De casi todo lo malo se acaba sacando algo bueno y, así, gracias al primer confinamiento nació el dúo de EBM/minimal synth Hammershøi. Los franceses, que publican en el prestigioso sello Swiss Dark Nights, nos muestran sus problemas y vivencias de pareja en bailables temas con la potencia de la Electronic Body Music y la sensualidad del mejor minimal synth. Los podremos ver en directo en Barcelona el dos de diciembre durante la segunda jornada del festival Ombra.
—El nombre de vuestro dúo es una referencia al pintor Vilhelm Hammershøi, ¿verdad? ¿Hay algún aspecto en su arte que queráis transmitir con vuestra música?
—¡Estás en lo cierto! Admiramos totalmente a este pintor y queremos rendirle homenaje llevando su nombre. Este pintor tiene un talento enorme y ha logrado hacernos sentir un montón de sensaciones y emociones, de una manera justa e intensa. Intentamos, a través de nuestra muisca, expresar esos sentimientos y, quizás, conmover a la gente que nos escucha.
—Ben estuviste en diferentes bandas antes de Hammershøi, ¿nos puedes contar algo más de esto?
—Sí, de hecho, fui cantante en varios grupos. Siempre en formaciones que usaban instrumentos electrónicos. Durante varios años fui, notablemente, el cantante y compositor de un grupo de synth punk llamado Perm.36. La única similitud entre esta formación y Hammershøi es el uso único de caja de ritmos y que cantaba en francés.
—Comenzasteis la banda durante el primer confinamiento. Supongo que fue una de las pocas consecuencias positivas. ¿Cómo pasó? ¿Cómo decidisteis comenzar este proyecto durante ese tiempo?
—Fue un poco por casualidad, para ocupar nuestras jornadas, que empezamos a hacer música juntos. Nos gustó el ejercicio y el resultado y por eso continuamos. De ahí nació el primer álbum, hecho completamente en nuestra cocina. Por el resultado, creo que experimentamos el primer confinamiento bastante bien.
—¿Cuáles fueron vuestras primeras influencias? En una entrevista habéis dicho que la banda alemana de synth pop Nacht Analyse fue una gran influencia. Honestamente, no los conocía así que ¿qué nos puedes contar de ellos? Habéis comentado que vuestras influencias provienen principalmente de bandas alemanas, ¿no?
—Nos inspiró, principalmente, la música electrónica alemana. De hecho, diseñamos nuestro primer disco escuchando un montón a Nacht Analyse. Es un maravilloso proyecto musical que, desafortunadamente, ya no existe. Su álbum es muy rico y presenta muchas influencias adornadas con una forma de cantar muy poderosa.
Estamos muy influidos por las bandas alemanas. ¡Quizás sea porque no entendemos nada de las letras! Además, en Alemania ahora están pasando un montón de cosas: escucha a Mängelexemplar, Oberst Panizza, Tilly Electronics, Infant Sanchos, y el trabajo de estos chicos increíbles y sus sellos: Carlos Grabstein y Miseria Records, Young & Cold, Kernkrach…
—Siendo franceses, ¿qué influencias de vuestro país tenéis? ¿Quizás de la coldwave?
—Creo que las bandas francesas que nos gustan e inspiran más son aquellas que hacen minimal wave, y que cantan en francés. La coldwave también, ¡por supuesto! El francés funciona bien en estos géneros musicales. ¡No es como el rock ‘n roll cantando en francés, que es realmente malo!
—¿Estáis interesados en esta nueva corriente de EBM que encabezan bandas como Leroy Se Meurt y Maman Küsters?
—Sí, ¡completamente! Con Leroy Se Meurt hemos tocado en directo. Tienen mucho talento y un enfoque muy provocador que funciona perfectamente. Además, son muy amigables y cercanos. Maman Küsters, no creo que toquen mucho en directo. Pero recuerdo que, durante la composición de nuestro primer disco, escuchamos un montón su tema “Liebe Hat Keine Preis”, remezclado por Years of Denial. ¡Es un temazo increíble! De todas formas, ¡en Francia, ahora mismo hay un montón de cosas interesantes!
—En algunas de vuestras canciones, la influencia de los años ochenta es bastante evidente como, por ejemplo, en “Ich Hatte einen Freund”. ¿Qué os interesa de esa década?
—Nos encanta la habilidad de esa década para proveer tantas bandas que compusieron éxitos con muy pocos instrumentos ¡y con letras super minimalistas! ¡Es muy difícil hacer una canción simple que funcione!
—¿Nos podéis contar algo más de la grabación de vuestro primer disco? ¿Fue realizado completamente en casa?
—Hicimos todo el primer disco en nuestra cocina, donde pasábamos todo el día. Y por supuesto el álbum es muy DIY. Llamamos a Daniel Hallhuber de Young and Cold para la mezcla y el mastering.
—En una entrevista habéis comentado que Cathédrales describe la historia de vuestra unión y que es un disco sobre la introspección. ¿Nos podéis contar algo más de esto?
—Nuestros textos hablan sobre nosotros y por lo tanto necesariamente sobre nuestra relación. Abordamos etapas significantes de nuestra historia como cuando nos conocimos pero también momentos más complicados que implican emociones más profundas. Escribir nos permite la introspección ya que requiere que retomemos sentimientos, emociones o el mismo pasado para ponerlos en palabras.
—Siendo una pareja, ¿os resulta fácil hablar de vuestros problemas y situaciones en las letras?
—Sí, es bastante simple en el sentido de que elegimos las palabras. Podemos elegir si queremos ser transparentes o, por el contrario, hacer un texto menos explícito, permitiendo que cada uno haga su propia interpretación. Las dificultades de la vida son una maravillosa fuente de inspiración. Encuentro mucho más complicado el escribir sobre cosas positivas.
—¿Cómo crees que habéis evolucionado musicalmente con vuestro segundo disco?
—¡Creo que es obvio que hemos hecho progresos! Creo que, principalmente, ¡sabíamos a dónde queríamos ir! Lo que no era el caso con el primero. Además, pensamos en este disco como un conjunto con un solo tema: nosotros. Es muy egocéntrico pero fue también una forma de exorcizar lo que habíamos experimentados como seres vivos. Pensamos un montón en el ritmo y la continuidad. El primer tema “I see you” habla de cuando nos conocimos y el último ofrece una puerta al futuro. Entre esas dos canciones hay melancolía, tormentas, mañanas felices…
—Ben, tu voz les da a los temas un sonido más EBM mientras que Anne hace que suenen más synth/minimal. ¿Es algo que surge naturalmente o tiene que ver con vuestros gustos?
—Nos encantan ambos estilos. Nuestras voces encajan en esos registros de forma natural. ¡Tenemos dos zonas de confort distintivas que se complementan bastante bien!
—¿Por qué hicisteis una versión del “Fade to Grey” de Visage? ¿Tiene este tema un especial significado para vosotros?
—No hay ninguna razón particular, ¡simplemente nos gusta ese tema! Lo que puedo ver es que incluso si no tiene ningún sentimiento específico para nosotros, este tema de Visage es atemporal y le gusta a todo el mundo, ¿verdad? Creo que lo puedes escuchar con tu abuela o con tus hijos. Es minimal wave para el público general.
—¿Qué equipo habéis usado para grabar y componer vuestra música?
—Para el disco usamos una Roland SE-02 para todas las líneas de bajo y una groove box Roland MC-505 para todas las baterías. Usamos un montón de sintetizadores alrededor de esta básica configuración. No voy a poner toda la lista, pero lo más importante es que nunca usamos ordenadores en nuestra música. Somos de una escuela que programa cada movimiento de botón paso a paso. Se tarda tiempo pero es nuestro método.
—¿Qué planes tenéis para el futuro?
—Tenemos un montón de proyectos en marcha. Ya para el Ombra, producimos un EP con nuestros amigos italianos de ZUG (Zona Utopica Garantita). ¡Estamos realmente orgullosos de este proyecto! Ha sido duro pero el resultado es una mezcla bastante interesante de nuestros enfoques musicales. Tocan el domingo, id a verlos. ¡Son siempre un espectáculo en directo!
Luego tenemos que terminar un álbum, más minimalista esta vez. Ya tenemos un montón de canciones y no tardaremos mucho. Finalmente, en poco tiempo van a llegar unas cuantas colaboraciones.
—¿Qué podemos esperar de vuestro concierto en el Ombra?
—Voy a adoptar esta famosa frase de la película ¡En guardia!, ya que refleja bien nuestros conciertos: “Si no venís a Hammershøi, ¡Hammershøi irá a vosotros!”
Nos vemos en el pogo…