El productor belga Radical G lleva en el mundo de la electrónica desde temprana edad y ha hecho bailar a varias generaciones. Además, junto a Peter Mastbooms creó a una de las bandas más interesantes de la EBM actual, The Juggernauts y a partir de Keylogger, empezó a formar parte de los imprescindibles Neon Electronics. En solitario ha firmado obras en los que mezcla experimentación con crítica social como Mankind mientras que en The Deserted Kingdom entregó un ambicioso proyecto en cuatro vinilos. Podremos ver su impresionante live en el vanguardista festival Ombra que tendrá lugar entre el uno y el tres de diciembre en Barcelona.
Fotos: Kovasphotography
—Hola Glenn, para empezar, ¿nos podrías contar cómo te llegaste a interesar por la música electrónica?
—Fui a un conservatorio para aprender bien las notes. Durante mi cuarto año, elegí la batería, así que dejé las notas de lado por un tiempo.
Fue el ritmo el que me atrapó al comienzo de mi vida. Además, cuando era un chaval, no me ponía a jugar con los muñecos de Star Wars o Masters of the Universe, sino que cogía toda clase de útiles de cocina y lo golpeaba como si fuese Peter Criss de Kiss.
Cuando tenía doces años, vendí mi batería para comprar una caja de ritmos. Supongo que ahí fue donde se torcieron las cosas. 🙂
—¿Cuándo empezaste a ejercer de DJ? Estuviste un tiempo en el club belga Baccardi’s. ¿Cómo era la escena de clubs en la Bélgica de los 90s?
—Sí, durante esa época parecía que yo era el DJ más joven de toda Bélgica. Todavía estaba en el instituto y, bastante pronto en mi vida, me vi forzado a hacer una elección: permanecer en el circo o dejarlo. Me quedé con el circo y abandoné mis libros de estudios.
En esa época, la escena de clubs era bastante salvaje. No teníamos móviles para capturar los momentos, solamente estábamos allí. Vivíamos la realidad cada minuto, entonces muy pocas cosas eran falsas. Las cosas pasaban enfrente de ti o no pasaban. Tan simple como eso.
Baccardi’s era una sala más bien pequeña, con una capacidad de 500 personas, nada especial en temas de luces o sistemas de sonidos. Todo se centraba en el baile, casa noche era una celebración, única en tu vida y diferente cada semana.
—Si no me equivoco, tu primera producción apareció con el AKA DJ Glenn y se llamaba Joke 1. El año era 1995 y podríamos catalogar el tema como trance. ¿Qué encontrabas interesante en ese estilo de música? ¿Todavía lo disfrutas?
—Bueno, los género significaban poco cuando todo empezó. Aparte de eso, se trataban de producciones fantasmas, como muchas de la época. Yo no sabía producir música por mí mismo. No tenía un estudio así que me sentaba al lado de los auténticos productores, y les decía lo que quería escuchar y cómo quería que sonase, más o menos. Al menos soy honesto en esto. Hay un montón de payasos que todavía en estos días afirman que la música era suya, pero al final, el 95 % estaba hecha por los mismos productores. Si le echas un vistazo a los créditos, puedes encontrarte los mismos nombres una y otra vez. Así que ese es el primer mito, no era mejor entonces. La información de cómo se hacían las cosas estaba más clasificada.
Desafortunadamente mucha gente todavía trabaja así, pero yo no podía aguantar la falsedad y decidí hacerlo todo por mí mismo. Ahorré algo de pasta y fui a un negocio de música electrónica en Alemania y llené el coche de un amigo con cajas y equipo. Ese amigo era Peter Luts, un respetado productor en géneros más mainstream que me ayudó. Nunca he olvidado de dónde vengo y la gente que merece crédito, lo tendrá de mí, porque soy así.
Así que gracias de nuevo Peter por ese viaje en 1998. Y sí, gracias, Christoph Chantzis por producir mis primeros lanzamientos.
—Honestamente, nunca había oído hablar del estilo Jumpstyle hasta que empecé a revistar tus primeros trabajos. ¿Era un estilo popular a finales de los noventa? Realizaste algunos trabajos con el aka anterior y como GK. Por época, comienzos de los 2000, estabas pinchando en Calais, en el Le Duplex junto a Thierry Gest. Con él creaste cuatro proyectos, Duplex Trax, Minimal 421, Excalibur Trax y Carnaby ST. ¿Qué nos puedes contar de este periodo?
—Más o menos la misma historia. Era residente en Calais, en el Duplex, más o menos en el 2000. Los estilos de música más dura se estaban haciendo más populares. Hardstyle puede ser un nombre más específico. Artistas como Mauro Picotto se hicieron populares. Así que comencé a trabajar para otros artistas como productor (fantasma).
GK era un simple alias para publicar lanzamientos con otro nombre artístico. Thierry y yo perdimos el contacto con los años, pero todavía nos llamamos de vez en cuando si lo necesitamos. Nos lo pasamos muy bien.
—Con Frank Struyf, creaste Dirty Jackers, un proyecto, esta vez de techno. En su página de discogs, se puede leer que hiciste ciertas actuaciones con este dúo. ¿Fue la primera vez? ¿Cómo fueron las experiencia?
—Dirty Jackers… bueno, lanzamos algunos discos, dimos algunos conciertos. Nos lo pasamos muy bien. Pero yo hacía la mayoría de la música y creo que fue la primera vez que producir para otros artistas tuvo un bache.
Sentí que estaba preparado para tener mi propio proyecto y así nació Radical G. Si escuchas “Chateau” o “Stop the madness”, ya puedes escuchar lo que vendría después.
No fue una coincidencia que Dave Clarke comenzar a pinchar “Supersonic” y “Chateau” en sus sesiones. Supongo que le llamaría la atención el sonido Radical G y desde entonces Dave siempre me ha apoyado a lo largo de mi carrera.
—Comenzaste a publicar música con el AKA Radical G en el 2002 con el Volumatic EP. En esos primeros trabajos hacías techno, un estilo que desde entonces ha sido parte del sonido de Radical G. ¿Cuál es tu enfoque hacia este estilo¿ ¿Cómo definirías tu toque dentro del techno?
—Correcto, ese fue mi primer EP en Subsounds. Crecí con los sonidos ochentereos, Talk Talk, Talking Heads, bandas como Front 242 y The Neon Judgement están en nuestros genes. No es un secreto que los belgas han tenido un papel importante en el especto musical más oscuro durante los años. En esa época estaba enganchado a Gigolo Records (Dj Hell) y artistas como Terence Fixmer y David Carretta atrajeron mi atención. Hacían techno, pero con un sonido ligeramente diferente, el sonido de los ochenta más oscuros sobre beats techno electroclash.
—Supongo que el verdadero Radical G nació con Unleashed. Comparado con tus primeros años de carrera en los que publicabas un montón de música con diferentes proyectos, los años anteriores a Unleashed fueron más bien tranquilos. ¿Cuáles eran tus intenciones con esta nueva vida de Radical G?
—Quería tener mi propio proyecto que fuese realmente yo, radicalmente yo. Mi vástago había nacido. Aunque todavía a un nivel muy pequeño. No tenía apoyo de las radios así que tenía que hacerlo todo por mí mismo. Produje Unleashed y lo publiqué en CD por mí mismo.
Ese fue mi primer álbum como Radical G. Así conocí a Dirk de The Neon Judgement. Trabajaba con mi distribuidora por entonces y un día me contactó para hacer una remezcla del “We are confused” de The Neon Judgement.
Estaba sorprendido y honrado. Iba a remezclar a mi héroes.
—Has hablado de la influencia que han tenido los ochenta en tu música y además he leído muchos elogios hacia esa década en tus entrevistas. ¿Qué encuentras interesante en esa época?
—Nada específico, simplemente mi infancia fue en esa época. Mi evolución y mi vida fueron alimentadas por todas las cosas de esa época. Fue la década en la que la música significaba algo para la multitud. La gente se forjaba su espíritu en la vida a través de las letras de la música y los sentimientos de las bandas.
La música tenía una influencia significativa en la sociedad en los ochenta y noventa. Para algunos, era la única cosa que importaba, algo que es difícil de encontrar en estos días entre zombis que miran todo el día sus móviles o se instalan aplicaciones.
La radio también jugaba un papel importante, era el único lugar en el que se podía escuchar música nueva, así que la mayoría de estaciones de radio se hicieron famosas por su buen gusto en música. Ahora pagaría por apagar la radio. Vaya montón de mierda hay ahí fuera, y lo peor es que a la gente parece que le guste. Es como un megamix con tres o cuatro temas mezclados en uno. Espero que haya otra copia de Eiffel 65 dentro de poco, ya hace bastante de la última.
—Has hablado de que conociste a Dirk Da Davo, ¿Cuándo te uniste a Neon Electronics?
—En un momento posterior de mi vida tuve la suerte de poder unirme a Dirk como miembro de su banda. Encontramos que éramos complementarios en el estudio, tanto como amigos como miembros de la banda/proyecto.
—¿Cómo recuerdas ser parte de Neon Electronics? Dirk Da Davo nos comentó que trabajasteis duro para encontrar un sonido especial para la banda.
—Correcto, NE era al comienzo un proyecto en solitario de Dirk, pero sé que ser una banda de un solo hombre no es tan fácil como parece. Tienes que hacerlo todo por ti mismo y con ayuda de amigos todo se vuelve de pronto más excitante.
Recuerdo grabar “Over and Over” para el disco Keylogger. Toqué una secuencia básica en un riff de sintetizador con un bajo moog, surgieron algunas letras y ambos sentimos que no era una simple canción. Era el comienzo de algo interesante.
—Junto a Peter Mastbooms, creaste The Juggernauts aunque tuviste que dejar la banda hace unos años porque ya no querías seguir girando, ¿verdad? ¿Fue divertido ser un Juggernaut?
—Llegamos a la historia de The Juggernauts. Peter me pidió una vez que hiciéramos un tema juntos. Era en el backstage de un concierto de Neon Judgement. Como hacía la mezcla en directo de la banda y era parte de la familia TNJ desde hacia tiempo, decidí darle una oportunidad.
Hice unas secuencias tipo Radical G y Peter añadió las voces. Tan simple como eso, hicimos “Phoenix” en nada de tiempo. Y más temas siguieron. De pronto, teníamos otra banda de la que preocuparnos. Hicimos nuestro primer EP con “Phoenix”, “Damaged Illusions” y “Infected”. Luego firmé para todo el álbum Juggernauts are coming.
Pero sí, estar en tantos proyectos era realmente difícil, tenía que prestar atención a una multitud de cronogramas y estaba forzado a decidir cuál iba a dejar de lado. Para entonces ya me había despedido de algunos de mis proyectos por las mismas razones.
Por ejemplo, salíamos un viernes para dar un concierto de los Juggernauts el sábado y volvíamos el domingo por la tarde. Así que estaba fuera durante todo el fin de semana para dar un solo concierto y esto bloqueaba todos los demás proyectos. No era posible combinar todo ya que solo tenemos 24 horas al día.
Aquí fue cuando pasé mi casco, vestimenta y baquetas a otro miembro de la banda. Pero de todas formas ya eran tres.
Siempre nos lo pasamos bien con los Juggernauts, quizás demasiado bien. No quiero hacerle daño a nadie que esté involucrado en la banda, ni a Peter ni a ningún miembro nuevo, pero no puedo mentir sobre el hecho de que prefiero hacer música nueva en vez que temas que compusimos hace ahora ocho años.
No me sentiría a gusto en una banda con esto, tocando un repertorio de otra persona. O haría prioritario el tener nuevo material con los nuevos miembros y dejaría los temas clásicos para los bises. Pero no me malinterpretes, si me preguntasen si quisiera unirme de nuevo, me negaría por la misma razón por la que me fui. No porque no quisiera ser parte de la banda. Te guste o no, su origen nos pertenece a Peter y a mí y todavía me gusta lo que hice con ellos.
—¿Entonces estar en tantos proyectos te afectó negativamente?
—Desafortunadamente, estaba acabando conmigo. Tuve que decepcionar a promotores y, por otra parte, no me sentía confortable con esa piel de camaleón.
—¿Cuándo te empezaste a interesar por la EBM? Siempre has citado a Front 242 como una de tus influencias.
—Front 242 es, probablemente la banda belga que más cambió en la historia de la música, fueron los padrinos de la electronic body music.
A lo largo de los años he sido lo suficiente afortunado de poder tocar con Front 242 de telonero. Y en el 2013 hicimos un evento en mi ciudad natal al que trajimos a Front 242, Radical G y The Neon Judgement en el mismo cartel en un concierto que agotó todas las entradas. Aunque estilísticamente estábamos bastante lejos uno de ellos, todavía nos sentíamos como una familia al escucharlos. Supongo que ese es el significado de estar influido por algo.
—Tu segundo álbum se tituló Darkness Falls. Comentaste que estabas viviendo una de las épocas más duras de tu vida. ¿Nos puedes contar algo más de lo que te estaba pasando?
—Mi época oscura. Si, me quedaba muy poco en mi vida. Casi nunca hablo de ello cuando la gente me pregunta. Estaba muy deprimido cuando produje Darkness Falls. Tenía amigos, una parte de mi familia, mi dogo de Burdeos, Simba y un estudio. Sin trabajo, sin pareja, sin dinero. Compuse el disco en una semana, como una banda en un estudio alquilado. Después de esa semana perdí el control sobre mi cuerpo y mente.
Era navidades por la tarde cuando mi amigo Koen me compró una cena navideña. No podía abandonar mi casa por la fuerte nieve. Una semana después hicimos una sesión de fotos con Michele Feyaerts, una maquilladora. Me pintó de blanco y negro y empezaos el truco de las orejas, ect… Comenzó como una tarea de photoshop, pero luego empezamos a usar el látex…🙂
Una época loca, eso seguro. Hicimos un montón de experimentos con luces y vídeo. Hicimos un vídeo sin coste para “Dinner with Satan” en una habitación de la planta de arriba vacía, tiramos la cama y usamos sábanas como superficie para el contraste. La luz estroboscópica era una de mi infancia. Todavía me produce dolores de cabeza al usarlo. Pero también el vídeo de “Lucifer” fue diversión pura. Fue rodado con los visuales desatados de (Jeroen Buytaert) en mi casa.
Alquilé una granja vacía para que tuviéremos un montón de espacio y muchas opciones. Fuimos al establo de las vacas y todavía recuerdo a Jeroen diciendo, “Acción. Encendamos este lugar… con gasolina”. Os voy a ahorrar el resto de la historia, pero el vídeo salió bastante bien. El disco se suponía que iba a salir en el sello Sonic Angel. Acompañé a Lords of Acid en su gira norteamericana del 2012 durante veinticinco conciertos en un mes, pero al volver a Bélgica, todo acabó siendo una pesadilla y le disco nunca fue publicado. Aunque todavía es bastante bueno, incluso si fue producido hace más de una década.
—Hay unas especie de sensibilidad pop en algunos de los temas del disco, más melódico que la mayoría de EBM. He leído que también disfrutas de artistas de metal y de pop como Sade. ¿Cuáles son tus referencias para componer un buen tema “pop”?
—Nunca he metido a Radical G en la caja de la EBM. Quería hacer algo que fuese radicalmente yo, y eso suponía más de un estilo de música. Además, en Unleashed muchos temas tienen otra atmósfera, digamos que un sonido más mainstream.
Nunca he tenido problemas con esto. Quiero ser un artista con un sonido único. No con un estilo de música específico. Cuando escucho música nunca es como la mía. Como mi estilo. Me gusta que me sorprendan. Sade es solo un ejemplo de algo completamente diferente. Estaba y todavía estoy sorprendido con su timbre vocal y su forma de actuar. No hay nada malo. Puedo escuchar un sintetizador haciendo drone durante horas, así que eso me haría un amante del ambient, lo que no soy. Escuchar sonidos que te gustan no tiene nada que ver con géneros. Es un estado de mente en ese momento particular de la vida.
Recientemente fui a ver un concierto de M83, y fue uno de los mejores momentos que he pasado escuchando a una banda. Me callé totalmente, fue una sensación rara. La música es algo extraordinario, incluso cuando el tema está fuera de tu zona de confort.
—Diría que Manking y The Deserted Kingdom marcan otra fase en tu carrera con un sonido más sombrío y un concepto detrás. Más ambiciosos y complejos añadiría. ¿Qué te llevó en esta dirección?
—Correcto, pero ambos son muy diferentes.
Mankind fue producido con muy poco equipo y un montón de creatividad. Todo el álbum señala el abuso de los animales. Soy un luchador por la libertad en todo lo concerniente a los animales. Aunque me he enfocado en la matanza y captura de delfines en estos años.
Todavía lloro cuando una familia de delfines es bárbaramente masacrada en la cala de Taiji en Japón de forma diaria o cuando tiene lugar el Grindadràp en nuestras queridas Faroes (Dinamarca) o matan ballenas a arponazos en Islandia. Es simplemente una cultura inhumana que mata aproximadamente unos 2 000 delfines al año, 1000 ballenas, etc… Parece que nos olvidamos de que sean la base de nuestra existencia. Si el océano muerte, morimos todos. Léelo de nuevo.
Si muchos artistas se pronunciasen y se negasen a tocar en aquellos países hasta que estas atrocidades acabasen, llegaríamos a una etapa diferente, eso seguro, pero a la mayoría no le importa, se niegan a ver la realidad, se niegan a ver los vídeos. Yo no. Hasta que muera les hablaré claro a mis amigos, familia y a la gente que hay ahí. Incluso si no les gusta.
—La crueldad hacia los animales se muestra especialmente en el tema “Canned Hunting” de Manking donde se critica esta práctica. ¿Crees que es posible hacer cambiar a la gente con la música?
—Seguro. He recibido durante los años muchos mensajes de fans que sentían la misma rabia y tristeza en relación a estos problemas. Al escuchar el spoken word del tema a cargo de Chris Mercer, deberíamos sentir vergüenza como seres humanos.
Para mí, el tomar las vidas de animales indefensos, no tiene sentido. Puede sonar rudo, pero es como lo siento.
—¿Cómo nació el concepto de The Deserted Kingdom, tu proyecto más ambicioso hasta ahora?
—Es mi último disco como Radical G, no habrá sucesor o continuación. Es la cortina final, así que quería que fuese especial. Limitado, vinilo rojo, cubierta gatefold y arte gráfico de mi difunto tío. Tardé un año en llevarlo al escenario tal como quería. Pero valló la pena.
—Junto al disco original, encontramos dos otros vinilos con un elenco increíble de remezcladores: David Carretta, CJ Bolland, Arnaud Reboniti o Imperial Black Unit por nombrar solo unos cuantos. ¿Cómo fue la selección? ¿Algún artista que no quisiera participar que nos puedas comentar?
—Sí estoy muy feliz con ese grupo de remezcladores. La mayoría de ellos han sido mis héroes. Carretta, Rebotini y sí, Thomas y Pablo como Imperial Black Unit. Gente alucinante, he tenido la suerte de compartir escenarios hace unos años con ellos.
Pero, algunos no llegaron al lanzamiento final porque tenían otras prioridades en sus vidas.
Me entristeció cuando I hate models y Hector Oaks, y más tarde Inhalt de nacht tuvieron que cancelar su contribución. Para ser honesto, de algunos artistas nunca tuve respuesta. No tengo ningún problema si no quieres remezclar un tema, pero me molesta cuando no recibo respuesta.
Además, cuando haces una remezcla, por favor apoya el lanzamiento. Si no, tu contribución no tiene sentido. Todos somos humanos, todos artistas. Y todos tenemos nuestros problemas, pero mi madre me enseñó cómo ser educado. Incluso cuando la respuesta es no lo que esperan leer. No me malinterpretes. Estoy muy feliz con el resultado, pero estoy molesto con algunos artistas.
—Hemos estado siguiendo a uno de los remezcladores, B1980 e incluso lo entrevistamos hace unos años. ¿Cómo te pusiste en contacto con él¿ ¿Sigues su música?
—Una enorme inspiración en la carrera de Radical G es la banda belga GOOSE. No son realmente techno, ni tampoco pop. Como dije en una respuesta anterior, es una banda con un cierto sonido. Y Bart es parte de ese espléndido cuarteto.
Me interesa su música y remezclaré alguno de sus temas en el momento adecuado. B1980 tiene este sonido Zone que me gusta un montón. Gesaffelstein y The Hacker todavía suena en mis sesiones de DJ, como B1980.
—Tú también has estado haciendo remezclas de grandes artistas como Front 242, Lederman/ De Meyer, Implant o Hørd (otro artista que nos gusta bastante). ¿Qué intentas expresar con tus remezclar?
—A lo largo de los años he hecho un montón de remezclas y he intentado mantener mi sonido RG. Remezclar a tus artistas favoritos siempre es divertido. Simplemente hacer tu interpretación de un tema que te gusta es como estar en el cielo. Es como cocinar tu plato favorito con todos los ingredientes colocados enfrente de ti.
—Antes de la pandemia creaste otro AKA para producciones más techno llamado Linear Straight. ¿Ha evolucionado este proyecto en Linear Search con Jeroen Search? ¿Qué nos puedes contar de todo esto?
—Linear Straight fue creado hace ocho años, cuando sentí la necesidad de hacer producciones de puro techno inteligente. No quería usar RG para esto.
Tuve la enorme suerte de tocar en muy buenos eventos y publicar en sellos de calidad.
Trabajar para Roland me llevó en una ocasión al ADE, y allí estuve tocando en la cabina de Roland y conocí a unos de mis héroes personales de la juventud dentro del techno, Jeroen Search. Continuamos tocando juntos después de eso y decidimos intentarlo en el estudio. Planeamos nuestro ensayo y sacamos algunos temas de esa improvisación. Nos hemos hecho amigos muy cercanos. Nos lo hemos pasado muy bien a lo largo de los años y todavía tocamos como un equipo. Y sí, obviamente publicaremos algunos EPs cuando llegue el momento adecuado como Linear Search.
—¿Podemos esperar algo más en el futuro de Radical G o lo vas a dejar completamente?
—Algunas remezclas que he ido haciendo a lo largo de los años que no han sido publicadas todavía. Algunas nunca verán la luz del día. Valora las cosas que tenemos, al final todo llega a su fin. ¿Estoy acabando con Radical G? No, no lo hago.
Cuando los promotores me contacten para actuar, aceptaré y daré el 200 %. Pero no habría llegado hasta aquí solo. He estado rodeado de amigos, artistas motivados y miembros del equipo durante todo este tiempo. No especificaré nombres aquí pero todos sabéis quiénes sois. Gracias por todo, lo digo de verdad.
—¿Qué podemos esperar de tu actuación en el Ombra?
—Un montón de energía y un espectáculo con lo mejor de mi carrera. Siempre me enciendo cuando actúo como Radical G, no me preguntes porqué. Simplemente pasa. Y cuando pasa… Espero que estéis preparados. Nos vemos el dos de diciembre.