Fotos: Juan Francisco Camacho
El pasado viernes 10 de mayo, volvimos al Autocine de Madrid para la tercera edición del festival dedicado a la música oscura DarkMad. Ha sido un año difícil para la organización del festival ya que, como nos contaron nada más llegar, varias personas habían abandonado el equipo cuatro días antes de comenzar el evento y tuvieron que buscar nuevo personal con tan poco margen de tiempo. Aunque contaron con grandes profesionales como Demian Abraxas, el festival sufrió ciertos retrasos y problemas técnicos, especialmente el viernes. La organización se puso las pilas y la segunda jornada salió bastante mejor, pero muchos de los asistentes del primer día acabaron disgustados porque se tuvieron que recortar varios conciertos para cumplir el horario del Autocine. En el lado positivo, la mayoría de los artistas demostraron una gran profesionalidad y muchas ganas de tocar.
Para estas dos crónicas (la segunda la publicaremos la semana que viene), hemos colaborado La Letra Capital y El Garaje de Frank. A mí me toca la dura tarea de acompañar con mi texto las siempre impresionantes fotos de Juan Francisco Camacho. Pasando ya a la crónica, el viernes, acompañado de mi inseparable libreta, llegué al Autocine a las tres y veinte, unos minutos antes del primer concierto para poder reconocer el terreno. Este año estaban haciendo trabajos en el Autocine y no pudimos verlo en su esplendor como el año pasado. En cuanto a cambios, el escenario principal había cambiado de sentido y ahora estaba más cerca del pequeño. Como novedad, había una zona de merch donde comprar material a las bandas y tiendas de discos, ropa y accesorios que me pareció un acierto.
Auger
Brodmann 41 cambiaron su directo por una sesión que tuvo lugar en el escenario pequeño, así que fue el dúo Auger el encargado de abrir el festival. El cantante y guitarrista, Kyle Blaqk se presentó con una elegante falda, para nada una mala opción para combatir el incremente calor que hizo. El público, en cambio, optó por aprovechar la sombra del escenario colocándose a lo largo de él. Junto a Marcus Carter a la batería nos presentaron pegadizas canciones como “Sound of the Machine” y nos demostraron que dominan toda clase de registros, desde temas más apasionados como “My Death”, intensos como “Nothing Left” o bailables como “My Guardian”. Kyle Blaqk me recordó a veces a Dave Gahan, lo que no es nada malo, y en conjunto me parecieron una buena propuesta para empezar la jornada. En la sala pequeña, la sesión de Brodmann 41 empezó atmosférica con bpms lentos y fue ganando en intensidad para acabar con varios temazos de EBM.
Comando Suzie
El segundo grupo que se subió al escenario grande fue Comando Suzie que venía presentando su nuevo EP Los Últimos Golpes del que pudimos escuchar unos cuantos temas. Con Raúl López al frente, recorrieron su interesantísima discografía llena de grandes composiciones de synth pop oscuro y darkwave con unas letras bastante perturbadoras. Comenzaron rescatando algunas joyas de su pasado como “Amor idiota”, una de sus mejores canciones, proveniente del El Hombre Sentimental y “Larga vida al rocanrol y a Vincent Leone”. Aunque no tardaron en regalarnos tres temas del nuevo EP: “Marea Negra”, “Otra vida” y “La chica del chándal”. Del disco Corazón O Plomo sonó “Aldebarán” que fue seguida de ese acertado retrato del escape a la capital que es “Cuatro Cajas”. La perturbadora “Biología” nos fascinó con su melodía pegadiza y una muy buena interpretación a la voz de Raúl. El concierto se fue acercando a su final con “Fotos”, tema en el que contamos con un buen trabajo del guitarrista y, tal como se ve aquí abajo, Raúl se puso a tocar el teclado al final. Terminaron con “Disciplina” y su sonido industrial, un perfecto cierre de concierto para un festival como el DarkMad. A la banda la vimos repetidamente en el escenario grande disfrutando de los conciertos tanto como nosotros disfrutamos del suyo.
Spherical Disrupted
Aprovechamos el cambio de equipo para ver a Spherical Disrupted al que habíamos conocido el día antes en el concierto de This Eternal Decay. Es el proyecto de Mirko Hentrich uno de los capos de la discográfica audiophob que ya había estado presente el año pasado ya que tanto Mortaja como Darkrad son parte del sello. Personalmente me parece un acierto tener esta clase de electrónica, no tan trillada, en el festival y, por nuestra parte, en el futuro intentaremos saber un poco más de Mirko y los suyos. Su live empezó más ambient, pero fue evolucionando a sonidos más cañeros, acids, y también experimentales, aunque a veces parecía que estábamos en una peli de miedo, con ritmos potentes y mucha oscuridad. Su último disco publicado, titulado 25, contaba con dos colaboraciones especiales, una de Jana Komaritsa (Darkrad), que también pinchaba en el festival y que salió a cantar “Transneptunian Objects”. La otra colaboración era con TC75, también cantante en Amnistia, que aprovechó que también tocaba ese mismo día para interpretar “Basalt”. A seguir.
The March Violets
Los pioneros del post-punk The March Violets parecen que, como dice el tópico, han descubierto la fuente de la eterna juventud y así unos incansables Tom Ashton y Rosie Garland dieron uno de los mejores y más energéticos conciertos del festival a pesar del sofocante calor que hacía. Basaron su set en compaginar clásicos con algunos temas nuevos que, realmente, no desentonaron en el conjunto. Empezar con “Crow Baby” es un acierto, es un gran tema con unas buenas guitarras afiladas que nos puso al público a cien. Rosie Garland demostró que todavía gasta una gran voz y tiene una impresionante presencia escénica. Siguieron desempolvando clásicos como “Radiant Boys”, “Made Glorius” y “Grooving in Green” donde pudimos comprobar que el “nuevo” bajista es bastante competente. Judy anunció que tenían disco nuevo que vería la luz en unos pocos meses y nos tocaron un par de adelantos, el primero “Crocodile Teeth” con pequeño poema de introducción que destacó por su potencia y su buen juego de voces y un poco más tarde “Heading for the Fire”. En medio tuvimos la corta y energética “Strangehead”. Para el final se dejaron dos de sus mayores clásicos, una enorme “Walk Into the Sun” y “Snake Dance” con todo el público animado y bailando. Incluso mejor de lo esperado.
Bestial Mouths
De Bestial Mouths vi solo un par de canciones y me pareció tan impresionante como la primera vez en el Ombra. La banda de Lynette Cerezo venía con disco nuevo titulado R.O.T.T. (inmyskin) que publicó en agosto del año pasado y cuyos temas todavía no habíamos podido ver en directo. A su actuación le sentó mejor un escenario pequeño para poder ver y sentir a Lynette en todo su esplendor, aunque, en lo negativo, me pareció que el sonido estaba un poco bajo. Luego me la encontré vendiendo merch y me pareció una persona bastante humilde y encantadora comparado con el miedo que puede dar en algunas fotos. Esperamos poder verla en concierto propio en un futuro cercano.
Girls Under Glass
Volvimos al escenario grande para otro de los conciertos más esperados del festival, el de los alemanes Girls Under Glass que, tristemente, sufrieron algunos problemas técnicos. Tuvieron un gran comienzo con dos muestras de su último disco titulado Backdraft: “We Feel Alright” y “Endless Night” ambas con Volker Zacharias a la voz. Siguieron con su versión del “Froken” de Madonna, momento en el que se cortó el sonido y estuvieron un rato intentando que volviera. Tras una corta pausa, retomaron el concierto con la más intimista “When I think About You”, que fue seguida de la pegadiza “Tainted”. En ese momento apareció el cantante original de la banda, Thomas Lücke para contar “Tanz im Neonlicht” que siguió con la banda para “Lucky”, y “Dream Yourself Away”, esta última cantada con gran pasión. Terminaron con una versión del “Body Electric” de The Sisters of Mercy, potente y muy bailable que encantó al público.
Unhuman y Petra Flurr
En la sala pequeña Unhuman y Petra Flurr salieron con las caras pintadas y tuvieron uno de los mejores sonidos de todo el festival. Petra derrochó carisma y dieron un fabuloso concierto de EBM presentando su último disco aunque, tristemente por el solape con Neon Electronics no pude ver su actuación entera.
Neon Electronics
Tras su triunfal pasada en el Ombra teníamos muchas ganas de ver a Neon Electronics, pero fue difícil mejorar lo que aún hoy nos parece inmejorable. El trío demostró tener la misma compenetración que en Barcelona pero en esa ocasión se beneficiaron de tocar sin luz solar y en recinto cerrado. Hay una gran química entre Dirk Da Davo, el bajista Pieter-Jan Theunis y Glenn Keteleer (también conocido como Radical G) y esa noche lo volvimos a comprobar. Una muestra de esto es la increíble atmósfera que consiguen construir en “Invisible Man”, uno de sus mejores temas con Glenn a la voz, o la precedente “Road To Freedom” con un sonido bastante potente y que encantó al público. Tras unos problemas técnicos volvieron con todas las ganas del mundo con la bailable “Better Ways” y la energía de “Follow Your Dreams” que sonó muy bien. Echaron una mirada a la anterior banda de Dirk Da Davo, los míticos The Neon Judgement con una “Schizophrenic Freddy” que nos logró transmitir el sentimiento de paranoia del original y una genial “TV Treated” que como siempre fue uno de sus mejores momentos de su actuación y del festival. Iban a continuar con “Energy X” pero tuvieron que cortar porque el festival llevaba un buen retraso.
Kælan Mikla
Tras una larga espera, salió al escenario el trío islandés Kælan Mikla que empezó con su tema homónimo como introducción. Rápidamente nos sumergieron en su onírico y fantasmal mundo con temas como “Stormuriean” y “ Kalt” con sus escalofriantes gritos. Parecía que íbamos a disfrutar de un fantástico concierto, pero, antes de empezar el siguiente tema, dijeron que iba a ser el último porque por horarios tenían que terminar ya. Se despidieron con una escalofriante “Sólstöður” que nos dejó con ganas de más.
Absolute Body Control
Cada vez que veo al dúo pionero de tantas cosas, Absolute Body Control, me sorprendo con la energía que tiene y que transmite Dirk Ivens, sin duda uno de los mejores front-man de la escena. Abrieron fuego con una tremenda “Invisible Touch” y siguieron repartiendo hits como “Waving Goodbye” en la que destacó Eric Van Wonterghem sacando unos chirriantes sonidos de su equipo. Como banda de festival tienen un repertorio infalible con temas tan redondos como “Is This An Exit?”, “Show Me The Way” o “Waving Hands”. Al carisma de Ivens y la maestría de Wonterghem hay que sumar que cuentan con Peter Mastbooms encargándose del sonido, cosa que se notó en la actuación que sonó fabulosamente. Tras la intensa “I Wasn’t There” llegó el final con la enorme “Give Me Your Hands” en las que el dúo tuvo que luchar contra algún problema de sonido. Cansado, me fui a dormir porque al día siguiente me tocaba una jornada incluso más larga.