Foto de portada: Adrià Massanet @noiahombra
Las Amas son las tradicionales buceadoras japonesas, enigmáticas sirenas que se sumergen en las aguas para la pesca subacuática y la recolección de perlas. “Las mujeres del Mar”. Pero son también el dúo de electrónica ruidista y performance formado por dos figuras clave del underground Barcelonés, Ivana Ray Singh (Lucy Tcherno) y Maria Gatasanta (Maria I. Barros).
Ivana es artista, Dj y agitadora cultural, cofundadora y exdirectora de Màgia Roja, lugar de culto para cualquiera que ame el ruidismo y los sonidos poco comunes de Barcelona. A día de hoy, es miembro de la comunidad artística de Konvent y está involucrada en la creación y promoción artística de muchas plataformas y espacios de innovación artística y sonidos de vanguardia.
Maria Gatasanta es un nombre que resuena en el underground de Barcelona desde hace una década. Colombiana que empezó su carrera como Dj en París, lleva desde 2013 instalada en Barcelona, donde es bien conocida en la escena Electro y Techno. Impulsora de un montón de proyectos vinculados a la electrónica y a las artes visuales, forma parte del colectivo “Trama 34”. Actualmente imparte workshops para enseñar a mezclar con vinilos, donde manifiesta sentirse muy agradecida por la confianza que las personas ponen en ella, y es activa participante en espacios de creación artística y sonora.
Cuando nos sentamos, siento una energía sutil, pero totalmente perceptible, de conexión entre ellas. Esa magia que sucede en los directos de Amas no es solo parte de la performance. Proviene de las profundidades de las almas de estas dos mujeres. Estoy deseando investigar sobre ello.
—Buenos días, chicas. Primero de todo, deciros que es un honor estar aquí con vosotras, ya que ambas sois figuras conocidas de sobras por el underground barcelonés y soy una super admiradora de vuestro trabajo artístico individual, pero sobre todo del Universo sonoro de Amas. Para empezar, querría saber cuáles son vuestras influencias más importantes. ¿Qué estilos o artistas os han inspirado para formar vuestro carácter artístico?
—Ivana: De algún modo, todo lo que te habla en la vida, en cualquier tipo de arte, influencia cómo tú expresas tu voz a nivel artístico. Puedes escoger colores de la paleta de otras personas, pero al final, siempre es tu voz, una amalgama única de lo que has experimentado como transformador en tu vida.
La banda Throbbing Gristle nos gusta mucho a las dos y está muy presente, pero en igual medida me influencian creadoras contemporáneas, cómo Kate Tempest que conocí después de formar Amas y fue cómo verse en un espejo, sobre todo por la intención de transmitir un mensaje profundo con las letras y una forma de recitar en “stream of consciousness” (fluir de pensamiento). Otra influencia muy profunda proviene del dúo C-utter, en concreto de una actuación de las que más me ha impactado en la vida, en 2009 en una iglesia en Manresa, en la sección (((còlics))) del mítico (((Festival Gargall))). Es un dúo de noise experimental (Kike y Riegla), y en aquel momento Riegla hacía voz flamenco-black metal, muy gritada y con mucha expresividad. Nunca había visto a una mujer hacer algo así. A nivel de performance hay toda una escena muy interesante en Valencia. Personas cómo Lorena Izquierdo, Kira Perez, Mario Montoya o Héctor Navarro están haciendo cosas que me vuelan la cabeza, obras de arte vivientes. Todo esto sin entrar en las influencias de lecturas filosóficas y ocultistas de figuras como Dion Fortune, Alan Chapman o Cornelius Agrippa.
—Maria: Soy Dj de la escena Club, del Electro y Techno de Detroit, de la primera y la segunda generación de esta música, de Juan Atkins aka Cybotron y luego de UR (Underground Resistance), con Mad Mike, Jeff Mills y Robert Hood como los principales representantes. Como Dj mis influencias son básicamente musicales, pero como artista audiovisual, trabajo además con otras referencias, por ejemplo, con la práctica meditativa, a la que llegué conociendo y acercándome primero al linaje de Shambala de Chögyam Trungpa Rinpoche. Estas bases prácticas las voy transformando para generar una base conceptual de mi trabajo más audiovisual.
—¿Os encontráis en 2018, que es cuando se forma Amas, o ya os conocéis anteriormente? He leído que sentisteis una “Conexión Mágica Instantánea”. ¿Nos podríais explicar un poco más cómo fue esa conexión, tanto a nivel musical como artístico?
—M: La primera vez que hablamos fue por mail, antes de conocernos. Hablamos de nuestros respectivos sellos. Lucy me mando unos links de DJ Dani Blue y yo le envié algunas cosas de mi sello de entonces, “Shaddock Records”, que sabía que eran más de su estilo. Un release No-wave de un artista llamado Deekay Jones con temas inéditos de principios de los 80’s. Finalmente nos conocimos en persona cuando Isamit Morales (Dj y fundadora de Sin-sync, una escuela de Dj feminista, trans y aliadas), Ikram Bouloum (artista electrónica y vinculada al Arte Contemporaneo), Juliana Raco (artista visual) y yo, decidimos montar una fiesta con motivo de que era el año en que el planeta “Saturno” dejaba de tener influencia sobre el signo Sagitario. Todas somos Sagitario. Y de repente, apareció Lu: “¡Yo también soy Sagitario y quiero participar!”
—¿¿Ambas sois Sagitario??
—Al unísono: ¡¡¡Sagitario con ascendente Sagitario!!!! (risas)
—M: Yo formaba parte del roster de Femnoise. Era un roster variado con el nexo común de que todas éramos mujeres. Pensé en Lucy, porque admiraba su trabajo y porque venía de un universo sonoro diferente. Pensé que podría aportar mucho al grupo y la propuse para que formara parte del roster.
—I: Me pareció un gesto tan bonito por parte de Gatasanta, que la llamé y quedamos para tomarnos un café. Conectamos tanto que dijimos: “Tenemos que hacer una Jam”. Nos encontramos en el antiguo Pumarejo varios días, y de ahí surge nuestro primer disco, Pearls of Wisdom. Literalmente fueron improvisaciones, que nos salieron solas y fluidas, grabadas a pelo, con los recursos que teníamos. Fue totalmente mágico. Nos gustó tanto como quedaron, que lo masterizamos con Stephen Bishop de Opal Tapes. Así nace Amas
—¿Cómo elegisteis el nombre del grupo?
—I: Hicimos una lluvia de ideas. Yo tenía en mi ordenador unas imágenes de las Amas, las buceadoras japonesas, que me encantaban. Tradicionalmente siempre han sido las mujeres las que se han encargado de ir a las profundidades a buscar las preciadas perlas. Eran unas fotos de los 60, en blanco y negro, donde se ve como estas mujeres prácticamente desnudas, sin apenas protección y en apnea, se sumergen en las profundidades. Esta idea nos inspiró, en la fuerza y la valentía que tienen de inmiscuirse con todo ese riesgo, y volver (metafóricamente) con la lección aprendida y con esa sabiduría. Por eso el nombre de nuestro primer disco, Pearls of Wisdom. Esto tiene que ver con una metáfora que propone Carl Jung, la alquimia cómo el proceso de individuación en psicología, la cristalización del ser más superior, la persona haciendo con su voluntad lo que desea en el mundo. Todo quedaba ligado.
—En la puesta en escena de Amas, María es la que mayoritariamente maneja el tema sonoro, y Lucy se encarga de las vocales y de poner pimienta con la performance… ¿Cómo es el proceso creativo del Universo Sonoro de Amas?
—M: Lucy se dedica a darle forma a la parte más conceptual y performática, y yo voy poniendo las bases instrumentales. Como no vivimos en la misma ciudad, vamos trabajando las cosas por separado, y luego las unimos. Por ejemplo, gracias a un show de Colectivo Secreto salió el tema “Diffraction”. Fue una improvisación, no sabíamos que íbamos a hacer cada una. Ese live lo grabamos, y salió ahí cómo de la nada. “Diffraction” es un tema que tiene unas letras como de rap que dicen: Cientos de patrones pueden ser generados a partir de un mismo hilo.
—I: El concepto y la letra vienen de unas lecturas que he estado haciendo los últimos años, de Feminismo Interseccional, Tecno Feminismo y Ecofeminismo. Donna Haraway ha sido clave en este sentido, conecto mucho con su manera de ver el planeta y los seres que vivimos en él, como bichos interconectados. Un mismo hilo va pasando de persona a persona, de ser a ser, y se va transformando en patrones de habla y escucha, pero todos estamos al mismo nivel y nunca perdemos ese hilo. Con este mensaje de los hilos realicé una performance ritual y se me ocurrió que sería interesante explicar el desarrollo de éste en un tema.
—Precisamente, uno de los temas que más me ha enganchado ha sido “Diffraction”. He caído hipnotizada por el ritmo bailable y las vocales combinadas con los toques de sinte. ¿Creéis que vuestra música está pensada para el baile?
—I: A nivel sónico, lo que hemos hecho este último año es enfocarnos un poco más a un entorno Club. El primer disco es muy abstracto, muy noise, muy envolvente, y hemos tomado una decisión concreta: Queremos hacer cosas más bailables. Con Amas siempre hemos querido estar presentes en todas las escenas posibles. Nos encanta la posibilidad de poder realizar un concierto tanto en un centro de arte contemporáneo como en un club.
—M: Nuestra idea es conectar con los cuerpos y que nuestra música sea bailable. Como dj, vengo de la escena del club. Si bien, mi intención haciendo música es evacuar a través del ruido, luego se trata de limpiar el ritmo gracias a la estructura del Techno y el Electro. Por ejemplo, “She Wants to Know”, es un tema que rítmicamente comienza “electro” y se transforma en “techno”, la base estructural se desarma a medida que van pasando los compases, el patrón va cambiando a lo largo del track.
—Tengo entendido que detrás de este tema y sus letras hay una historia y me encantaría conocerla…
—I: Efectivamente, la letra de ese tema viene de un sueño premonitorio que tuve. En éste, me encuentro en un valle totalmente árido, y de repente, aparece una vaca con la mirada enloquecida y me muerde el brazo. Hago toda la fuerza posible para liberar mi brazo del animal, y escuchó una voz en portugués (y yo no entiendo el portugués) que dice: “La vaca no entiende cómo saliste del matadero ilesa”. Me desperté, hablando en portugués ( y tampoco hablo portugués). Este sueño me alertó de un conflicto que iba a tener con una persona. Gracias a la música y al arte tenemos la posibilidad de transformar las situaciones. En este caso, canalicé una situación que hubiera sido de violencia para mí en algo creativo. Actualmente, se hace el ritual en los directos con “She Wants to Know”. Al principio lo hacíamos con “Fields of Green”, y quemaba una rosa, que simboliza la violencia sistémica. A medida que hemos ido transformando nuestro directo, hemos ido viendo qué mensaje queremos transmitir en cada momento y últimamente ha sido en “She Wants to Know”, que habla de la competitividad entre mujeres sembrada y mantenida por el sistema, porque siento que ahora mismo es la transformación más reciente y necesaria.
—A nivel más técnico, ¿Qué tipo de aparatos y sintetizadores utilizáis para crear los sonidos
—M: La base es en un 80% la Korg-Electribe ER1. Amas nació con esta máquina. Es un “drum-machine”, bombo, redoblante, hi-hats, etc. Cada parte es modulable independientemente, lo que da mucha riqueza. También uso un pedal-flanger, con eso amplío mucho el espectro. Un Sintetizador (Moog Mother 32), con el que aprendí mucho sobre la síntesis analógica. Trabajamos mucho con la improvisación y como esta máquina es analógica, el sonido puede variar bastante, con lo que un concierto de Amas nunca va a ser igual que otro. También un Alesis Micron, un sinte polifónico con un sonido muy retro. Lucy aparte lleva cassettes de ruido y otro sinte.
—I: Maria le pone muchos detalles al live. Por mi parte, a mí siempre me ha gustado mucho como suena el cassette, tiene una calidez interesante y a la vez puede sonar cómo un artefacto de una civilización perdida, de un mundo que ya se fue al garete. Con ruidos grabados, ecualizo las pistas de la cinta magnética por separado. Con la expresividad que me permite esto, aporto texturas encima de lo que hace María. Además, yo tengo un sinte que es una réplica de un sinte ruso, que se llama Polyvox, que uso para crear estas nubes o subidas de noise que nos gusta dar.
—He escuchado en una entrevista cómo María explica que “tradicionalmente” no era tan común que una mujer tocara cacharros o sintetizadores. ¿Creéis que el panorama actual está cambiando? ¿O aún falta presencia femenina en la escena de la electrónica, en los festivales, etc?
—M: Ser mujeres en el intento de ser 100% independientes, pone muchas limitaciones en un mundo muy masculino en general. Y no hablo sólo de limitaciones externas, muchas veces éstas vienen de nosotras mismas, de tu propia educación y de donde tú te colocas, ya que es donde incluso nosotras mismas nos hemos colocado, o nuestras madres o maestras, no solo viene de los hombres. Por ello, y de manera muy orgánica, “ellos” tienden a ocupar más lugar y las mujeres tendemos a cederlo. Yo soy de América Latina, y allí, hace dos décadas fue todavía más evidente.
Por lo que respecta a la escena, hace 20 años llegabas a un garito con una máquina o un sinte y se te colocaba en un lugar de privilegio, lo que ahora se entiende como “discriminación positiva”. Los hombres estaban por ti, que no te faltara de nada, sorprendidos con tus capacidades en un mundo predominantemente masculino, hablando del mundo de la música electrónica bastante underground. El panorama está cambiando porque los colectivos feministas van haciendo su trabajo y porque institucionalmente se está apostando por ello. Ahora política y organizacionalmente se está obligado a incluir a estas mujeres que siempre habían estado haciendo música en la sombra.
—I: Creo que estamos en un momento de transformación histórica. Queda mucho trabajo por hacer, los cambios macro son muy lentos. Si miramos los carteles de los festivales, mujeres/trans/no-binarias representamos solo un 19,5%. Esta representación es insuficiente. A mí me parece importante que a nivel institucional se incentive la programación paritaria como mínimo. Del mismo modo, a mí me parecen igual de válidas experiencias que no son tan explícitas, de creación de estos espacios más inclusivos. Yo organizo un festival en Konvent, A LOVE SUPREME, que este año verá su 4ª edición, donde el 99% del cartel son mujeres o personas que se declaran no-binarias. No hay ninguna información explícita sobre esa premisa cuando se contacta con las artistas o con la comunicación del festival, tú llegas allí y te encuentras que es así, de un modo natural. Se da porque hay una consciencia de dar espacio a aquellas voces disidentes que sistemáticamente disponen de menos oportunidades para mostrarse.
—Recientemente habéis estrenado el videoclip de otro de vuestros temas, “The Way was not lit”. El videoclip ha sido rodado precisamente en el Konvent de Berga. Nos podéis explicar un poco más sobre este espacio y vuestra vinculación con el mismo.
—I: Es una comunidad artística que da vida a un espacio que fue abandonado durante muchos años, un convento del siglo XIX rodeado por edificios industriales de una antigua fábrica textil. Allí nos dedicamos a dar un lugar a la creación artística y cultural que no encaja en los circuitos institucionales. Es un proyecto totalmente independiente. Allí fue donde conocí a Salva G. Ojeda, que es un artista visual que toca casi todo: hace música, escultura… Nos propuso hacer un videoclip, y el lugar más adecuado era Konvent, tanto a nivel práctico cómo estético, ya que es un espacio increíble. Salva tiene un universo escultórico que comunica mucho con las ideas del universo sonoro de Amas, sobre todo con la base más alquímica, el proceso de la cristalización de la sal, cómo cristalización del ser/la autogénesis. De allí, entre otras muchas cosas, salió el videoclip.
—La producción técnica del tema del videoclip está realizada mayoritariamente por personas de la escena local, y de la cual vosotras sois fervientes defensoras. Creéis que esta situación actual ha podido ayudar a que se preste más atención al talento local. ¿Pensáis que la escena local puede verse beneficiada de algún modo por la pandemia y las restricciones?
—I: Vivimos en un mundo globalizado por internet, nuestra elección de trabajar con un masterizador que vive aquí al lado es lo mismo que trabajar con uno que está en la otra punta del planeta. La pandemia ha hecho más daño que bien, a nivel artístico, porque se han parado no solo los conciertos que podían dar ciertos ingresos, sino muchos otros trabajos. Si no dispones de un mínimo para sobrevivir es muy difícil tener la cabeza liberada para crear o hacer música. Sin embargo, en Barcelona la gente es resiliente, y hay gente haciendo cosas muy interesantes, cómo Refectori o Nara is Neus. O S.D.H., que se han mudado a Valencia.
—¿Cómo os ha afectado la pandemia a nivel profesional, artístico y/o de desarrollo personal? Amas son buceadoras que aguantan la respiración debajo del agua mientras buscan las preciadas perlas. Como paralelismo, ¿cuánto más creéis que podéis aguantar la respiración dentro del panorama restrictivo en el que nos encontramos? ¿O ya os habéis adaptado y os habéis confeccionado un buzo a medida?
—M: La separación física inevitable que ha habido durante unos meses ha hecho que cada una haya crecido independientemente. Este crecimiento ha hecho que cuando nos hemos vuelto a reunir, Amas se transforme a nivel estilístico y a nivel estético. Esto es una cosa positiva, ya que con la abundancia de bolos que teníamos antes, no habríamos podido llevar a cabo este proceso. Sin embargo, económicamente nos hemos visto afectadas, ya que los conciertos son una parte de nuestros ingresos.
—I: Como dice María, este período nos ha permitido una introspección, una toma de decisiones y concentrarnos en la parte de producción. Ahora estamos centradas en 2022, donde estamos proyectando una gira por varias ciudades a nivel internacional, entre ellas Tokio y Buenos Aires. Formamos parte de una red, Sympoietic Sound Network (antes Música Dispersa: Women In Experimental), colectivo donde todas las personas que formamos parte desarrollamos partes del proyecto, contactamos y conseguimos cosas para el bien de todas, en colaboración total. Este nace gracias a Roberto Vilella y su plataforma Música Dispersa. Estamos trabajando en un proyecto para llevar a todas las artistas españolas y latinoamericanas de este colectivo por estas ciudades, en colaboración con el Instituto Cervantes y otros partners.
—¿Hay algún concierto, de los 22 que habéis realizado, que recordéis con especial cariño?
—I: En Marzo del 2020 tocamos en el festival 17820 de Banyoles (Girona). Para nosotras fue maravilloso. Banyoles es un pueblo precioso con un lago, es un emplazamiento mágico. El espacio del directo era un auditorio municipal fantástico, todo estaba muy cuidado, con unas condiciones técnicas impecables. El público era muy heterogéneo, había gente muy joven y personas que quizás no conocen tanto este tipo de música, pero todo el mundo quedó muy cautivado. Y nosotras también, lo dimos todo. Cómo espacio y proyecto, nos sentimos muy conectadas con El Pumarejo. Las personas que forman parte de la asociación son nuestra familia y dan todo por facilitar las cosas y que la gente pueda expresarse.
A nivel Internacional, en septiembre de 2019 tocamos en Les Nautes (París) con el colectivo de Sympoietic Sound Network. No sólo fue una noche impecable a nivel de programación. Las personas del local y el público estaban totalmente entregadas y eran muy afines a este tipo de música y expresividad, y las otras personas que tocaban ese día eran personas extraordinarias que admiramos mucho: Beatrix Weapons (Murcia), Maya Koenig aka Rrayen (Patagonia), Leonie Roessler (La Haya), Gaël Sagalen (París) y Narcoleptica (Madrid). Se creó un ambiente muy especial, de colaboración y cooperación total entre nosotras.
—¿Habéis pensado en introducir elementos instrumentales en Amas?
—I: De momento estamos concentradas en esta base que nos gusta tanto, que es la ElecTribe ER1 modificada por María, y en meter texturas por encima y nos estamos concentrando en trabajar más asuntos de producción en estudio. Sí que hicimos una primera aproximación en una noche en Freedonia, Ready to Rave, programada por María, donde combinamos Amas, Refectori y una formación que tiene María con Martín Vitaliti a la batería sin espacio entre los actos de cada grupo. Seguramente es algo que repetiremos y ampliaremos en el futuro.
—Hemos visto recientemente vuestra actuación en el programa Feel de BcnTv. ¿Qué tal la experiencia?
—I: Poder estar en un plató con esas dimensiones y esa profesionalidad es un lujo. Al final ha resultado que conocemos a muchos de los profesionales que trabajan en el programa y nos hemos sentido súper bien acogidas. Han aceptado que pudiéramos hacer toda la parte performática con el fuego y demás en el plató, cuando esto suele ser prácticamente imposible.
—¿En qué momento estáis ahora y cuáles son las perspectivas de futuro que tenéis?
—M: Después de 22 conciertos y todo el trabajo conceptual detrás, Amas ha tomado proporciones importantes. Amas fue pensado siempre desde el directo, y es ahora cuando estamos haciendo todo el trabajo de grabación y masterización. Estamos muy centradas en eso y en buscar sello para los temas. Y si no encontramos sello o no nos convence, también nos sentimos bastante cómodas con la autoedición.
—I: Tener tu propio sello te permite que esté tu material tal cual tú quieres que esté, y también permite visibilizar a todas estas personas que conocemos y que consideramos que tienen mucho valor. No descartamos crear nuestro propio sello, pero de momento, estamos con la edición y ya iremos viendo. Por ahora, “Diffraction” saldrá en un recopilatorio del sello francés Demord Enregistrements, y el tema “Time is Out of Joint” ha salido en un recopilatorio del sello Gandula (del grupo ZA!) un disco de re-interpretaciones y respuestas propuesto por el dúo experimental Senyawa (Indonesia), que han editado en 32 sellos a nivel mundial con esta intención de creación colectiva.
—Y para finalizar, ¿dónde podremos volver a veros en directo?
—De momento, en el festival A LOVE SUPREME, en Konvent en Berga, el 14 y 15 de agosto, si no sale nada antes.
—¡Pues no nos lo perderemos!