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Entrevista a Schicksal

por François Zappa

El festival barcelonés Ombra, todos los años, consigue sorprenderme con algún inesperado nombre en su cartel. Este año, ha sido la confirmación del productor belga Schicksal, conocido por su éxito New Beat “24 hours” la que más nos ha emocionado. Recientemente, dos sellos nos han demostrado que su producción va más allá del clásico de finales de los ochenta, publicando varios recopilatorios en los que encontramos composiciones que harán las delicias de los aficionados a la EBM y al minimal synth. Hemos hablado con Rudi Huybrechts sobre sus inicios, el nacimiento del New Beat, su actuación en el Ombra y la eterna búsqueda del “perfect body beat”.

—Siendo belga, ¿por qué usaste una palabra alemana (que significa destino) para tu proyecto?

—Hacer música con máquinas y computadoras puede sonar frío. Desde el principio, tenía la intención de infundir mi música con emoción y melodía. Así que busqué un nombre para el proyecto que irradiara emoción. Rápidamente me decidí por la palabra destino. Porque creo firmemente que cada individuo puede tomar el control de su propio destino y determinar en gran medida su futuro.

Dado que en ese momento estaba interesado en la Neue Deutsche Welle y DAF, busqué la palabra alemana para destino. Tienes que admitir que “Schicksal” es una palabra muy hermosa. No puedes evitar pronunciarla con emoción.

—Dijiste que Alles Ist Gut de los mencionados DAF fue el álbum que te hizo querer hacer música. ¿Qué encontraste tan especial en ese disco?

—El álbum Alles Ist Gut me dejó boquiabierto la primera vez que lo escuché. Recuerdo perfectamente dónde estaba, en la sala de estar de nuestra casa. Mis padres acababan de comprar un nuevo sistema de sonido que sonaba muy bien para esa época.

Para mí, DAF redujo la música electrónica a su esencia: sin capas de melodía, sin armonías, sin guitarras. Solo batería, bajo sintético y una voz. Música repetitiva impulsada por el ritmo, pero que también es humana y física. Para mi, esa es la verdadera definición de Electronic Body Music.

—Otros dos álbumes que has confesado que fueron importantes para ti son Geography y Autobahn, ¿qué aprendiste de ellos?

—El lanzamiento de Geography de Front en 1982 fue, para mí, un verdadero hito. Esta fue la primera vez que la música sintética tenía este tipo de agresión, pasión y ritmo. Front 242 utilizaron los sintetizadores de una manera que nunca se había hecho antes. Irradiaban energía cruda, especialmente en canciones como “Operating Tracks” y “U-men”. Siguen siendo algunas de mis canciones favoritas de todos los tiempos, así que me alegra que las hayan interpretado en vivo en los últimos años de su gira.

En cuanto a Computerworld: ¡Ahí encontramos la precisión y los sonidos limpios de Kraftwerk en su mejor momento! Es un disco duro, brillante y matemático. Pero todavía con un latido humano y melodías hipnóticas. Recuerda que este álbum es de 1981, pero la forma en que predijeron el futuro y lo describieron casi perfectamente es asombrosa. Fue lanzado antes de internet, antes de que las computadoras personales se volvieran comunes y ya preveía una sociedad gobernada por datos, redes y vigilancia.

—Tu primer sintetizador fue un Roland SH-101, comprado cuando solo tenías 15 años. Es un sintetizador que se ha vuelto realmente famoso con los años. ¿Por qué elegiste ese para empezar? No era muy caro para la época, ¿verdad?

—Sí, el primer sintetizador que compré fue un Roland SH-101. No hubo ninguna estrategia detrás de esta compra. Simplemente era el único sintetizador que podía permitirme 🙂 ¡Pero qué máquina resultó ser! Su uso era muy intuitivo y contaba con un diseño sencillo y un gran sonido. No es casualidad que este Roland formara la base del sonido synthwave de los años 80. Esa es la línea común en mi proceso creativo favorito: sin máquinas complejas, solo una configuración limitada de la que intento sacar el máximo provecho.

—Tus primeras canciones aparecieron en una recopilación del sello belga Climax, con muchos otros proyectos electrónicos belgas. ¿Cómo era la escena en ese entonces?

—Mis primeras canciones fueron lanzadas inicialmente en cassette en el sello Climax, es verdad. Este era el sello de un amigo músico del mismo municipio de Hoboken que yo. Por cierto, también tocaré en vivo estas dos primeras canciones, “Time” y “Saturday”, en Ombra. Vivíamos cerca de la ciudad de Amberes y tratamos de vender nuestras cintas allí a través de varias tiendas de ropa y de discos de moda. Ese era nuestro canal de distribución y modelo de marketing.

—Hay un nuevo interés en todos esos sonidos hoy en día, y tenemos sellos como Valhalla, Mecanica, Vinyl On Demand o Minimal Wave que han lanzado material de esos años. Además, la influencia de la música de esa época se puede escuchar en muchas bandas nuevas. ¿Qué crees hace tan atractiva la música electrónica de los años 80?

—Los años 80 parecen tan cerca, pero en realidad pasaron hace mucho tiempo. No es casualidad que la música de los años 80 siga siendo popular y suene constantemente en la radio. No solo en versiones originales, sino también en versioneada por otros artistas. Creo que los 80 realmente provocaron un cambio en la forma en que se hace la música y en cómo se ve. La clásica formación de cuatro instrumentos: batería, bajo, guitarra rítmica, guitarra solista y voces, estaba siendo sacudida. Todo se volvió posible con el uso de instrumentos electrónicos como sintetizadores, secuenciadores y cajas de ritmos. La escena musical tradicional, sobre todo en Bélgica, no estaba realmente lista para esto y trató de detenerlo. Se reían y lo intentaron detener, pero no pudieron hacerlo; el mundo de la música nunca volvió a ser el mismo. Ahora, todo es posible, todo es diferente.

Descubrir nueva música en los años 80 era completamente diferente de hoy. Por supuesto, no había internet, ni redes sociales, ni Spotify con algoritmos. Tuve la suerte de que había varias estaciones de radio alternativas en Bélgica que reproducían música electrónica nueva e innovadora. Así fue como descubrí muchas bandas interesantes. La vida nocturna de Amberes también tenía varios clubes oscuros donde podías descubrir este tipo de música. También era el lugar donde podías conocer a almas afines. Las tiendas de discos y los conciertos también aseguraron que pudiéramos encontrarnos y desarrollar ideas para colaboraciones.

—En Perpetuum Cycle I, lanzado por Mecanica, incluiste temas de 1983 a 1987, justo antes del lanzamiento de tu primer sencillo. La música oscila entre la EBM (“Ride Across The Desert”) y el minimal synth (“Body Beat). Todo este material fue grabado en tu propio “estudio casero”, ¿verdad?

Schicksal era un “bedroom producer” antes de que existiera el término :-). Imagina mi pequeña habitación, estimo que medía 3 × 2.5 m. Para empezar, primero tenía que hacer mi cama. Luego colocaba todo encima, lo conectaba a una consola de mezcla y a mi sistema estéreo. Grabé todo en cintas C-90.

—Ya que hablas de esas cintas, ¿tienes todavía material inédito de esa época? ¿Podemos esperar más compilaciones en el futuro? En Perpetuum Cycle II, publicado también por Mecanica, se abarcaba un período más amplio, de 1983 a 1991, y hay pistas con un sonido más cercano al New Beat. Todo este material supongo que saldría de esas cintas.

—Afortunadamente, pude mantener todas esas cintas en buen estado. Puede que aún haya algunas joyas en ellas…

—Dijiste que creabas música en “olas”, durante períodos. ¿Estas olas correspondían a momentos de tu vida personal?

—Es cierto que crear música y tocar música es un proceso de idas y venidas en mi vida. En algunos períodos, no siento la urgencia o la inspiración para hacerlo, mientras que en otros períodos son más intensos. Esto suele estar directamente relacionado con eventos en mi vida. Los grandes temas como el amor, la tristeza, la muerte y la alegría suelen ser los desencadenantes.

—Has comentado en otra entrevista que durante finales de los 80, algunos DJs en clubes nocturnos de Amberes como ‘Prestige’, ‘Berchem Palace’ y ‘Rudy’s Avant Garde’ en San Nicolás comenzaron a pinchar canciones y a tocar música de baile ralentizándola. ¿Puedes contarnos un poco más sobre esto? ¿Fue todo esto una influencia para “24 Hours”?

—A finales de los años 80, surgió el género New Beat: ritmos lentos y hipnóticos, generalmente inspirados en canciones electro del pasado. Por casualidad, mi canción “24 Hours” encajó en este género, y pude aprovechar esa increíble moda underground que estaba ocurriendo en Bélgica en ese momento.

Los clubes nocturnos que mencionas se convirtieron en poco tiempo en verdaderos templos del New Beat. La gente venía de lejos para divertirse y bailar este nuevo estilo. Pero, como todo, llegó a su fin. El New Beat se volvió cada vez más comercial y se alejó más y más del concepto original. El New Beat fue explotado comercialmente, eso fue el inicio del final… Aún así, tengo muy buenos recuerdos de este período. Consiguió que, gracias a la canción “24 Hours”, Schicksal se hiciera más conocido.

—Hay una versión “acid” de “24 Hours” incluida en tu primer 12″, ¿era un estilo que también te interesaba?

—Ja, ja, ja, ¡Es la primera vez que alguien me pregunta sobre esto, es genial! Para mí, el acid es un subgénero que ha recibido muy poca atención. Afortunadamente, quizás… Me atrae por su simplicidad. Una caja de ritmos conectada al Roland TB 303 es la base, ¡y eso es simplemente fantástico! Este es otro ejemplo que muestra que buena música no tiene que ser compleja. Por cierto, todavía tengo algunas canciones acid de Schicksal en mis cintas, quién sabe sí…

—Escribiste una canción llamada “Fate” que aparece en la re-edición de “24 Hours”. Creo que es el tema más moderno que has lanzado. Siendo la “traducción” de tu nombre artístico, ¿intentaste hacer una pista que definiera tu nuevo sonido?

Aciertas en tu apreciación. Todavía se me pone la carne de gallina cuando interpreto la canción “Fate en vivo. Hay pocas canciones con las que esté tan satisfecho como con esta. Los sonidos, la melodía, el ritmo de la batería… Es un tema que está muy cerca de mi corazón, escrito durante un período de mi vida en el que el destino jugó un papel importante.

—En una entrevista, dijiste que, hace algún tiempo, te regalaron un Korg MS-20 y un Korg Volca Bass, pero antes hacías música con tu computadora. ¿Prefieres lo analógico a lo digital?

¡Esa es una pregunta complicada! No soy un purista en este aspecto. Prefiero la accesibilidad de lo digital combinada con la facilidad de uso del material analógico.

—¿Cómo describirías el “perfect body beat”?

—Para mí, el beat corporal perfecto es una combinación de ritmo, emoción, baile y melodía. Está impulsado por un motivo, una ambición, un objetivo, un sueño y un destino. Ojalá nunca lo encuentre, porque el viaje para llegar allí es tan hermoso.

Fue durante un concierto de Hammershoi, una banda que nos gusta mucho (se separaron si no me equivoco) que deseaste volver a hacer una gira. ¿Puedes contarnos más sobre esto?

—El deseo de actuar nuevamente regresó de manera bastante fortuita: asisto frecuentemente a conciertos y festivales. Fue en uno de estos eventos en un lugar llamado Djingel Djangel, en Amberes, donde descubrí a Hammershoi. ¡Jóvenes con talento y un sonido increíble! Comencé a charlar con uno de los organizadores del BIMFEST (que también estaban presentes esa noche) para promover a Hammershoi como candidato para ese festival. Cuando me presenté como Schicksal, resultó que ellos habían organizado una noche donde yo actué (como telonero de Klinik en un club en algún lugar de Kalmthout). ¡Hablando de coincidencia! La gente comenzó a tirarme de la manga para que actuara de nuevo, después de todos estos años. Cuando supe que DAF iba a encabezar ese BIMFEST, no me lo pensé dos veces :-). Solo después me di cuenta de en qué me había metido: transferir todas las viejas pistas y reprogramarlas en un programa de software, combinadas con la creación de visuales atractivos como telón de fondo… ¡mis fines de semana estuvieron bastante ocupados!

—¿Qué podemos esperar de tu concierto en Ombra Fest?

—La lista de canciones para mi actuación en Ombra es diversa. A recomendación de muchos, el énfasis está en mis viejas canciones de los años 80. Además, tocaré algunas versiones y algunas canciones más nuevas. Espero que esto dé una buena impresión de lo que Schicksal representa. Tengo mucha curiosidad por las reacciones del público de Ombra. Ombra es definitivamente uno de los festivales más importantes en mi lista de c0sas que hacer antes de morir porque Schicksal y Ombra tienen mucho en común. Ombra tiene mucha fama por programar actos diversos e interesantes, algo que admiro. Cada año hay muchos visitantes belgas, y todos me dicen que Ombra es perfecto para Schicksal. Incluso el lugar industrial me recuerda a mis primeros años cuando crecí en la ciudad industrial de Hoboken, ¡un lugar muy inspirador!

Para mí, la interacción con el público es crucial. Su energía alimenta mi energía. Su entusiasmo me da entusiasmo. ¡Seguro que será una noche memorable!

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