Fotos: Patrice Hoerner
Este año habíamos aprendido de nuestros errores y pillamos un tren del aeropuerto de Bruselas a la costera ciudad de Ostende, para asistir a la edición del 2022 del W-Fest. Llegamos a tiempo de probar las primeras cervezas del día (algo teníamos que hacer porque todavía no estaba abierto el check-in del apartamento) y acercarnos con tiempo al recinto del festival. Como el año pasado, y parece que han encontrado su espacio definitivo, el festival tuvo lugar en la misma playa de la turística ciudad. Para que el sentimiento de vacaciones fuera completo, la organización proporcionó varios puffs en los que sentarse o tumbarse para ver los primeros conciertos del día. La verdad es que uno está tan pendiente de los conciertos y en mi caso también de comprar discos, que realmente no me detuve a mirar qué buena pinta tenía el festival y no fue hasta estar ya en España que viendo unas fotos me di cuenta de qué logrado está todo y cómo en tan poco tiempo el W-Fest ha conseguido crearse una personalidad propia.
En cuanto a organización este año también estuvo muy currada. No hubo colas ni para entrar ni para pedir bebidas en ningún momento. Había sitios suficientes para comer, la comida estaba buena, aunque para un bolsillo español no pareciera barata y los baños, de nuevo, estaban muy limpios. Quizás serían necesarios algunos más para las horas punta, pero bueno, nunca esperé más de dos minutos. Y ahora, pasemos a los conciertos.
The Kids
Comenzamos el día con el clásico cuarteto punk The Kids. Abrieron fuego con “No Work” mientras algunos apurábamos las primeras cervezas en el festival. Siguieron con la energética “Bloody Belgium”, la más nueva olera “Do You Wanna Know”, “For The Fret” y demostraron su sentido del humor con la divertida “Money is all I need”. La banda tocaba a piñón, y solo habían pasado una docena de minutos y ya estaban comenzando el sexto tema, que fue precisamente “Naugthy Boys”. Evidentemente coreamos el himno “No Monarchy” y seguimos con el espíritu punk de “I don’t care” y una buena versión del “12XU” de Wire que tuvo hasta solo de guitarra. Llegó la hora del gran éxito de la banda en la forma de “There will be no next time” que fue seguida de la energética “I wanna get a job in the city”. A continuación llegó la energía punk de “I’ll Get You”, el powerpop de “Baby, That’s Alright” y el espíritu desafiante de “Fascist Cops”. El fantástico concierto fue llegando a su fin con “This is Rock ‘n’ Roll”, que es justo lo que su nombre indica, y la tristemente siempre de actualidad, “Do You Love the Nazis”. Bastante bien.
NITS
La sorpresa del festival, al menos para mí fueron NITS. Hace muchos años, cuando el vinilo dejó de ser el soporte más popular, en la tienda de discos a la que iba en Ceuta me dijeron que al día siguiente me llevase una bolsa grande que me podía llevar todos los discos que quería. Ya eran restos y, honestamente en esa época tampoco sabía tanto de música como para elegir bien, así que me guie un poco por las portadas. Uno de esos discos fue el Tall Dwarf Normal de NITS, que puede que no fuese su mejor obra pero que me descubrió al grupo. Así que iba con curiosidad de ver qué me iban a ofrecer estos holandesse que había conocido de forma tan casual y la verdad es que salí encantado. Son un grupo de pop elegante, que con su aparición hicieron que saliese el sol, algo que este año fue frecuente en el festival. Empezaron con toda la clase del mundo con “Nescia” y sus toques más jazzies. Continuaron con “J.O.S. days” que fue irónicamente presentada como un tema sobre futbol. Nos sentimos nostálgicos con “Sketches Of Spain”, un tema sobre las calles de Barcelona, que fue cantada con pasión. Siguieron con grandes temas como “House in the hill” con el cantante, Henk Hofstede, al teclado, “Dead Rat Ball”, “Cars & Cars” y “Yellow Boat” con sus referencias pop y emotivo final. “Lits-Jumeaux” es uno de los temas que más nos gustaron, con un teclado que parecía un acordeón y fueron despidiéndose con la potente “Adieu Sweet Bahnhof” y el perfecto cierre que fue “In The Dutch Mountains”. Me gustaron tanto que al día siguiente me compré un par de discos suyos.
Fiction Factory
La banda de new wave/pop elegante Fiction Factory salió al escenario con nada menos que siete miembros y nos contaron que iban a tocar hace dos años pero que la actuación se había ido retrasando por el motivo que todos conocemos. Como comentaron en nuestra entrevista, iban a tocar temas que nadie conocía y por eso comenzaron con un tema nuevo “Building Blocks” que nos gustó bastante. Siguieron con el pop elegante de su segundo disco, con “Time is right” y nos hicieron bailar con la más movida “Dream of someone”, una cara b del 84. Nos metimos en el groove de “Hanging Gardens” y de ahí no salimos hasta que no terminó el tema. Siguieron con el rollo ochenta de “Panic”, “Lose your heart in nature” con solo de guitarra y sentido cantar de Kevin Patterson. Throw the Warped Wheel Out fue el nombre de su primer LP y el siguiente tema que escuchamos: más pop ochentero bien hecho. Y llegó el momento del super hit, “It Feels (Like Heaven)” en el que Kevin demostró ser un gran showman y disfrutamos de un gran solo de saxo. Siguieron con la divertida “Ghost of love” del mismo disco y terminaron con una sorprendente versión de “Promised Land” de Joe Smooth, un clásico del deep house que sonó perfecta bajo el sol de Ostende.
Big Country
Una de las cosas que me llamaron la atención del concierto de Big Country fue la gran presencia escénica de Simon Hough, el nuevo (lleva desde el 2013) cantante de la formación. La banda salió antes de tiempo y me pilló llegando corriendo de la sala de prensa, bastante espaciosas y bien equipada este año. Big Country presentó su rock con sonido irlandés y energético ante un público que se conocía bien los temas. Mientras sonaba “Look Away” miré hacia atrás y vi que el recinto estaba bastante lleno. Siguieron con la potente “Lost Patrol”, perfecta para corear en el que la banda presentó al cantante quien, a continuación, hizo una gran demostración de pasión en “Just a Shadow”. Continuaron con “Steeltown,” la coreada y emotiva “Chance” y los aires irlandeses de “In a big country”. Siguieron con las presentaciones de los miembros antes de “Wonderland” que entró con unas guitarras furiosas. El colofón a este buen concierto fue “Fields of Fire” con otra gran muestra de maestría de los guitarristas.
Scritti Politti
Para los que no conozcan los primeros discos de Scritti Politti, os recomiendo echarle un vistazo a Early, un recopilatorio de nervioso y anguloso post-punk que seguro que gusta a nuestros lectores. Aunque la banda llegó a la fama con temas de pop sofisticado como la inicial “Sweetest Girl” que abrió el concierto. En 1985, se publicó Cupid & Psyche 85, uno de sus discos más celebrados en su momento por el público, del que recuperó “Small Talk”, un tema más bailable en el que resaltaba la dulce voz del cantante y “The Word Girl”, una de sus composiciones más famosas. Siguieron con “A day late and a dollar”, una rareza publicada en el 2011 y “Oh Patti”, grabada con Miles Davis. Green Gartside sigue cantando de maravilla y llenando de dulzura cada tema. El siguiente tema, “Trentavious White” estuvo dedicado al rapero Bankroll Fresh y con su rapeados aportó algo de frescura al set. Siguieron con “Perfect Way”, más sonido sofisticado de los ochenta, ritmo tropical y buenas guitarras abrasivas. Bajaron las revoluciones con la lenta “The Boom Boom Bap” con muy buena parte vocal y continuaron con “Hypnotize” una composición con el sonido ochentero que todos los asistentes esperaban en un festival así. Green presentó “un tema realmente viejo”, que además era el primero que compuso que fue “Skank Bloc Bologna”, mi favorita y con la que yo conocí a la banda. Siguieron con “Wood Beez” que coreó el público, la lenta y tierna “Petrococadollar” y el blue-eyed soul de “Absolute”. Bastante bien en general.
Anne Clark
El siguiente concierto fue el de Anne Clark que como comentaba en su entrevista, vino con una banda impresionante. Fueron empezando poco a poco, primero el violoncello, luego sumaron violín guitarra y batería y por último la mítica cantante. El público, en ese instante era ya bastante numeroso. Mientras “The Spinning Turning of the Summer Earth” avanzaba, fueron ganando en intensidad. Continuaron con “Alarm call” del mítico Pressure Call, que fue seguida de varios temas de los ochenta como “This Be The Verse”, la genial “Poets Turmoil nº364”, con un bonito uso de los teclados y el violín y la magnífica “Heaven”. También tocaron alguna que otra colaboración como una peculiar versión del “The Hardest Heart” que grabó junto a Blank&Jones y el “Take Control” que cantó para Solomun. Volvimos a los clásicos con “Now” con bonitos teclados y guitarra, pero también se atrevieron con temas más modernos como “When you think your time has come” con aire latino y otra gran demostración del poderío de la banda. Anne Clark siguió demostrando que está en plena forma vocal con “Full Moon”, y “Off Grid” nos gustó mucho gracias a su increíble guitarra acústica. Antes de empezar “Blue Bird” nos contó que el tema estaba inspirado en un pájaro que veía cuando estaba enferma. Tuvimos más clásicos en la forma de “Echoes Remain Forever” con un trabajo de percusión muy interesante. Hubo también alguna parada en los noventa, como “The Healing”, que fue otra demostración de que son una gran banda. Llegó la hora de presentar a la banda que procedió a tocar el instrumental “Morrison’s Jig” con sus aires folk. Durante ese tema, Anne Clark se había retirado y al volver sonó la típica línea de sintetizador de “Sleeper in Metropolis” que fue acogida con alegría por el numeroso público. Siguieron con la energética “Boy Racing” con otra buena muestra de la maestría del violinista, “Abuse” y unan fantástica versión del clasicazo “Our Darkness” que nos sonó incluso mejor que la original. Fantástico.
Bauhaus
Y llegó el plato fuerte de la noche: nada más y nada menos que Bauhaus. Mucha gente se había reunido en Ostende para ver a Peter Murphy y los suyos y viendo que luego han cancelado la gira norteamericana por problemas de salud del cantante, nos alegramos doblemente de haber estado ahí. Antes de empezar el concierto, el escenario se fue llenado de humo y ruido y por un momento pareció que iba a saltar por los aires. De pronto salió Daniel Ash y comenzó con una tremenda versión del “Rosegarden Funeral of Sores” de John Cale. Siguieron con “Double Dare” y un tremendo trabajo de Kevin Haskins. En “In a flat Field” vimos la lóbrega imagen de Peter Murphy bajo un foco mientras Ash estaba pletórico a la guitarra. Siguió reinando Ash en “A God in the alcove” y se pasó al saxo para la más experimental “In Fear of Fear”. En “Spy in the Cab” fue Murphy el que se lució gracias a la teatralidad y sentimiento de amenaza que transmitió con su interpretación. Uno de los momentos claves, por la reacción del público fue “She is in parties” con su clásico solo de melódica y su parte más bailable. Si hablamos de bailar, tenemos que mencionar “Kick in the Eye”, un tema cercano a la música disco y con un tremendo bajo. Llegó la mítica “Bela Lugosi’s Dead”, con una gran intensidad y perfectamente ejecutada. Siguieron son “Silent Hedges”, simplemente otra muestra de que fueron y son una banda única. Nos siguieron dejando con la boca abierta con la intensidad de “The Passion of Lovers” mientras que en “Stigmanta Martyr” tuvimos más dosis de guitarra y a un Peter que daba la imagen de estar crucificado con el pie de micro. Otro de los mejores temas del día fue “Dark Entries” con magnífico comienzo de Ash. Para el final, pudimos escuchar “Adrenalin” que habían recuperado para la gira hace poco y terminaron con dos versiones: “Telegram Sam” y el momentazo de “Ziggy Stardust”. Tremendo.
