Podrás discutir el lugar, pero, sin duda, el productor y DJ Christian Wünsch se merecen estar en el podio de los más grandes del techno nacional. Ha reinado en cabinas de todo el mundo, publicado discos con algunos de las leyendas del techno y creado sus propios sellos discográficos. Este domingo, podremos ver su debut como Victims of Secrecy en el festival madrileño DarkMad, donde nos deleitará con un live de pura EBM.
—Como sabes, en el Garaje nos centramos en sonidos oscuros, desde rock gótico a techno industrial. Conocemos tus comienzos escuchando a The Sister of Mercy o The Mission, ¿cómo crees que esta música que escuchaste de adolescente ha influido en tu forma de hacer techno?
—Sin duda el haberla escuchado ha influido muchísimo en mi forma de entender la música y de hacerla, incluso cambió hasta mi forma de ver la vida. Esas líricas están cargadas de potentes mensajes que en la época me hicieron ver las cosas de una manera diferente y de no creer todo lo que nos cuentan. Algo de esto estaría bien para todos los que hoy en día están hipnotizados en sus redes sociales u otros que creen a fe ciega todo lo que escupe la TV…
—Conociste el Madrid del Attica y otros garitos donde sonaba EBM. ¿No te parece curiosa que esa época se haya revalorizado en estos últimos años especialmente? ¿Cómo la recuerdas tú?
—Si, Attica fue lo primero que conocí, ¡que buenos recuerdos de esa época! Una noche del 89 nos fuimos desde Santander un amigo y yo. Él era de Madrid y ya había estado, yo era el novato… La verdad es que cuando llegué y abrí esa doble puerta que había para que no escapase un sonido brutal… No me lo podía creer… Fue mi primer contacto con el EBM, eso me marcaría tanto que al mes me vine a vivir a Madrid…
—¿Qué te impulsó a pinchar? ¿Te fue fácil conseguir tu primer bolo?
—Después de pasar dos años en Madrid me fui a vivir a Nottingham, allí compré mis primeros Technics y empecé a pinchar, bueno a practicar en casa… Mis primeros bolos pinchando fueron una vez que volví a España, aunque no recuerdo cuál fue mi primer bolo, pero sí que fue en Santander en clubs locales…
—Grabaste tu primer disco como Metal Artefakt en el sello Rhythm of Time, curiosamente creado por Fan Dl Kaos. ¿Qué nos puedes contar de esa primera referencia? No la he podido encontrarlo en discogs, cosa rara porque suele estar bien documentado.
—Era el año 96 más o menos. Yo había vuelto de Inglaterra donde había pasado unos dos años y donde tuve la oportunidad de hacer unos cursos de sonido también… Así que ya había empezado a hacer mi propia música. Por aquel entonces, Fan Dl Kaos tenía una tienda de discos y empezaba el sello Rhythm of Time. Escuchó mi música y me propuso hacer un EP. Para mí fue un regalo porque apenas llevaba un año haciendo música.
—En tus principios estabas más centrado en el minimal, ¿cómo crees que ha evolucionado este género en los últimos año? ¿Te sigue interesando?
—Sí, es verdad que mis primeras producciones eran más minimalistas, pero no era lo que se entiende hoy por minimal que ha acabado siendo un tech-house bastante comercial.
Era minimal techno, como lo que se estaba haciendo en esa época en Detroit. Y sí que me sigue interesando la música minimalista, pero no si es comercial.
—Aunque eres conocido por tus producciones de techno, también has hecho ambient y electro (con tu proyecto M.A.S.A.). ¿Has pensado el volver a hacer algún trabajo dentro de estos estilos?
—Sí, me encanta hacer otros estilos. El electro es un estilo que me gusta mucho, de hecho, también saqué algunos tracks como Metal Artefakt de electro también a finales de los 90. Y ambient o electrónica tampoco he dejado de hacerlo nunca, aunque haber estado tan centrado en el Techno no me ha dejado ponerme en serio a hacer otros estilos.
—No Man’s Land puede considerarse tu primer larga duración, ¿cómo te planteas los Lps en comparación con los 12″, que son el vehículo más habitual dentro de la música de baile? ¿Crees que es más difícil darle una unidad a todo un disco?
—Un álbum siempre es especial, suelo hacer las intros lo primero, como si se tratara de un libro o de una película y sigo capitulo a capitulo…
Aunque mi forma de hacer la música luego no suele ser premeditada, más bien hago cosas y me voy quedando con lo que más me impresiona.
—Tardaste bastante, doce años en publicar tu segundo largo, Internal Convention. Cuando lo hiciste, dijiste que en un principio lo querías orientar a la escucha. ¿Cuáles son tus discos de techno favoritos para escuchar en casa?
—Supongo que esos años estábamos en la rueda, que iba bastante rápido y no había tiempo para sentarse y empezar un álbum.
Internal Conversion lo hice porque 12 años eran ya muchos y ya tocaba un álbum y porque estábamos lanzando PoleGroup y todos aportamos lo mejor que teníamos para empujar el sello.
Te parecerá raro, pero no suelo escuchar techno en casa. Tiro más de electrónica, o música alternativa.
—En cambio en los últimos tres años has publicado dos largos Sadistic Rituals e Introspective. ¿Crees que con los años te estás interesando más por este formato? ¿Nos puedes contar algo de qué te inspiró Sadistic Rituals?
—Estos últimos años todo ha cambiado, la escena, las redes, la música y sobre todo el que ha cambiado mucho soy yo. Ya no tengo prisa, ahora hago lo que me apetece musicalmente hablando, y lo estoy disfrutando mucho más.
Sadistic Rituals salió de un reportaje que leí sobre unos abusos en el ejército, y de alguna manera era mi forma de denunciar esta clase de extralimitaciones que ha habido siempre en las clases altas o de poder.
—Has realizado muchas remezclas, entre ellas mi favorita que es el “Montage” de Function. ¿Qué buscas cuando vas a remezclar un tema?
—Básicamente lo que se intenta en un remix es mejorar o al menos darle tu toque personal al track original.
—Con tu viejo amigo Óscar Mulero tuviste un proyecto llamado Spherical Coordinates y grabasteis cinco referencias ¿Cómo os dividíais el trabajo de composición?
—Pues los dos primeros EPs creo que los hicimos a distancia. Yo le envié un paquete enorme de sonidos y él los montó. Después los siguientes los hicimos en mi estudio. Yo me encargaba de hacer las secuencias de los bajos y los sintes y él se encargaba de montar la estructura del track, aunque algunos los montamos juntos.
—Empezaste con una Roland TR505 ¿la conservas todavía? ¿Te gusta coleccionar material antiguo o te gusta más estar al día de la tecnologías? ¿Cómo describirías tu estudio?
—¿Cómo sabes estas cosas? Jajaja… Sí, la primera caja de ritmos que tuve fue una TR505 junto con una Novation Bass Station, pero ambas las vendí unos años después cuando conseguí la TR909 y la TB303, pero la verdad es que aún conservo casi todos los sintes que compré después… Me encantan todos estos sintetizadores como el Korg Monopoly, MS20… o los Roland Juno 106, el JD990, o los Yamaha DX7, TX802… me costaría desprenderme de la mayoría.
—Un nombre importante que se cruzó en tu carrera muy al comienzo es Regis, que ya te escuchó con tu primera demo. Desde entonces, ha colaborado con temas en discos de tu sello y finalmente en tu último recopilatorio, tenéis un tema juntos como The Rare Breed. ¿Qué nos puedes contar, desde tu experiencia, de Karl Connors? ¿Tendremos más temas de The Rare Breed? ¿Cuándo se publicará Archaic Parts of the Brainstem?
—Karl, sin duda, fue quien más me ha marcado en mi carrera y probablemente el artista que más influyó en mi forma de hacer techno. La primera vez que le vi hacer un directo en España me explotó la cabeza, no había visto algo igual nunca, demoledor.
Con los años se ha convertido en un muy buen amigo, y ¡todavía no me creo que hemos acabado haciendo música juntos! Tenemos algún track más como “The Rare Breed” que iba a salir el año pasado pero que cambiamos la fecha para más adelante, porque estamos trabajando en cosas nuevas.
—Dentro del mundo del techno, ¿qué productores te están interesando actualmente?
—Para mí, el techno esta bastante estancado, no va acorde con los tiempos. Han pasado muchos años y se sigue haciendo lo mismo, no escucho cosas que me impresionen. No digo que no me guste nada de lo que se está haciendo, hay cosas que están bien pero no dejan de ser lo mismo de siempre.
—Y ¿tienes algún club donde te guste pinchar principalmente?
—Ahora mismo en España, el club que para mí mejor programación está haciendo es Lanna. Es un club en el norte, en Gijón. Es pequeño, pero suena muy bien y tiene una programación muy buena, y lo mejor de todo es que lo tengo muy cerquita.
—Tus últimos Eps se llaman The end of the Monarchies y Killing the Planet. ¿Te gusta transmitir tus inquietudes sociales con tu música?
—Siempre he usado títulos sobre temas que me inquietan o cosas que me gustan o me apasionan.
—Este mismo año has publicado Black Sun, ¿qué nos puedes contar de tu último LP? ¿Aprovechaste la pandemia para ir componiéndolo?
—Durante la pandemia no hice música apenas, fue un momento de reflexión y de cambio total, Black Sun lo empecé a principios del año pasado.
—En el 2020 tu sello Tsunami llegó a la referencia 50 tras casi veinte años de vida. ¿Ha sido difícil mantener el sello todo este tiempo? ¿Qué nos deparas para el futuro?
—Sí, ¡ya pasamos los 50! Y lo celebramos como se merecía con música de Regis, Surgeon, Ruskin, Bicknell… Tsunami va a seguir en su línea, fuera de las modas, y fieles a nuestro sonido.
Tenemos ya las siguientes referencias listas, pero todavía no se puede decir que vendrá….
—Abandonaste PoleGroup en el 2016 para centrarte en tu sello ¿Cómo crees que te ha ayudado profesionalmente el pertenecer al famoso sello/agencia? ¿Cuáles son tus mejores recuerdos con tus ex-compañeros?
—Sinceramente, no creo que PoleGroup me haya ayudado profesionalmente. De hecho, el sello no existía, lo creamos nosotros, fuimos nosotros quien puso el sello en su lugar y no al revés.
—En el DarkMad tocarás como Victims of Secrecy, ¿no puedes contar algo de este nuevo proyecto o es un secreto?
—En DarkMad presento mi nuevo proyecto ”Victims of Secrecy” donde vuelvo al principio de todo, ¡EBM attack pero con un toque actual!