¿Quién no se ha emocionado alguna vez escuchando “Somebody”, el primer hit de Escape with Romeo? Los alemanes dieron en el clavo con este emotivo tema, que fue especialmente popular en España. Eso fue a finales de los ochenta, y durante los siguientes años, la banda continuó entregando grandes discos como Autumn on Venus y evolucionando hacia un estilo más electrónico, pero sin perder sus señas de identidad. Tras un corto hiato, volvieron con renovadas energías, publicando el año pasado un nuevo disco en el que, de nuevo, las guitarras son las protagonistas. En noviembre vuelven a España, esta vez para actuar en el madrileño festival Santuario.

Foto: Flora Jörgens
—Como ahora estoy descubriendo mucha música de la NDW, me gustaría comenzar la entrevista con una pregunta sobre Seltsame Zustände, tu “primera” banda. Hace unos años, Reptile Music reeditó el álbum de 1984. ¿Cómo recuerdas esos años de la NDW en Alemania? ¿Cómo los viviste?
—Los años de la NDW fueron salvajes y cualquiera podía estar en una banda. Nos lo tomamos muy en serio y comenzamos Seltsame Zustände, que no fue mi primera banda, pero sí con la que grabé mi primer álbum. Tuvimos que aprender por las malas. Teníamos ideas sobre cómo queríamos sonar, pero al final fue el tío del estudio el que decidió, porque tenía las habilidades y sabía cómo funcionaba todo allí. En retrospectiva, estábamos muy descontentos con el sonido, pero así es como son las cosas. Y la época de la NDW cambió mucho la escena musical alemana en paralelo con la escena en el Reino Unido. Las grandes bandas eran el enemigo y las nuevas bandas eran la vanguardia, al menos así lo pensábamos…
—Antes grabaste música en un sello que publicaba solo casetes llamado Reinfall Tapes, bajo el nombre T.E. Musik. ¿Qué recuerdas de esas tus primeras grabaciones?
—Mi padre me compró una grabadora de cintas, con la que hice mis primeras grabaciones. Eso fue a finales de los 70 y así comenzó mi carrera musical. Luego llegaron las grabadoras de 4 pistas y más tarde de 8 pistas que lo cambiaron todo. Solo contaba con esa máquina, mi guitarra, un bajo, un teclado Casio, un micrófono y un amplificador Peavey. Con eso ya pude hacer demos. Pude experimentar mucho con lo que tenía y, así nacieron canciones como “White Room” y otras. Fue una liberación. Piensa que en esos días tenías que ir a un estudio para hacer un disco. Ahora podía grabar en cualquier momento, cualquier día y cualquier cosa. Pero solo con calidad de demo. Eso es lo que escuchas en T.E. Musik. Es muy, muy tosco y sin pulir y, desde mi punto de vista de ahora, ¡es de hace mucho tiempo!
—También fuiste el fundador de Pink Turns Blue y tocaste en el clásico If Two Worlds Kiss. Sin querer reabrir viejas heridas, ¿por qué dejaste la banda?
—La razón principal fue que pude hacer un programa de música independiente en la radio nacional. Como lo que hacía John Peel en los 80, que fue una gran influencia para mí. Pero estar en los medios consumía demasiado tiempo, así que no podía seguir tocando en una banda. Ese programa de radio me convirtió en ese momento en un influencer y, de repente, fui una persona conocida, lo cual no siempre fue agradable. También acabó con mis propias actividades musicales durante los primeros años.
—Después de todas estas experiencias, es bastante normal que el primer disco de Escape with Romeo fuera una obra bastante lograda. ¿Estabas listo para el éxito de “Somebody”?
—No veo el primer álbum como una obra lograda, sino como lo que éramos capaces de hacer en ese momento. Ese álbum fue difícil de hacer y requirió de muchos fines de semana para finalizarlo. Y sí, me sorprendió el éxito de “Somebody”, especialmente en España. Pero no fue nuestro “Big in Japan” o “Sweet Dreams”. Fue un éxito indie en la ola emergente de la escena gótica y no pagó las deudas, pero nos ayudó a ser una banda compacta y a girar.
—El difícil segundo álbum fue Autumn On Venus. Ahora, al escucharlos en orden, veo un esfuerzo por hacer un álbum mejor que el primero. ¿Fue difícil componer después del éxito del primer álbum de EWR?
—En retrospectiva, intentamos hacer un álbum más orgánico, que sonara más como nosotros como banda en vivo. Y el primer álbum no fue un éxito inmediato. Eso llegó más tarde, a lo largo de los años, cuando giramos intensamente por Alemania, así que Autumn On Venus fue una declaración de cómo sonaba la banda en vivo. Y, ya en ese momento, yo era el único miembro original que quedaba en comparación con el primer álbum.
—En ese álbum está la canción “Helicopters In The Falling Rain” y desde entonces el helicóptero se ha convertido en el símbolo de la banda. Dices que representa el escapismo (como el nombre de la banda). ¿Crees que hoy en día necesitamos encontrar una escapatoria de la realidad más que en los años 80?
—Sí, representa el rescate y también el peligro. Piensa en Apocalypse Now, donde los helicópteros simbolizan destrucción. Pero usé el símbolo para llevar el nombre de la banda en una dirección diferente a la del ángel en la portada del primer álbum, más a un nivel meta. Hoy en día, todo es escapismo de la realidad. Mira las noticias, lee sobre la crisis climática o los agresivos líderes de extrema derecha jodiendo el mundo. ¡SÍ: quieres escapar en 2025, más que nunca!
—¿Estabas cansado de la industria musical cuando compusiste Next Stop Eternally?
—Creo que te refieres a la canción “Music is Dead”. Ese tema nació porque me estaba cansando de escuchar y valorar la música de otras personas, lo que tienes que hacer cuando haces un programa de radio. Tienes que escuchar mucha música. Y eso puede cansarte mucho. No era tanto la industria musical en ese momento, que realmente era saludable en los 90, sino todos los otros CDs y vinilos que se acumulaban sin cesar en mi escritorio. Y que tenía que escuchar para hacer un buen programa.
—Has hecho versiones de artistas de los 60, desde Donovan hasta The Doors. Como apenas hablamos de esta década en El Garaje, ¿estás o has estado influenciado por artistas de los años sesenta?
—Escucho rock desde que tengo 10 años. Recuerdo haber escuchado “Starman” de Bowie o “Metal Guru” de T. Rex en la radio. Eso fue en 1970… a partir de ahí, mis amigos mayores me presentaron todo un universo musical: de Pink Floyd a Frank Zappa, de Neil Young a Aphrodite’s Child. Y en los 80, cuando tenía veinte años, todo el material de la new wave desde Wire hasta Joy Division y Comsat Angels. Había millones de nuevas influencias entre las que elegir. Esa versión de Donovan fue más una especie de respuesta punk a la original.
—A partir de Blast of Silence, la música de EWR se vuelve más electrónica, aunque esta influencia ya estaba en otros discos. ¿Qué te hizo tomar esta dirección?
—Cuando hice Blast of Silence en los 90, estaba solo en el estudio. Descubrí todos los juguetes electrónicos, los sintetizadores y la música techno. En retrospectiva, ese álbum no es muy bueno, pero allí comencé a producirme y tuve que aprender mucho: no me importaba si esa música podía ser tocada en vivo, tenía que sonar bien en el estudio. Ahí comenzó un viaje muy diferente.
—Come Here White Light el disco del 2001 suena un poco más trip hop. ¿Te suele influir lo que está sucediendo en la música del momento?
—Para mí, el trip hop fue una evolución lógica de ese sonido new wave de los 80. Tenía esa melancolía y ese ambiente urbano. Realmente me influenciaron Unkle, DJ Shadow y Massive Attack, que grabaron álbumes destacados en ese momento. También es que siempre escucho nueva música, sin importarme el género. Es la atmósfera la que tiene que destacar y capturar un cierto sentimiento. Cada género tiene algo de eso. Ejemplos: Talk Talk – Spirit of Eden, Steve Reich – Collected Works, Marvin Gaye – What’s Going On, Sleep Token – Take Me Back to Eden, Aphrodite’s Child – 666… la lista es interminable y ¡olvídate de los géneros!
—Ese álbum fue el primero lanzado en tu sello. ¿Por qué decidiste crearlo, para tener más libertad de hacer lo que querías?
—Publicar mi propia música en mi propio sello y manejar todos los aspectos comerciales fue un movimiento necesario. Tuve que aprender mucho y aún creo que ser independiente, aunque es mucho trabajo, es el mejor camino a seguir. Nada se puede comparar a la libertad y el control que tienes sobre cada aspecto de tu carrera.
—Dijiste que Samsara contenía algunas “canciones de protesta” y, en ese disco, querías dar voz a tu ira y frustración. En cambio, las letras de Suspicious Bliss estaban más inspiradas en eventos globales que en experiencias personales. ¿Es más fácil para ti escribir sobre tus experiencias o abordar problemas más generales?
—En mi caso, a menudo depende de mi estado de ánimo y de lo que está sucediendo a mi alrededor en ese momento. Escribir desde la experiencia personal puede ser catártico y permite una conexión profunda con las letras, pero abordar problemas globales más amplios me da la oportunidad de involucrarme con el mundo y reflexionar sobre lo que está sucediendo. Ambos enfoques tienen sus desafíos, pero trato de equilibrarlos para mantener mi música honesta y relevante. Hay mucha frustración y rabia en algunas de mis letras, pero las mantengo en un nivel más amplio y trato de encontrar imágenes para describir el escenario. En Suspicious Bliss tienes al francotirador en el tejado o al tipo solo en la cápsula flotando por el espacio. Tengo imágenes muy claras cuando escribo y trato mis canciones como mis episodios favoritos cuando veo una película o serie.
—Dijiste que no acabaste muy contento con el álbum After the Future. ¿Por qué?
—Es difícil de decir, fue el final de una larga fase en Escape with Romeo y el álbum no reflejaba mucho mi estado de ánimo. En retrospectiva, todavía veo algunas canciones realmente buenas ahí, pero también algunas que fallaron por completo.
—Estábamos en el que, en ese momento, se suponía que era el último concierto de la banda. Estoy hablando de vuestra actuación en el W-Fest en el 2019. ¿Por qué querías terminar con Escape with Romeo?
—Todo era demasiado rígido y cada camino parecía estar ya recorrido. Sentía que no iba a ocurrir nada nuevo. Necesitaba un descanso de la vieja rutina, pero no sabía entonces que solo era un descanso. Sentía que todo estaba terminando.
—Durante la pausa de Escape with Romeo comenzaste otro proyecto, llamado Dirty Vocoder, del que has publicado un álbum con tus sencillos (solo en Bandcamp). Algunas de estas canciones también aparecieron en el último álbum de EWR. ¿Por qué comenzaste este nuevo proyecto? ¿Era una especie de continuación de Escape with Romeo?
—Dirty Vocoder era un proyecto muy diferente que estaba planeado para funcionar de manera muy distinta. Planeamos que el tipo con la máscara se convirtiera en un avatar y todo fuera como un cómic oscuro, como una novela gráfica. Sin banda en vivo, solo animación. Sin cantar, todo procediendo del vocoder. Era una buena idea, pero nos costó demasiado trabajo realizar todo. Entonces, cuando reactivé Escape with Romeo, usé algunas de las canciones y las transformé de nuevo a un nivel de banda. Fue porque me di cuenta de que las canciones de Vocoder no estaban muy lejos de lo que EWR es ahora, solo necesitaban una renovación.
—El álbum de regreso de EWR fue Suspicious Bliss del año pasado, en el que la banda vuelve a una música con unas guitarras más prominentes. ¿Qué te hizo volver a los orígenes?
—En cierto modo, Suspicious Bliss es un tributo a de dónde vengo. Son guitarras crudas y riffs pesados y cierta atmósfera. Pero también es lo que estoy escuchando ahora y tiene un enfoque moderno en la producción. Así que es volver al principio y al mismo tiempo un camino hacia el futuro. Los géneros se difuminan estos días y así puedes tener un tema de metalcore con una atmósfera trip hop. Solo estamos explorando lo que es posible con las DAWs modernas (estaciones de trabajo de audio digital). Mientras escribo esto, estoy trabajando en un nuevo álbum que saldrá a finales de 2026. Lo importante es el impacto. Me encanta la música que me atrapa a nivel emocional, que es capaz de decir mucho más que solo palabras.
—Desde el año pasado, la banda ha estado tocando como un trío. ¿Cómo han cambiado vuestros conciertos con el nuevo formato?
—¡El sonido es más compacto y directo ahora! Seguimos usando pistas de acompañamiento, porque no podemos llevar todos los elementos al escenario, pero me encanta la energía que es posible con solo un trío de guitarra, bajo, batería y voces.
—La banda es bastante popular en España. ¿Por qué crees que el público ha conectado tanto con la banda aquí? Lanzaste una canción en español, “Te Ama (O Tal Vez No)” (una versión de “Sie liebt dich (nicht)” ). ¿Fue una especie de tributo a tu público español?
—Sí, fue un tributo en ese momento. Pero cuando no puedes hablar español, es algo que solo puedes hacer una vez. No tengo ni idea de cómo entramos en el mercado español. Creo que fue principalmente porque llegamos en el apogeo de la ruta de bakalao y “Somebody” fue la banda sonora de lo que sucedió allí. A partir de ahí empezamos a hacernos famosos en el mercado español.
—Lanzaste un álbum en solitario, titulado Kalt Und Elektrisch en 1995, entre el cuarto y el quinto álbum de EWR. En ese álbum intentaste sonar más clásico, ¿verdad? ¿Qué puedes contarnos sobre ese disco?
—Kalt und elektrisch fue mi primer y último álbum bajo mi verdadero nombre Elbern. Intenté mezclar viejos temas con nuestro típico sonido wave. También intenté ver hasta dónde podía llegar con letras cantadas en alemán y dar un nuevo aspecto a canciones medievales como “Schnitterlied”. Todo el álbum fue un experimento en explorar territorios desconocidos en ese momento.
—Otra faceta de ti de la que nos gustaría hablar es tu participación en el programa de radio Grafiti. Fuiste presentador de radio allí desde 1986 hasta 1995 y programaste mucha música independiente alemana. ¿Cómo fue la experiencia?
—De eso justo hablaba al comienzo. Tenía acceso a miles de discos y artistas de Alemania, EE. UU. e Inglaterra. Eso me hizo darme cuenta de cuán grande y amplio es todo el espectro de la música independiente. Y especialmente de Alemania vino una amplia gama de música DIY que programé primero en ese programa, mientras las propias bandas escuchaban. No había internet en ese entonces, la radio era el rey y el programa adecuado te decía qué deberías revisar en tu tienda de discos local. Todo ha cambiado ahora con internet.
—Ahora que la gente está comprando vinilos nuevamente, ¿hay alguna posibilidad de que se reedites el primer álbum de Escape with Romeo? Las pocas copias que se pueden encontrar en Discogs son bastante caras.
—Creo que haré que el primer álbum esté disponible en vinilo nuevamente, no puedo decirte cuándo, pero lo haré, ¡prometido!
—¿Qué podemos esperar de vuestro concierto en Santuario?
—Como veo, tenemos 60 minutos: así que elegiremos cuidadosamente entre las canciones de 37 años de carrera de la banda para presentar todo el espectro de EWR.

