The Breath of Life o el cruce perfecto entre ethereal dark wave, rock siniestro y post-punk, ha grabado ocho interesantes álbumes que siempre tendrán un sitio privilegiado en nuestra colección. La banda belga ha recorrido su particular y oscuro camino que termina por ahora en su maravilloso último disco, titulado con el poético nombre de Under the Falling Stars. Su música es un auténtico soplo de vida en esta apática era. Hablamos con Isabelle Dekeyser, etérea voz del grupo y con Philippe Mauroy, que con su guitarra nos ha transportado a otros mundos imposibles. Tocarán el 16 de agosto en el W Festival, compartiendo escenario con Lebanon Hanover, Siglo XX y VNV Nation. ¡Qué más podemos decir!
—Aunque The Breath of Life se formó en 1985, no publicasteis vuestro primer disco hasta siete años después, ¿cómo fueron estos años?
—Phil: Parece que fue ayer… El grupo se formó en 1985 pero, el primer disco fue publicado en 1992. En esa época, grabar un disco era más difícil que ahora. Era mucho más caro y tener un estudio casero asequible no era posible todavía. Como estudiantes o jóvenes trabajadores no teníamos los recursos económicos. Tuvimos que ser pacientes y durante ese tiempo hicimos muchos conciertos en Bélgica, mayormente en locales muy pequeños. Fue un periodo muy “rock n’ roll”.
—Isabelle: Estar en una banda era algo muy nuevo para mí. Nunca había tocado en directo antes. Tuvimos bastantes conciertos incluso siendo una banda nueva, lo que me dio la oportunidad de practicar en directo. Tuvimos también la oportunidad de girar por Checoslovaquia lo que fue una experiencia humana maravillosa.
—¿Qué grupos escuchabais entonces?
—Isabelle: Por aquellos días mis bandas favoritas eran Siouxsie and the Banshees, Lene Lovich, Killing Joke, Cocteau Twins, Dead Can Dance, The Cure, The Sound, Xmal Deutschland, The Clash, Fad Gadget y tantos otros.
—Phil: En esos días yo escuchaba principalmente post-punk o bandas de dark wave, ¿te lo puedes creer? Vamos a tocar con algunas de ellas en el W Festival, y eso es j…mente fantástico. Pero siempre he sido muy ecléctico al escuchar música. Creo que puedes sentirlo en nuestros discos.
—Según Discogs, en 1990 publicasteis un casete como primera referencia de la banda. ¿Qué nos podéis contar sobre la grabación de estas primeras versiones de vuestras canciones?
—Isabelle: Fue el primer producto oficial del que estamos orgullosos.
—Phil: El casete fue de hecho el segundo, pero el primero casi desapareció de la faz de la tierra. Si lo tienes eres afortunado… o no. El primero fue con la primerísima formación de la banda. Yo era el batería, no el guitarrista. Para el que citas, el segundo, digamos, tienes razón, fue como un entrenamiento para el primer álbum. Fue grabado en un muy pequeño estudio, de hecho, un dormitorio convertido en estudio. El sonido no era lo suficientemente bueno para un cd.
—En cambio, el primer disco de The Breath of Life fue un directo, algo poco frecuente. ¿A qué se debió?
—Isabelle: Es verdad. Tuvimos la oportunidad de hacer una primera gira por Checoslovaquia y después una segunda en la que el organizador quería hacer una grabación del concierto en Praga. Así que fuimos muy afortunados de poder hacer esta bonita grabación en vivo.
—Phil: El promotor estaba muy entusiasmado y decidió producirlo. La sala estaba llena y el concierto fue fantástico. Desafortunadamente, el ingeniero de sonido no tuvo la buena idea de instalar un micrófono ambiental para captar a la audiencia en la grabación. Pero es todavía un buen documento de nuestra música en esa época.
—Finalmente, ese mismo año publicasteis vuestro primer disco, Painful Insanity con algunas de las canciones previamente publicadas en el casete y el disco en directo. ¿Creéis que llegasteis a la versión perfecta de esas canciones aquí?
—Isabelle: Perfecta no es la palabra, yo diría diferente. TBOL es una banda de directo. Amamos compartir nuestras emociones con la audiencia. Grabar en estudio es también un momento muy bueno para intentar cosas y añadir elementos a las canciones para construir algo bonito de forma distinta.
—Phil: La versión en cd es muy similar a la de casete. Creo que solo dos canciones fueron quitadas o añadidas. Pero lo bueno es que teníamos un poco más de experiencia para la grabación. Decidimos ir a un estudio profesional en Bruselas, pero sin un contrato con una discográfica solo conseguidos alquilarlo para seis días de grabación, mezcla y mastering, lo que es muy poco. La gran oportunidad que tuvimos es que el ingeniero de sonido, Gilles Martin, estaba trabajando para este estudio y fue el comienzo de una larga historia juntos. Inmediatamente después fichamos con una nueva compañía belga llamada Big Bang y otra historia empezó.
—Vuestro segundo álbum, Taste of Sorrow, está considerado vuestra obra maestra, e incluye vuestra canción más famosa, “Nasty Clouds”. Según vosotros, ¿qué hace a este disco tan especial?
—Isabelle: Para mí es difícil decirlo. Puede que sea porque empezamos a tener nuestro sonido propio y ritmo. Si alguna vez tuviera la respuesta…
—Phil: No sé si hay algún artista que sepa porqué un disco es mejor que otros, o porqué se convierte en favorito de la audiencia. En cada disco hemos intentado hacerlo lo mejor posible. Es verdaderamente difícil responder a esa pregunta. Tantos elementos pueden estar involucrados. El sol, probablemente ha brillado mucho ese año dando buenos productos… ¡”The Sun” y “Shining” son dos temas de ese disco!
—Vuestro tercer disco, Lost Children de 1995 presenta “atmósferas más delicadas de estilo ethereal wave”. ¿Planeáis cada disco con un sonido distinto?
—Isabelle: Realmente no planeamos nada. Simplemente pasa. Estamos habituados a crear nuevas canciones de una forma simple, todos juntos en la sala de ensayo.
—Phil: No lo planeamos, pero no podemos hacer dos veces el mismo disco. Necesitamos desafíos. A algunas personas le gusta poner a las bandas en una caja y tenerla cerrada. Sufro claustrofobia. 🙂 Para este disco, Isabelle canta de forma más ethereal wave como has dicho, Giovanni empezó a usar más el violín y yo usé unos sonidos más limpios. Todo esto dio una atmósfera diferente.
—Sweet Party de 1997 es un poco más electrónico y pop, especialmente en canciones como “Worries”, ¿os influyó la música electrónica dominante del momento?
—Phil: No me acuerdo realmente cual era el estilo dominante al final de los 90, pero siempre he estado interesado en la música que escucho alrededor de mí. Con algunos límites, por supuesto. 🙂 Realmente, no puedo soportar el RnB y la mayoría de cosas que pinchan en la radio comercial actualmente. Pero sí, la época de la grabación tiene una influencia en el disco, eso es seguro. De nuevo, necesitábamos hacer algo diferente. Esta es la dinámica de la banda. Creo que generalmente los primeros dos discos son los más fáciles porque piensas sobre ellos durante mucho tiempo y tienes muchas ideas y energía. Después tienes que elegir entre dos caminos. Puedes elegir la autopista, conducir rápido y hacer una y otra vez el mismo disco. O puedes tomar el camino de la montaña, más lento y con más riesgo, pero tendrás la oportunidad de descubrir muchos paisajes bellos que no conocías. Prefiero ese camino.
—El album de 2000, Silver Drops tiene influencas del trip hop en canciones como “The Valley”, aunque como siempre mantenéis vuestro sonido. ¿Escuchabais a bandas como Massive Attack o Portishead?
—Isabelle: Me gustan Portishead y la canción “Teardrop” de Massive Attack con Elisabeth Fraser es muy bonita, pero de nuevo, no puedo decir si ha tenido una influencia importante en mí.
—Phil: En ese tiempo, trip hop era un soplo de aire fresco. Silver Drops es el primer disco que grabamos en casa, quiero decir en la sala de ensayos. Tuvimos más tiempo para trabajar en él. Fue de nuevo con Gilles Martin, la última vez antes de su vuelta para el disco Under The Falling Stars. Y más o menos lo mismo pasó conmigo. Me fui amistosamente de la banda para emprender otras aventuras y volví hace tres años. Así que no he estado involucrado en los dos discos que se grabaron en medio.
—Para el siguiente disco Everlasting Souls volvisteis a un sonido más gótico y volvisteis a tener batería.
—Isabelle: Supongo que tocar con un batería como que llevó los temas por ese camino.
—Para Whisperinig Fields, grabasteis “Nasty Clouds” de dos formas diferentes. ¿Crees que la canción necesitaba una puesta al día?
—Isabelle: Realmente decidimos hacer estas dos versiones como un regalo para nuestros fans. Fue una forma de tratar esta canción con mastering y sonidos más actuales.
—Isabelle, ¿te gusta el nuevo disco de Dead Can Dance? Hemos leído críticas buenas y malas, pero todavía no lo hemos podido escuchar.
—Isabelle: Todavía no lo tengo y estoy impaciente, pero soy una de esos que todavía compra CDs en tiendas de discos y eso necesita su tiempo.
—Y sobre las letras, ¿nos puedes contar algo sobre cómo las escribes?
—Isabelle: Escribo las letras cuando las canciones están terminadas. Me concentro en las melodías que hago sobre la música y les pongo palabras. Es muy importante que las palabras encajen perfectamente en la melodía.
—He leído que os gustan The Sound. Últimamente todos los artistas que hemos entrevistado hablan de ellos como influencia, incluso las bandas jóvenes. ¿No pensáis que son la banda más infravalorada de la historia?
—Phil: Creo que Adrian Borland pensaba eso también y no lo pudo soportar. He descubierto a The Sound durante un festival en Ciney en 1986. Fue excelente.
—Isabelle: Me gustan mucho The Sound. Eran una banda fantástica en directo. Tuve también la oportunidad de tocar en un festival con Adrian Borland en algún lugar en Lieja. Era un gran hombre.
—Hall of Sermon han publicado la mayoría de vuestros discos. ¿por qué dejasteis de trabajar con ellos?
—Isabelle: En cierto momento Hall of Sermon decidió parar la colaboración que tenían con todas sus bandas.
—La banda ha consistido en los mismos miembros durante muchos años, ¿es difícil tocar y girar juntos durante tanto tiempo?
—Phil: Como dije, dejé la banda durante unos años debido a otras actividades, pero ahora somos tres miembros originales de la formación de 1985. No lo encuentro muy difícil. Tenemos buen carácter. 🙂
—Isabelle: Es bonito viajar y girar juntos. Todavía hay diversión y muchas sonrisas.
—El único que ha abandonado el barco es vuestro bajista que dejó la banda hace unos años. ¿Fue difícil continuar sin él?
—Isabelle: Bueno, Benoît decidió dejar la banda por motivos personales por la misma época en la que Phil, el anterior guitarrista decidió volver, así que Didier aceptó tocar el bajo y la banda estaba lista para tocar de nuevo.
—Phil: el resultado es Under The Falling Stars, nuestro último disco.
—Precisamente, Under The Falling Stars, fue mezclado, producido y grabado por Guilles Martin, con el que, como ya hemos visto habíais grabado vuestros primeros cinco discos. ¿Fue porque era fácil trabajar con él o porque querías volver a vuestro primer sonido?
—Isabelle: Realmente grabamos en casa y luego mandamos todos los temas a Guilles. Nos encantó trabajar con él hace tiempo. Siempre nos ha gustado la calidad de su trabajo. Phil tuvo la idea de contactar con él de nuevo y ver si quería mezclar y producir Under The Falling Stars. Tenía más ganas incluso de lo que esperábamos.
—Phil: No habíamos visto a Gilles durante quince años. Durante este tiempo produjo a algunas bandas y artistas franceses muy famosos y tenía un poco de miedo por su respuesta. Pero después de dos palabras, nos sentimos como si nunca nos hubiéramos de ver. Lo pasamos muy bien trabajando juntos. Pasamos unos cuantos días en el estudio en Francia para el final de la mezcla.
—¿Crees que hay algo propiamente belga en vuestra música? No sé cómo explicar esta pregunta, pero algunas ciudades o periodos tiene un sonido especial (como la escena de Canterbury o la No Wave de Nueva York). ¿Pensáis que ser de Bélgica ha ayudado o influido en vuestra forma de hacer música?
—Phil: Bélgica es un cruce de diferentes culturas y está cerca de Inglaterra de la que vienen muchas influencias. Por eso en los ochentas, Bélgica fue después de Inglaterra uno de los países en integrar punk y post-punk. No digo que nada pasase en otros países, pero al comienzo fue más importante en Bélgica donde muchas bandas aparecieron. Porque tenemos otras influencias, por ejemplo, de Alemania, esta mezcla da algo especial y típico belga. Ya no fue lo mismo al final de los 80, excepto por el new beat y en los 90 cuando sacamos nuestro primer disco.
Y no podemos realmente decir que hayamos recibido un motón de ayuda de los medios de comunicación, especialmente en Valonia.
—Isabelle: Bueno, “Crime Passionel” es el título de una canción tomada de una fantástica cerveza belga. ¿No es eso parte de la cultura belga? 😉
—Vuestra música se compara a veces con la de Collection d’Arnell-Andréa, ¿os gustan? Ellos también van a tocar en el W Festival.
—Phil: también han sido producidos por Gilles Martin, quizás eso le dé el mismo color al sonido. Y realmente nos gusta su música y vamos a disfrutar su concierto seguramente.
—Isabelle: Nos gustan mucho. Va a ser genial volver a verlos.
—¿Qué podemos esperar de vuestro concierto al W Festival?
—Isabelle: Vamos a tocar una mezcla de distintos discos, y si tenemos tiempo por qué no un tema nuevo…
—Phil: Estamos trabajando en nuevas canciones y probablemente tocaremos uno o más de ellas con nuestros temas más clásicos. Desafortunadamente, no creo que nuestro siguiente disco esté listo para ese momento. Y esperamos ver el lugar lleno de gente.