Hemos descubierto a The Stirrings hace unos meses atrás con la publicación de su single, Bottle of Filth que servía de adelanto de X-Ray Eyes, su primer disco. Recordemos que The Stirrings es un grupo de rock experimental nacido en el 2018 del encuentro entre Raúl Galán Berlanga (sintetizadores), Juan Pérez Marina (guitarra) y el músico neoyorquino, Ryan Louis Bradley (bajo y voz). Publicado el 29 de enero del 2021, X-Ray Eyes está disponible en vinilo y en formato digital.
Como la vertiente experimental no era lo que más llamaba la la atención de “Bottle of Filth”, un tema pegadizo, pero bastante clásico, esperaba con impaciencia eso que el grupo iba a ofrecer en su primer álbum. Y ha valido la pena. Todo en X-Ray Eyes parece minuciosamente medido y reflexionado. Los riffs de bajo y de guitarras son de una eficacia indudable. Las voces son magníficas. Están resaltadas por bellas melodías simples y fáciles de tararear. Ciertos pasajes, como en “Start a Riot” están resaltados por los coros y contracoros con voces femeninas que iluminan este tema con sabor a Spiritualized. El reverb de la mezcla es, por momentos, deliciosamente estratosférico. “I want you” en cambio parece la imposible mezcla entre Spacemen 3 y Lee Hazlewood, algo que podría resumir la dirección del disco con esa mezcla entre el rock clásico de finales de los sesenta (no en vano versionan el “Five To One” de The Doors) y principios de los setenta y la distorsión y el ruido de finales de los ochenta.
Eso que cambia con respecto a otros grupos de rock es el uso de la batería. En mi opinión ese es el punto más experimental de Stirrings. En X-Ray Eyes, los patrones bien conocidos del rock son revisitados por el tratamiento sónico del timbre de este instrumento: un uso austero de los cimbales (a menudo reducidos al charles) y con definición, permitiéndole incluso respirar. Las sonoridades, a menudo difusas y, durante la mayor parte del tiempo, subrayadas por las atmósferas de sintetizador, pueden confundir al oído. ¿Se trata de una batería electrónica, de un ordenador o de una batería acústica con micrófonos? Una ambigüedad verdaderamente interesante. Como ejemplo, podemos citar los temas “Bad Disease” y “Gods & Monsters”.
“(Cathode)” y “(Anode)” son dos temas extraños, pero juiciosamente bien posicionados dentro del disco. Estos dos cortos cuadros musicales, puramente instrumentales crean una bella parte gracias a la ambientación creada por los sintetizadores. Nos dan una muy bienvenida pausa rítmica, un respiro.
No estoy decepcionado con X-Ray Eyes. Incluso si no revoluciona el género, el primer disco de The Stirrings es muy colorido y reconfortante. La calidez de la voz y de la mezcla ciertamente ayuda a esto. Además, las composiciones están muy trabajadas y todas tienen bonitas melodías que permanecen en la cabeza, y nuevos elementos que, tema tras temas, renuevan su discurso musical. Si todavía no los has añadido a tu playlist, ¡no sé a qué estás esperando!