Inicio » Entrevistas » Entrevista a ManMachine

Entrevista a ManMachine

por François Zappa
Poco antes de la celebración del festival barcelonés Ombra, mientras investigaba el interesantísimo cartel, descubrí la impactante música de Goran Uroich, más conocido como ManMachine. El músico croata, junto a su Roland XP50, ha creado desnudos temas en los que cuenta sus historias, todas ellas con cierto carácter autobiográfico y un estilo bastante personal. Hasta ahora, ha publicado dos álbumes, tres EPs y unos cuantos singles que fueron recopilados en el 2017 por el sello Oráculo en un vinilo de siete temas. Tras escuchar hasta la saciedad este disco y verlo en directo, me quedé con las ganas de saber más sobre la creación de estos temas que me han cautivado en estos últimos meses. 
—En un corto documental sobre ManMachine, comentas que empezaste tu carrera musical en bandas como The Receptionists, ANNA y ZenPop. ¿Nos puedes contar algo más de tu experiencia con esas bandas?
—Fue una experiencia maravillosa. Recuerdo que la primera vez que una banda tocó un tema que yo había compuesto, se me escaparon las lágrimas. Tocaba en estas bandas con mis amigos y nos lo pasábamos muy bien haciendo la música que nos gustaba. Todos éramos muy jóvenes y no estábamos interesados en nada más que en hacer música, pasarlo bien y divertirnos.
—En ese documental también dices que tu decisión de comenzar un proyecto en solitario nació como reacción a esas bandas. ¿Estabas harto de ensayar o de tener que componer junto a otras personas?
—Tenía problemas de ansiedad y estaba todo el tiempo mudándome de un sitio a otro. Me mudaba de ciudad a ciudad y nunca tenía un duro. Los trabajos me duraban solo unos meses, las relaciones incluso menos. Siempre estaba buscando algo que no encontraba y la gente simplemente no me podía seguir. Y al final acabé solo. Me gusta hacer música y decidí hacerla por mi cuenta con una Roland XP50.
—Supongo que ManMachine es una referencia al famoso disco de Kraftwerk. ¿Por qué elegiste ese nombre?
—Por aquella época no conocía el famoso disco de Kraftwerk. Solo éramos la máquina y yo sobre el escenario, así que nos bauticé ManMachine.
—Como influencias has nombrado a David Bowie, Lou Reed y Frank Black. ¿Cómo dirías que estos músicos te han marcado? ¿Fue la narrativa de Lou Reed una influencia en tu forma de escribir las letras?
—Creo que inspirar sería un término más exacto que influir. Nunca he querido conscientemente sonar como esos músicos pero escuchar su música hacía que quisiere componer. Todo el arte es, básicamente, contar historias. Me gustan las canciones de Lou Reed, especialmente el material de la Velvet Underground.
—En algunas reseñas se te ha comparado con Leonard Cohen y además has versionado uno de sus temas. ¿Su música o sus letras han llegado a inspirarte?
—Los primeros discos de Leonard Cohen realmente me gustaban, esos que son principalmente acústicos y nunca me hubiera atrevido a hacer una versión de esos temas porque son simplemente perfectos. Pero más tarde, su música acabó estando demasiado producida y empezó a añadir cosas que, en mi opinión, sobraban. Trabajaba en un restaurante cuando el tema “First we take Manhattan” fue publicado y pensé que hubiera sido una gran canción si fuese un poco más rápida y cruda y si no tuviera esa horrible parte de “I’d really like to live beside you baby…’ que todos los éxitos de los ochenta debían contener. Recordé todo eso unos años después y grabé mi propia versión dañada del tema y realmente me gustó el resultado así que lo publiqué (el mismo año que Leonard Cohen murió).
—Tu primer concierto fue en Holanda alrededor de 2002. Después, paraste hasta el 2010. ¿Qué pasó durante esos años?
—Sufrí una fuerte depresión. La vida que describía antes me alcanzó y en el 2004 me trasladé de nuevo a mi ciudad natal y me fui a vivir con mis padres. Durante varios años solo vegetaba, no quería realmente vivir, y menos hacer música. De vez en cuando daba algún concierto para ganar algo de dinero extra pero eso era todo. Perdí todo el interés en hacer música (como me pasa de vez en cuando).
—¿Por qué elegiste una Roland XP50 como tu compañera musical? ¿Le ves algo especial a ese sintetizador?
—Por la pantalla naranja. Ahorré algo de dinero y me fui a una tienda de segunda mano en la que vendían equipo musical. Pregunté al dependiente si tenía algún teclado que incorporara caja de ritmos y sonidos de bajo y que me permitiera grabar algunos temas y tocar en directo con él. Me enseñó unos cuantos. No sabía realmente cómo funcionaban por esa época, pero realmente me gustó la pequeña pantalla naranja de la Roland XP50, así que la compré y el resto es historia.
Now I’m Imortal fue el nombre de tu primer disco grabado, según comentas, en un momento en el que estabas enfermo y no te podías mover de la cama. ¿Cómo crees que esa época de tu vida ha influido en tu producción musical? 
—El hecho de estar enfermo me ayudó porque no tenía que gastar mi energía en ir a un trabajo estúpido (creo que por aquella época trabajaba en un almacén) pero, en cambio, podía quedarme en casa y grabar música. Ganaba el suficiente dinero para pagar el alquiler y comprar comida. Un amigo me dio su ordenador portátil y mi novia (que tenía una tarjeta de crédito y así no tenía que pagarlo todo de una vez) de esa época me compró una mezcladora de dos canales y junto a mi Roland XP50, ese era todo el equipo que usé para hacer el álbum. No sé mucho de producción musical, solo intento hacerlo lo mejor posible con el material que tengo.
—Has comentado que todas tus canciones son personales. ¿Las usas como una especie de catarsis?
—Simplemente intento contar una historia. No siento ninguna catarsis cuando el tema está terminado. Simplemente me siento tan cansado como cuando termino un trabajo pesado.
—Con temas con nombre como “There is no Excuse for Hunger” o “Fuck War And Everything About it”, ¿intentas hacer que la gente piense o solo quieres expresar tu rabia?
—No intento hacer pensar a la gente. Simplemente intento expresar mis ideas sobre el mundo. Odio cuando el arte da una visión romántica de la guerra y mi tema “Fuck War And Everything About it” es una respuesta a eso. Creo que el título “There’s no Excuse for Hunger” es bastante explicativo. Había mucha rabie en mí cuando escribí esos temas.
—El tema que da título a tu segundo EP es “I Hate Human Race”, ¿qué te motivó a escribir un tema con un mensaje tan punk? Otro de tus temas más enfadados también aparece en ese mismo trabajo, bajo el título de “Something’s Wrong” .
—Creo que el tema “I Hate Human Race” es sobre mis padres. Sobre todo el odio que sentí hacia ellos y nunca pude expresar. El tema “Something’s Wrong” trata de la paranoia del primer mundo. A través de mis viajes he aprendido que más dinero significa más paranoia. 
—En cambio, el segundo tema, “A Dreamer is a Dream too” está lleno de miedo y angustia. Has comentado que normalmente compones de noche en tu habitación. ¿Necesitas estar de algún humor particular para escribir esta clase de temas?
—Sí, claro. Necesito estar calmado y lejos de todo para poder escucharme a mí mismo. Es una especie de meditación. Normalmente me preparo un té y me siento en la silla cerca de la ventana y simplemente mira la ventana durante horas. Escribo algunos pensamientos y más tarde vuelvo a ellos e intento encontrarles algo de sentido. A menudo no tengo la más remota idea de cuál es el tema de mis canciones así que me resulta difícil hablar de ellas. En algún punto empiezan a gustarme y eso es suficiente para mí. 
—En el single Two Songs About Death en realidad incluiste tres temas. Con nombres como “Maybe Death is Home” y “Depression”, me gustaría preguntarte si te consideras una persona triste o simplemente crees que describes las cosas como son ¿Qué cosas te hacen feliz?
—Creo que porto una profunda tristeza dentro de mí, que está conectada con la relación que tenía con mi padre (o más bien, la relación que nunca tuve con mi padre) al que veo como un personaje muy trágico en mi vida. Pero no me describiría como una persona feliz o triste. Cuando algo me hace feliz, me siento feliz y cuando algo me entristece, me siento triste. Las emociones no duran mucho, especialmente si las suprimes. La soledad me hace feliz.
—Has comentado que solo usas seis sonidos de tu Roland. ¿Comparte el credo minimalista de que menos es más? 
—Me gusta mantener las cosas simples. Si compongo una canción que me gusta con seis sonidos, no necesito incluir un séptimo. Pero también creo que cada uno debe descubrir qué cosa funciona para él y seguir su camino.
—Una buena parte de la documentación la he hecho viendo un pequeño documental del que he hablado antes sobre ti. ¿Cómo surgió la idea de hacerlo? ¿Querías que tus fans supieran un poco más de ti?
—Fue idea de mi amigo Željko Beljan. En esa época estaba estudiando nuevos medios e hizo esa película como parte de un proyecto para sus estudios o algo así (con su colega Ana Domljan). Me gustó la idea y me gustó la película. No me preocupo por los fans. 

—Tú mismo has dicho que tu segundo álbum, Almost Better than silence, fue más cohesivo, que había una idea común en el disco. Para ti, ¿cuál era esa idea? ¿Una crítica del modo de vida americano?

—No sé cuál era la idea. Sentía que todos los temas compartían una misma atmósfera. Eran simplemente historias de locuras cotidianas.

—¿Por qué elegiste a John Wayne como personaje de uno de tus temas? ¿Supone para ti una personificación del sueño americano o solo una figura importante de tu infancia?

—Me inspiré a escribir la canción “John Wayne” después de leer un artículo sobre una de sus últimas películas en el que su personaje tenía que llorar. No estaba seguro si eso le estaba bien para él, así que lo tuvo que consultar con (creo) Lee Marvin. Esa debe haber sido la conversación más estúpida en la historia de la humanidad. Creo que destruyó a millones y millones de hombre de todo el mundo que lo admiraban.

—El aburrimiento es un tema común de tus canciones. ¿Crees que es uno de los grandes males de la sociedad moderna?

—Me encanta el aburrimiento porque el hecho de estar aburrido significa que he pagado el alquiler, que tengo algo que comer y que no estoy sufriendo. Hoy en día hay dos clases de aburrimiento. El viejo aburrimiento analógico (mirar fijamente a la pared) y el nuevo aburrimiento digital (videojuegos, YouTube, series, google…). Prefiero el viejo y analógico aburrimiento porque te puede motivar a ser creativo y productivo, mientras que el nuevo aburrimiento digital solo te hace tonto. Creo que en el momento en el que la gente toma consciencia de si mismos, empiezan a aburrirse porque el mayor misterio de la vida es, por supuesto, qué es la muerte y para responder a eso, hay que esperar (y eso siempre es aburrido).

—En algunos de tus conciertos te has vestido de corazón o de Papá Noel. ¿Cómo de importante es el humor para ManMachine? ¿Te gusta el contraste entre tus letras y tu imagen?
—Me divierte el contraste entre mis letras y mi imagen. No me preocupo por mi apariencia, pero de vez en cuando me gusta hacer algo tonto y vestirme como Papá Noel o como un gran corazón (el concierto era el día de los enamorados). Quizás sea una reacción al estereotipo del tipo lleno de tatuajes vestido de cuero que hace música electrónica. 

—Llevas bastante tiempo sin publicar ningún tema, ¿te puedo preguntar por qué? 

Estoy intentando con todas mis fuerzas grabar un nuevo disco pero se está haciendo más y más difícil alcanzar ese estado de alejamiento de todo que necesito para componer canciones.

—¿Qué podemos esperar en el futuro de ManMachine?

Ojalá la supiera.

Dejar un comentario

* By using this form you agree with the storage and handling of your data by this website.

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More