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Azotemental – Curare

por François Zappa

Azotemental es el proyecto de Israel Gómez Larios, compañero en innumerables conciertos que, por fin, plasma todo lo aprendido en esos bolos en un mini álbum de ocho temas. Curare ya te avisa desde la portada, en la que vemos a una piraña y sus amenazantes dientes de que nos encontramos ante un disco incisivo, con un sonido afilado como lo dientes de dicho pez y unos textos cantados y gritados con la rabia y el veneno de un auténtico punk. Los ocho temas ya los conocía de verlos en directo (de hecho, este sábado pasado volví a ver a Azotemental en directo) y ya me había formado mi propia opinión de ellos, aunque en disco se aprecian mejor los detalles de la producción. Curare ha sido publicado por Suburban Relapse en una bonita edición en cd que contiene las letras y que nos comentan que se está vendiendo bastante bien.

“Soy un veneno, no puedo morir” canta Israel en “Prisionero”, el tema que abre Curare con el que ya podemos ver lo que vamos a encontrar: sonido industrial, potente y agresivo. Es una de las composiciones más pegadizas y con una producción más moderna.. El segundo tema, “Ya no Más” tiene un sonido más dark electro pero con una voz muy punk y descarada. “Miedos” ya era mi favorita en directo y en disco no pierde nada: poderoso sonido industrial con ritmo duros y modernos que os recomendamos oír con cascos para pillar todos los detalles del tema más pegadizo del álbum. “Deseo” retorna a territorios más dark electro, con un sonido que te arrolla como una apisonadora y lasciva letra. “Maldito Humano” es un tema más lento e intenso, con una curiosa letra. En “Nunca digas” vuelve el tono picante en este tema con un ritmo vacilón. Durante tres minutos y medio, salimos de fiesta con Azotemental: nunca digas que no…

En la recta final tenemos “Nadar sin mar”, tema en el que destaco lo currado de los ritmos, mientras que la música es ciertamente inquietante e Israel parece que arregla cuentas con alguien de su pasado. Curare termina por todo lo alto con la potente “Ganglios”, de nuevo con un sonido potente y arrollador y cantada con ese descaro tan punk que en boca de Azotemental suena muy auténtico. Un disco para escuchar a todo volumen.

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