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Crónica del Neuropa Festival 2017

por François Zappa

Estuvimos en Bolonia una vez más, tras la buena experiencia del año pasado en el XIII Congresso Post-Industriale. Este año, la excusa era la primera edición del Neuropa Festival, más centrado en el post-punk pero que ofreció también algo de industrial a cargo de los italianos Dish-Is-Nein y The New Gods. El viernes era un día muy prometedor por tener a Gang of Four de cabezas y a los New Model Army de segundos espadas. Partimos de Milán y, aunque íbamos un poco justos de tiempo, logramos llegar a tiempo al recinto del festival, que estaba bastante alejado de la ciudad (todos los eventos que hemos visto en esta ciudad estaban donde Cristo dio las tres voces) y comprobamos, para nuestra desesperación, que no era posible pagar con tarjeta en las barras. Nos tocó beber poco y comer menos, lo cual no nos vino tan mal.

Abrieron, todavía con muy poca gente, los jóvenes Ash Code, grupo italiano de Dark Wave formado en Nápoles en el 2014. El grupo de los gemelos Belluccio, tiene grandes temas, como “Crucified”, “Tide” u “Oblivion” que fueron sonando mientras llegaba más público. Durante “Rivers” y “Drama” cantó el tercer miembro del grupo, Claudia Nottebella, encargada de los sintetizadores. “Icy Cold” fue otro gran momento del concierto de esta banda que ya se ha formado un nombre dentro de su escena. Lo único negativo es que menos el bajo lleven casi todo pregrado.

Siguieron Tribal Noise, banda local de post-punk que tuvo una primera reencarnación durante los años ochentas. Solo editaron un casete, Tenebre Veloci y ahora esos temas y alguno más ha sido reeditado por el muy interesante sello italiano, Spittle Records. Su concierto fue muy corto, solo cuatro temas, empezando por el muy adecuado “Tenebri veloci su Bologna”, para seguir con “Anni Buttati”, “Oltre”, y terminar con “Città in Fiamme”. Corto, intenso y una gran oportunidad de descubrir bandas italianas desconocidas fuera de su país.

Y por fin le llegó el turno al ex mellado más famoso del rock oscuro. Todavía con cara de loco, apareció Justin Sullivan y sus New Model Army. Viendo las camisetas del público, era fácil adivinar cuál era el verdadero cabeza del día. La formación, relativamente estable, sonó muy compenetrada y fueron descargando temas como “Here comes the War”, “51st State”, “Purity” o “Green and Grey” ante un público que los celebró y coreó. El único pero del concierto fue que se hizo corto (poco más de una hora) y dejaron demasiados grandes temas sin tocar. Lo justo hubiera sido meterlos a ellos de cabeza y darles un par de horas para que hubieran podido satisfacer completamente a sus numerosos fans.

Terminaron la jornada de conciertos los renovados Gang of Four de los que solo queda el guitarrista Andy Gill del grupo original. La nueva formación es muy competente, especialmente el bajista Thomas McNeice, pero les falta algo de la mala leche de los Gang of Four originales. Con algo menos de público cayeron temas como “Where the Nightingale sings”, “Not Great Men”, “I Parade Myself”, “Isle of Dogs”, y un trio final que incluyó dos temazos del Entertainment!: “Damaged Goods”, “At Home He Feels like a Tourist” y “To hell with Poverty”. Para el bis, sacaron un microondas que el cantante aporreó durante “He’d Send in the Army”, tema que cierra su segundo disco, Solid Gold. La noche continuó con djs italianos que pincharon música del género (empezaron con The Chameleons y Joy Division) mientras un ya reducido público bailaba. Nosotros, ya sin un puto duro, optamos por volver al hotel. Había sido una buena jornada.

El sábado, se presentaba más electrónico, con The Young Gods como nuestra razón principal de asistir al festival. Llegamos, con suficiente metálico en nuestros bolsillos, con unos minutos de antelación que aprovechamos para comprar los abonos del W Festival que se celebra en agosto en Bélgica y donde podremos ver a nuestros queridos DAF acompañados por, entre otros, Die Krupps y Front Line Assembly.

El turno de abrir la jornada cayó en otra banda clásica de la zona, el dúo Temple of Venus (ha sido una ocasión magnífica para ir rellenado huecos en nuestra cultura italiana) que empezó en el 84 y aunque se vanaglorian de ser pioneros de la new wave italiana, yo diría que lo que hacen es after-punk de manual. Cinco temas fueron suficientes para comprobar que tienen un gran cantante y buenos temas.

Siguieron las inglesas CLIEИT, que después de que la cantante original abandonase la formación en 2013, han sacado un nuevo disco, un año después con Nicole Thomas a las voces. Fueron un rayo de luz dentro de la oscuridad del resto de las bandas. Nicole es una grandísima cantante y con una gran presencia escénica. Abrieron con “You can dance” y fueron cayendo temas como “Radio”, “XXX Action”, “Faith”, “Price of Love” o “Authority”. Gran concierto. Esperamos poder entrevistarlas pronto.

Dish-Is-Nein, el grupo siguiente, eran conocidos antes como Disciplinatha, banda mítica de la zona de Bolonia, entre el punk rock, el post-punk y la música industrial. Fueron, para nosotros, la gran sorpresa del festival. Se dio la misma situación que el día anterior y había más gente durante su concierto que durante el del cabeza. Empezaron con unos coros grabados para dar paso al mejor espectáculo del finde, con una perfecta unión entre música, luces y proyecciones, y el mejor sonido de toda la edición. Tocaron temas de su nuevo disco, así como de su primer grupo que fueron coreados apasionadamente por el público.

Y para terminar una banda que teníamos muchas ganas de ver: The Young Gods. El trío empezó suave y aunque no tuvieron tan buen sonido como el anterior grupo, su peculiar concepción del rock industrial fue la guinda perfecta a este pequeño festival. Presentaron un par de temas nuevos, y tocaron clásicos como “Fais la mouette”, “The Irrtum Boys” y “Jimmy” adornados por los peculiares pasos de baile de Franz Treichler. Nos brindaron los mejores momentos del festival con “Skinflowers” y una poderosísima “Kissing The Sun”. Cerraban la noche de nuevo unos djs italianos. Como no podía ser de otra forma, estuvimos hasta que encendieron las luces y nos tuvimos que volver a hotel, como no, repasando los mejores momentos de un festival al que ojalá podamos volver.

 

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