En una asociación de ideas, seguramente lo primero en lo que pienses tras oír “Deathrock” sea “Christian Death”. La banda californiana se ha convertido en sinónimo del género a la vez que lo ha definido. Para esta entrevista, hemos querido repasar junto a Valor Kand todos los discos de Christian Death en los que él ha estado involucrado, desde el mítico Catastrophe Ballet a su última obra, Evil Becomes Rule. Son una de las bandas más importantes que tocarán el sábado en el festival madrileño DarkMad que tendrá lugar entre el 10 y el 11 de mayo.
—Tras casi tres décadas al frente de la banda, ¿crees que ha sido negativo o positivo para ti el tener que mantener el nombre de Christian Death después de que Rozz Williams se fuera de la banda?
—Como el sol que se alza en Nueva Zelanda y la noche cae sobre Madrid, como el péndulo que oscila entre el bien y el mal, Christian Death ha sido tanto una maldición como una bendición. A pesar de todo esto, desde el primer día, en todo momento de vigilia o sueño, Christian Death ha sido mi vida.
—¿Cómo crees que hubiera sido tu carrera si hubieras continuado con Pompei 99?
—Lo que puede haber sido o no haber sido, otra realidad relevante.
—Con Pompei 99, tocasteis con la primera formación de Christian Death, ¿cuáles fueron tus impresiones de la banda en aquellos tiempos?
—En esa época, la atmósfera de la escena musical de Los Ángeles era excitante y había muchos artistas e intérpretes ingeniosos y creativos. La escena era muy abstracta y bastante alejada de las bandas de Hair-Metal y metal chillón que llenaban las salas de mayor capacidad.
En el otro lado estaba el punk y la música alternativa y luego estaba la música de Christian Death, Pompeii 99 y otras bandas como Psycom (que era, a propósito, la primera banda de Perry Farrel – Jane’s Addiction). Éramos un pequeño grupo de inadaptados y amigos de artistas que tocábamos todos en las mismas pequeñas y poco lujosas salas, con el mismo público y, a menudo, las mismas bandas juntas, como una hermandad. Cada banda tenía sus propias y únicas características. Christian Death y Pompeii 99 tuvieron la excepción de que sonasen unos cuantos temas suyos en las radios locales, principalmente en cadenas de radio universitarias como KXLU pero también en cadenas de rock comercial famosas en la época en América como KROQ con Rodney Bingenh
Lo siento, me he dejado llevar por la nostalgia. La respuesta simple a tu pregunta: lo que recuerdo principalmente es pasarlo muy bien.
—¿Cómo fue la grabación de Ashes, el último disco con Rozz Williams? ¿Cómo era trabajar juntos?
—Fue una experiencia dramáticamente diferente de nuestro anterior álbum Catastrophe Ballet que fue grabado en unos modernísimos establos para caballos convertidos en granja de vacas en mitad de la nada en Gales. Habían grabado allí también Queen, y pasamos casi dos semanas, casi veinticuatro horas al día, solo saliendo del estudio para dormir, en las mismas camas que muchos de nuestros ídolos rockeros. Fue un pasional y maravilloso sufrimiento.
En cambio, Ashes fue lo diamétricamente opuesto, grabado en el centro de Hollywood/Los Ángeles, nos íbamos a dormir a casa cada noche. Rozz, a quien nunca había visto conduciendo un coche, tenía que ser recogido y llevado a casa cada día, la mayoría del tiempo por mí, a Pomona, en un viaje de tres horas ida y otras tres para la vuelta. La gente llegaba tarde a pesar de haber establecido un límite horario y el alcohol y las drogas campaban por el estudio sin haber sido invitados por mí. Como productor, compositor y líder de la banda, yo me tenía que encargar de que todo funcionase. Así que, aparte de mi pasión por crear música fantástica, lo que más recuerdo de ese disco es ¡el estrés! Nuestra falta de profesionalismo por esa época nos hizo perder el tiempo necesario para grabar al menos dos temas más que hubieran dejado el disco en 9 o 10. Pero ahora que pienso en ello, valió la pena por tener la mejor interpretación vocal de Rozz en “Of The Wound”.
—Tras el famoso cuadro de Ofelia de John Everett Millais, podíamos encontrar vuestro primer disco sin Rozz Williams, The Wind Kissed Pictures. ¿Cómo fue la reacción del público cuando empezaste a ser el frontman/cantante?
—Cuando, solo unas semanas antes, acepté la triste realidad de que Rozz no se nos uniría en la segunda gira por Europa de Christian Death, tuve que darme prisa en actuar.
Me convertí en el cantante, el bajista se convirtió en el guitarrista y el técnico de guitarra se convirtió en el bajista. Christian Death era virtualmente una banda nueva en Europa, y aunque a la gente le gustaba nuestra música, la mayoría no sabía todavía mucho de nosotros. Nuestros primeros conciertos de la segunda gira fueron en Italia. Allí, fue divertido sentir a algunas personas llamarme Rozz y al nuevo guitarrista, Valor. Más tarde, mientras continuamos a girar por otras ciudades de Europa y a la vez que nuestra popularidad crecía rápidamente, no tardó mucho en desaparecer la confusión y empezamos a establecer un culto muy fuerte y dedicado.
—Con ese EP, intentasteis cambiar el nombre de la banda a For Sin and Sacrifice, ¿verdad?
—No “intenté” hacerlo. Ya que Rozz no cumplió sus obligaciones con nosotros, la entonces asociación igualitaria que formábamos por nuestra parte David Glass, Gitane y yo, nos convertimos en los propietarios legítimos de la marca. De todas formas, “consideré” la posibilidad de cambiar el nombre porque, desde el comienzo, Christian Death sería una inaceptable oveja negra en muchas situaciones, impidiéndonos que llegásemos a ser un nombre familiar. De todas formas, realmente fueron nuestras obligaciones contractuales con los sellos y con nosotros mismos las que impidieron que cambiásemos el nombre. Y aquí seguimos.
—Atrocities fue un álbum conceptual sobre los efectos de la Segunda Guerra Mundial en la psique de los europeos. Con este trabajo, empezaste a tomar un enfoque más político en tus letras. ¿Consideras a Christian Death como un buen vehículo para mostrar tus ideas y atacar la religión y la corrupción política?
—En Pompeii 99, solo ocasionalmente introduje alguna insinuación política, aunque era muy punk mostrar tu lado político. Aunque ambas bandas crecieron en ese ambiente, nos enfocamos más en un arte puramente emocional.
Fue cuando estábamos invitados por nuestro primer sello alemán “Normal Records” y mientras pasaba una buena temporada en Dusseldorf, que me topé con un artículo en la revista “Der Spiegel” sobre “Josef Mengele” el nazi conocido como el “ángel de la muerte”. Lo que leí me horrorizó pero también me inspiró a investigar el tema que finalmente condujo a los detalles de cada tema. No había motivos políticos, era principalmente sobre el síndrome humano del bien y el mal, con énfasis en este último.
—Hay una versión del “Gloomy Sunday” de Rezső Seres en ese disco. ¿Te influenció la música más clásica en este disco?
—Nos gusta la “música del corazón”, desde una sinfonía completa a un guitara española sola. No es tanto lo que tocas o cómo lo haces mientras te salga del corazón.
A propósito, aunque la melodía vocal y las letras son versión, compuse la música sin haber escuchado nunca el original.
—The Scriptures es vuestro primer disco que trata, principalmente, de la religión. ¿Cómo y cuándo empezaste a formarte tu actual opinión sobre las religiones?
—Siempre he tenido problemas con las organizaciones religiosas. Un día, antes del disco The Scriptures, de pronto, como una epifanía, me di cuenta de que si Christian Death era realmente mi vida, quizás debería hacer algo de investigación para saber por qué el nombre Christian Death era tan odiado y controvertido, y así me metí de lleno en el mundo de las religiones. Me interesé por todas las religiones, sus orígenes, el espíritu detrás de casa una y cómo, todas ellas, a veces, han manipulado a la población y la han llevado al sometimiento al conducir al devoto rebaño hacia las manos de bestias engañosas e hipócritas. La política es aburrida pero también engañosa y allí residen las bestias como una Peste eterna. No hablo de la política ni de ángeles caídos sino de la condición humana y su patética debilidad para resistirse a estas bestias, ya sean dioses, alienígenas u hombres.
—La segunda parte del álbum es bastante experimental con temas como “A Ringing in Their Ears”. ¿Crees que la escena gótica está más abierta a este tipo de cosas? ¿Has llegado a tener miedo en algún momento de estar experimentando demasiado con vuestra música?
—Mis disculpas si ofendo a alguien, pero la escena ahora denominada gótica creció a partir de la pura experimentación e innovación. Lo que veo en estos días, frecuentemente, es el robo de sonidos usados hasta la saciedad, y repeticiones estancadas y mal ejecutadas. Todo lo que creamos es un experimento, que le gustará a algunos y que otros odiaran. O te gustan nuestras especias o no disfrutarás de nuestra Paella.
—El apartado gráfico de Sex And Drugs and Jesus Christ fue bastante polémico, siendo el modelo un auténtico yonqui, ¿verdad? Años más tarde también tuvisteis problemas con la versión alemana, ¿no?
—Como he dicho antes, mucha gente se ofende por las palabras Christian Death pero cuando incluí la imagen de un amigo y fan, un drogadicto italiano conocido como “Bonano di Milano”, que espero que descanse en paz, vestido como Jesús e inyectándose bajo el título de Sex and Drugs and J.C., entonces todo se salió de madre en los medios de comunicación. En esa época de mi vida, estaba completamente horrorizado por la hierarquía cristiana que presidia todo el planeta y su impactante historia. Quería deliberadamente provocar todo eso. Cuando todo explotó, el ataque fue despiadado, el sello discográfico alemán fue amenazado por el partido democrático cristiano y se negó a apoyar la portada, aunque el sello inglés tuvo muchos “más cojones” y la publicó sin preguntas. Pero cuando llegó a los Estados Unidos, nuestros conciertos empezaron a ser cancelados, lo que luego llevó a que otros conciertos se cancelaran en Alemania por orden del obispo de Hildesheim. Extrañamente, nunca tuvimos problemas en los países más católicos como Italia, España, México o América central o del sur.
—Ese álbum tiene un sonido bastante crudo, la clase de sonido que siempre asocio al Deathrock. Siendo Christian Death la primera banda que te viene a la mente al pensar en el género, ¿cómo crees que el Deathrock debería sonar? ¿Qué significa este estilo para ti?
—Bueno, en mi opinión, ese álbum padeció por trabajar con un sello mal organizado y con una financiación insuficiente. Me obligaron a darme prisa y no gastar dinero, de ahí viene el sonido tan crudo. El mismo problema existió con los primeros sellos de Deathrock. El así llamado género creció en Los Ángeles, independiente de las escena gótica inglesa, aunque sucediesen simultáneamente. La prensa fue la que hizo que se convirtieran en una sola. ¿Qué significa para mí? En palabras de Rozz Williams, “puede significar lo que quieras que signifique”.
—All The Love All The Hate apareció dividido en dos discos, uno más “pop” (dedicado al amor) y otro más duro (centrado en el odio). ¿Cómo llegaste al concepto de estos discos?
—Tengo una obsesión con la yuxtaposición, la atracción y repulsión de los contrarios, el yin y el yang, el bien y el mal, lo masculino y lo femenino, la noche y el día, etc…
Quería expresar el amor con música alentadora y compasiva y en cambio mostrar el odio con agresión y pena por aquél que lo aflige.
—All The Hate suena más heavy metal, un sonido que ha permanecido en la mayoría de vuestros discos posteriores. ¿Empezaste a interesarte en el metal en esta época de tu vida?
—Se ha demostrado que el metal es un buen vehículo para mostrar odio y rabia. Además, ha estado con nosotros más tiempo que la mayoría de la gente de este planeta. El Punk Rock, que más tarde influenciaría el Deathrock/rock gótico fue él mismo influido por el Metal. En particular, Black Sabbath fueron influyentes en la inspiración del Deathrock. Yo, como muchos, estoy influido por lo que me rodea, como artista y mientras camino a través del jardín de los deseos humanos, no puedo evitar probar los frutos de los árboles, semblados por las semillas de esos que vinieron antes. El metal no es mi fuerte, pero sí una de las influencias del sendero del jardín.
—Uno de vuestros singles más curiosos fue “I Hate You”, un tema cantado por tu hijo que tenía entonces cinco años. ¿Cómo surgió componer ese tema? Tu hijo es ahora parte de la banda de rock gótico The Sixth Chamber, ¿te alegra ver que sigue tus pasos?
—La letra de ese tema, que él mismo escribió, fue fruto de una mala experiencia que tuvo con algunos chicos duros de Londres, muy profundo.
Es un buen chaval y apruebo todas sus decisiones.
—Sexy Death God fue vuestro primer disco con Maitri. ¿Cómo resumirías su contribución a la banda durante estos años?
—Trabajar con Maitri es como el Yin contra el Yang. Cuando buscamos la melodía, aunque nuestras frecuencias puedan chocar, el resultado final es perfecta harmonía.
—En cuanto a la música Prophesies es, de nuevo, bastante diferente de vuestros anteriores discos. Esta vez suena un poco más industrial. Cuando comenzáis un disco ¿tenéis en mente siempre hacer algo distinto del anterior?
—Nuestro simple método es: primero se plantea un mensaje o intención o inspiración, luego trasladamos el mensaje o la inspiración en música que evoque las emociones deseadas. Este método nos ha conducido a un mundo de interminable variedad.
—¿Qué nos puedes contar de Pornographic Messiah? Creo que es un disco al que es más difícil entrar, menos inmediato que buena parte de vuestro material.
—En ese momento, Maitri y yo estábamos en México dando unos conciertos. Empezamos a notar una creciente cantidad de noticias sobre pedofilia en las iglesias mexicanas y continuamos comprobando que también eran más comunes en el resto del mundo, del Vaticano a Londres. Esto nos afectó muy profundamente, como todavía lo hace hoy. Además en esos días, como ahora, la gente estaba hablando un montón sobre los distintos escenarios del fin del mundo. El disco fue una representación artística, un retrato ostentosamente vulgar de la sociedad buscando una excusa para ejecutar su propio fin.
—Born Again Anti Christian fue publicado en el 2000, ya hace veinticuatro años. ¿Qué te parece ese disco hoy en día? En la pasado, has comentado que no siempre has logrado publicar los discos como te hubiera gustado. ¿Hay alguno que piensas que deberías haber hecho de forma distinta?
—Sí, tenemos una larga lista de cambios que me encantaría hacer a muchos de los discos ya que, de alguna forma, me he sentido engañado por haber estado obligado a publicarlos de la forma que fueron publicados.
La obviedad es la naturaleza de ese disco. En la época éramos muy amigos de “Dani Filth” y sus Cradle Of Filth. Dani, Maitri y yo nos llevamos muy bien, todavía lo hacemos y encontramos que teníamos muchos intereses y aversiones comunes, entre ellos la religión organizada. Colaborar con Dani y sus gente en ese disco fue una progresión natural y supuso un montón de diversión.
—American Inquisition, del 2007 fue, según tus propias palabras, una reacción al 9/11. Aunque sois una banda americana, sois bastante críticos con vuestra sociedad. ¿Crees que el resto de América es así? Nosotros, siendo europeo, quizás tenemos una visión un poco distorsionada de todo eso. ¿Crees que con las letras de vuestros temas podéis hacer que la población americana piense más en los problemas del país?
—Tenemos la esperanza de que iluminaremos a tanta gente como sea posible en América y el resto del mundo ya que el mal real se esconde tras velos y en las sombras de los pasillos de los parlamentos, congresos, templos de adoración, salas de juntas corporativas y organizaciones no gubernamentales fraudulentas. El mal se está acercando sigilosamente a la Humanidad como un cáncer y pocos de nosotros lo sabemos.
—Hay un gran número de referencias a las teorías conspiratorias en The Root Of All Evolution. ¿Cómo crees que es posible, hoy en día, saber lo que es verdad y lo que es falso? También has hablado en varias ocasiones, Valor, de las técnicas de control de masas por las élites al poder. ¿Hay algún autor que puedas recomendar que hable de todo esto?
—Recomiendo el libro titulado: “La Criatura de la Isla de Jekyll” de G. Edward Griffin y “The Real Anthony Fauci” de Robert F. Kennedy Jr.
Inicialmente, la palabra conspiración fue intencionadamente popularizada por la CIA en un intento de distraer a la población del asesinato de Kennedy, algo que todavía hacen. Incluso, aunque, según la ley de los Estados Unidos, hay un límite de cincuenta años durante el cual el gobierno puede retener información del público. Ese límite de tiempo expiró hace doce años y todavía lo están ocultando porque, como se dijo una vez en una película “no podéis encajar la verdad”, cuando de hecho, es la verdad la que dañará al malvado que todavía está vivo. Una vez dije, en las The Scriptures, “I believe everything and nothing” (Creo en todo y en nada), pero ahí parece que hay más verdad que alegaciones de conspiración.
—Vuestro último disco hasta ahora, titulado Evil becomes Rule es una especie de segunda parte del anterior. Esta vez, representa el presente y el futuro del mal. ¿Cómo ves este disco dentro de vuestra discografía? ¿Cómo ves la evolución hasta este Evil Becomes Rule?
—Como artistas, nos sentimos muy satisfechos con los resultados que hemos obtenido al hacer que este álbum sea lo que soñábamos que fuese.
—Siendo una banda tan polémica, habéis tenido toda clase de problemas, como comentabas antes. ¿Nos puedes contar algo más de las amenazas de bombas? Creo que en alguna entrevista has comentado por encima algo de eso y de los problemas que habéis tenido en Alemania.
—La mayoría de los problemas que tuvimos en Alemania, los Estados Unidos e Inglaterra fueron producto de organizaciones religiosas que intentaban silenciarnos a través del poder de su influencia en esos gobiernos o protestas fanáticas religiosas. Durante un tiempo, parece que fue bastante popular entre lunáticos el hacer llamadas de amenazas de bombas, algo muy molesto, en mi opinión. La primera vez que tocamos en Leipzig, Alemania, alrededor de cuarenta personas acabaron en el hospital con heridas después de que algunos skinheads neonazis atacasen a nuestros seguidores. Instigados por facciones relacionadas, claro.
—¿Qué nos puedes contar del proyecto paralelo Lover of Sin? Valor, ¿al comienzo estabas también implicado o era solo la banda en solitario de Maitri?
—Estaba disponible cuando se me necesitaba para asistir a Maitri en esas producciones.
—En este 2024, estáis llevando a cabo la gira Armageddon, pero ¿qué más tenéis pensado para el futuro? ¿Un nuevo disco?
—Tenemos varios singles y vídeos pensados para este año con unas cuantas sorpresas por el camino y al final del año de nuestro programa de lanzamientos, los recopilaremos en un álbum.
Mientras tanto, giraremos por el mundo para promover la música con la que estamos felices, la música que creamos en Evil Becomes Rule. Queremos animar a todos a que le den una escucha al álbum para que sepan de qué estamos hablando. Gracias.
—¿Qué podemos esperar de vuestro concierto en el DarkMad?
—Lo que siempre deberíais esperar de Christian Death: ¡Lo inesperado!