Foto de portada: Rebeca Balas
El cansancio de la jornada anterior junto al sueño atrasado que llevaba hicieron que el sábado se me pegasen un poco las sábanas y no pudiese llegar a primera hora como me hubiera gustado. Aún así, fui de los primeros en pisar los industriales suelos del festival y de los últimos en irme. Fue una larga jornada en el que se sucedieron muy buenas actuaciones y muy buenas sensaciones, que se mezclaron con los nervios que tenía porque mi esposa, Dead Violets Night pinchaba a última hora en el escenario Megabreakz. Coincidiendo con el que era el claro cabeza del día, el alemán The Invincible Spirit del que no vamos a hablar porque, se comprende, estábamos en otra sala.
Syneba
A las doce del mediodía abría Syneba, el proyecto de la productora catalana Esther Alarcón. Entre sábanas pegadas, buscar un cajero para tener algo de efectivo para la feria discográfica y encontrar definitivamente la mejor forma de llegar (cambié cercanías por metro), todo esto hizo que llegase más o menos a la mitad de su actuación. Me sorprendió su bonito sonido melancólico, una electrónica soñadora con sabor noventero con muchos tambores en la percusión. Me pareció perfecto para comenzar el día. El final fue un poco más bailable con un tema con sonidos que recordaban ligeramente a un arpa y unos beats contundentes. La próximo vez no me la pierdo.
Foto: Miguel Silva
Linear Movement
De ahí pasamos a uno de los conciertos más esperados del festival: el de los belgas Linear Movement. El director ejecutivo del festival Raúl Gayo me comentó que había sido su elección especial para esta edición. El año pasado le había preguntado a Peter Bonne, que vino a tocar los temas de Twilight Ritual, si se atrevía a tocar los de su formación más pop. Al comienzo Peter dudó, pero tras el recibimiento que tuyo su concierto, se puso en contacto con Lieve y le dijo que tenía un año para prepararse la actuación. Para una formación que nunca había tocado en directo, estuvieron bastante bien: Lieve estuvo fantástica y Peter demostró ser un maestro de los teclados y, especialmente, brillaron las composiciones, varias de ellas magníficas. Como único pero, los pocos segundos que tardaban en lanzar los vídeos, rompieron un poco el ritmo. Pero bueno, pudimos saborear ese sonido minimal synth que tanto ha subido en popularidad en los últimos años. Aprovechamos la intro para echar un vistazo al público y descubrir, entre la bastante numerosa asistencia para ser la una del mediodía, a los organizadores del festival bastante atentos y emocionados. Tras la larga introducción, arrancaron con buen pie con una de sus mejores canciones, que fue seguida de un instrumental y de “Five Faces” con su maravillosa melodía. Siguieron con la más bailable “Eternality” y otro de sus mejores temas, “To Another Soul”, con sus melodía tan característica. Con “To You” el público se fue animando un poco y en “On The Screen” discerní ya el principio del sonido típico que tendría posteriormente A-Split Second, otro proyecto en el que estuvo Peter. “The Game” sonó muy bien, ya con todo el mundo bailando. Nos relajaron un poco con una fantástica “You Won”, y acto seguido Peter cogió la guitarra para su tema más famoso y quizás el mejor, “Way of Living”, que fue reconocida enseguida por el público. Pudimos ver imágenes de ellos de jóvenes, algunas de ellas ya conocidas por adornar los recopilatorios de Minimal Wave y de un emotivo momento en el que cantaron juntos. El tema contó con muy buena interpretación con un pequeño solo de teclados. Terminaron con la movida “Night in June” y la sensación de haber vivido algo muy especial.
Foto: Rebeca Balas
ManMachine
El siguiente artista en pisar el escenario grande fue ManMachine, uno de mis grandes descubrimientos pre festival. El disco que le editó Oráculo prácticamente me ha obsesionado durante las semanas anteriores al festival y lo he escuchado de cabo a rabo en repetidas ocasiones. En directo nos encontramos al croata Goran Uroich contando sus historias, mostrándonos sus demonios en una actuación imperfecta pero sincera. No hay trucos ni falsedades en su concierto, solo un hombre desnudándose ante la audiencia. El músico croata recuperó temas de ese disco publicado por Oráculo como “Lilly”, pero también escuchamos “Elvis is Jesus is Elvis”, la declaración de intenciones que es “I Hate Human Race”, su peculiar versión del “First We Take Manhattan” de Leonard Cohen, cantada con mucha pasión, y temas como” Shelf Life” de su EP del 2018. Nos cautivó con la sinceridad descarnada de “Sunday” (I am talking cause I am empty, I am laughing cause I am scared), una de sus mejores composiciones. Nos conmovió a los pocos que estábamos allí con su “To my Dead Love” y nos mostró su alma con “Maybe Death is Home”. Intentaremos conocer un poco más de este músico en un futuro cercano.
Foto: Miguel Silva
The Ne-21
Otra sorpresa en directo fueron The Ne-21 de los que conocía el disco que publicó el gran sello She Lost Kontrol. Formaron parte de la fabulosa selección italiana, completada con TeslaSonic, Tambori Neri y Zona Utopica Garantita. Son un trío de Nápoles con una imagen que parece proveniente de los ochenta, con bajista rockero incluido. Comenzaron con “Stochastic Man”, el primer corte de su In the Realm of Electricity para continuar con un tema de su primer split, titulado “Black Sea”. En directo me sonaron bastante frescos y me gustó la forma en la que trasladaron al directo los temas que conocía. Entre otras cosas, nos contaron que usaron unas letras de Philip K. Dick para la canción “Jack Isidore”, uno de sus grandes temas. Siguieron con “High Rise”, con un estribillo muy pegadizo y que me parece material perfecto para sacarlo como single, con perfecta mezcla entre música electrónica y wave. Tocaron algunos temas más de ese In The Realm of Electricity como “Quite Strange” y terminaron con unos temas más cercanos al post punk. Entremedias comentaron que habían dado solo cuatro conciertos en cuatro años. Si dan alguno más en el futuro, allí estaremos.
Foto: Rebeca Balas
Codex Empire
Codex Empire tocó a las cinco menos cuarto pero metió una caña como si estuviera cerrando el garito más underground de Berlín. Tras una cortísima intro pareció que Mark Crumby quisiera derrumbar la fábrica usando su robusto bombo como bola de demolición. Su live fue especialmente contundente, entregó un techno industrial duro y opresivo con melodías inquietantes y una percusión durísima. Como curiosidad Lieve de Linear Movement estaba pasando por la sala delante de nosotros con sus amigos en ese momento y miró al escenario con sorpresa. El público estuvo muy entregado durante el que fue una de los los mejores y más inigualables actuaciones del festival. Las proyecciones rojas y las voces distorsionadas realmente nos trasladaban a otro mundo más oscuro e infernal. Tremendo.
Foto: Miguel Silva
Hammershøi
Hammershøi fueron la gran sorpresa en directo. Si sus dos discos, publicados por el sello Swiss Dark Nights, nos habían gustado en las escuchas previas al festival, en directo la banda nos pareció arrolladora. Aparecieron en formato trío, con otro músico reforzando a la pareja formada por Anne Dig y Ben Montes. Este último demostró ser una animal escénico, con una energía que parecía infinita y mucha presencia sobre el escenario. Abrieron fuego con “Extra Communication” un tema que se puede encontrar en el recopilatorio Unterschall Compilation 2 que fue seguida de algunos de los temas de su Cathédrales, como “Hammershøi Assassiné” o “Hélas!”. El momento más sorprendente fue cuando se subió una chica del público y estuvo acompañando al cantante un rato con buenos resultados. Los franceses sonaron muchísimo más potentes en directo que en sus dos discos, siendo un auténtico festín para los amantes de la EBM. Se fueron acercando al final con “Désillusions” y acabaron a lo grande con toda la sala entregadísima.
Foto: Rebeca Balas
Radical G
Pasamos a la sala Operator donde comenzaba Radical G. Habíamos hablado ligeramente con él y Dirk Da Davo en los camerinos mientras Glenn Keteleer se pintaba la cara. Su actuación fue otra de las ganadoras de la noche y del festival. Su mezcla de EBM y Techno hizo las delicias de los que estábamos ahí y nos dejó completamente boquiabiertos. Comenzó con una pegadiza “The Deserted Kingdom” que sonó más poderosa y menos dramática que la original. Se puso más agresivo con “Commander of the Wheel”, que fue seguida de algunos temas instrumentales bastante potentes. De su álbum Manking pudimos escuchar un “Love Ain’t Fashion” de considerable potencia y con un bombo asesino. Sin concesiones. Como curiosidad, pudimos escuchar “4Ever” que apareció en un recopilatorio de Deviate, mucho más dura en directo. Glenn nos impactó con su actuación, subiéndose a la mesa o teniendo momentos de auténtica locura. Nos maravilló con “Birds of Prey” de su increíble The Deserted Kingdom, una obra ambiciosa que, si no la habéis escuchado, os recomendamos y terminó dejándonos con muy buen sabor de boca.
Foto: Miguel Silva
Radiation 30376
Me fui corriendo a la sala Megabreakz para echarle una oída al live de Radiation 30376. El dúo publicó hace dos años su primer disco en Pinkman y justo cuando llegué estaban tocando uno de sus temas “Nietoperz”. Rodeados de aparatejos fue otro de esos lives con máquinas, sin laptops de los que pudimos disfrutar en el festival. Solo estuve unos cinco minutos pero esa modificada versión del tema que ya conocía me encantó.
Foto: Rebeca Balas
Little Nemo
En los festivales suelo priorizar ver a bandas que no he visto nunca, pero hago la excepción cuando algo me gusta mucho, como es el caso de la formación de coldwave Little Nemo. Ya los vi antes de la pandemia en un largo concierto que dieron en Valencia pero tenía ganas de volver a encontrarme con sus canciones. En los ochenta formaron parte de lo que llamaron Touching Pop con otras interesantes bandas como Asylum Party y Mary Goes Round y grabaron obras maestras de su época como Past And Future, Sounds in the Attic y Turquoise Fields. En esta ocasión, abrieron fuego con el soñador sonido de uno de sus mejores temas, “Seconds”. “Running in the Sun” siguió, con sonido tan característico de teclado e increíble pegada de batería. Quizás fue porque fue el único batería que vi en el festival (me perdí a Manisdron) pero me pareció que el percusionista de Little Nemo estuvo esa noche especialmente inspirado. En “A Day Out of Time” también estuvo bastante bien. Siguieron con la bonita “Empty House”, en esta ocasión con un potente final. A dos voces, Nicolas y Vincent cantaron “You Again”. En la banda cantan tanto Nicolas Dufaure que se encarga de la guitarra y los temas en inglés como Vincent Le Gallo, que toca el bajo y canta las canciones en francés, como la lenta y solemne, “La ballade des pendus”. Continuaron con “Alan is Waiting” uno de sus temas más potentes, “Sandcastle”, “Les Valles du songe”, e incluso presentaron algún tema nuevo. Para la recta final se dejaron el clásico “Cadavres Exquis (Howard Song)”, que fue presentado como “Tasteful but old”. El teclista cantó “Love is a Lie”, una canción bastante pegadiza que tuvo que acabar abruptamente porque Nicolas tropezó con los cables y se cayó al suelo. Tras levantarse, se despidieron con una potente versión del “City Lights (Long Way).” Ojalá los podamos volver a ver pronto por aquí en concierto propio.
Foto: Rebeca Balas
Dead Violets Night
Dead Violets Night tuvo que comenzar un poco antes su sesión porque Fotocopia dio un concierto más corto de lo estipulado. Su potencia y visceralidad son difíciles de mantener durante mucho tiempo y por eso me perdí el comienzo de la DJ que comenzó con el “Michi Michi” de Esplendor Geométrico que, al menos, había visto ensayar en casa. En su sesión hizo un pequeño homenaje a algunos de los protagonistas del festival, como Years of Denial del que incluyó su “Resonance”, Chino con su “Autostrada” o Umwelt con “Accelerating Universe”, que sonaron casi al final. También escuchamos el reconocible “Schwarz” de Inhalt en la mezcla de Black Merlin que fue mezclado muy bien con el fantástico “Unstable Isolation” de UHF que apareció en un varios artistas de Distrito 91. Tras un tema de The Hacker firmado como Amato, titulado “Physique” tuvimos un quién es quién de la mejor electrónica del momento: Schwefelgelb (remezclado por Crystal Geometry), Ansome, Thomas P. Heckman, Phase Fatale y Persona Non Grata con el temazo “Cöm Dig” que apareció en el Barro 2. La recta final contó con Ethan Fawkes, Ionic Vision, remezclado por Milimetric y Minimum Syndicat con una sala bastante llena bailando. Uno de los temas más celebrados fue “Masterplan” de The Hacker con Miss Kittin, que entusiasmó al público y fue muy aplaudido. El legendario DJ francés fue uno de los protagonistas de la velada con tres de sus temas girando en los platos de la DJ. Para el final se dejó un clásico: “The Fashion Party” de The Neon Judgement en el que la propia DJ, ya tranquila se puso a bailar.
Foto: Miguel Silva
¿Qué me dolió perderme? Me hubiera gustado poder ver a Fotocopia, pero supongo que tendré más ocasiones de verlo en el 2024. Radiation 30376 sí que creo que fue una de esas actuaciones que solo se consiguen ver en el Ombra, y ojalá no me hubiera coincidido con un Radical G que quiere acabar con su proyecto. A Belgrado me los perdí en la última visita a Madrid y aquí de nuevo. A ver si a la tercera va la vencida. Y a Teslasonic, con el que acabamos la jornada cenando, también me hubiera gustado verlo.
Alba Aranda
Sábado, segunda jornada de festival, tercera jornada si somos realistas y contamos desde el principio.
Asymetric80
Llegamos para ver la última hora del DJ set de Asymetric80, para mi uno de los artistas más destacados (y queridos) de la escena local de Barcelona. Tenía mucha curiosidad de ver al grande del Gonza tocando vinilos, ya que hasta la ocasión solo lo había visto haciendo Live. Y cómo todo, no me defraudó, ¡qué manera de bailar nada más llegar al festival! No me moví de la primera fila en todo el tiempo. EBM destructor, electro bailongo, la sala llena de gente dándolo todo a las 14h de la tarde, una fantasía… se nota que este artista, originario de Barcelona, lleva muchos años tocando vinilos y que apoya mucho la escena local, ya que pude reconocer tracks de algunos artistas locales durante su impecable set a vinilo.
Foto: Cristina Del Barco
Tras Asymetric80 empezó Andi, pero la verdad es que aunque me pareció que el inicio de su set prometía, y mucho, estaba muerta de hambre, harta de estar estresada corriendo de escenario a escenario, y también quería tener la ocasión de disfrutar de la zona de comida, mercadillo y de las exposiciones. Suelo estar tan centrada en las actuaciones musicales que muchas veces olvido esas cosas que también forman parte de la experiencia y que son un sello distintivo de un festival como Ombra, integrar otras artes y dar ocasión a marcas y sellos del panorama musical en el marco del festival.
De camino a la zona de restauración hice una buena parada en las salas de exposiciones, y la verdad es que todas me parecieron interesantes, y algunas de ellas muy interactivas. La sala con las columnas de televisores, que ya son una insignia del festival Ombra (Jaime Ripoll) dieron mucho juego a los asistentes, ya que luego me he hartado de ver videos de esa sala en stories de muchos conocidos. En mi opinión, destaco la exposición de H.R. Giger, con cuadros, enormes láminas y algunas esculturas del imaginario de la saga Alien, artista que cuadra perfectamente tanto con la temática como con la estética del festival.
Foto: Cristina Del Barco
Hay una parte muy importante en los festivales (especialmente en los festivales de día) que creo que se nombra poco y que en mi opinión también merece tener un espacio en estas líneas, ya que es determinante para que la experiencia sea mejor o peor. Estoy hablando de la oferta gastronómica. Personalmente, no hay nada que me dé más rabia en un festival que cuando estoy muerta de hambre y quiero comer, la oferta se limite a frankfurts precalentados, sandwiches de pan bimbo fríos y patatas fritas con kétchup y mayonesa. Afortunadamente, no ha sido el caso del Ombra Festival. Había, dentro de las posibilidades, mucha variedad. Hamburguesas, pizza, comida asiática, crepes, etc…Después del set de Asymetric80 y de visitar las salas de exposiciones, me senté un rato tranquila a comer un Pad Thai delicioso y una crepe de Nutela, mientras amigos y amigas iban pasando por la zona de restauración, y podíamos charlar sin tenerlo que hacer a grito pelado en medio de una pista de baile.
En el market, que estaba junto a la zona de restauración, se colocaron varios stands con marcas locales del panorama underground como Antidoto28, Human Nausea o Zannahona, tiendas de discos como Vinilarium, exponentes de sellos tan representativos como Oráculo (como no), Industrial Complexx o Phersephonic Sirens, además de un stand a disposición de los artistas que participaban en el festival, donde podías comprar su merch o sus últimos discos. Incluso algunos de estos stands prepararon performances muy interesantes, pero a mí, sinceramente ya no me daba la vida para ver las actuaciones de los escenarios principales…
Belgrado
Después de dos lives impresionantes, Codex Empire y Hammersoi, no me moví del Ombra Stage, donde por fin, y después de tiempo con varios intentos fallidos, pude disfrutar del live de Belgrado, que me pareció una delicia. Conocía a la cantante de la banda (Patrycja Proniewska) de otro proyecto, Fatamorgana, y ya sabía de antemano que su performance iba a ser interesante, pero la verdad es que superó mis expectativas, tanto por la energía de la puesta en escena como por el dinamismo de la banda en general. Post punk moderno y bailable, muy divertido e hicieron que no me moviera de la pista en toda la actuación, hasta que me fui corriendo (como no) a la sala Megabreakz a una de las cosas que sabía que si o si no me quería perder, el live del talentoso artista gallego Fotocopia.
Foto: Rebeca Balas
Fotocopia
Aun recuerdo la primera vez que disfruté de los ritmos rotos y dinámicos de Fotocopia en el Pumarejo, y como este también puso la pista del revés en el aniversario de DOMINANT el pasado mes de marzo. Creo que la actuación de Teo (el nombre detrás de todos esos gritos y todo ese humo) es una de las pocas que no me cansaría de ver aunque fuera una vez al mes. En mi opinión, uno de los live más impresionantes que vi en Ombra Festival sin lugar a dudas, parecía que la sala Megabreakz iba a derrumbarse. Industrial encontrándose con punk, noise, ebm y rave con un dinamismo y una agilidad brutal. Live minimalista pero lleno de detalles.
Foto: Cristina Del Barco
Cerramos el festival en la misma sala con Dead Violets Night.
