Conocimos a Chiasm gracias a Jean-Marc Lederman que la incluyó entre las vocalistas invitadas en su Letters to Gods (And Fallen Angels), disco considerado por la gente del Garaje como una de las obras más interesante del 2020. En solitario, lleva grabando discos y EPs desde 1998, el último de ellos, titulado Reset, publicado en el 2019. Por su parte, John Fryer viene siendo un habitual de esta revista, le hemos entrevistado un par de veces y hemos comentado sus discos con Fabeka y también con su proyecto Black Needle Noise. Juntos ya trabajaron en el EP de Chiasm del 2020, Away y antes John le habría remezclado un tema para otro EP. Así que de entrada nos parece un proyecto interesante, sabiendo cuanto le gusta trabajar a Fryer con voces femeninas y por el interés que nos surgió tras escuchar por primera vez a Emileigh Rohn.
Once temas extraordinariamente pegadizos forman este Missed The Noise, con un sonido que nos hace pensar en los noventa. El disco puede presumir de tener grandes canciones y una producción grandilocuente que refuerza la bella voz de Emileigh Rohn. Son temas para bailar, para ponerte antes de salir de casa a comerte el mundo.
El disco empieza muy bien con “Noise”, un infeccioso y potente tema de synthpop con una melodía que te atrapa y no te suelta. No menos cautivadora es “Away”, un tema más duro y a la vez sensual que ha salido de single. Es un tema que en otro tiempo hubiera sido un éxito. El disco, en conjunto, nos hace pensar en la facilidad melódica de Jean-Marc Lederman. Un potente comienzo tiene “Frantic”, que es un tema más oscuro y donde luce la producción de John Fryer. Sin duda, este es un disco que podría gustar a modernos fans de Grimes, pero también a cualquier fan del synthpop más oscuro. “Are you okay” es el tema lento ensoñador y apasionado. “Intertwined” es otro de los grandes momentos del disco, con una gran melodía y un sonido potente. En “Yours”, Emileigh parece susurrarnos en un tema menos inmediato, pero igual de fascinante. En “Missed” destacamos el contraste entre la calidez de su voz y el fondo industrial propuesto por Fryer. “Knocking” es otro potente y oscuro tema que a ratos me recuerda en la melodía a And One. Y, para terminar, “Gone” nos hace retroceder en el tiempo hasta los tiempos de A Mortal Coil, en un bello tema ethereal que nos hace terminar el disco flotando.