Eumir Deodato alcanzó fama mundial con su interpretación de “Also Sprach Zarathustra” publicada en su disco Prelude de 1973. Ese mismo año publicó Deodato 2, su otro clásico, donde destaca “Super Strut”, otro clasicazo jazz-funk. Como arreglista y/o productor, ha trabajado con gente tan diversa como Aretha Franklin, Björk, Charles Aznavour, Luz Casal, Marisa Monte, Gal Costa, Kool & the Gang, Frank Sinatra o Roberta Flack. Nos pusimos en contacto con él después de su concierto en el Blue Note de Milán donde tocó con el grupo Euro Groove Department.
—Tus primeros discos están un poco eclipsados por tu producción posterior ¿Qué nos puedes contar de ellos?
—Mi primer disco fue Inutil Paisagem: es un disco de versiones de Tom Jobim. Fue un disco de bossa jazz, jazz mezclado con bossa nova, jazzy bossanova, como quieras llamarlo. Estaba más interesado en el jazz por esa época, en la música de Bob Brookmeyer y Gil Evans, estaba muy influido por este último. No utilicé una batería normal, sino un cajón y escobillas, como las que usaba João Gilberto en sus discos.
—Y los siguientes álbumes, Idéias y Samba Nova Concepçao, aparecen publicados en el mismo año (1964) ¿cómo conseguiste grabar tantos temas en un año?
—No recuerdo bien la cronología. Samba Nova fue hecho con un grupo ficticio, Os Catedráticos, el grupo nunca existió, fue un grupo de estudio, hice seis discos con ellos. Idéias (hay una foto mía dentro tocando el piano y el órgano al mismo tiempo, puedes verlo si lo encuentras, aunque creo que es imposible ahora) fue antes, creo, se hicieron en distintos años, pero fueron publicados en el mismo año. No los pude hacer a la vez, estaba todavía en la Pontifícia Universidade Católica do Rio, una gran universidad, estudiaba Ingeniería, debía tener unos 18 años.
—Por esa época grabas Los Danseros En Bolero (1965), con la Orquesta Los Danseros
—Aquí estoy confundido también: Los Danseros creo que fue antes de Os Catedráticos, pero no confíes en mi memoria, tampoco yo confio en la tuya. Fue durante esos cinco años. Me gustaban algunas canciones hechas en esa época, chachachás, boleros, boleros románticos, e hice unas versiones de ellas que funcionaron bien. No había orquesta de verdad: en esos días simplemente metimos nombres en los créditos, pero usé ya cuerdas. Fue editada por un sello italiano, deshonestamente. y le pusieron el nombre de “Lounge 64”. Fue un amigo mío, quien hizo esto sin mi autorización. Él inventó ese nombre, sin mi permiso.
—¿Fue esta tu primera experiencia con las cuerdas?
—Metí cuerdas en varios discos de Marcos Valle. La primera artista con la que trabajé metiendo cuerdas fue con Wanda de Sá (en Wanda Vagamente, 1964).
—¿Cómo fue tu colaboración con Luis Bonfa para la banda sonora de “The Gentle Rain” en 1966?
—Luis era un gran amigo, yo conocía a su novia, María Helena Toledo y por eso terminé trabajando con él. Llevaba mucho tiempo trabajando en los Estados Unidos y yo quería ir ahí. Me llamó por si había posibilidad de trabajar en esa película “The Gentle Rain”, con un tipo americano. Escribió una canción llamada así. Estaba muy contento de que me llamase, la grabamos en San Paolo, todo salió muy bien. Estaba tan contento que me caí del podio, el pequeño podio de madera que me habían puesto para la dirección de la orquesta que también la hacía yo. Me dañé el pie izquierdo y tuvimos que retrasar alguna sesión. Después trabajamos en muchas cosas, como los arreglos para Maysa Matarazzo del tema de Luis Bonfa “Days of the roses” (“Dia da Rosas”) que salió durante el Festival Internacional de la canción de Rio de Janeiro. Me pidió que fuese enseguida a Nueva York, y yo lo hice y trabajamos mucho juntos.
Astrud Gilberto era amiga de los dos, y le hice unos arreglos en esos momentos (Beach Samba, 1967). Después empecé a trabajar haciendo arreglos para ella en varios discos. Una situación muy interesante. No tengo la lista he trabajado en alrededor de 500 discos, posiblemente más: tres o cuatro años atrás eran 450, y he hecho más de cincuenta desde entonces.
—¿Algo que mencionar de tus discos con Os Catedráticos?
—Son seis, era un cambio en relación con la música brasileña de la época. Tremendão tiene cosas buenas, entre ellas la canción del mismo nombre.
—Por aquellos años en Brasil despunta el movimiento Tropicália, ¿te interesaba?
—No, para serte sincero. El primer arreglista era bueno (Rogério Duprat), de San Paulo. Hizo un buen trabajo, me gustaban algunas cosas, pero luego se hizo repetitivo. No sé por qué se utilizó el nombre de Tropicália, la Bossa Nova era más famosa en la época.
—¿Estabas interesado en la música de Wendy Carlos o Isao Tomita cuando grabaste “Also Sprach Zarathustra”?
—No estaba interesado en Wendy Carlos pero sí que escuchaba a Isao Tomita: eran temas instrumentales que no tenían nada que ver con “Also Sprach Zarathustra” que es parte de una sinfonía de Richard Strauss. Zoroastro es un profeta, toqué en la ciudad donde está enterrado, a dos horas de la ciudad de Bakú pero nunca tuve tiempo de ir a visitar la tumba.
—Has trabajado con artistas como Frank Sinatra, Roberta Flack o Aretha Franklin, ¿estabas en contacto con ellos al hacerles los arreglos? ¿Cómo era su implicación en la creación de la música?
—Ellos normalmente no escribían canciones, Sinatra nunca escribió ninguna canción, ni Aretha Franklin que yo sepa. Yo trabajé con ellos en los arreglos. Siempre estaban trabajando, viajando, era difícil conseguirlos, o conseguirme a mí, que también viajaba mucho. En ocasiones especiales, como Sinatra que es una excepción, sí lo hice. Trabajé con Jobim en los arreglos para el disco conociendo su trabajo con ciertos arreglistas que respeto mucho, hice mis arreglos con big band, cuerdas y flauta.
—En 1973 se edita un disco en directo con Airto Moreira, he leído que nunca diste autorización a la grabación, ¿es verdad?
—Airto es un viejo amigo mío: cuando vino a Nueva York se quedó en el mismo hotel que yo. Yo no grabé con él, él grabó su show separadamente. Lo usé en algunos de mis trabajos, mucho antes de este disco. Toqué con él en México en formato trio. No tuve nada que ver con ese disco. La compañía CTI, que acababa de dejar, quería poner nuestros dos nombres para aprovecharse de mi fama. Me estaban explotando terriblemente. Él abrió para mí el concierto, él estaba en un estilo completamente distinto, cosas más locas, y yo en el funk y el jazz. Nunca di autorización porque no estaba en la compañía. La gente la compró por el nombre, fue número uno en la listas de pop. Airto intentó promoverlo, no tengo nada en contra, pero no debería haber usado mi nombre. Usaba mi nombre para vender. Creo que nunca he escuchado ese disco. Conozco la música de Airto, es un gran percusionista y batería, pero no creo que lo que estaba haciendo fuese lo mejor para él.
—Hiciste una versión del Concierto de Aranjuez, estabas interesado en el versión original o en la de Miles Davis?
—Hice una versión en 1972, en Italia para un cantante llamado Mássimo Ranieri, que debería llamarse Mínimo Ranieri. Más tarde pusieron una trompeta, horrible en el disco, ni siquiera sé quién toca. La versión de Miles Davis era muy buena, excelente sus arreglos eran muy jazzy, no me atrevía a hacer esos arreglos para un disco de pop, para nada.
—También trabajaste con Tommy LiPuma en algunos álbumes de música disco.
—Él era el productor de Love Island, Knights of Fantasy en cambio lo produce yo. Teníamos distintas opiniones sobre cómo terminar Love Island, él quería dejarlo en solo el grupo y yo quería meter orquesta porque siempre trabajo con orquesta. Le dije -“cuando esté en Nueva York voy a meter cuerdas”. Dejamos de trabajar juntos por diferencias de opiniones. Estaba creando su catálogo como productor para Warner Brothers, trabajó para ellos muchos años. Murió hace poco. Se mudó a Nueva York. Lo recuerdo sentado en la mesa del estudio y diciendo -“Es maravilloso” siempre que hacía algo. -“Pero quiero hacer algo más”, decía yo. -“Déjalo ya, así está bien”. Solo quería irse a casa. Creed Taylor, que trabajó con Stan Getz, era así también. Para Love island yo hice la percusión en “Whistle Bump”, que fue un gran éxito en Inglaterra.
—¿Estabas interesado en la música de Larry Levan o Giorgio Moroder?
—De Levan no me acuerdo, pero un gran amigo mío pinchaba en esa época, François Kevorkian. También estaba Danny Krivit. Giorgio estaba haciendo un fantástico trabajo en la época, trabajando mucho con Donna Summer. Hice dos o tres discos con un sonido disco, trabajé con gente de Maryland, con un bajista muy bueno, Gary Grainger que tocaban en un grupo llamado Pockets.
—¿Te gustaba la música de Idris Muhammad o Lonnie Liston Smith, dos artistas que también hacían jazz funk en los setenta?
—Idris Muhammadd tocó la batería conmigo, Liston Smith, no, porque toca órgano, nunca escuché su música. Hice discos con Luis Bonfa donde tocaba Idris Muhammad. En mis discos tocaba siempre Billy Cobham, y Stanley Clarke al bajo. Ron Carter, otro bajista muy bueno, más metido en el jazz, toca también en “Also Sprach Zarathustra”. Toca con una extensión de madera del mástil que le permite tocar una muy baja nota Do, por debajo del Mi normal.
—Mucho se ha hablado de tu colaboración con Kool and The Gang.
—Los conocía antes de trabajar con ellos. Tuve un encuentro con ellos, yo vivía en Manhattan, habían escuchado Love Island y quería trabajar conmigo. Yo dije que no podía hacer eso: trabajaba en un estudio en New jersey, no muy lejos de New York pero había tantísimo tráfico. Para solucionar esto me mandaban una limusina todos los días para recogerme. Querían que produjese su siguiente disco y el nombre del disco no era muy bueno, se lo dije, y además tenía que terminar mi propio disco que estaba grabando para Warner Brothers. No querían esperar y empezaron a grabar en un estudio cercano al mío haciendo overdubs. Tuvimos la oportunidad de charlar y yo no quería implicarme en el disco, lo estaban haciendo de la forma equivocada, el grupo tenía que cambiar, no de personal, pero el rol que tenían: el bajo tocaba el piano, el guitarra tocaba la guitarra, desafortunadamente, El líder, llamado Khalis, o Ronald Bell, él tuvo la idea original para “Celebration”, pero la canción no estaba bien planeada, así que di algunas sugerencias y me dijeron que me darían participación en los créditos, yo dije, -“no os preocupeis”. En esos dias, era amigo de Dennis Thomas, todavía somos amigos. Él escribió “Ladies’ Night” para el primer disco que estuvo bien, y “Too Hard” y canciones así. Escribía muy bien, pero había problemas con Khalis, y con James J.T. Taylor, que estaba enfermo, pero eso es otra historia. Había muchos problemas entre los miembros de la banda, no sabían cómo hacer el disco, el tío de la compañía tomaba muchas drogas. Yo no tomo drogas las odio, he visto como destruye la vida de otros.
—Durante los años noventa no sacaste ningún disco ¿estabas ocupado produciendo?
—Empecé a viajar a distintos países, viajé a Venezuela, a México, hice una gira por México: Guadalajara, Guanajuato, una ciudad en el norte que parece la luna, toqué en una plaza de toros. No tenía tiempo de grabar. También necesitaba un poco de descanso después de tantas grabaciones. También giré por Guatemala.
—De todas tus colaboraciones, ¿cuál es tu favorita?
—No sé cual me gustó más. Sinatra fue muy fácil, le encantó el material, le encantó trabajar conmigo, su hija escribió un libro donde dice que Sinatra me apreciaba mucho y que quería trabajar conmigo pero su salud era muy mala y no tuvimos la oportunidad.
—Tu último disco, The Crossing fue publicado en el 2011, ¿cómo fue volver a grabar?
—Hice el disco en cinco días y lo dejé para el productor, Lino Nicolosi, un gran guitarrista, vive en Milán, también ha grabado un par de discos con Billy Cobham, vive cerca de Linate. El problema es que el que pagaba por la producción tuvo un problema con Lino y al final lo publicó Lino, pero nunca he visto un duro del disco. Creo que le pertenece a Lino. No sé he hecho tantos discos que no me puedo preocupar por todos ellos.
—Te vimos en Milán tocando con un grupo de músicos italianos, Euro Groove Department, ¿sueles tocar con ellos?
—Cuando toco en directo sí. Tengo distintas personas que pueden hacer cualquier cosa conmigo pero me gusta tocar con esta gente joven. Están muy contentos de tocar y de tocar conmigo, y eso hace todo más fácil. Marco Maggiore, el jefe de Euro Groove está intentando hacer que funcione. Son un grupo italiano formado por Marco Maggiore a la batería, Daniele Gregolin a la guitarra, Giorgio Palombino a la percusión y Piero Orsini al bajo.
—¿Cómo ves el negocio de la música en estos momentos?
—El negocio de la música ha cambiado mucho, no quieren pagar a la gente y además no tienen dinero para pagar. He trabajado en Israel, (en estos momentos Deodato me pregunta por mi verdadero nombre) con una cantante llamada Rita, casada con un americano y ha trabajado con un guitarrista de San Francisco. Solía ganar mucho dinero con sus conciertos, es de Irán, hay muchos judíos iranís.
—¿Qué planes tienes para el futuro?
—Ahora voy a tocar el 25 de junio en Londres en el Jazz Café que ha sido renovado y ahora es grandísimo: luego voy a Dubronic a ver la ciudad y luego voy a tocar a Montenegro al Southern Soul Festival.