Tristemente, para los ateos solo se vive una vez, pero, por fortuna, en el mundo de la música se puede vivir una segunda vida, y ese es el caso de la banda de la que hablamos hoy, los fantásticos Eleven Pond. Hablamos con Jeff Gallea, miembro fundador del grupo y superviviente de unos años ochenta que se niegan a morir. Puedes escuchar sus últimos discos en su Bandcamp y desear que algún día puedan girar en nuestros tocadiscos.
—¿De dónde proviene el nombre de tu grupo?
—Crecimos en los aislados bosques del norte de Nueva York. Había un estanque donde la gente pescaba cerca de nosotros que acabó muy contaminado por el vertido de desechos químicos industriales en los ríos. Todo murió en el estanque, todos los peces, ranas, insectos, incluso la hierba. Los chicos enfermaron. Los oficiales empezaron a llamarlo Estanque nº11 y se negaron a usar su nombre verdadero para que nadie lo pudiera encontrar en el mapa. Esto se me quedó en el corazón y en la cabeza. Eleven Pond.
—Estabas más interesado en la música inglesa que en la norteamericana cuando empezaste con el grupo, ¿por qué?
—En Rochester NY había dos grandes radios universitarias y con una buena antena FM podías pillar también las emisoras de la universidad de Toronto. Sonaba principalmente nueva ola inglesa. Eso es lo que me entusiasmó. Nunca fui un fan del blues y la mayoría de las bandas americanas tenían raíces en el blues. Inglaterra tiene su gran cultura de canciones de pub, divertidas y melódicas que pueden escucharse en las melodías de la nueva ola. Además, los sellos discográficos ingleses eran los mejores en los años ochenta: Rough Trade, Factory, 4AD, etc.…
—¿Giraste mucho durante los ochenta?
—Lo intentamos, pero era difícil porque nuestro batería estaba todavía en el instituto. Muchos de nuestros conciertos en los Estados Unidos fueron con caja de ritmos. Si tocabas sin batería en la costa este en el 87 te tiraban cervezas. Nuestros mejores conciertos fueron de teloneros para grandes bandas de los ochenta. Nuestros peores conciertos fueron como banda principal en pequeños locales de rock/punk. ¡Todos mis sintetizadores acababan empapados en cerveza!
—El primer álbum de Eleven Pond, Bas-relief fue publicado en 1986. ¿Nos puedes contar algo de la grabación y de cómo fue recibido?
—Una vez que tuvimos suficientes canciones para grabar un LP, buscamos un estudio de grabación local barato que tuviese un buen reverb. El verdadero reverb analógico era difícil de recrear en los ochenta, necesitabas una Reverb room. Encontré un pequeño estudio llamado The Hamster Cage que se encontraba en la parte inferior de una piscina vacía con un tejado de madera cubriéndola. El reverb era realmente alucinante. Pero era pequeño como una jaula y por culpa de los amplificadores, hacía mucho calor, así que grabamos la mayoría del LP sin camiseta.
—Has dicho que “Watching Trees” es sobre voyerismo. ¿Qué te inspiró a escribir esa canción?
—Mi nuevo sintetizador tenía una función de teclado separado y había escrito unos cuantos ritmos bailables y practicaba varias horas con el teclado en casa. Escribía las partes del sintetizador en mi habitación y miraba por la ventana la nieve y los cielos oscuros, pero en ocasiones especiales, una joven y guapa chica que vivía en la puerta de al lado aparecería en su ventana y bailaba mis canciones medio desnuda… su madre lo descubrió y se mudaron. Cuando le traje la canción a la banda, tenía las partes escritas y James tenía un poema llamado “Watching Trees” que encajaba con el tema del voyerismo/soledad. Tomamos partes de ese poema y salió bien. A mitad del camino tuve la idea de una línea de bajo principal para ayudar a la canción a despegar. ¡El tema se hizo tan popular que la banda se hartó de él! Estoy muy orgulloso de él. ¡Es todavía un éxito en las discotecas treinta años después! Esa canción pagó mi alquiler durante tiempos difíciles.
—Eleven Pond usa vocoder en algunas canciones. ¿Qué piensas del actual uso del vocoder y del Auto-tune?
—El Auto-tune no existía en los ochenta, pero si lo hubiera hecho, la mayoría de los cantantes lo hubieran usado. Puede que no en directo, pero al menos en las grabaciones. El vocoder mola. ¡Cuando escucho vocoder siempre pienso en Kraftwerk! El vocoder original de Autobahn estuvo a la venta en eBay, pero superaron mi puja. Nunca puedes tener demasiado vocoder. Jajaja, no lo utilizo ahora porque una vez que enciendo el vocoder no sé apagarlo. Soy un vocoderadicto.
—¿Qué pasó con el disco Assemblage? ¿Por qué no se publicó en 1987?
—Grabamos el segundo disco poco después del éxito del primero. Esperaba que pudiéramos ser fichados a partir de Bas Relief, pero no ocurrió. Lo intentamos solo con sellos norteamericanos. Eso fue un error. Así que tuvimos un clima de descontento en la banda durante la segunda grabación. Cuando terminamos de grabar, era obvio que James y yo no podíamos trabajar juntos. Así que nos separamos y el álbum estuvo almacenado durante veintiocho años. Todavía hay canciones de esa sesión que nunca serán publicadas.
—Todos tus álbumes tienen nombre de un estilo escultórico, ¿Cómo surgió esto?
—El que tocaba el sintetizador originalmente, Dan Brumley es escultor. Nos conocimos en Bellas Artes. El gran engranaje que ves en la portada de Bas-Relief es realmente una escultura gigante que él hizo y que cuelga en la pared de su estudio. Nos encantó la idea de la escultura como referencia visual de cómo hacemos nuestras canciones. No tiene tanto sentido ahora porque toco solo, pero encajaba bien entonces.
—¿Por qué se separó Eleven Pond?
—Los miembros de Eleven Pond venían cada uno de diferentes escenas… A mí me gustaba realmente la escena de baile de la nueva ola inglesa y quería que la banda escribiese canciones de nueva ola bailables. James Tabbi estaba empezando a interesarse en la música industrial y en canciones con la guitarra acústica … Jack Schaeffer era un guitarrista de jazz con formación… Dan Brumley amaba los sintetizadores, pero prefería la trompeta jazz… A Tim Masick lo que le gustaba era la percusión estilo industrial. ¡Nunca nos pusimos de acuerdo en la dirección! Eso no puede durar mucho.
—¿Qué hiciste después de la separación? ¿Empezarse a pintar entonces?
—¡Abrí una discoteca en Rochester después de la separación llamada Club Zero! Más tarde otra en Buffalo llamada The Icon. Poníamos muchísimas canciones nueva ola, por supuesto. Siempre he pintado y hecho trabajos de diseño gráfico. Para eso cursé Bellas Artes.
—Eleven Pond volvió tras veinticuatro años, ¿cómo ocurrió?
—Eleven Pond fueron redescubiertos por un DJ que compró una copia original de Bas-Relief en una tienda de discos de segunda mano ¡por $1! Ahora se vende hasta por $900 en eBay. Pinchó “Watching Trees” sin parar en un club underground en Brooklyn… eso llevó a listas de reproducción online… alguien puso el tema en YouTube… Entonces Dark Entries Records me contactaron para una reedición. Esa reedición vendió bien y varios clubs me pidieron conciertos. Durante ese tiempo, estaba tocando en un dúo de Los Ángeles llamado Femka. Hice unas llamadas e hicimos el concierto en Glasslands (ahora cerrado) en Brooklyn. ¡Ese concierto llevó a la reunión con Tim Masick, el batería original! Hemos dado muchos conciertos en los Estados Unidos y en Europa desde la reunión.
—Hay cierta melancolía en tu música. ¿Cómo crees que esta melancolía ha cambiado con los años?
—Cuando veo el mundo hoy, escribo de forma tan triste como antes. La mayor diferencia es que ya no escribo canciones con James. Me encanta su voz y sus letras reflexivas. Cuando escribo música utilizo acontecimientos emocionales. A veces lloro cuando toco ciertas canciones. Mis canciones provienen de acontecimientos extremadamente difíciles de mi vida que otra gente parece reconocer y se identifican con ellos. ¡Mayormente los góticos!
—¿Qué nos puedes decir de Love & Madness? Es vuestro primer disco tras la reunión, ¿verdad? ¿Fue difícil escribir canciones de nuevo? ¿Fue publicado solo en Bandcamp? No logro encontrar ninguna copia material.
—Sí, fue difícil escribir canciones de Eleven Pond sin James Tabbi, pero tenía tantas ideas para canciones que surgieron en mi cabeza que hubiera sido una pena dejar morir a Eleven Pond. Quería editar Love & Madness en cd o vinilo, pero no tuve ofertas respetables de sellos. La industria musical es una triste broma ahora. ¿Por qué querría dar gratis once canciones a un sello discográfico? Los sellos discográficos modernos son horribles. Así que me autoedito. Está bien por ahora.
—¿Crees que gracias a Bandcamp es más fácil ahora publicar discos?
—Son el demonio. Creo que Bandcamp, Soundcloud, iTunes, Spotify, LastFM… lo hacen fácil, pero todos son demasiado jodidamente avariciosos. ¡Toman un porcentaje demasiado alto! Las bandas deberían obtener el 100% de los beneficios. Estas webs podrían tener suficientes beneficios simplemente de los anuncios de locales de conciertos. Todos son hijos de putas avariciosos.
—Canciones como “Sitting on Chairs” me recuerdan a New Order, aunque no creo que hayan sacado nada tan bueno en esta década. ¿Son una influencia para ti?
—¡Sí!, los primeros New Order fueron una gran influencia para mí. “Sitting on Chairs” es una versión de un tema de Arvid Tuba. Me encantaba esa canción y quería volver a hacerla por respeto. New Order nunca deberían haber espantado a Peter Hook. Él dio a la banda credibilidad callejera. Mírale ahora, su recreación de las canciones de Joy Division en directo son épicas. Mira a los New Order modernos: es un espectáculo de viejos para amas de casas. Es muy triste ver como las bandas pueden decaer. Los primeros New Order son el cielo para mí.
—Wireform fue el siguiente disco tras la reunión, publicado en el 2016 con siete temas originales y algunos remixes. ¿Quién fueron los autores de estos remixes?
—DJ Dmitry y yo mismo remezclamos algunas canciones. Me sorprende que los remixes sean tan importantes ahora. Creo que es porque la gente joven quiere convertir a los DJs en dioses. Wireform es también un estilo dentro de la escultura. Ese disco se vende bastante bien. ¡Algunos temas fueron grabados en 1993 y finalizados en el 2016! El arte es un proceso sin final.
—El sonido de Wireform y Love & Madness es una continuación del sonido de los discos de los ochenta, ¿has pensado alguna vez en hacer algo completamente distinto?
—Sí, estoy trabajando en un nuevo LP llamado PileDriver. Los temas del álbum son el luchar, la agresión, el amor, el esperma, la geometría, las máquinas, las carreras. El sonido es todavía analógico, pero mucho más aterrador. Los visuales serán de lucha libre femenina, carreras callejeras, militares, sexo prohibido, violación de la tierra y ciencia ficción.
—¿Dónde grabas los discos?
—Grabo todo mi nuevo material con Logic Pro y uso un viejo ordenador iMac. Mando por email archivos WAV a los músicos y DJs de todo el mundo, ellos graban sus partes en sus aparatos, y luego lo mezclo todo yo. La mezcla la puedo hacer en un estudio o en mi iPhone. No importa ahora, si tienes oídos entrenados, puedes hacer que una canción suene bien con una aplicación del teléfono. He publicado cuatro canciones en discos pasados usando mezclas hechas con mi iPhone, pero prefiero no decir cuáles.
—¿Qué nos puedes contar de los nuevos miembros de la banda?
—Tim Masick es el batería original de 1987, hacemos conciertos en la costa oeste y en Europa juntos. Gary Spider es mi batería en la costa oeste, pero su madre falleció recientemente. Dios se apiade de su alma. Así que estoy buscando otro batería. Justin Lomery de The Chameleons toca la batería en algunas canciones. Jared Leto (el actor) toca el bajo en algunos temas. ¡También grabé con un músico de Ámsterdam cuyo nombre olvidé! ¡Es una cosa terrible de mi parte! ¡Grabamos “Mirror in the Bathroom”! Wow, mala memoria, Jeff.
—¿Cómo de diferente encuentras al público después de tantos años? ¿Y la industria discográfica?
—¡Los fans de las bandas de tecno-pop de los ochentas son fantásticos! Muy cariñosos y alentadores, pero la gente que simplemente está en los bares pasando el rato y que no le gustan las bandas de los ochenta se comportan como unos completos gilipollas cuando estamos en el escenario. Tanta rudeza ahora. Nada de respeto. Tendrían que cerrar sus putas bocas y esperar pacientemente a que sus bandas o DJs toquen. ¿Por qué molestar a una banda que no te gusta? No tiene sentido… ¿y la industria discográfica? Como dije antes, no es buena ahora.
Déjame que te cuente cómo ERA para una banda subir en los rankings: primero, mandarías una cinta en una carta a los sellos… un A&R te contactaría si les gustaba tu sonido… el A&R vendría y te vería en directo, o te invitaría a hacer un concierto para los ejecutivos del sello si no tocabas muchos conciertos en directo… si les gustabas, pagarían el viaje de la banda a Nueva York y grabarías un disco con el productor…. el disco sería publicado y la canción que las radios emitiesen sería un éxito… entonces el sello pagaría por hacer tu vídeo para la MTV… si eras una banda de baile pagarían también por los singles 12″ para DJs… entonces el sello te mandaría de gira para vender los discos… en la gira tendrías más ofertas… el grupo haría un porcentaje decente de las ventas de discos y así…. No es para nada así ahora.
—Ahora hay muchas bandas que suenan como la tuya, el revival años ochenta parece no terminar nunca. ¿Por qué crees que esas bandas buscan inspiración en esa década?
—Quizás la gente busca inspiración en los ochenta porque fue cuando un nuevo sonido verdaderamente original fue creado. Para mí, los únicos nuevos sonidos creados desde los ochenta son grunge, house, hip hop, R&B y las divas pop. A propósito, odio el hip hop, el R&B y el house. Muy aburridos. Además, los ochenta parecían sexy, ¡era un mundo anterior al SIDA en la mayoría de las ciudades! Eso realmente afectó cómo se relacionaba la gente. De una forma mucho más social e inocente.
—¿Cómo empezó vuestra relación con Dark Entries? Han reeditado/publicado dos de vuestros discos.
—¡Eleven Pond fue la primera referencia de Dark Entries! ¡DE001! Josh Cheon escuchó “Watching Trees” y buscó a la banda, me encontró en Los Ángeles. Hablamos de una reedición y decidió hacer una edición numerada a mano, en serigrafía. Funcionó bastante bien. Usé las fotos originales que quería para el LP de 1986. Josh hizo un trabajo fantástico y dirige un gran sello. Solo desearía que apoyasen las giras en directo.
—En el EP Tonalism del 2017 hay una versión del “Bela Lugosi´s Dead” de Bauhaus. ¿Te gustan esas bandas siniestras/góticas de los ochenta?
—¡Es divertido hacer versiones de clásicos! ¡Todo el mundo sabe la letra y canta contigo en directo! Jeje. Sí, siempre me ha gustado la música gótica. En los ochenta, las discotecas de nueva ola eran buenas para todos: los que escuchaban disco, los que escuchaban nueva ola, los nuevos románticos, gays, fans del industrial, incluso fans del heavy metal. Era una buena mezcla. Los góticos tienen un estilo muy definido. Era difícil de ignorar.
—En ese EP, reúnes canciones que fueron comenzadas en los ochenta con beats de DJs que has conocido. Pasado y presente juntos, ¿cómo elegiste o cómo conociste a estos DJs?
—Trabajaré con cualquiera, en cualquier lugar. Trabajo con Beta Evers de Bavaria, Alemania, Justin de The Chameleons en Nueva York… ¡Incluso trabajaría contigo! Mándame algunos beats en WAV y escribamos una canción juntos. Tienes mi email. ¿por qué no?
—¿Qué nos puedes contar de tu proyecto Black Pond?
—Beta Evers es una persona especial, ¡toca el sintetizador con mucho talento y tiene una gran voz! Fría pero emotiva. Ella dirigió Kommando 6 Records en los noventa y lanzó algunos grandes discos de electro como Beta Evers. La contacté después de escuchar su tema “Only For My Satisfaction”. Nos llevamos muy bien por Skype y decidimos hacer un EP. Una vez que las canciones estuvieron en SoundCloud los sellos nos contactaron.
—¿Tendremos un nuevo disco de Eleven Pond en el futuro?
—PileDriver será publicado en un mes. Me encantaría que hicieseis una reseña.