El primer álbum de The Palace of Tears, Of Ruination ofrece un asombroso viaje onírico a través de una darkwave con pasajes sonoros etéreos. Detrás del proyecto están Leah Darkling y Erick Scheid. Su música es la imagen de sus diferentes carreras artísticas, una experimentada mezcla entres las artes escénicas y los géneros musicales como el shoegaze, el post-punk o el rock gótico. Of Ruination está disponible desde el 31 de octubre del 202o tanto en formato digital como en CD.
Se podría ver este disco como obra maestra donde cada pista agrega sus colores y sus texturas, donde los contornos de formas que nos parecen familiares, se difuminan o se hacen precisos. El primer tema “Terra Ephemera” es como un esbozo que toma cuerpo mientras lo vamos escuchando. Ruidos y sonidos de respiración son reforzados por las notas y después por la harmonía. Las percusiones confieren una paleta exotérica de colores al tema. “Thy Womb Full of Black Nectar” nos sumerge en una atmósfera que colma el espacio sonoro en el que la reverberación juega un gran papel. La voz de Leah se mezcla con esta atmósfera. Su lirismo otorga amplitud a los acordes e incluso los abre más, todo ello resaltado por un interesante juego de discrepancias entre el canto y el contrapunto con el sintetizador. En los últimos instantes del tema, la voz confiere una impresión de liturgia. “Masque L’Intrigue” ofrece unas sonoridades distintas, una atmósfera en la que emerge un bucle rítmico. Los efectos de delay utilizados sobre ciertos instrumentos y la voz, en particular en las consonantes sibilantes, crean una cierta melancolía una elasticidad en la música. “Tears of the Moon” ofrece un contraste sobrecogedor entre diferentes materias, la crudeza de lo que parece ser una guitarra eléctrica opuesta a la dulzura de la voz humana. “Cold Dead Skin” le da un empujón a la energía general del disco con un tempo más potente. Encontramos un poco de la atmósfera del primer tema en “Shadows of Whispering Phantoms”. Aquí, la voz entona una melodía semejante a un hechizo que añade colores más “fantásticos”. Para terminar, “Of Ruination”, séptimo y último tema del álbum, construye un muro de sonido eléctrico que desgarra el espacio que lo envuelve y sobre el que planea siempre un canto dulce y lírico.
El primer álbum de The Palace of Tears tiene, sin ninguna duda, una extraña belleza que emplaza al oyente en el corazón de un cuadro musical de tintes sombríos. Aunque sus colores puedan a veces parecer demasiado parecidos, Of Ruination propone un viaje sonoro obsesivo y sensual que os recomendamos vivamente a descubrir.