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Entrevista a John Lydon

por François Zappa

Nuestra entrevista con John Lydon fue algo accidentada ya que nuestro bebé de seis meses se despertó a los pocos minutos de empezar y tuvimos que hacernos cargo de él. Al menos esto hizo que el anteriormente conocido como Johnny Rotten dijera unas emotivas palabras que realmente cambiaron la imagen que teníamos de él y que además nos sirven de perfecta introducción:  “-No hay ningún problema, porque ese pequeño bebé es nuestro futuro, ¿verdad? Y los bebés son lo primero. Lo entiendo. Sabes, la gente no espera que Mr. Rotten hable de valores familiares, pero yo aprecio a la juventud. Soy una de las pocas personas a las que no le importan que haya niños gritando en los vuelos porque cuando era joven recuerdo cómo la presión aérea solía dañar mis oídos. Y lo siento por ellos. Tengo esa conexión inmediata.” 

John Lydon y su banda PIL estarán presentado su nuevo disco, End of World con tres fechas en España: el 20 en Madrid, el 21 en Barcelona y el 22 en Bilbao.

—¿Cómo es la vida en California? Llevas ya unas cuantas décadas residiendo en Los Ángeles. ¿Te gusta vivir ahí?

—John: ¿Por qué no debería gustarme? Me vine a vivir a California por mis enfermedades de la infancia. Soy muy, muy propenso a las infecciones bacterianas y de garganta. Y el moho es muy predominante en Inglaterra, particularmente en Londres. Desde que me vine aquí, no he tenido ninguno de esos problemas. Así que mi voz está mejor que nunca para cantar. Y me gusta California por eso. Aunque sí, tiene problemas de smog, pero vivo en las afueras de la ciudad. Vivo en la playa donde puedo hacer surfing.

—¿Cuál fue tu idea cuando creaste PIL? Has dicho que querías que fuese una especie de compañía, de ahí el Limited del nombre. ¿Nos puedes contar algo más de esto?

—Bueno, no íbamos a hacer solo música. Teníamos unas ideas muy muy grandes, probablemente por encima de nuestras posibilidades en esos momentos. Es una idea fabulosa y de una forma u otra continúa hasta nuestros días. No es solo música. El diseño gráfico está incluido. Ahora hacemos nuestros propios vídeos. Ahora somos completamente independientes de lo que llamamos el “Shitstem”, que son los sellos discográficos corporativos. Tardé años en atreverme a abandonar todas esas cosas. Encontré métodos independientes de recaudar dinero como cuando asistí a I’m a Celebrity, Get Me Out of here. O la famosa campaña de mantequilla que hizo auténticas maravillas por la industria lechera inglesa. Incrementó sus beneficios en un 87 %. No está mal para un rebelde, ¿verdad? Pero con ese dinero que nos dieron, que no fue astronómico, pude liberarme de los contratos discográficos y Public Image es ahora un sello independiente que solo responde a sí mismo. Y por eso en los últimos tres discos estamos los mismos miembros en la banda, porque no estamos divididos por problemas de la compañía discográfica. Solo nos tenemos unos a los otros para echarnos la culpa y para alabarnos. Es maravilloso. Es como una familia. Mejor que ser parte de un complejo industrial. Las órdenes que recibes de los grandes sellos discográficos son insoportables.

Esas cosas hicieron que me ganase el título de persona difícil con la que trabajar. Sí, claro que soy difícil si me dices lo que debo hacer, porque como músico, cantante, lo que sea, estoy intentando contarte la verdad, mi verdad, mis experiencias… nuestras verdades, nuestras experiencias. No podemos hacer eso en función de las decisiones del comité de la compañía discográfica. Así que, para mí, las grandes compañías suponen la “muerte por comité” porque toman decisiones sobre nosotros de las que no somos completamente conscientes. Y luego nos dan órdenes. Y si no obedecemos, se retira el dinero. Bueno, ahora controlamos las cuerdas de nuestro propio presupuesto. Nos autofinanciamos con las giras, y hacemos el suficiente dinero para volver al estudio y grabar un disco nuevo. Las ruedas de la industria giran, giran y giran. Somos auto suficientes. Es posible serlo, aunque no te hará millonario, pero tendrás una vida maravillosa sabiendo que haces lo correcto y que no eres esclavo de nadie. ¿Es esta una respuesta lo suficientemente buena?

—Sí, claro. Sigamos con la entrevista. ¿Cómo pasaste de algo más “básico” más rock n roll a la experimentación de PIL? Todavía hay gente que discute cómo pasó que la primera generación punk acabó haciendo otros estilos.

—Nunca pensé en The Sex Pistols como rock and roll. Oh, no, no, no. De hecho, cuando empezamos la banda declaré que éramos la muerte del rock and roll. Adoptamos la filosofía del Do it Yourself (hazlo tú mismo). El rock and roll se había convertido en, y quizás siempre lo haya sido, una estructura empresarial, a la que gente como nosotros nos sentíamos ajenos. Siendo de clase obrera, mi instinto natural me dice que no trabaje para una corporación. Es la voz de la verdadera rebelión. La música puede sonar, a veces, como rock and roll, eso es bueno, pero no es rock and roll en su enfoque. Esto no es para engatusarte pensando que el mundo es un lugar mejor. Es música que te cuenta cómo nos sentimos exactamente sobre algunas cosas y está bien si estás de acuerdo con eso. Pero está incluso mejor si no. Provengo de un universo en el que algunos de mis mejores amigos no están para nada de acuerdo con las cosas que tengo que decir y los quiero por eso, porque la vida debería ser una experiencia educativa. Y lo que no deberíamos permitirnos, como seres humanos, es estar divididos. No somos nosotros contra ellos, somos nosotros. Y tenemos que resolver esto y dejar de ser manipulados. No seas la carne de cañón de nadie.

—En varias ocasiones has comentado que querías mostrar tus emociones con PIL. Hablemos de algunas de ellas:

Dolor. Supongo que ese es el sentimiento principal de uno de tus temas, “Death Disco”, escrito pensando en tu madre. En esta emotiva composición cantas “”Words cannot express” (las palabras no pueden expresar). ¿Crees que has logrado expresar tu dolor en ese tema? La misma situación se ha repetido ahora con “Hawaii”.

—Lo he intentado, y sí, el enfoque es parecido. Había una banda llamada Tears for Fears que publicó un disco llamado “Shout”. Estuve realmente feliz por ellos y me alegré de conocerlos porque esa es una filosofía a la que me sumo. No puedes ocultar las emociones. Necesitas expresarlas. No de una forma violenta o volátil, sino abierta y honestamente, porque muchas veces te darás cuenta de que lo que sientes puede estar equivocado, pero también puede ser cierto. Y sí, es una canción sobre la muerte de mi madre, y que con los años evolucionó y al tocarla en directo también incluía la muerte de unos cuantos de mis amigos por culpa de estúpidas sobredosis de heroína de las que la industria musical está llena. También trata sobre la muerte de mi padre y, ahora, tristemente, sobre la muerte de mi esposa. Es una canción que evolucionará permanentemente. Pero tendré eternamente un sitio especial en mi corazón para mi querida Nora. Y esa es la razón por la que existe el tema “Hawaii”.

—Miedo. Siempre has hablado de cómo de duro fue el colegio y de los problemas y peleas que tuviste más tarde durante tu época en los Sex Pistols. ¿Crees que hay un sentimiento de miedo o inquietud en tu música?

—Sí, espero eso porque son experiencias válidas que he tenido que soportar y espero lo mismo de otros compositores que cuenten la verdad de lo que están pasando. Por eso me encantan los libros. Me encantan los autores que comparten su verdad contigo. Puede que no estés de acuerdo con ellos, pero es emocionante el conocimiento de cómo funcionan los seres humanos y qué diferentes somos, aunque similares en nuestras necesidades, gustos y aversiones. Tienes que abrir tu corazón. Y las actuaciones en directo son, a veces, como “Death disco”, muy difíciles de hacer porque termino empapado en lágrimas. No puedo evitarlo. No puedo reprimir esas emociones. En ese momento, sobre el escenario, se vuelven reales. Y veo eso muy seriamente en los ojos de la audiencia. Me encanta poder ver quién está entre el público y compartir el contacto ojo con ojo con ellos. Es algo que suma a la actuación. Es la audiencia como quinto miembro de la banda, compartiendo sus tragedias y sus alegrías con nosotros. Así que en este aspecto Public Image es un poco como una iglesia sin religión.

—En uno de tus temas cantas “Anger is an energy”, incluso has llamado así a uno de tus libros. En el tema “Public Image” ¿hay algo de rabia hacia la forma en la que la gente te ve? ¿o simplemente aversión?

—No, es un hecho que en el paso de los Pistols a Public Image, hubo un horrible montón de periodismo negativo diciéndome que no tenía derecho a ser diferente o a avanzar y que me debía quedar en esa pequeña zona en la que habían decidido ponerme. Y así lo expresé en ese tema. Y sí, la rabia es una energía es un concepto que se remonta a cuando tenía siete años. Tuve meningitis y estuve hospitalizado durante un año. Perdí mi memoria, etcétera, etcétera y los médicos les dijeron a mis padres que me mantuvieran enfadado porque eso me daría energía para recobrar la memoria. Funcionó. Y por eso, el concepto de que la rabia fuese una energía siempre ha estado conmigo y la oportunidad de usarlo en un tema, años después, fue maravillosa. Necesitas tener paciencia como compositor. No puedes soltarlo todo de una vez. Tienes que esperar al momento adecuado, el tono adecuado, el ritmo adecuado para que pueda cumplir su propósito mejor.

—Felicidad. ¿Cuándo crees que John Lydon ha sido más feliz en la vida?

—No me puedes salir con esas. Normalmente soy una persona feliz y positiva. No soy del tipo que se regodea en la autocompasión, la miseria o cualquier otro sinsentido. Tengo que continuar con las cosas. Tengo que soportar el dolor. Y de una forma extraña, a veces ser capaz de hacer eso, de conquistar la tragedia, supone la felicidad. Francamente, estoy feliz de estar vivo y el regalo de la vida es lo que más amo. No sé de dónde viene la vida, pero estoy eternamente agradecido por ella. Es una cosa alucinante, sorprendente, que a veces ignoramos. ¡Qué lástima, gente estúpida!

—Pasemos a uno de mis discos favoritos de PIL ¿Crees que Flowers of Romance ha sido una influencia para la música gótica con toda esa oscuridad y la percusión tribal?

—No lo sé. Toda la escena gótica estaba sucediendo alrededor de nosotros en esa época. Aunque no trata sobre esas cosas para nada. Realmente es sobre una excursión escolar que tuve que soportar cuando era joven en la que fuimos en expedición geográfica a Box Hill, que está cerca de Guildford, una zona de Inglaterra y teníamos que estudiar trazados de mapas. Pero prefería irme a buscar el pub local y beber cerveza que estudiar dónde solían los romanos plantar viñas para hacer vino. Esa fue la base de la canción. Y después mutó en otras cosas sobre las dictaduras y Nerón. Y qué fácil sería confundirme y pensar que porque canto en una banda de rock soy mejor que el resto. Así que es autocrítica. Una canción sobre la crítica a uno mismo. Es muy importante que cada cierto tiempo compruebes tu ego. Tengo la suerte de tener familia y amigos que no me dejarán que me saliese siempre con la mía.

—¿Dirías que tu tiempo en la cárcel marcó el tono del disco?

—Estar encerrado enfrentándome a una sentencia de varios años de prisión fue una influencia, claro. Tan pronto como gané el caso, volé inmediatamente desde Londres a Irlanda y me fui al estudio. Fue muy difícil porque no podía conseguir que mi banda se involucrase. El batería se había ido en su propia gira en solitario y el resto de la gente había desaparecido. Así que es prácticamente un disco en solitario.  Pero no tuve otra opción. Pero fue bueno para mí tontear con saxófonos, violines y loops de batería y simplemente reinventar cosas. Y claro, lo que más me gusta en sonidos es la discordancia: los harmónicos, los ritmos sonoros y todas esas cosas que pensé que podría conseguir simplemente poniendo ceniceros de metal en las cuerdas de piano.

Soy caótico por naturaleza. Así que es en esos drones y tonos donde me encuentro. Las notas reales que escuchas, esas están bien. Pero yo estoy ahí arriba. Sé dónde está el cielo. Y es en esas gloriosas notas no escuchadas o casi sentidas.

—El tema “Francis Massacre” estaba especialmente inspirado en el tiempo que estuviste entre rejas, ¿no? Mountjoy era el nombre de la prisión, según tengo entendido.

Había unos cuantos prisioneros que se consideraban inocentes y querían que, de alguna manera, difundiera el mensaje. Y usé esa canción como medio. Es, básicamente, una carta que dice: estoy aquí de por vida, por favor ayudadme. Y pensé que los gritos, la volatilidad y el ritmo ridículamente rápido fueron perfectos para transmitir la tensión que yo mismo sentía mientras estaba en Mountjoy.

—¿Qué piensas de Commercial Zone, el disco que Keith Levene publicó en la época de This is what you got… This is that you need?

Me molestó que Keith se largarse e hiciera cosas como esa. Me molestó que Wobble hiciera cosas como esa. No se consideraban miembros de la banda, pero tenían acceso a coger cintas y hacer su propio material a partir de ahí. Una actitud muy egoísta. Y no se dieron cuenta de lo mucho que eso estaba costando. Y no tengo porqué trabajar con esa gente. Porque para mí lo que hicieron fue algo criminal, como una especie de hurto.

Amablemente les di carreras y ellos me miraron con desdeño y se largaron a hacer sus proyectos en solitario. Eso fue muy egoísta.

—En Album, contaste con Steve Vai a la guitarra, una elección un tanto peculiar. ¿Por qué él? ¿Crees que su contribución funcionó en el disco? ¿Trabajar con él fue idea de Bill Laswell?

Steve Vai, es un guitarrista bastante absurdo. Mil notas por segundo. Pero estaba por ahí y acabó en el disco. Cambió su estilo un montón en el álbum Album. Aparece de una forma muy predominante y se le ocurrieron algunos giros maravillosos. Creo que realmente aprendió a tocar la guitarra rítmica en Album. Mi banda original para el disco, bueno, eran demasiado jóvenes. Trabajar con ellos fue una idea bonita, pero no podían lidiar con la presión de un estudio de grabación, y mucho menos el curso de aguante de tener que ensayar los temas antes de comenzar un proyecto como ese. Fue un poco la falta de experiencia y sé que aprendieron de eso. A propósito, todavía somos amigos. Todos nosotros.

—En general, ¿te gusta Album? ¿Estás satisfecho con el resultado?

Es exactamente lo que quería hacer en ese momento. Sí, cada pieza de trabajo que he grabado es apropiada a su tiempo. Es una precisión histórica.

—En algunas entrevistas has hablado de la importancia de la lectura en tu educación.

Sí, fue muy importante.

—¿Hay algún libro que creas que te ha marcado?

Bueno, por extraño que parezca un libro de Muriel Spark, que se llamó The Public Image. Es un libro bastante pequeño, pero me encanta la historia de la corrupción por la industria cinematográfica y cómo esta actriz que es el personaje principal, permite que destruya su matrimonio y todas sus relaciones personajes solamente por ser famosa. Justamente todo lo contrario de lo que estoy haciendo con Public Image, la banda. Una inspiración negativa puede ser positiva.

—¿Y algún libro que te haya influido en tu forma de escribir?

En cuanto a libros, cualquier cosa de Charles Dickens. Cualquiera. Me intereso por una gran variedad de cosas. Pero con el paso de los años, mi vista va menguando. Ahora me es muy difícil leer y no me gustan los audiolibros de internet. Nunca me acostumbro a la voz. Intenta mentirme suavemente.

—Hasta ahora has escrito tres biografías; ¿tienes suficiente material para una última?

Como vi vida continua, espero que sea posible. El problema de realizar esos libros es la cantidad de trabajo que implican y, por supuesto, el ser independientes de las grandes corporaciones. Hacen que sea incluso más difícil conseguir un contrato de cualquier clase para publicar. Los libros salen caros, pero es que nos cuestan una fortuna el prepararlos y por eso son ediciones limitadas. Solo se hace una cierta cantidad. No es para consumo masivo. Son para un pequeño mercado de gente que está muy interesado. Siempre pueden compartir sus copias con otros, porque de todas formas compartir es lo más importante.

—Antes nos hablabas de que habías recaudado dinero participando en I’m a Celebrity… Get Me Out of Here! en el 2004, ¿cómo fue la experiencia? Supongo que tu imagen no ha sido nunca tan pública como entonces.

Era un programa al que me habían estado invitando durante años y siempre dije que no. Pero cuando finalmente acepté ir, fue para recaudar dinero para ciertas organizaciones benéficas que tenía en mente. Y fui con ese enfoque. Me gustó al comienzo. Era una experiencia que nunca había vivido antes. Es literalmente una jungla con hormigas e insectos peligrosos y lagartos y serpientes y toda clase de problemas. Pero me adapté rápidamente. Me gustaba hervir agua. Me lo pasaba bien recogiendo madera. Todo eso lo disfruté. Era maravilloso. Pero las cosas se torcieron cuando me di cuenta de que había una trama, había unos guiones que ciertos asistentes seguían y por lo tanto dije que no y me largué. No me gustan los guiones. Ese programa debería haber sido honesto y abierto, pero había un poco de drama planificado. No me gustan los planes, no así.

Uno de los problemas principales que tuve con I’m a Celebrity fue que, como yo tenía que viajar hasta allí antes que mi mujer, me prometieron que me dejarían saber que había llegado sana y salva a Australia. Y una vez que estuve en el programa, se negaron a decírmelo. Nora y yo teníamos reservas en el tristemente famoso vuelo Lockerbie. Ese fue el avión de Pan Am que unos terroristas hicieron explotar sobre Escocia. Perdimos el vuelo porque Nora no pudo terminar de hacer su maleta a tiempo. Pero por la gracia de Dios, nos podrían haber asesinado. Así que era muy, muy importante para mí saber que, al menos, ella estaba a salvo. Pero al negarse a eso hizo que me largase. Adiós. Eso no está bien. No está bien ver cómo sufre la gente por diversión. Y créeme, sufrí porque mi amor por mi Nora es infinito.

—En tu tema Public Image, cantas: “Somebody had to stop me I’m not the same as when I began”. ¿Cómo crees que has cambiado desde los comienzos de PIL?

—Oh, siempre es mejor que cambies. De eso trata la vida. Si no hay cambios en ti, es como si no existieses. Y el cambio, en un montón de personas no es siempre para mejor. Pero creo que lo es para mí. Cuando más aprendo, mejor me hago.

Soy menos propenso a cometer errores ahora que cuando era joven. Pero el factor constante es que intento ser honesto con todo el mundo y en todo, porque la última cosa que quiero en mi vida es levantarme una mañana y no recordar las mentiras que dije la noche anterior. Me tomo esto con humor. Pero estos son los principios con los que vivo. Y son divertidos.

—Has comentado que has publicado varios singles de música techno con diferentes nombres. ¿Nos puedes contar algo más de esto?

—No, porque todavía puedo tener problemas legales con eso. Fue en una época en la que aún estaba en un gran sello discográfico y me impedían hacer lo que quería. Así que encontré alternativas con diferentes nombres y no voy a admitir cuáles eran.

Porque me gusta hacer música, tuve que seguir haciendo eso. Que la discográfica se niegue a publicar tu material me parece criminal. Así que busqué otras formas y encontré justamente que el trance y el dance y todas esas cosas que siempre me han gustada, eran una perfecta salida para mí. Fue durante la época en la que hice “Open Up” con Leftfield. Me encantó trabajar con esos chicos, pero también he hecho otros trabajos con otras personas. También he grabado un montón de discos punk, pero no quiero mi nombre en ellos. Y es divertido ver cómo un disco es juzgado de forma justa en vez de dura simplemente porque mi nombre está en él. He pasado periodos realmente negativos con la prensa musical prácticamente toda mi vida, ya que están deseando condenar todo lo que hago. A vedes es mejor usar un nombre distinto. Pero ahora ya no lo hago más.

—¿Por qué publicaste el disco Psycho’s Path bajo tu propio nombre y no usaste PIL?

—Porque en esa época estaba solo. No tenía banda, pero sí un montón de canciones e ideas. Y realmente quería hacerlo. Y lo hice. Virgin America, en esos días, me prometió apoyar mi disco si lo retenía seis meses y así podía ir en la gira de reunión de los Sex Pistols. Estuve de acuerdo con eso. Pero cuando el tema de los Sex Pistols había acabado, la gente que estaba al cargo de la compañía discográfica ya no estaba. Así que retiraron mi disco. De nuevo, fue muy bonito que te mientan. Como sabes, mi actitud hacia los negocios corporativos nunca cambiará. Hay una excepción a esto. Cuando hice la campaña para la mantequilla, bueno eso era corporativo. Era la industria lechera británica. Pero fueron absolutamente justos, legales y generosos aceptándome. Querían un poco de anarquía para su mantequilla. ¿Y cómo no puedo reírme con ellos de eso? Entonces hicimos la campaña. Me dejaron hacer lo que quise. Así que básicamente me fui a un campo e improvisé con vacas. Y funcionó. Eso es buen pensamiento corporativo. Pero la industria musical no tiene nada bueno

—Como comentabas antes, a partir del 2012 creaste tu propia compañía discográfica. ¿Cómo funciona? ¿Organizas tú todo? ¿Te gusta la libertad que te da?

—Sí, tengo un muy buen amigo que además es el mánager que se llama John Rambo Stevens, y él se encarga de toda esa parte. Y hacemos meetings. Sabemos lo que queremos y sabemos lo que obtenemos. Y como he dicho, el dinero para financiarnos proviene de los directos. Es lo mejor que me ha pasado en mi vida musical porque realmente hacemos la música que disfrutamos haciendo, y no hay nadie que nos diga otra cosa. Y es por eso que Lu Edmonds, Bruce Smith y Scott Firth y yo nos hemos hecho tan buenos amigos. No hay presión exterior. No hay división. No hay ego. Solo amor y respecto. Eso es, para mí, algo excepcional.

—¿Por qué crees que el resto de los Sex Pistols no quería que supieses nada sobre la grabación de la serie Pistol?

—Bueno, fueron ellos o los otros que estaban implicados, porque la corporación Disney era la patrocinadora de todo esto. Realmente no querían la verdad. Y creo que lo que hicieron fue adornar el burro. Cortarle el pene al caballo. Quitaron toda la energía, la verdad y los cojones. ¿Y lo convirtieron en qué? En solamente una vieja tontería pop corriente. Quizás esa era la ambición, quitar el desafío que había inicialmente. Y al hacerlo hicieron un trabajo bien sucio. Y no contarme nada fue muy engañoso. Me dieron un aviso de ocho días justo antes de Navidad, de eso hace un par de años, y si no acataba sus deseos, nos íbamos a ver en los juzgados, lo que significó que ocho días después el dinero de Walt Disney me llevó a juicio. ¿Y cómo demonios voy a ganar contra eso? Muy injusto. En esa época, además sabían que mi querida esposa Nora estaba enferma. Es un hecho que lo sabían. Era una época muy muy dura para mí. Y tuve que ir a Inglaterra para luchar el caso en la corte mientras que mi esposa estaba enferma. Terriblemente injusto.

Y a nivel personal. ¿Cómo demonios puedes decir que un documental es real cuando has excluido al cantante y compositor principal? Además de creador de la imagen y frontman. Tomaron todas esas decisiones para eliminarme. Y te puedo decir que tuvieron tres años por delante, por lo que sé, para planear todo esto sin decirme nada. No tiene por qué ser los otros Pistols. Tiene más que ver con la corporación Disney, algunos sucios abogados americanos peces gordos y algunos muy malvados encargados de management que tienen. Ellos se han cavado su propia tumba, que acepten las consecuencias.

Es horrible. Pero, ¿sabes? así es la vida. Para una banda como los Sex Pistols que eran tan anti corporativistas, es sorprendente que se han metido de lleno en ello.

—Realmente no tiene sentido.

Bueno, lo tiene si no siente responsabilidad ni conexión con las canciones o la imagen de la banda, si no tienes ningún compromiso este, claro, sería el movimiento que harían. Y ellos no pertenecen a la historia de los Sex Pistols por esto. Punto. Son el diablo. ¡Apartaos de mí, demonios! Ahora me puedo reír con el tema porque no soy una persona amargada. No me gusta estar resentido. No está en mi naturaleza. Es el modelo de vida que han decidido seguir y no tengo nada que decir sobre ello. He perdido mi interés en ellos como seres humanos.

Foto: Andrés Poveda

—¿Qué nos puedes contar de “Hawaii”, el tema que escribiste para Eurovisión?

No escribí el tema para Eurovisión. Quiero dejar esto claro. El tema ya estaba escrito. Algunos amigos nuestros irlandeses lo escucharon y lo propusieron a un programa de televisión llamado The One Show, que luego nos invitaron a tocarlo en directo con la perspectiva de mandarlo a Eurovisión. Nunca tuve ninguna esperanza en eso, pero la oportunidad de poder tocar el tema que compuse para mi querida esposa antes de que falleciera y poder hacer que saliese en televisión y que ella lo viese fue una oferta magnífica y generosa por su parte. Ella incluso eligió el traje que llevé porque le dije que iba a aparecer en la televisión irlandesa y ella simplemente me dijo: John, tienes que ponerte esto. Así que acabé con un traje rosa a cuadros. Gracias. Y fue excelente volver a Los Ángeles y sentarnos y verlo juntos. Fue una parte de mi vida muy emotiva, muy conmovedora. Fue bastante duro tocar el tema en directo porque sabía que iba a morir en algún momento no muy lejano. Pero al menos tuvimos ese precioso momento juntos. Y amaré Irlanda y a todo el mundo que vive allí eternamente por ese momento magnífico.

—¿Crees que “Hawaii” era un tema demasiado profundo para el concurso y que la audiencia general de ese programa prefiere material más ligero?

No tengo ni idea. No sé cómo funciona la votación. Es irrelevante. ¿Cómo hacen o deciden quién está en el top 30?  No está basado en las ventas, ¿verdad? Me enteré de esos hace años. Hubo varios discos de los Pistols, Anarchy in the UK, God save the Queen, pero no hubo número uno esas semanas. Siempre he sabido que esos sistemas estaban abiertos a la manipulación o posiblemente al error. Así que no ambicionaba nada de eso. El único motivo de componer ese tema es que estoy locamente enamorado de Nora, mi pareja de por vida, y la vida es un infierno sin ella. Pero es un buen infierno. Es mejor que no estar vivo. Porque ambos hemos siempre amado estar vivos. Ahora simplemente tengo que seguir el resto del camino solo. Está bien. Más material para canciones.

—Supongo que será duro interpretar “Hawaii” en directo, especialmente ahora que Nora ha fallecido.

No tan duro como si estuviera todavía viva porque la expectativa de su inminente muerte era más dolorosa que tener que lidiar ahora con su muerte. Las cosas son como son. Y estoy seguro de que ahí fuera hay mucha gente que ha pasado por una experiencia similar o incluso peor y la alegría de un concierto es que compartirán sus experiencias conmigo. Es un himno. Es un himno sobre cómo lidiar con la tragedia de una forma positiva. Una de la partes más destacable del tema, que Nora entendió completamente, incluso si ya estaba enferma con Alzheimer, fue la palabra aloha, que uso de estribillo una y otra vez, porque en la lengua hawaiana, aloha significa hola y adiós. Y esto es extremamente conmovedor.

—¿Qué nos puedes contar de tus experiencia con las giras de spoken word?

Foto: Andrés Poveda

Me encantan. Es como ir a un extraño pub en el que la gente de cierta forma te conoce y son todos inquisitivos y todos tienen preguntas y tú respondes correctamente. Y es extremadamente divertido. Es muy caótico, es desorganizado y todo el mundo es feliz. A veces puedo acabar haciendo un karaoke, todo es posible. Tiene que ser todo sin guion cuando lo hago. Y me encanta ese sentimiento de caminar sobre el filo de la navaja que supone que todo puede salir mal y ser terrible. Hace que te lo trabajes más. Es una cosa maravillosa de hacer. Me encanta. Es divertido. A veces, el público rompe a cantar. Todo es completamente inesperado, no hay nada planeado. No hay guion. Solo seres humanos comportándose como seres humanos. El más grande regalo.

—Tú mismo has realizado las portadas de tus últimos discos. ¿En qué te inspiras para ello?

Siempre he metido mano en el diseño de los discos desde los comienzos de mi carrera porque me gusta pintar. Tienes los elementos del sonido y de las palabras y eso solía ser suficiente para mí, pero ya no. Me parece que está bien tener también una interpretación visual. Así que la portada del disco es de verdad una parte de todo lo que hay dentro. Básicamente uso los colores y texturas y los esquemas a través del color para explicar lo que las canciones realmente significan, porque el color tiene un efecto emocional en la gente, justo como las palabras y los sonidos. Simplemente es otro ángulo. Ahora, otra cosa que nos gusta hacer es nuestros propios vídeos, que son un poco como si tu padre comprase una cámara y quisiera filmarlo todo. Es rollo vídeo casero. Si hay un encantador niño ahí, por supuesto que lo vamos a grabar. Ese es el sentimiento. Y creo que es un enfoque que nadie en la industria musical ha pensado en ello. Es dónde residen las emociones reales. No necesitamos producciones caras. Todo es real no hay escenografía.

—¿Qué nos puedes contar del nuevo disco? Cuando te estamos haciendo la entrevista solo hemos escuchado los tres primeros singles.

Son trece temas. Los hemos hecho muy rápidamente, muy rápidamente para lo que somos nosotros. Lo hemos grabado en dos meses. Hemos usado diferentes estudios porque cuando terminó el confinamiento por COVID, todo el mundo fue corriendo a grabar. Eso fue difícil. Pero al ser Public Image, nos gustaron los fallos y diferentes sonidos de los diferentes sitios, así que todo salió en nuestra ventaja. Como he dicho, teníamos 19 ideas que fueron reducidas a trece temas. Hemos disfrutado mucho haciéndolo. Aunque he lidiado con mi tragedia personal con Nora, eso no es el fin del universo, así que he tenido que considerar muchos otros conceptos también. Hay un tema llamado “Car Chase”, que trata de un amigo que las autoridades inglesas decidieron que no era capaz de cuidar de sí mismo. Así que lo metieron en una residencia. Y, por supuesto, se escapó. Sabes, es lo que yo hubiera hecho. Y por eso le tengo mucho cariño. Así que “Car Chase” es a la vez un tema y una adoración de su espíritu libre.

—Ese ha sido uno de los primeros singles, ¿no?

No lo sé. Pon el orden que te guste. Lo que hemos hecho ha sido publicar muestras de los temas para que la gente tenga un aviso de cómo de variado este álbum es. “Penge” es, creo, la primera muestra que hemos publicado y trata de un eminente grupo de ataque vikingo que está a punto de masacrar y matar a todo el mundo de un pueblo costero. Y la alternativa que se le ofrece a los niños es la de seguir a un druida a otro puerto en el que estarían a salvo. Pero resulta que el druida es un pederasta. Simplemente porque la posición A es mala, no tienes que saltar a la B. Busca la C, D, etcétera. Encuentra más de una alternativa en la vida y toma tus propias decisiones. De otra forma no sobrevivirás.

—¿Qué podemos esperar de tu próximo conciertos en España?

Foto: Andrés Poveda

Mucha diversión, por supuesto. España siempre ha sido fantástica. Y vuestra gente no es tan diferente de la nuestra. A pesar de lo que digan los gobiernos. Ya sabes, cuando vienes a un concierto de PIL, dejas los problemas del mundo fuera. Y en nuestra casa, puedes ser tú mismo. Y eres más que bienvenido. Amor verdadero.

—¿Tocaréis muchos temas del nuevo disco?

Sí, aunque hace bastante de la última vez que tocamos y es posible que toquemos las viejas porque algunas personas puede que se hayan olvidado de ellas. Hasta que no terminemos de ensayar, no te puedo dar una lista definitiva ya que somos cuatro y podemos ver las cosas de forma distinta.

 

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3 comentarios

José Vicente 11 octubre 2023 - 17 h 50 min

Gracias por tu buen trabajo – más bien excelente – en este blog, soy un lector en las sombras de ” The sound”, no participe del Foro Azkena. Soy muy fan de PIL, pero por algún misterioso motivo nunca leí hasta hoy ninguna entrevista con John Lydon y he quedado impresionado por su calidad humana. Por todo lo que, siendo una persona culta pero nada pedante, nos aporta por su experiencia vital. Lo dicho Frank, muchas gracias y larga vida a tu Garage!!

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Violeta 11 octubre 2023 - 17 h 54 min

Muchas gracias 🙂 Nos alegra que te guste nuestro trabajo. <3

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José Vicente 11 octubre 2023 - 18 h 21 min

Disculpa Violeta, el esfuerzo de poner en marcha y mantener el blog tengo claro que es a dos, igual que la excelente educación musical que estáis dando a vuestro bebé…jaja. Este blog es es especialmente valioso, por minoritario que sea, por apoyar buena música que apenas encuentra hueco en otros espacios que van directos al negocio. Conozco poco de lo que publicáis, pero en la medida de mi poco tiempo libre es seguiré leyendo…siempre hay tiempo para conocer más buena música.

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