Ritmos oscuros, lentos pero que me hacen vibrar. Melancólicos y sedosos, de esos que te acarician el alma, esa parte de ti que está cómoda en la oscuridad cuando se deja llevar por las ondas de la existencia. Cuando no sabes si eres tú, o eres alguien otro. De repente, una voz. Bueno, seré justa. Una voz no. LA VOZ. Que te atraviesa y rompe todas las corazas que puedan existir para que entres en contacto contigo mismo.
SDH es cambio, alteración, distorsión, metamorfosis. Sus canciones de synth-pop, salpicadas de EBM y techno, son misteriosas, obtusas y sugerentes. El proyecto parece girar en torno a la idea de ficción.
Se trata del proyecto de dos figuras clave del panorama synthwave e industrial de Barcelona. Andrea P. Latorre y Sergi Algiz son, además de los dos componentes de la banda, creadores y propulsores de una gran cantidad de proyectos, tanto juntos como por separado, de los que hablaremos hoy. Desde que por primera vez emergieron de las tinieblas en el escenario de La Capsa, en 2016, en el Festival Cønjuntø Vacíø me han fascinado sus trabajos, su puesta en escena y su magia. Los podremos ver en el escenario del Ombra Festival el 26 de noviembre.
Fotos: Sara Busquets
—¿De dónde vienen vuestras influencias a la hora de crear SDH? No solo a nivel musical, si no de otras artes, por ejemplo, el cine u otras artes escénicas (tanto a nivel individual como conjuntas).
—Sergi: No recuerdo que hablásemos demasiado previamente a componer las primeras canciones sobre qué queríamos hacer más allá de probar algo menos experimental que lo que llevábamos haciendo con Wind Atlas o nuestros proyectos personales de ese momento. En mi caso el cine es una gran influencia en todo lo que hago porque es en lo que me formé y ha sido una obsesión en muchos periodos de mi vida, pero creo que esa influencia se está notando más ahora, en lo nuevo que estamos componiendo, que en los inicios del grupo. Más allá de hacer canciones emocionantes y con gancho, me interesa crear cierto tono o transmitir cierto estado de ánimo, y muchas veces pienso en imágenes cuando compongo para conseguirlo.
—Andrea: La literatura y la poesía. Al empezar SDH, muchos de los heterónimos o personajes que creé estaban basados en lo que me sugerían ciertas imágenes de poemas de Anna Ajmátova y Marina Tsvetáyeva. El rastro es muy sutil, tal vez imperceptible, pero para mí ha sido muy importante. Mi escritura está muy influenciada por la poesía y por autores como Leopoldo María Panero, José Miguel Ullán, San Juan de la Cruz, Clarice Lispector, Lorca, Henry Michaux… Lo que hay detrás de SDH, es decir, la idea de ficción, está íntimamente ligado a la literatura y a la creación de nuevos relatos y personajes. A nuevas maneras de decir.
—¿Cómo surge la idea de formar SDH? Porque vosotros ya teníais algunos proyectos conjuntamente, por ejemplo, el festival, convertido en sello, Cønjuntø Vacíø, la tienda de discos Dead Moon Records, tocáis juntos en Wind Atlas…
—Sergi: Principalmente nos atraía la idea de hacer algo los dos solos, que pudiésemos grabar en casa, que no implicara gastar mucho dinero grabando y que nos permitiera girar ligeros de equipaje.
—Andrea: Yo quise hacer algo muy diferente a lo que hacía en otras bandas. Quería hablar desde otros lugares, por eso inventé aquellas voces. A partir de ahí, todo fue creciendo de manera orgánica y tomando su propia forma, una que no habíamos decidido de manera deliberada.
—El nombre de la banda, Semiotics Department of Heteronyms, tiene connotaciones interesantes a nivel lingüístico, que se pueden relacionar con las letras de las canciones y con la estética. La semiótica se define como “el estudio de signos y símbolos como elementos del comportamiento comunicativo; el análisis de los sistemas de comunicación, como el lenguaje, los gestos o la vestimenta”. Los heterónimos son “palabras que se escriben igual pero que tienen un sonido y un significado diferentes”.
¿Podéis explicarnos un poco la historia que hay detrás de por qué escogisteis este nombre para la banda?
—Andrea: En literatura, un heterónimo es una entidad literaria ficticia creada por un autor. Es un nombre falso, ficticio, inventado. El autor crea un heterónimo (un personaje) y escribe a partir de él. Para mí esta idea era muy importante, porque yo quería decir otras cosas, crear ficciones; de ahí surgió el nombre. Estoy obsesionada con la idea de crear realidades a través del lenguaje y, en este caso, quise también crear a los personajes que enunciaban esas realidades, explorar o inventar la manera en que hablarían, se comportarían, se presentarían en público… Esto tal vez no se ve de manera clara en las canciones o en los directos, pero es importantísimo porque me ha ayudado a dar valor a la ficción y a lo falso como algo legítimo. A entender que hay mucho de real en lo falso y mucho de falso en lo real.
—Andrea, vaya vozarrón tienes. Para mí, es único. En cuanto escucho las primeras lyrics en vuestros conciertos, automáticamente lloro y no sé muy bien de qué… es una mezcla de emoción, dulce nostalgia y alegría… como si me transportará a otros lugares dentro de mí misma…
¿Podrías explicarnos un poco cómo empezaste a cantar? Es algo que has hecho desde siempre o fue algo que descubriste con los años. Háblanos un poco de tus anteriores proyectos como vocalista y qué hay de diferente en SDH.
—Andrea: Pues ante todo muchas gracias. Lo cierto es que siempre he cantado, recuerdo grabar a cappella con aquellos micros antiguos que se conectaban al ordenador de mesa, antes ni siquiera de saber que se podía hacer música con un ordenador. Empecé a cantar en público con Wind Atlas y el camino ha sido largo. Al principio tenía que cantar en otra habitación, sin que nadie me viera, y mi voz era un susurro constante. Yo tenía muchos prejuicios, me costó muchísimo aceptar mi voz. Yo quería sonar dulce y suave, pero con el tiempo aprendí a valorar mi timbre. SDH me ha ayudado mucho en este sentido; canto más grave, hablo… La madurez me ha liberado vocalmente y me ha permitido experimentar con otras maneras de cantar que siento muy mías.
—A nivel técnico, ¿qué instrumentos/aparatos usáis para los directos? Tengo entendido que son setups sencillos, ya que tuvisteis alguna mala experiencia perdiendo los instrumentos en algún vuelo. ¿Es lo mismo que usáis para grabar los discos?
—Sergi: No, cuando grabamos usamos muchas cosas que luego en directo llevamos pre-grabadas. Normalmente lo componemos casi todo por ordenador en casa usando vst’s, y samples, y luego solemos trabajar con un productor y regrabamos algunas cosas usando hardware. En directo, como solo tengo dos manos de momento, llevo un sampler, un sintetizador para ir tocando algunas líneas o strings y algún pedal de efectos, pero posiblemente cambie cosas en un futuro cercano cuando tengamos que tocar las nuevas canciones que estamos haciendo.
—Vuestros videoclips suelen tener un toque muy DIY. Uno que me gusta especialmente es el de “The Scent”. Es un vídeo que miro cuando estoy de bajón y me llena de buen rollo al instante. ¿Esas escenas fueron preparadas para el videoclip? Se ven bastante naturales, parecen tomadas en una mañana cualquiera después de una noche de fiesta con tus amigos…
—Sergi: Es exactamente eso.
—Andrea: No hay nada guionizado. Todo salió de manera natural tal como dices:
—Desde que formasteis la banda en 2016 hasta que sacasteis el primer EP Tell Them pasaron dos años, porque de entrada, SDH estaba pensada para los directos. ¿Qué fue lo que os hizo decidiros a lanzar el primer EP de SDH?
—Sergi: Creamos el grupo para tocar en el festival Cønjuntø Vacíø del 2016 y durante esos dos siguientes años solo hicimos un par o tres de conciertos. Principalmente creo que fue porque el proyecto salió de forma muy espontánea y luego tuvimos que bajarlo al suelo y convencernos de que queríamos seguir adelante, componer más canciones… en esa época estábamos componiendo y grabando el tercer disco de Wind Atlas y todo se alargó un poco más de la cuenta.
—Luego ya vino el álbum, en el mismo año 2018, y en febrero 2020 lanzasteis un nuevo disco, Against the Strong Thinking.
La portada del primer disco es un collage de Camilla Dunster y en este caso el artwork es una pieza de David M Romero. El primero es un collage que descubristeis en una expo y que tenéis en el salón. ¿Y el segundo? Podríais hablarnos más sobre por qué habéis escogido ambas portadas y cómo habéis trabajado con los artistas.
—Andrea: David es amigo nuestro desde hace tiempo. Es una persona con una sensibilidad y un gusto increíbles. Hemos trabajado con él en otras ocasiones y siempre hemos confiado plenamente en todo lo que nos ha propuesto. Hace cosas realmente impresionantes. Además, entiende perfectamente SDH; es capaz de poner en imágenes todo lo que explicamos con las palabras y la música.
—En diciembre de ese mismo año (2020) se presentó un remix de Reka del tema “You Pt.12”, que, de verdad, es una maravilla. ¿Cómo surgió esa colaboración con Reka?
—Sergi: Conocimos a Rebeca en nuestro último concierto en Berlín, nos caímos bien, y sabíamos que a ella le gustaba la banda, así que le preguntamos si le apetecía hacernos un remix y estuvo encantada. Nos apetecía hacer algo con ella y fue una buena manera de seguir activos durante los meses de confinamiento. Estamos muy contentos con cómo quedó y nos animó a trabajar con más gente en el futuro en este sentido.
—Los dos últimos lanzamientos han sido en el año 2020, que ha sido un año peculiar en muchos sentidos. De hecho, vosotros teníais una gira programada, con muchísimos conciertos, que se vio aplazada. ¿Cómo habéis aprovechado este momento de parón?
—Sergi: Sí, estábamos de gira por Europa cuando empezó todo esto y tuvimos que volver a casa en mitad de la gira. Obviamente lo vivimos con mucha frustración porque teníamos muchísimos planes para el futuro, como tantas otras bandas. En estos dos años ha habido altos y bajos, momentos en que hemos trabajado mucho en la banda y momentos en que hemos necesitado parar y no esperar mucho del futuro. Pero ahora podemos decir que cuando todo esto vuelva a cierta normalidad, van a salir muchas canciones que están ahora en camino. Va a ser lento, pero podéis esperar bastantes cosas de SDH para los próximos dos años.
—Andrea: Hemos compuesto muchas canciones. Y parece un cliché, pero es lo mejor que hemos hecho nunca.
—Pasemos a hablar de los conciertos en directo, que son la esencia de SDH. ¿Cómo fue la experiencia de vuestro primer concierto después del parón en 2020? Fue en Casal de la Harmonía y aunque el público estábamos sentados y había sillas, estábamos todos dándolo todo. ¿Cómo lo vivisteis vosotros desde el escenario?
—Sergi: Fue un momento muy importante en la trayectoria del grupo, muy emocionante volver a tocar después de todo.
—Andrea: Yo tenía miedo de no poder o no saber canalizar toda esa energía que me hace entrar en trance en directo por llevar tanto tiempo sin tocar y, bueno, por la situación general. Pero vaya si entré. Fue maravilloso.
—¿Hacéis algo en especial para preparar los conciertos? Algún ritual o similar que llevéis a cabo antes de salir a tocar.
—Sergi: No.
—Andrea: Yo hago mis ejercicios de calentamiento vocal.
—¿Diríais que ha cambiado algo desde el primer concierto que disteis en Cønjuntø Vacíø en 2016 hasta el día de hoy? En cualquier sentido. ¿En qué cosas percibís que ha evolucionado la banda, el concepto o vosotros mismos?
—Sergi: Han cambiado muchísimas cosas, pero diría que la más importante es el nivel de compromiso respecto a nuestro propio arte. Creemos más en lo que hacemos. Y creo que nuestra música cada vez es mejor.
—Andrea: Hemos evolucionado muchísimo como músicos. Creo que nos gusta más componer y tocar y tenemos menos miedo a equivocarnos.
—¿Hay algún concierto que recordéis en especial y por qué? Alguna anécdota que os haya pasado en algún concierto o algo que vayáis a recordar siempre.
—Sergi: Nuestro último concierto en Mannheim, Alemania, en un festival donde tocamos con Lebanon Hanover y más bandas. Creo que ha sido nuestro mejor concierto hasta la fecha. El sonido fue perfecto, nosotros estuvimos bien y el público acompañó, se creó algo muy bonito.
—Andrea: Yo tenía un día de mierda y, además, no nos dejaron probar sonido por falta de tiempo. Pero todo ese enfado se transformó en un concierto increíble para uno de los mejores públicos que hemos tenido nunca.
—Como hemos comentado, además de SDH tenéis bastantes proyectos en marcha. Por lo que respecta a Cønjuntø Vacíø, festival que ambos fundasteis, y posteriormente, sello discográfico de música experimental, como festival y promotora, era muy top. Fuisteis de los primeros en traer a Barcelona a artistas que en ese momento no eran tan conocidos, que después han despuntado y han tenido muchísima popularidad. ¿Cómo surgió la idea de montar un proyecto así y cómo se fue consolidando?
—Sergi: En ese momento había en Barcelona y Valencia algunas bandas que compartíamos un pasado en la escena punk pero que se habían vuelto más oscuras, una especie de mini escena post-punk, con bandas como ·Y·, Ciudad Lineal, Sect, Antiguo Régimen, Roman Skirts, Belgrado, Paralelo, Wind Atlas, etc. Decidimos montar un festi para, de algún modo, inmortalizar ese momento. Funcionó tan bien que nos animó a seguir montando cosas y a ir creciendo. El sello fue una extensión natural de eso. A la vez se juntó con que entramos en contacto con muchos otros sellos de música experimental, que editaban principalmente en cassette, a través de mi tienda de discos Dead Moon Records. Al final Cønjuntø Vacíø nos ha servido para conocer a mucha gente, establecer relaciones con bandas y sellos de fuera, y eso ha ayudado también en muchos momentos a SDH, por ejemplo.
—Andrea: Cønjuntø Vacíø coaguló una época muy importante de nuestras vidas. Los años en los que montamos el festival son muy especiales para nosotros porque nos rodeamos de gente a la que admirábamos muchísimo y con la que creamos una red que nos hizo muy felices y que nos permitió crecer muchísimo. Luego está la parte jodida de montar un festival así sin dinero, ni patrocinadores. Yo me lo tomaba muy a pecho porque era un esfuerzo titánico y porque nunca he sido (ni he tenido intención de ser) promotora. Supongo que solamente tratábamos de crear espacios en los que sonara la música que nos gustaba y en los que todos pudiéramos disfrutar, pero montar conciertos es un esfuerzo grandísimo y, a la larga, al menos para mí, poco gratificante. Gracias a esto valoro muchísimo el trabajo (increíblemente invisibilizado) de las salas y de los promotores.
—¿Habéis pensado en re-emprender ese proyecto en algún momento o es una etapa ya pasada? A muchos nos encantaría, jeje
—Sergi: El festival era muy difícil de montar con nuestra infraestructura y cero rentable. Llegó un momento donde sentimos que ya habíamos hecho nuestro trabajo en ese sentido y nos apetecía más estar en el otro lado, ser el grupo que va a este tipo de festivales a tocar. No sé si volveremos a hacerlo algún día, pero por ahora no hay planes al respecto.
—Wind Atlas es otro proyecto en el que ambos estáis involucrados que está en plena forma, de hecho, participasteis en el BAM (Barcelona Acció Musical), festival mítico en Barcelona que se celebra durante la Festividad de la Mercé, en septiembre de 2021. Ambas bandas son muy distintas, pero comparten entre ellas que parece que se encuentran entre “varias escenas”.
¿Que opináis de la escena post-punk e industrial que hay en España en general? ¿Es comparable a otras escenas europeas?
—Sergi: España es un país con una tradición de post-punk e industrial súper importante y con muchas bandas seminales del género, pero el circuito de salas o espacios DIY donde poder desplegar todo ese talento es muy escaso y, quitando cinco o seis ciudades, es difícil poder cuadrar una gira realmente rentable. Pero esto nunca ha sido fácil en circuitos como el nuestro, suerte que hay tantísima gente que aún hoy en día se deja la piel en montar cosas. En Alemania sí que hemos notado diferencias en este sentido, tanto en la calidad de las salas, del sonido, como en el nivel de aceptación de este tipo de música.
—¿Cuáles son vuestros planes de futuro para SDH? Algún spoiler que nos podáis lanzar 😉
—Sergi: Nos gustaría que todo hubiese ido más rápido y sacar algo nuevo ya, pero tendrá que esperar un poco más. A partir del segundo trimestre del próximo año empezarán las novedades: nueva música, nuevos videos, reediciones de nuestros discos anteriores que están agotados y muchos conciertos y giras en las que ya estamos trabajando. Estamos muy emocionados con todo lo que vendrá.
—Andrea: A mí me está costando aguantar las canciones. Tengo muchísimas ganas de que salgan.
—Para acabar, ¿qué podemos esperar de vuestra aparición en el Ombra Festival el 26 de noviembre?
—Sergi: Tenemos muchísimas ganas de tocar allí y compartir escenario con bandas que han sido tan referencia para nosotros. Y tocaremos algún tema nuevo.
—Andrea: Va a ser emocionante.