Yo también fui un periodista desesperado. Todavía recuerdo con angustia esos días, después de haber acabado la carrera, completamente perdido, buscando trabajo, y echando currículos como loco. Por eso me llamó la atención el nombre de esta banda y ya su tremendo post-punk acabó por enamorarme. Hablamos con Jo Bevan, cantante de la banda londinense que están a punto de publicar su tercer disco y que, si tienes la suerte de vivir en Madrid o alrededores, estarán presentando el 9 de febrero en la sala Wurlitzer Ballroom. Si no es el caso, estarán abriendo la jornada del domingo 18 del W Festival. Nunca nos habremos levantando un domingo con tantas ganas.
—Tanto tú como el bajista de Desperate Journalist tocabais en una banda llamada If… ¿Qué pasó con este grupo? ¿Os llamabais así por la película?
—Sí, la banda se llamaba If… por la película. Básicamente nos quedamos sin ideas, así que pensamos que era el momento de parar, pero fue un experimento interesante en aquel momento. Quería ser la Mark E. Smith femenina, pero no funcionó muy bien.
—Y la pregunta típica sobre el nombre de la banda y The Cure. “Desperate Journalist in Ongoing Meaningful Review Situation” es el nombre de un tema de The Cure. Además del nombre del tema, ¿encontrasteis algo más que os llamó la atención en esa canción?
—Nos gustaba el hecho de que la letra estaba tomada de una crítica desfavorable del primer disco de la banda y el tono sarcástico. También es un tema poco conocido y por lo tanto no noticiable inmediatamente como referencia.
—Muchas bandas están tomando inspiración de bandas de los ochenta, como The Smith, The Chameleons y The Cure. ¿Crees que los ochenta son los nuevos sesenta?
—Creo que cada generación tiene una gran proporción de bandas inspiradas por la música que sus padres disfrutaban en su juventud.
—Durante la promoción de vuestros discos, ¿os habéis topado con algún periodista desesperado?
—Hubo una persona que hizo una crónica de un concierto, cuando estábamos empezando, que se tomó nuestro nombre como un insulto personal. Debería haber buscado en Google antes de molestarse tanto.
—Vuestras primeras referencias (el EP Cristina, y los singles Happening y Organ) fueron autoeditados. ¿Cómo los grabasteis?
—Sí, fueron autoeditadas. Tenemos la suerte de tener un amigo en Keith TOTP, que generosamente nos ofreció tiempo gratis en su estudio de grabación super chulo en el Soho. Lo que estuvo muy bien de su parte.
—Desperate Journalist es vuestro primer disco, publicado en el 2014, hace ahora más de cuatro años. ¿Cómo ves el disco tras estos años? ¿Sueles escucharlo?
—He aprendido mucho gracias al proceso de grabación del primer disco, porque no sabíamos lo que estábamos haciendo. Encuentro bastante extraño el escucharlo porque creo que hemos llegado muy lejos como músicos ahora, pero todavía estoy orgullosa de él.
—Tú te ocupas del diseño de vuestros discos y la banda está involucrada en la creación de los vídeos. ¿Es una forma de tener control total sobre todo lo que se publica bajo el nombre de Desperate Journalist u otra forma de expresaros? Estudiaste diseño gráfico, ¿verdad?
—Yo diseño todo el arte, sí. Estudié Bellas Artes porque idealizaba a Peter Saville y quería diseñar portadas de discos, así que es una oportunidad para mí de hacerlo con total libertad.
—Vuestro último disco, Grow Up fue publicado en 2017. ¿Crees que es un álbum mucho más complejo, si lo comparas con el primero?
—Es mucho más complejo tanto musicalmente como emocionalmente Fue grabado durante una época bastante difícil y todas las letras, de hecho, son sobre eso.
—¿Qué otras bandas modernas de post-punk te gustan?
—Preoccupations, Omni, Lithics y Drab Majesty son algunas que me vienen inmediatamente a la cabeza.
—En la mayoría de nuestras entrevistas con nuevas bandas acabamos hablando de The Sound. He leído que te gustan, ¿qué encuentras en ellos?
—Creo que son una banda realmente económica – urgente y que te conmueve, sin muchos ornamentos. La forma en que sus canciones no tienen nada que les sobre, es una inspiración para nosotros en la forma en que escribimos y definimos nuestra música.
—¿Cómo es la relación de la banda con la escena gótica? ¿Habéis sido invitado a algún festival del género?
—Hemos tocado en algunos festivales góticos, y han sido siempre experiencias entretenidas porque no creo que seamos una banda gótica para nada. A muchos góticos les gustamos, lo que para nosotros está bien.
—¿Qué te inspira a la hora de escribir tus letras?
—Cualquier cosa que me importe lo suficiente en ese momento, que es normalmente ansiedad de alguna clase y/o drama romántico.
—Diría que hay algo de humor en vuestras letras, o al menos ironía, como por ejemplo en “Why are you so boring”. ¿Sobre qué trata este tema? Hablando de letras, has comentado que te gusta Momus, ¿qué piensas de su forma de escribir?
—Esa canción trata de irritar hombres sin sentido de autoconocimiento y, en cambio, un sentido del derecho demasiado grande. Hay mucho de eso.
Me gusta Momus mucho porque es inexorablemente idiosincrático e inteligente. “The Complete History of Sexual Jealousy Parts 17-24” es una canción pop brillante y sofisticada. Aunque después de escuchar un disco suyo completo, a veces quiero golpearlo en la nariz con un periódico enrollado por ser tan pretencioso.
—He leído muy buenas críticas de vuestro concierto en Madrid hace ya dos años. Somos amigos de los promotores, Indypendientes. ¿Cómo fue la experiencia?
—Fue fantástico y, de hecho, nos trataron muy bien. ¡Gracias Indypendientes!
—¿Cómo es vuestra relación con vuestro sello Fierce Panda?
—Son muy entusiastas y nos dan mucha libertad en lo que hacemos, ¡lo que nos viene muy bien!
—¿Cuáles son vuestros planes para el futuro?
—Nuestro tercer álbum, In Search of the Miraculous, será publicado en febrero. Verdaderamente estoy deseando que todo el mundo lo escuche y poder tocar las nuevas canciones en directo. Es un disco mucho más lleno de esperanza y con un sonido mucho más épico que nada que hayamos hecho hasta ahora.
—¿Qué podemos esperar de vuestro concierto al W Festival?
—Algunos temas nuevos, algunos viejos: reiréis, lloraréis, gritaréis.
Fotos: Nick JS Thompson