habéis tocado en festivales como el Primavera Sound, con un público un poco hipster (no lo digo de forma negativa, que yo voy al festival todos los años) y el año pasado también habéis estado en el Le Guess Who?
—Sí, no hay dudas sobre eso. ATP nos ayudó mucho para llegar a esos lugares y de muchas otras formas. Fueron muy buenos con nosotros, no importa lo que diga la gente, tomaron una extraña banda como nosotros e hicieron todo lo que pudieron para ayudarnos. No hay lugar en el primer mundo para una banda como nosotros, no hay precedentes, forjamos nuestro lugar gracias a nuestra fuerte voluntad, nos negamos a aceptar un lugar marginal y Barry y Deborah nos apoyaron simplemente porque amaban nuestra música. ¿Quizás la asociación con ellos impidió a gente con prejuicios hacia ellos el trabajar con nosotros? No lo sé y al final, tampoco me importa, Barry y Deborah son ahora mis amigos y nosotros nos quedamos con nuestros amigos. De todas formas, no hay santos y ángeles en la industria musical, es todo una mierda. Quizás ahora se les ha acabado la suerte, y de muchas maneras puedes decir que son responsables de ello. Es justo, pero también hicieron muchas cosas fantásticas, durante años contribuyeron inmensamente a la cultura musical y la gente no debería olvidar eso. Creo que, al final, la historia los defenderá.
—En ese disco tenéis una colaboración con Jochen Arbeit de Einstürzende Neubauten, ¿cómo le conocisteis?
—Fue por pura suerte en los primeros meses tras mudarnos a Berlín en el 2008. Estábamos en un bar y un amigo nuestro empezó a hablar con él, charlamos, nos preguntó qué hacíamos y le escribimos en un pedazo de papel nuestra página de MySpace. Entonces nos escribió diciendo que le gustaba lo que había escuchado y empezó a venir a nuestros conciertos. Siendo fans de total la vida de Neubauten, estábamos encantados con su apoyo y su compañía. Más tarde, en la convención anual del 2013 de los Neubauten, nos estábamos tomando chupitos con él y nos dijo que quería aparecer como invitado en uno de nuestros discos, así que naturalmente le invitamos al estudio cuando estábamos grabando Miseress. Vino con su guitarra, su amplificador y sus pedales y de golpe grabó cinco temas en un día. Es el mejor, un auténtico caballero y un guitar hero.
—¿Cómo ha sido recibido el nuevo disco, Hospital Lullabies, hasta ahora?
—Todo bien, nunca sé qué esperar, terminamos la jodida cosa, ponemos nuestro cuerpo y alma en ella y la sacamos al mundo, eso es todo. A la gente parece que le gusta, al menos a la gente que le gustaba la banda antes, parecen estar de acuerdo en que es nuestro mejor disco, cosa que es justo lo que nosotros pensamos, así que está bien.
—Acompañando al disco hay una película del mismo nombre, ¿cómo surgió la idea de hacer eso?
—A veces, cuando estamos trabajando en nuestra música, nos ponemos alguna película sin sonido de fondo, como si fuera un fondo de pantalla animado, una forma de crear un espacio diferente para que nos sumerjamos. Estábamos mezclando el disco y viendo al mismo tiempo grabaciones hechas por Carmen, fragmentos de películas que nunca terminó. En algún momento encontramos una sincronía entre un tema (“La Gente Gris”) y las grabaciones (eso está ahora en la película exactamente como lo encontramos). Así que Carmen decidió mirar más grabaciones viejas, decenas de cintas, para encontrar más sincronías para hacer una película completa con el disco. El “encuentro casual” original entre grabación y canción es lo que marcó el enfoque de la película. Un retrato femenino mínimo de las amigas de Carmen hecho con una videocámara de mano. La mitad de él es “found footage” y la otra mitad son nuevas grabaciones hechas con la misma idea. De una manera lineal, la película no está relacionada con el disco. La conexión es oblicua. Poner el álbum y la película juntos es un “cadavre exquis” (o un cut-up) en sí.
—Los discos de la banda siempre tienen muy buenas letras, ¿qué estas leyendo ahora mismo?
—Acabo de terminar una biografía de Borges escritas por Horacio Salas y una novela de Graham Greene, un libro de ensayos de Jean Cocteau, el cuál es uno de mis héroes personales. Se llama “Secrets of Beauty” y está lleno de perspectivas sobre el arte y la vida. Mi hermana me dio “The Book of Cain” de Alexander Trocchi por navidad, así que creo que lo leeré ahora. Nuestro amiga y colaboradora, la fantástica escritora argentina Mariana Enríquez acaba de publicar una nueva novela, “Nuestra Parte de Noche”, que es absolutamente maravillosa. Fue traducida a muchos idiomas y nunca puedo recomendar su literatura lo suficiente, todos deberíais buscar sus libros en vuestros idiomas propios y darles un intento, crea las historias y atmósferas de terror de forma genial. Otro amigo nuestro, Javier Calvo también ha publicado una novela fantástica este año, “Piel de Plata”, pero temo que no haya sido traducida al inglés todavía. También leo poesía de forma un poco aleatoria. Últimamente he leído a Octavio Paz, John Donne, Jacobo Fijman y Mina Loy, para nombrar unos cuantos. Mina Loy particularmente me obsesionó el año pasado. Fantástica.
—¿Cuáles son los planes de Mueran Humanos para este 2020?
—Tenemos un disco de remezclas de los temas de Hospital Lullabies hecho por un grupo de realmente grandes artistas de techno, que son amigos de la banda, como Silent Servant, Alessandro Adriani, Tom de The Horrors, Sam de la Rosa, An-I, entre otros, así que tenemos que trabajar en ese disco. Además, vamos a lanzar nuestro propio sello con una reedición de nuestro primer disco que lleva descatalogado varios años ya. Esperamos girar mucho y grabar nuevo material. Tenemos muchas ideas. Acabamos de terminar nuestra gira por Sudamérica, presentando Hospital Lullabies, y ahora que estamos de nuevo en Berlín, vamos a trabajar en nueva música.