L’Ombre Et La Nuit, cuarto larga duración de los franceses Varsovie, fue uno de nuestros discos favoritos del pasado año. Conjugaba la pasión y la poesía que nos gusta en la música de una forma inmejorable. Para saber más de ellos, hemos entrevistado a Arnault Destal, batería, letrista y compositor de la banda de post-punk francés que veremos en directo dentro de unas semanas. Estarán tocando junto a otras cuatro fantásticas bandas en el festival belga Liège New Wave Festival que tendrá lugar el próximo 17 de septiembre.
—Arnault, creaste una banda de “black metal avant-garde” llamada Forbidden Site. ¿Qué nos puedes contar de esto? ¿Fue el black metal tu primer interés musical?
—Black metal no fue mi primer interés musical porque el back metal, como se define ahora, no “existía” realmente cuando me empecé a interesar en la música. Ya escuchaba post-punk (Bauhaus, Joy Division, Christian Death, And Also the trees…) y otras cosas, de Noir Désir y Sisters of Mercy a Slayer, antes de descubrir el estilo alrededor de 1992. Simplemente, siempre me he sentido atraído por la música oscura, extraña, fría y alternativa… De todas formas, Forbidden Site fue un “proyecto de juventud”. Conocí a alguien que estaba dispuesto a unirse a mí en este delirio, cuando este estilo todavía era algo nuevo y no tenía la magnitud que tiene actualmente. Nos apropiamos de él, añadiéndole una especie de “toque francés” con un oscuro concepto romántico decadente basado en el siglo XIX… Musicalmente, habíamos integrado un montón de música gótica, punk y elementos clásicos en una matriz black metal que hizo que sonase un poco especial para, al menos, ese tiempo. De todas maneras, solo tuvo cinco cortos años de vida, bastante intensos, pero que permanecen unidos a mis primeros pasos como adulto, con toda su torpeza. Ahora todo parece estar muy lejos, aunque a veces me siento nostálgico por esa era pre-internet en la que muchas cosas relacionadas con el negocio musical eran diferentes.
—Grégory se unió a Forbidden Site durante la última época de la banda. ¿Le conocías de antes o nació la amistad cuando ya era miembro del grupo?
—Originalmente Greg venía a nuestros conciertos como fan y empecé a salir de marcha con él a través de varios grupos de amigos mutuos. En el verano de 1998 necesitábamos un segundo guitarrista y pusimos anuncios en nuestra ciudad. Respondió inmediatamente, estaba muy motivado y sabía cómo tocarlo todo. Inmediatamente lo tomamos con nosotros. Pero un año después la banda murió (o estaba moribunda) ya que el otro co-fundador se decidió a embarcarse solo en un proyecto mainstream. Yo realmente quería parar de hacer música, pero Greg quería continuar conmigo. Finalmente, acertó al insistir.
—¿Cuándo creasteis Varsovie? ¿Cómo fueron los primeros años? Arnault, dijiste que no creías realmente en la banda en los comienzos.
—Oficialmente, Varsovie nació en el 2005, cuando decidimos el nombre. No es que no creyera en la banda al comienzo. Cuando empezamos, la banda no existía, porque me negué a involucrarme completamente y volver a todas estas cosas que hacen que una banda exista: mánager, dirección artística, giras, promoción, etc. Eso es por lo que nada pasó realmente entre el 2000 y el 2005… Continuaba tocando a veces con Gregg, grabando algunas cosas DIY, pero simplemente dejé que las cosas siguieran…. No me veía empezando una nueva banda desde cero… Además, en esos momentos estaba un poco en una dinámica “sin futuro” … Abreviando, necesitaba tiempo para estar de luto y creer en la posibilidad de un nuevo e interesante proyecto. Un día, por decirlo así, todo cambió, volvió la motivación y Varsovie nació. La condición fue estar en algo “oscuro” pero más frío, con un espíritu post-punk, diferente de mi proyecto pasado. Así es como empezamos a tocar en nuestra ciudad y a grabar nuestra primera demo. Hice una pequeña promo, creé una website, desarrollamos una imagen particular… En el 2006 grabamos nuestra primer EP y en el 2007 empezamos a tocar por toda Europa. Finalmente, queríamos hacer la música que nos gustaría escuchar a nosotros mismos, con la idea de que podía alcanzar a otra gente, que posteriormente podía adueñarse de ella, hacerse sus propias películas.
—Arnault, como una persona cuyos gustos musicales no incluyen el metal, me gustaría preguntarte si el post-punk es un género donde puedes usar tus influencias literarias mejor que en el black metal? ¿Eran distintas las letras que escribías para Forbidden Site?
—Eran diferentes porque Forbidden Site era una especie de banda conceptual, con temas relacionados con el siglo XIX. Así que el estilo de las letras estaba conectado a ese universo. Varsovie no es una banda conceptual y todos los temas, todos los periodos pueden ser cubiertos y me escritura se adapta a la atmósfera, al marco. Algunas letras son muy modernas, otras más clásicas, incluso si el conjunto permanece estilísticamente coherente. En esto, estamos más conectados con nuestra época. Afortunadamente, las letras evolucionan, ya que la mayoría de los textos de mi antigua banda fueron escritos cuando era un adolescente.
—Warsaw era el nombre de la primera encarnación de Joy Division. Cuando elegisteis el nombre, ¿fue como una especie de homenaje a la banda de Manchester? Primero fuisteis conocidos como Ex Cathedra, ¿verdad?
—El nombre de la banda viene de una de nuestras primeras canciones creada sobre el 2004-2005 llamada
“Varsovie”, que evoca simbólicamente el levantamiento de Varsovia en 1944 – por supuesto que fue también un guiño a los Warsaw de Joy Division que era una de nuestras influencias. La noche que decidimos este nombre, sentí que la cosa se estaba volviendo seria y que teníamos que darnos los medios para avanzar. Ex Cathedra era simplemente el nombre de la banda cuando no era realmente una banda.
—Nos gustaría hablar de una de tus influencias, Alain Bashung. Al no ser francés, tristemente no conozco mucho de su obra. ¿Cómo crees que ha influido a Varsovie y qué debería escuchar para familiarizarme con su trabajo?
—En nuestra opinión, fue uno de los más importantes artistas franceses. Con un fantástico trabajo en las atmósferas, los textos, lleno de humor negro, imágenes impresionantes y melancolía, una voz única, un carácter conmovedor, exigente sobre todo. Dicho eso, su carrera es tan extensa, que no es fácil descubrirlo de forma aleatoria. Hay al menos tres, incluso cuatro grandes periodos, cargados con varias influencias musicales y con letristas emblemáticos como Boris Bergman, Serge Gainsbourg, Jean Fauque o Gérard Manset… Creo que el mejor disco para acercarse a Bashung es quizás Fantaisie Militaire – o L’Imprudence para las mentes más oscuras.
—Por otra parte, hasta ahora no hemos tenido nunca la oportunidad de hablar de hablar de las bandas polacas de new wave y has mencionado a Siekiera y otras bandas como 1984 como influencia. ¿Qué encontrabas interesante en su música? ¿Sus atmósferas? Hicisteis una versión de un tema de Siekiera, ¿verdad?
—La escena polaca de post-punk fue fantástica y todavía lo es. Hay una urgencia y una energía que no puedes encontrarse en ninguna otra parte, y una sinceridad también. Para nosotros es muy importante sentir todo eso. Nos gustan bandas como 1984, Armia, Madame, Variété, Wieże Fabryk, Made in Poland y por supuesto Siekiera… Hicimos una versión del tema que da título a uno de sus discos “Nowa Aleksandria” en el 2010, pero no estábamos interesados en intentar hacer algo exacto. Por eso cambiamos el ritmo, los arreglos e inventamos el largo final instrumental. Y por eso también adapté la letra en polaco al francés en la segunda estrofa. La idea era hacer algo un poco personal de esta canción de culto.
—Desde vuestro primer EP Neuf Millimètres, la banda ha escrito sobre momentos históricos, como en los temas “Varsovie” o “Leningrad”. En una entrevista comentabas que te gustaba abordar asuntos personales a través de acontecimientos históricos. ¿Nos puedes contar algo más de esto?
—Es simplemente que algunos eventos históricos pueden hacer referencia a dinámicas más singulares, más íntimas. Me gusta jugar con estas correspondencias en las letras, encarar la vida diaria con eventos mayores, más universales…
—Has hablado de la importancia de la cultura francesa para la banda. ¿De qué forma crees que ser una banda francesa ha marcado a Varsovie?
—Principalmente por el hecho de que cantamos en francés. Por lo que a veces nos reprochan, como si fuera la cima de la pretenciosidad el cantar en nuestra lengua materna… La realidad es que el francés no es fácil de manejar, tiene mucho trabajo en las frases y el ritmo vocal, porque esta lengua es mucho más rígida y restrictiva que el inglés en lo referente a cantar “música rock”. Es simplemente la lengua en la que nos manejamos mejor, con la que expresamos las emociones de forma más precisa. No tenemos nada en contra del cantar en inglés, pero por ahora el francés es el idioma que mejor se adapta a nosotros. En general, apreciamos a las bandas que se atreven a cantar en su propio idioma, y sobresalen de la estandarización total.
—Hay referencias a Nerval, Pavese, Mishima o Scott Fitzgerald en vuestros temas. ¿Es la literatura tu mayor influencia para las letras? ¿Te inspiras al leer un libro o simplemente vinculas un tema con un escritor?
—Creo que es la influencia más visible, pero no la principal. Un libro o el viaje único de un autor puede inspirarme , pero es sobre todo una especie de punto de partida. Es raro que hable directamente de un escritor, excepto en “Hôtel Roma” (Pavese), “La Fêlure” (FS Fitzgerald), “Sunsiaré” (Sunsiaré de Larcône), “Leningrad” (Essenine) y “Etat Civil” (Jacques Rigaut), lo que no es mucho dentro de los cincuenta temas que tenemos ahora. Una canción como “L’Ombre et la Nuit”, vinculada a Francis Giauque, no habla directamente de él. Es un fantasma que simplemente está en segundo plano. Estos autores son a veces simples elementos del fondo. Son personajes que utilizo para fijar cierto estado mental, una temporada de la mente. Las letras son una forma de evacuar una inquietud, a veces frustraciones, para exorciza un montón de cosas, pero también para dibujar paisajes en la oscuridad, para abrir otras perspectivas. Es también una forma de evocar personajes fascinantes, con senderos singulares y una forma de representar momentos de tensión o de cambio brutal. El cine es también una influencia, como tantas otras provenientes de la esfera artística. Uno de los objetivos sigue siendo exorcizar ciertos puntos de uno mismo e incluir las formas para posibles receptores. Nos gusta que los oyentes puedan abordar sus propias visiones, sus cursos, sus proyecciones, sus fantasías, incluso si nos alejamos de la idea inicial. Nunca seremos capaces de controlar el impacto final de un texto, ya que la interpretación puede varias de un oyente a otro.
—Etat Civil fue vuestro primer larga duración. Primero fue auto editado y cuatro años después lo reeditó la discográfica, Those Opposed Records. ¿Fue difícil encontrar una compañía que lo quisiere editar? ¿Cómo era la escena francesa post-punk del momento?
—Realmente, Etat Civil fue originalmente publicado en el ello francés de cold-wave Infrastition, pero solamente en CD. Más tarde, Those Opposed Records se ofrecieron a plancharlo en vinilo, al mismo tiempo que el segundo disco L’Heure et la Trajectoire. En esos tiempos (2005-2010), la escena post-punk, en general, estaba mucho más limitada aquí, ¡al menos esa es la impresión que yo tenía! Era incluso difícil encontrar otras bandas post-punk con las que compartir el escenario y a menudo tuvimos que tocar con bandas de estilos musicales muy distintos, simplemente porque no encontrábamos otras bandas del estilo en la zona. Conocíamos a casi todo el mundo en la escena y teníamos amigos en bandas como Violet Stigmata o Eat Your Make Up… Recuerdo muchos conciertos con Joy Disaster, Guerre Froide, Object, Soror Dolorosa y el evento en Le Klub (Paris) con Lionel de Manic Depression, un festival en Le Bataclan con, entre otros, nuestros amigos de Scarlet’s Remains (USA). El apoyo mutuo era importante. Claro que ahora hay muchas más bandas etiquetadas como post-punk que hace diez años, pero paradójicamente conocemos a menos gente. Quizás nos hemos hecho más salvajes.
—La publicación de vuestros discos ha estado muy distanciada en el tiempo, con intervalos de tres o cuatro años entre ellos. ¿Es la vida real que se toma demasiado de vuestro tiempo? ¿O simplemente esperáis a estar inspirados?
—Sí, es demasiado tiempo y odio esto. A veces, las dificultades eran financieras. A veces, nuestro estudio en Bretaña no está disponible. A veces el presado de discos lleva tiempo, el diseño lleva tiempo. A veces los sellos prefieren esperar hasta una cierta fecha para la publicación. A veces tenemos “problemas de mezclas”. A veces comienza la fiesta del Covid-19 y destroza todos nuestros planes… Al final, no es tanto la composición que nos lleva tanto tiempo, incluso si nos gusta tomar distancia de nuestros temas para no ofrecer canciones chapuceras al público, pero hay un montón de parámetros exteriores combinado. Estamos en el verano del 2022 y la composición del quinto disco ha terminado hace semanas. Por ahora el estudio no está disponible. Una vez que lo esté, será necesario esperar que la mezcla y el mastering no se prolonguen mucho, luego que el presado del disco sea lo suficientemente rápido para que tengamos una fecha de publicación no demasiado lejana. Así que, normalmente: 2023… pero no te puedo decir en qué mes.
—En vuestro segundo disco, L’Heure et la Trajectoire, podemos encontrar un tema sobre Lydia Litvak, una piloto de la fuerza aérea soviética durante la segunda guerra mundial. En el mismo disco hay otras composiciones con temas belicosos como “Austerlitz”. ¿Te gusta rememorar instantes del pasado que crees que deberíamos intentar no repetir?
—Realmente, “Austerlitz” evoca la estación de tren de Paris, su gente y su escenario, no la batalla. Es una especie de digresión pictórica en la vida urbana contemporánea, pero me gusta jugar con esas ambigüedades.
Por su parte, “Lydia Litvak” no evoca realmente a la piloto directamente, pero a alguien que se proyecta a través de su imagen de independencia, autoconfianza y heroísmo, mientras que su propia vida parece bloqueada, en una fase de apatía y disgusto. Dicho eso, estás en lo cierto, la historia tiende a repetirse, así que olvidar lo que pasó no hace mucho tiempo no es nunca la mejor solución. Las noticias inmediatas nos lo prueban cada día. A propósito, “L’Offensive”, de nuestro último disco resuena en las líneas principales con la situación en Ucrania.
—En cambio, el nombre de vuestro tercer disco Coups et Blessures, es una referencia a los golpes y heridas que sufrimos o que nos infringimos a nosotros mismos. ¿Cuántos golpes ha sufrido Varsovie?
—Supongo que una buena cantidad, pero no los suficientes para acabar con nosotros.
—Realmente no gustó L’Ombre et la Nuit, una auténtica obra maestra para los que escribimos esto. ¿Cómo llegó Varsovie allí? ¿Cómo habéis cambiado en todos estos años?
—¡Gracias! Creo que vamos más directos al meollo sin preguntarnos a nosotros mismos demasiadas preguntas. El último disco es ciertamente el más oscuro de todos, pero ese es simplemente el disco que queríamos hacer en ese momento. El siguiente puede ser ligeramente diferente. Nuestra meta todavía es escribir buenas canciones e intentar no ofrecer “música de consumo rápido” solo para satisfacer la moda. Y por primera vez, estamos felices con el sonido que es casi el sonido con el que hemos soñado, lo que no es siempre fácil de conseguir… Durante estos años… hemos evolucionado, pero supongo que no hemos cambiado tanto…
—El tema “Kissa Kouprine” trata sobre una modelo de los 1920s. Hay cierta melancolía del pasado en vuestra música. ¿Tendéis a idealizar un tiempo que no habéis vivido?
—Este tema evoca precisamente eso. Alguien que solo vive a través de su idea de una edad de oro pasada y de pronto no sabe cómo vivir, inadecuado para la felicidad, incapaz de entender el presente. Es la incompetencia para entender el día a día, cuando la vida parece colgar de un hilo que puede romperse en cualquier momento. El personaje simplemente vive como un fantasma en los intersticios de nuestro tiempo. Hemos sido capaces de cruzar esta dañina ilusión a veces, pero creo que ahora estamos vacunados.
—Las portadas de vuestros discos y los vídeos de vuestras canciones intentar mantener un mismo sentimiento. ¿Cómo de implicados estáis en la creación?
—Para hablar del último disco, la parte visual iba a ser bastante distintas. Mientras trabajaba en él, me crucé con las fotos de la artista irlandesa Deborah Sheedy y me fascinó su trabajo que encajaba perfectamente con la atmósfera de este disco. Es importante que la imagen combine perfectamente con la atmósfera, por supuesto, y siempre he intentado prestar atención a eso, con los medios a mano, a veces con más o menos resultado, pero estamos felices con lo que se hizo en el último disco, en particular con los video clips de “Kissa Kouprine” (Deborah Sheedy) y “L’Offensive” (The Windy Burrow). Para el resto, me las apaño solo, de un modo DIY, fotos, vídeos, etc. No tengo ningún talento y habilidad en estas cosas, pero intento hacerlo lo mejor posible para no arruinar la intención inicial.
—¿Os gustaría añadir más miembros a la banda o pensáis que dos es el número perfecto? ¿Es fácil componer canciones juntos?
—Es el número perfecto para nosotros, para la forma en la que trabajamos. Al comienzo intentamos trabajar con varios músicos… Si las ideas de arreglos pueden llegar más fácilmente, es muy rápidamente imposible de manejar. Tenemos una idea muy precisa de nuestra música y otros compositores solo añadirían caos. Además, no necesitamos ningún riff, ritmo o letras extras, ya que todo nuestro trabajo es (principalmente) cortar, cortar y cortar más. Es una forma fácil de trabajar, en el sentido de que hemos hecho esto durante más de quince años y que todo tiene su compartimento, cada uno conoce sus talentos, sus habilidades y por lo tanto, su lugar, así que evitamos perder tiempo escatimando la susceptibilidad de cada uno. Además, ahora también preferimos ser solo dos en el estudio para grabar nuestros discos. Es un trabajo exigente que puede tener mucho estrés y hemos tenido experiencias que no han funcionado muy bien con otros músicos. De todas formas, Varsovie es también una banda en directo que toma la forma de trío. Desde el verano del 2021, Gilles de Lux Incerta, que viene de Nantes, está tocando el bajo con nosotros, con fuerza y clase sobre el escenario.
—Arnault, también eres crítico literario. ¿Crees que este trabajo ha cambiado tu forma de escribir? ¿Analizas tus letras desde el punto de vista de un crítico?
—He estado haciendo reseñas literarias durante años, en diferentes revistas, pero no soy un crítico literario. No es mi trabajo principal, aunque mis actividades principales están relacionadas con la escritura. Paso más tiempo animando a escritores o libros que lo merecen que calumniando trabajos que no me interesan. En esto, no soy un auténtico crítico literario, sino un turista de la crítica literaria… Hago este trabajo en ocasiones, cuando me lo piden y me apetece. De todas formas, eso no tiene absolutamente ninguna influencia en mi forma de escribir en Varsovie, es otro trabajo. Dicho esto, soy extremadamente crítico con lo que hacemos en Varsovie, pero al final no creo que sea una cosa mala.
—Estás escribiendo una novela ¿verdad? ¿Qué nos puedes contar de esto?
—No una novela, sino historias cortas… e estado escribiendo historias cortas/novellas durante años. Me han publicado en algunas revistas y tengo la intención de publicar una colección tan pronto como me sea posible, depende del tiempo, el deseo y la oportunidad. Aunque es un trabajo diferente de lo que hago en Varsovie ya que hay bastante humor y ficción absurda.
—¿Cuáles son vuestros planes para el futuro de la banda?
—Grabar nuestro quinto disco este invierno, esperando que no tarde mucho en ser publicado y tocar conciertos a un “ritmo normal”, ya que los eventos recientes (pandemia, guerra…) han cancelado (o postpuesto eternamente) la mayoría de nuestras fechas de los últimos meses. De todas formas, tenemos algunos conciertos este otoño: Lille, Brujas, Hamburgo, Oporto y por supuesto Lieja. Puedes encontrar los detalles en nuestra página de Facebook.
—¿Qué podemos esperar de vuestro concierto en el Liège New wave festival?
—Una mezcla de los discos viejos y nuevos con un cierto toque de violencia.