Entrevista a B1980

De B1980, nombre artístico de Bert Libeert, os hablamos hace poco ya que fue el autor de una de nuestras últimas sesiones. Es un productor belga y miembro de la banda de electro rock Goose, que ha publicado cuatro recomendables EPs de un techno fuertemente influido por la EBM. Además, ha cosechado cierta fama gracias a lograr llevar perfectamente su música al formato directo, algo que verdaderamente nos gustaría ver en vivo. Recordad: B, como en Electronic Body Music.

—Antes te solías llamar solo B. ¿Cuándo cambiaste tu alias? ¿Fue para ser más visible en internet?

—Lo cambié a “B1980” cuando se publicó el disco con Zone a comienzos del 2020. Visualmente, todavía prefiero la letra B. La razón principal fue para que la gente encontrara mi música en internet. En vez de cambiar el nombre, añadí mi año de nacimiento que también es un periodo que ha influenciado mi música actual.

—También tocas en Goose, una banda que previamente se llamaba Loamy Soil y hacía versiones de AC/DC. ¿Fue una buena experiencia como batería? ¿Cuándo decidisteis cambiar de estilo?

—Tener un pasado rockero todavía influye en la forma en la que hago música. Me gusta la música con actitud y crudeza. También me gusta la música electrónica que es orgánica, que tiene un sentimiento humano. No me gusta el sonido limpio de muchas producciones hechas solamente con ordenadores. Con Goose realmente nunca decidimos cambiar de estilo, simplemente evolucionó de forma natural cuando intentábamos reinventarnos una vez tras otra. 

—¿Cómo ha influido en tu carrera el tocar con Goose?

—Goose es la banda en la que toco desde que era joven. Somos cuatro amigos que se desafían mutuamente constantemente. Nos gustan un montón de artistas similares, pero también somos muy diferentes de muchas maneras. Estas diferencias entre nosotros hacen que hacer música con Goose sea un proceso único. Este proceso siempre me enseña a traspasar las barreras, a buscar algo nuevo. 

—Ambush (2016) fue tu primer trabajo, un poco más electro que lo que estabas haciendo ahora. En cambio con Black Atlas (2018), encontraste tu propio estilo. ¿Qué hizo que te movieras en esa dirección?

—Siempre sentí que quería hacer a la vez cosas más oscuras y más atmosféricas. Estaba descubriendo a más y más artistas que quería que me inspiraran. Es natural para un artista el evolucionar, de la misma manera que una persona evoluciona. Aprendes nuevas cosas y con cada experiencia llegas a conocerte mejor. De esta forma se hace más claro cómo expresarte (en la vida diaria o haciendo música). Así, cuando más música hago, cuando más colaboro, más evoluciono en la dirección de un sonido que puedo llamar mío propio. 

—Sobre tu música algunos periodistas han escrito: “La atmósferas meditativas y la oscuras líneas de bajo con baterías a bajo pitch definen su postura. Su música contiene crudo y espontáneo EBM-techno de otra dimensión”. Pero, ¿cómo definirías tu estilo?

—La razón por la que hago música como B es para transformar la energía oscura en energía positiva. Creo que todo el mundo tiene partes siniestras dentro de ellos. A veces es difícil ir allí o confrontar esos sentimientos o pensamientos. Para mí, hacer música oscura es una forma de liberar esa energía negativa. La transformo en energía positiva al hacerla rítmica y bailable. Espero que otras personas se identifiquen con esto y mi música.

—¿Qué artistas de techno te han influido?

—Estoy muy inspirado por la historia belga de la música electrónica. Bandas como Front 242 y Telex seguirán inspirándome siempre. De chaval, me encantaban Confetti’s, una banda muy comercial de New Beat, su primer tema ‘The Sound Of  C” publicado en el 1988 todavía me llega. Más tarde, artistas como Terence Fixmer y The Hacker me enseñaron un acercamiento diferente a esta música, más dirigido al club y pensado en el techno. Pero sobre todo estoy inspirado por cualquier clase de buena música electrónica.

—Hiciste una lista de temas que han sido una gran inspiración para ti y pusiste el “Warm Leatherette” de The Normal como número uno. Nosotros somos unos grandes fans del trabajo de Daniel Miller. ¿Qué te inspiró de esta composición? 

—Me gustan todos los aspectos de este tema. El ritmo es lento y rápido al mismo tiempo. La forma en la que canta es fantástica. Además no contiene demasiados elementos, pero cada sonido es súper importante. Tiene un ritmo fantástico, pero al mismo tiempo puedes oír que es un poco descuidado y está tocado por un humano. No hay mucho trabajo de secuenciadores en él y creo que todos los artistas de música electrónica pueden aprender de eso. Cuando tocas una línea de sintetizador o un ritmo de batería con tus propias manos, es inmediatamente único y está lleno de sensaciones. He intentado rehacer este tema varias veces, pero nunca logro superar el original… Hacer una remezcla de un tema que es casi perfecto es la cosa más difícil. 

—Y ¿Cuándo empezaste a interesarte en la EBM?

—De alguna forma siempre supe que existía, pero no fue hasta más tarde, cuando escuché por primera vez el disco Muscle Machine de Terence Fixmer, que me di cuenta de que el género era más que unas atmósferas old school de los años ochenta. Después de eso, quería saber más sobre él y descubrí un nuevo mundo de nuevos y viejos artistas influenciados por el género. 

—¿Cómo es la escena EBM revival en Bélgica, el país en el que nacieron las más importantes bandas del género? En España ahora mismo hay un montón de sellos que publican material muy interesante.

—Para ser honesto, en lo que se refiere a la EBM y al techno influenciado por la EBM que me gusta, no hay en estos momentos tantos artistas que conozca en Bélgica. He hecho una remezcla para un artista influenciado por la EBM, llamado Radical G que será publicada pronto (voces de The Horrorist). Lleva en esto un tiempo y todavía sigue ahí con su historia. Pero la escena EBM/techno que a mí me gusta todavía necesita algo de trabajo en Bélgica. Siempre tengo un ojo en Holanda, Francia y Berlín/Alemania para saber qué está pasando. 

—En State of Nature (2020) hay influencias del acid. Cuando compones tus temas, ¿te dejas llevar o sueles tener ya un estilo en mente que quieres usar?

—Cada nuevo EP o tema es el resultado de lo que me apetece hacer al momento en el que lo estoy creando. Nunca tengo un plan o idea de cómo debería sonar. Preparo las cosas en el estudio con el equipo que me inspira en ese momento y veo qué sale. También experimentos con instrumentos que no se usan mucho en la música electrónica y veo si puedo combinarlos con el lado electrónico de la música. Para un montón de sonidos drone atmosféricos, utilizo guitarras con un arco electrónico, voces tatareadas o instrumentos de cuerdas reales. De esta forma intento conseguir sonidos únicos que son imposibles de sacar de una máquina.

—Tu último trabajo es Warrior Two (2021), ¿Cómo explicarías tu evolución hasta este trabajo?

—Durante el tiempo en el que estaba haciendo temas para este EP, tenía la intención de hacer algo crudo y con actitud. El sintetizador ruso Polivoks fue una gran inspiración para este trabajo. Tiene un sonido sucio y nuestra copia en particular no está en muy buen estado, lo que hace que ¡sea muy impredecible de forma positiva! Cada vez que meto la máquina a través de los altavoces, no estoy seguro de lo que saldrá. Me encanta trabajar con factores impredecibles. Recientemente he comprado el Polivoks Pro. Es realmente una buena réplica del original. Es más pequeño y más estable, así que puedo llevármelo a mis sets en directo.  

—Has colaborado con un tema en la banda sonora del cortometraje Lockdown de Robin Pront. ¿La hiciste solo para la película?

—Sí, un buen amigo mío trabaja en al industria de las bandas sonoras, (Sonhouse) y me dio esta oportunidad. Fue un honor trabajar con Robin Pront en este cortometraje protagonizado por Matthias Schoenaerts y Veerle Baetens. Los proyectos como este son muy interesantes porque te fuerzan a salir de tu zona de confort. 

—En el pasado te has encargado de la mezcla del primer disco de Whispering Sons. ¿Cómo fue trabajar con ellos? Supongo que en estos momentos deben ser ya bastante grandes en Bélgica. 

—Un par de años antes de su primer disco les hice una remezcla para uno de sus primeros singles, titulado “Performance”. Les encantó y me contactaron para que les mezclara su primer álbum. Para mí fue un honor ya que son una de mis bandas belgas favoritas. Son gente maravillosa y realmente saben lo que quieren. Por favor, ¡echadle un vistazo!

—Has remezclado un tema del proyecto del cantante de Amenra llamado CHVE y otro de Syndrome, otro proyecto de uno de los miembros de la famosa banda de sludge metal. Los dos artistas están bastante alejados de tu estilo. ¿Qué intentas lograr con estas remezclas? 

—A primera vista es un estilo diferente, y en cuanto a sonido lo es. Pero, de alguna forma, tenemos más similitudes que diferencias. Nuestra música,  a menudo, viene del mismo sitio, un lugar oscuro dentro de ti. El poder del sonido de Amenra trasladado al poder del EBM techno: sus guitarras con bajo pitch con un tempo lento contra las líneas de bajo de la electrónica oscura y las baterías con bajo pitch. Las atmósferas meditativas y transcendentales que tienen con su proyectos en solitario (CHVE y Syndrome) son muy emotivas y suaves. También intento combinar la aspereza con la dulzura para crear tensión. Por supuesto que cada tema es diferente, pero el DNA es el mismo.

—¿Es Safari Records tu propio sello discográfico o pertenece a todo el grupo Goose?

—Con GOOSE comenzamos nuestro propio sello Safari records. De esta forma tenemos la libertad de publicar cualquier cosas que queramos, algunas veces en colaboración con otros sellos discográficos.

—Eres el organizador también de B-Night, “Una serie de fiestas en lugares poco usuales”. Supongo que esta  actividad ha sido bruscamente detenida por el Covid, pero ¿qué nos puedes contar de estos eventos?

—Me encanta traspasar barreras en lo referido a organizar una fiesta. Me gusta colaborar con amigos para hacer que ocurra algo único. Hemos hecho fiestas en piscinas, galerías y otros sitios poco usuales. Mi favorita fue una en la que toqué en directo enfrente de mi feria favorita.

—¿Qué equipo usas en directo?

—Mi pieza central y principal es el MPC1000, hace de caja de ritmos y además manda midi y midiclock a mis otras máquinas que ahora mismo son: TR-909, MFB 522, Polivoks Pro (mono synth analógico), Korg MS-10, MFB Dominion Club. Un Spring Reverb y un delay analógico son los envío de efectos que uso en mi pequeño mezclador analógico. Cada cierto tiempo cambio de equipo para que me siga pareciendo estimulante. En el estudio, realmente me encantan el ARP Odyssey, Polivoks y el MS-20 para líneas de bajo. Para las baterías, a menudo uso el Linn, TR-606 y el Boss DR606 (mi primera caja de ritmos). Y hago un montón de muestras de baterías con una batería real.

—Y ¿qué nos puedes contar de esos directos? ¿Cómo convencerías a uno de nuestros lectores para que vaya a verte?

—Un set en directo suena muy distinto de un dj set. Es más orgánico, puro, crudo y energético. Los sonidos van directos de las máquinas a los altavoces sin ninguna conversión digital. En un ambiente en directo hago mis temas más bailables dependiendo de la atmósfera de la sala. Preparo algunas secuencias y patrones de batería de temas ya existentes, pero un montón es improvisado y tocado en directo, lo que lo hace muy excitante para mí y la sala. 

—¿Qué planes tienes para el futuro?

—Estoy terminando algunos nuevos EPs y trabajando en un álbum. Aparte de eso estoy planeando algunas colaboraciones con artistas que admiro. Tengo muchas cosas para el futuro.